Publicado en
junio 10, 2012

LA SERENIDAD ANTE TODO
ACTOR Y EXPERTO en artes marciales, Chuck Norris sabe que no por fuerza la fuerza gana. Y para ilustrar esto, explica:
No hace mucho, en Texas, tras haber filmado todo el día para mi serie de televisión, me fui solo a un bar de las cercanías a beberme una cerveza. Me senté en un gabinete de un rincón a paladear mi bebida, y en eso estaba cuando se me plantó delante un gigantón que me dijo, muy molesto, que estaba ocupando su lugar. No me gustaron ni el tonito ni la amenaza implícita, pero me cambié de sitio sin chistar. A los pocos minutos vi que volvía hacia mí. Allí viene otra vez, pensé; un matasiete que quiere liarse a golpes conmigo para hacerse famoso.Cuando estuvo frente a mí, me miró fijamente y me dijo:—Usted es Chuck Norris.Asentí con la cabeza.—Pudo haberme dado una patada en el trasero hace unos minutos —añadió—. ¿Por qué no lo hizo?—¿Qué hubiera ganado?Se quedó pensativo un momento, y luego me extendió la mano. —¿Amigos? —propuso.—Amigos —asentí—, y le estreché la mano.De esta manera, evité un enfrentamiento y a la vez hice un amigo. Al perder, gané.—Chuck Norris, en The Secret Power Within (Little, Brown)REGLAS TÁCITAS
MAURICE SENDAK aún escribe libros que encantan a los niños, pero ya no quiere autografiarlos. ¿Por qué?
"Me dan lástima los pequeños", explica. "Se tienen que formar en largas colas, y al rato la vejiga está a punto de estallarles. Cuando por fin llegan a donde estoy, todo lo que ven es un viejecito de barba blanca. Y su madre les dice: —Mira, cariño, este señor hizo el cuento que tanto te gusta.— Y como recelan que van a tener que devolverme el libro, lo aprietan fuertemente contra su pecho."Para colmo, los padres les piden que abran los libros para que yo los firme. Pero resulta que toda la vida les han sermoneado que en los libros no se escribe. Y luego, de repente, viene un perfecto desconocido a estampar su nombre en ellos".—Laurel Shaper Walters, en The Christian Science Monitor
ASPIRACIONES ELEVADAS
EN SEPTIEMBRE pasado, Ruth Simmons pasó a ser presidenta del Colegio Superior Smith, una de las más exclusivas instituciones de educación superior para mujeres en Estados Unidos.
Ruth Simmons, tataranieta de esclavos negros, emprendió el camino que la llevó a Smith en una finca algodonera de Grapeland, Texas, donde sus padres eran aparceros. Más tarde se mudaron a un sector pobre de Houston. El padre se puso a trabajar en una fábrica, y la madre fregaba pisos en las casas de los blancos.¿Cómo dio lugar un origen tan humilde a una carrera académica tan brillante?"Tuve una madre admirable", asegura Simmons. "Cuando yo era muy pequeña, en ocasiones me llevaba a su trabajo; y lo que mejor recuerdo es lo eficiente que era. Se exigía mucho a sí misma. Hagas lo que hagas, hazlo a conciencia, me aconsejaba".En su toma de posesión, la nueva presidenta llevaba consigo la Biblia que su madre le regaló a su padre el día en que se casaron. "Sé que la junta directiva de Smith piensa que trato de estar a la altura de las normas de excelencia que mis padres me fijaron, y eso está bien", asevera. Pero Ruth Simmons tiene aspiraciones más altas. "Todos los días que paso aquí", dice, "me esmero por ser la clase de persona que mi madre quería que yo fuera".—Sara Rimer, en el Times de Nueva YorkPREMIO A LA SOBRIEDAD
LAS MALAS EXPERIENCIAS inspiran a veces un mayor aprecio por la vida y por la familia. Así ocurrió con la estrella de rock Ozzy Osbourne. En otro tiempo, esclavo del alcohol y las drogas, Osbourne abrió los ojos en un hotel de Las Vegas.
"Cuando bebía, era otra persona", cuenta. "Mi esposa y mis hijos nunca sabían si el monstruo irrumpiría por una ventana, o si no iba a llegar a casa. Pero una mañana, hace más de seis años, desperté en un hotel entre drogas y botellas desperdigadas por el cuarto. Harto de aquello, arrojé todo a la basura.""Llevaba años intentando dejar de beber. No sé lo que me pasó esa mañana, pero desde entonces me alimento mejor y hago ejercicio en una bicicleta de montaña.""Pero lo mejor es que ya no veo el miedo en los ojos de mis hijos. ¿Sabe usted qué regalo quiere mi hijo para su cumpleaños? Una bicicleta de montaña, para ser igual que papá".—Men's Health