SI DESEA UNAS VACACIONES SIN CONTRATIEMPOS…
Publicado en
mayo 27, 2012

...he aquí cómo prevenirlos.
Por Kristin Von Kreisler
Foto: ©Rob GoldmanEN SU PRIMER DÍA de vacaciones en Hawai, Sue Goodell, Doug, su esposo, y sus dos hijos se despertaron ansiosos de ir a la playa, pero, para su mala fortuna, estaba cayendo un chubasco; peor aun, llovió toda la semana. Sue, terapeuta familiar radicada en San Diego, California, expresa con resignación: "Las vacaciones no siempre resultan como uno espera".
Poco después de aterrizar en el aeropuerto de Nairobi, Kenia, Henry Kawa recogió de la banda móvil la maleta de su esposa, Teri, y luego aguardó con impaciencia la suya, pero fue en vano. La pareja había viajado a África a realizar un safari fotográfico, y de repente Henry se topó con que, aparte de la ropa que llevaba puesta, se había quedado sin equipaje. El resto de los excursionistas estaba listo para salir del aeropuerto, y el guía no podía demorar la partida para dejar que aquél hiciera compras.Muy a menudo, las vacaciones que esperamos con tanta ilusión se ven arruinadas por la misma clase de contratiempos que llegamos a sufrir de vez en cuando en la vida diaria, pero con la desventaja adicional de que nos toman totalmente desprevenidos. Planear con la debida anticipación y aprender a hacer frente a esos percances no sólo puede redundar en unas vacaciones felices, sino también inolvidables. He aquí lo que aconsejan hacer los viajeros avezados:EMPAQUE POCO Y CON CRITERIO
Para no correr el riesgo de perder el equipaje, Sylvia Blishak, copropietaria de una agencia de viajes junto con su esposo, Ted, nunca sube a bordo de un avión con más de lo que puede cargar al hombro. Lleva puestas las cosas que no caben en su bolso, una encima de otra, y se las quita una vez hospedada en su lugar de destino. Además, cuando viaja acompañada de una amiga, se pone de acuerdo con ella para compartir el fijador de pelo, el champú, la secadora de mano y otros artículos de arreglo personal.
La eficiencia es el secreto. Joan Iaconetti, fotógrafa y escritora de reseñas de viajes que trabaja por su cuenta, aconseja extender sobre la cama toda la ropa que uno cree que va a necesitar, descartar cuanto sea posible y luego empacar la mitad de lo que quede. "De cualquier modo, una se aburre de ponerse la misma ropa al salir de vacaciones", señala, "así que bien puede cargar con lo mínimo". Recomienda llevar prendas y zapatos que armonicen con uno o dos colores básicos, de suerte que todo pueda combinarse.El doctor Eric Weiss, director del Servicio de Asistencia Médica a Turistas de Stanford, California, ofrece un consejo más: "Antes de partir, cargue unos minutos con todo el equipaje y sopéselo". Una breve caminata bastará para saber si está llevando demasiadas cosas.HAGA PARTICIPAR A LOS NIÑOS
Barbara Radcliffe Rogers, coautora de Exploring Europe by Boat ("Explorando Europa en barco"), hizo participar a su hija Juliette, de nueve años, en la planeación de un viaje a Portugal. La familia solicitó información turística sobre este país en nombre de la niña, y cuando recibieron los mapas y folletos, Juliette se ocupó de ordenarlos y de marcar con color rojo los sitios que más le atraían; sus padres luego añadieron sus propias marcas e identificaron los lugares que los tres querían visitar. Organizar el viaje se convirtió así en un acuerdo democrático, en el que se tuvieron en cuenta las necesidades y los deseos de cada quien.
Cuando planee un viaje en coche con niños pequeños, tenga presente que pueden impacientarse con facilidad y por eso hay que mantenerlos entretenidos. Además de animarlos a cantar y jugar sentados en el auto, haga que se diviertan con pasatiempos interesantes. Sue Goodell lleva libros infantiles grabados en casetes, o les lee a sus hijos datos útiles acerca del sitio donde se dirigen y luego les pregunta qué han aprendido. Antes de partir, también conviene darles a los niños una bolsa con juguetes u otros objetos que los distraigan: una lupa, un caleidoscopio, una baraja o una cuerda para saltar en las paradas de descanso, así como libros para iluminar y crucigramas. Y prométales algo que esperen con ansiedad todo el viaje, como llevarlos a un parque de diversiones o a un acuario.Sin embargo, "hay que procurar recibir algo a cambio", agrega Barbara Rogers. No hay nada malo en decirles a los chicos: "No me agradan los parques de diversiones, pero los voy a llevar porque a ustedes les gustan. Lo único que les pido es que se queden quietos en este restaurante mientras yo me tomo otra taza de café".TOME PROVIDENCIAS
En una ocasión en que Barbara Rogers y su otra hija, Lura, que entonces tenía 13 años, iban a subir a un tren en Londres, la puerta se cerró de golpe y sólo la chica alcanzó a subir. El tren comenzó a salir de la estación, y la madre se quedó paralizada unos segundos en el andén.
Por fortuna reaccionó a tiempo y alcanzó a pedir a gritos a los que viajaban en el último vagón que le dijeran a su hija que se bajara en la parada siguiente. Luego corrió a buscar al jefe de la estación, quien telefoneó a un colega de la otra parada para pedirle que hiciera subir a Lura en el siguiente tren de regreso."Piense en lo que podría ocurrirle a su hijo y tome precauciones", aconseja Barbara. Cuando sus hijas eran pequeñas, les colgaba una bolsita en el cuello, debajo de la ropa, con fotocopias de la primera página del pasaporte familiar, de la visa y de su itinerario. Así, si las niñas se extraviaban, podrían identificarse y tener un medio para dar con ella. También las aleccionó para que, en cuanto se diesen cuenta de que iban solas, se detuvieran y aguardaran en un lugar seguro hasta que ella las encontrara. Si alguien se ofrecía a acompañarlas a buscarla, debían contestar: "No podemos ir con usted. Prometimos esperar aquí. ¿Podría avisarle a un policía?"Janet Groene, autora de Living Aboard Your RV ("Cómo vivir en una casa rodante") y The ABCs of Boat Camping ("El abecé del excursionismo en barco"), se pone de acuerdo con un pariente o vecino para que reciba los mensajes telefónicos de los familiares con quienes sale de vacaciones por si alguno llega a extraviarse.Además, siempre que viaja lleva consigo un botiquín provisto con lo que podría hacerle falta según el lugar de destino y las necesidades de sus familiares. Cuando va a viajar a un sitio de clima húmedo, empaca repelente de insectos, pomada para picaduras y talco, así como los fármacos que sus familiares toman por prescripción, las recetas y una tarjeta con el número telefónico de su médico. Y cuando va a acampar al aire libre, también lleva pinzas para extraer astillas, tijeras, vendas, parches para ampollas y un pequeño surtido de medicamentos para malestares leves.Según la Asociación Internacional de Asistencia Médica a Turistas, 20 por ciento de quienes viajan al extranjero se enferman. De modo que, si usted va a salir de su país, pida información a un médico sobre los fármacos que le conviene llevar y sobre las enfermedades contra las que debe estar vacunado.¡OJO CON LOS LADRONES!
Cuando un revisor de tren en España le pidió que le mostrara su boleto, Janet Loops, instructora de educación física, abrió su bolso y descubrió que le faltaba la billetera: se había quedado sin boleto, pasaporte, tarjetas de crédito, cheques de viajero y dinero en efectivo. Tardó cerca de una semana en tramitar otro pasaporte y conseguir que le repusieran los cheques, lo cual casi dio al traste con sus vacaciones.
Para prevenir estos percances, sobre todo en el extranjero, es aconsejable llevar guardado el dinero y los documentos en una bolsita de tela colgada del cuello y oculta debajo de la ropa. Otra opción es usar un bolso de cintura, pero hay que llevarlo al frente y estar atento a que no lo corten. También se recomienda enrollar ligas elásticas a la billetera a fin de dificultarles el trabajo a los carteristas, y coserles cierres de cremallera a los bolsillos de la chaqueta.La clave es mantenerse alerta y usar el sentido común, aconseja Alfred Boza, investigador policiaco de Miami Beach. Piense, por ejemplo, que la mujer de aspecto decente a la que le pide el favor de que le tome una foto puede huir con su cámara, o que los ladrones quizá estén esperando a que descuide por un instante sus maletas en un puesto de revisión de un aeropuerto.Si viaja en coche a lugares que no conoce, sólo lleve lo indispensable en los asientos, para no tentar a los ladrones que se especializan en romper ventanillas. Guarde bolsos y maletas en el portaequipaje, y no deje objetos valiosos a la vista cuando estacione el auto, ni tampoco mapas, folletos u otras señales de que usted es turista. "Cerciórese de saber llegar a los sitios que desea conocer", sugiere Boza. Una vez hospedado en su lugar de destino, averigüe cuáles son las zonas donde merodean asaltantes y evite pasar por ellas. Antes de salir de su cuarto de hotel, Robin Myers, investigador en informática, guarda las cámaras y otras pertenencias que no caben en la caja fuerte del hotel en una maleta con cerradura de combinación.También es recomendable llevar una tarjeta de crédito telefónica para no tener que conseguir monedas o hacer llamadas por cobrar en una emergencia.RESERVE TIEMPO PARA USTED Y SU PAREJA
Cuando Fritz y Suzanne Hess van de vacaciones a casa de los padres de él, se quedan allí los primeros días, luego hacen solos un viaje corto y finalmente regresan a pasar con ellos unos días más.
Cuando salga de viaje y haga una visita breve a sus parientes, no se sienta obligado a quedarse con ellos todo el día. "Si los familiares no se toman un descanso, pueden terminar fastidiándose", señala el psicólogo Peter Wish. Hay que reservar tiempo para estar a solas.ANTE UN IMPREVISTO, CAMBIE DE PLANES
En una ocasión en que iban de camino en coche a un centro vacacional del estado de Oregon, Sylvia y Ted Blishak se toparon con una inesperada tormenta de nieve, así que decidieron cambiar de planes y enfilaron hacia la costa de Washington. Allí, en un paraje apartado, recogieron moras silvestres, escucharon las sirenas de los barcos y estuvieron contemplando el paisaje. "Algunos de los momentos más inolvidables de un paseo surgen de sucesos imprevistos", dice Sylvia.
Para evitar desilusiones porque los peces no pican o porque el museo está cerrado por reparaciones, hay que salir de casa con una actitud flexible. "Uno debe aceptar que no es posible obtener absolutamente todo lo que desea de unas vacaciones", aconseja Peter Wish. Haga un segundo plan de viaje por si algún percance fortuito arruina el original.Los imprevistos pueden resultar útiles para enseñarles a los niños a adaptarse y no caer en la frustración. En una ocasión en que iba de camino con su familia a pasar las vacaciones en Florida, Fritz Hess contrajo una infección estomacal. Tuvo que pasar un día en cama en un motel, pero su esposa no se quedó cruzada de brazos; llevó a sus dos hijas, de 9 y 11 años, a conocer los sitios de interés de ese lugar. Las niñas regresaron fascinadas: habían dado un paseo por un río en un barco con fondo de cristal, y visto a los caimanes reptar desde las riberas para ir a zamparse los malvaviscos que les arrojaban desde cubierta. "Las chicas aún se emocionan al acordarse de ese día", dice Fritz.TOME LAS COSAS CON CALMA
La profesora Elaine Bellama no dejó de impartir clases hasta un día antes de viajar de vacaciones a África. Luego empezó para ella una frenética carrera: hacer las maletas, pagar la hipoteca de la casa y conseguir alguien que recogiera la correspondencia y regara sus plantas hasta su regreso. Agobiada por los apresurados preparativos y nerviosa de perder el vuelo al día siguiente, Elaine estuvo dando vueltas en la cama hasta las 2 de la madrugada.
El día previo a partir de vacaciones debe ser tranquilo, sin ajetreos ni diligencias de último minuto. "Sentirse abrumado y de mal humor no es buena manera de comenzar unas vacaciones", dice Mathilda Canter, psicóloga de Phoenix, Arizona.Sylvia Blishak aconseja llegar al lugar de destino con luz de día, cuando es más fácil orientarse. "A veces se requieren varios días para relajarse", agrega Peter Wish. Una opción es quedarse el primer día acostado junto a una piscina o dar un breve paseo a pie.Al regresar a casa, hay que readaptarse también poco a poco a la actividad normal. Si puede, reserve un día para desempacar, lavar la ropa y poner orden en las habitaciones antes de volver al trabajo. Cuando va a salir de viaje, Sylvia Blishak planea incluso la cena que preparará a su regreso para no tener que ir a la tienda de comestibles a comprar a la carrera.ESTOS CONSEJOS no garantizan que hará buen tiempo, ni curan urticarias, ni reparan llaves que gotean en el cuarto de hotel. Pero pueden ayudar a reducir las inevitables dificultades de todo viaje y aumentar las probabilidades de que usted y su familia gocen de las mejores vacaciones de su vida.