Publicado en
enero 01, 2012

AYUDANDO A LA JUSTICIA
EN SU programa de televisión America's Most Wanted ("Los prófugos más peligrosos de Estados Unidos"), John Walsh ayuda a capturar a estos criminales. Desde que empezó a trasmitirse el programa, el 7 de febrero de 1988, por lo menos 44 sujetos de los 148 que se han considerado, han sido capturados gracias a información proporcionada por los televidentes.
La actuación de Walsh ante las cámaras es impecable, pero detrás de ellas acostumbra caminar de aquí para allá por el estudio, y rara vez sonríe. Jamás olvida el secuestro y el brutal asesinato, en 1981, de su hijo de seis años, Adam. "Hacer este programa de televisión es muy penoso para mí", observa. "No soy un comentarista de noticias profesional; soy el padre de un niño que murió asesinado, y todavía estoy encolerizado, consternado y dolido".La campaña de Walsh ha tenido gran resonancia. Gracias a ella, se han aprobado en Estados Unidos más de 500 disposiciones legislativas para la protección de menores. Además, fue decisiva su intervención en el establecimiento de la primera central norteamericana de información sobre menores extraviados."Creo que cada quién debe responder por sus actos", señala Walsh. Y en verdad, la responsabilidad es su principal preocupación, pues se ha propuesto evitar, que siga habiendo homicidios impunes.—Jane Marion, en TV GuideDIRECTA Y SINCERA
LA ACTRIZ y anfitriona de la televisión estadunidense Oprah Winfrey participó a los 17 años en el concurso Señorita Prevención de Incendios, en Nashville, Tennessee. Al llegar a la última fase del mismo, se le preguntó a cada una de las tres finalistas qué haría si de improviso dispusiera de un millón de dólares. Una de ellas contestó que le compraría a su madre un refrigerador, a su padre una camioneta y a su hermano una motocicleta; otra, que donaría ese dinero a los pobres.
La tercera, Oprah, se dio cuenta de que difícilmente podría aventajar a sus rivales en altruismo, de modo que enfocó la cuestión a su manera directa y sincera. Respondió: "Si yo tuviera un millón de dólares..." , y aquí hizo una pausa, ”¡me convertiría en una despilfarradora!" Oprah ganó el concurso.—Norman King, en Everybody Loves Oprah! (Morrow)LO MEJOR QUE PUEDAS
ROGER CRAIG, manager del equipo de béisbol Gigantes de San Francisco, relata:
Una vez, cuando tenía yo nueve años, mi padre me encargó que limpiara el garaje de la casa. Cuando llegó de su trabajo, lo primero que hizo fue preguntarme:—¿Limpiaste el garaje?—Sí, le contesté.—Vamos a ver —dijo.Dio un vistazo y me indicó que me sentara en un rincón. Entonces se quitó el saco, se arremangó la camisa y empezó a limpiar. A mí me parecía que había cumplido yo bien con la tarea, pero a él no.—Déjame ayudarte —le pedí.Él se opuso y me explicó:—Quiero mostrarte algo.Continuó con la tarea una hora, hasta que el garaje quedó impecable. Entonces me dijo:—Hice esto para que lo recuerdes toda la vida. No importa cuánto tardes en hacer algo; hazlo siempre bien, lo mejor que puedas.Hoy día, ya sea que se trate de acarrear leña en mi rancho o de enseñarles a lanzar a los pitchers del equipo, recuerdo siempre aquella lección.—Ken Kelley, en PlayboyEL ARTE Y LA ORACIÓN
ALGO QUE preocupa mucho a Saul Bellow, Premio Nobel de Literatura, es la intrusión de los medios de comunicación masiva en la vida de los seres humanos. En su opinión, la televisión ejerce una influencia tan poderosa y enajenante que la gente ha empezado a perder interés en sí misma, y ha dejado de tomar su propia vida con seriedad.
Bellow propone el arte y la oración para contrarrestar esta tendencia. "Creo", dijo alguna vez, "que el arte tiene que ver con el logro de una especie de sosiego en medio del caos; una quietud que es característica también del acto de orar, y que prevalece en el ojo del huracán".Bellow tiene dos maneras de rezar. Una es leer la Biblia en hebreo, con todo recogimiento, y la otra es "comunicarse con el cuartel general del universo" por las noches, cuando se mete a la cama. En esos momentos, el novelista más destacado de Estados Unidos penetra en el ojo del huracán, y es allí donde encuentra la paz.—Jack Miles, en el Times de los ÁngelesEJEMPLO REAL
EL NOVELISTA español Miguel Delibes recuerda una excursión de cacería que se llevó a cabo hace algunos años en una finca de Ciudad Real y a la que asistió el rey Juan Carlos:
Curiosamente, el monarca se avino a cazar conejos, la pieza de caza más modesta que hay en España. Para abrir la veda de la perdiz faltaba solamente una semana. Al ir a buscar a los conejos, al Rey le salían las perdices, y cuando sus amigos creíamos que iba a disparar sobre ellas, se limitó a apuntarles y dijo: La veda debe empezar por el rey.