ENFERMEDADES DE LA MODERNIDAD
Publicado en
enero 01, 2012
Aunque solemos imaginar nuestra vida moderna como una panacea en comparación con la rusticidad de la antigüedad, la civilización representa el caldo de cultivo de múltiples patologías, muchas de ellas de gravedad.
UNA DIETA INCOMPLETA
Aunque resulte paradójico, la creciente producción de alimentos derivada de las nuevas tecnologías en agricultura y pastoreo, tuvo como consecuencia serias deficiencias nutritivas. Hay más calorías y proteínas en una medida de trigo que en un puñado de frutos silvestres. Sin embargo, son estos últimos quienes contienen más cantidad de vitamina C. Si el trigo y otros productos agrícolas son la base de la alimentación, o bien son utilizados para alimentar a los animales de granja, probablemente la dieta sea rica en proteínas y calorías, pero la deficiencia de vitamina C seguirá constituyendo un problema.
Actualmente existe una profunda conciencia acerca de la necesidad de seguir una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales. Nuestra alimentación actual suele abarcar todos los nutrientes indispensables. Aun así, no hay que olvidar que, además de los alimentos que conocemos como básicos (cereales integrales, por ejemplo), es necesario "volver a la naturaleza", y obtener ciertas vitaminas de las frutas de estación.LA SOBREDIETA
En la Edad de Piedra, tomar frutas más dulces constituía una conducta adaptativa. Pero, ¿qué ocurre si todas las personas que poseían esta adaptación estuvieran en nuestro mundo lleno de bombones, caramelos y chocolate? La respuesta es sencilla: muchos preferirían estas golosinas modernas a un durazno, la fruta más dulce de la Edad de Piedra.
Los bombones y sus parientes cercanos ejemplifican los denominados "estímulos supernormales" por los investigadores de conducta animal.Nuestros problemas dietéticos surgen de la incompatibilidad entre los gustos desarrollados para las condiciones de la Edad de Piedra y sus probables efectos en la actualidad. La grasa, el azúcar y la sal han sido escasas durante casi toda nuestra historia evolutiva. A casi todo el mundo le iba mejor si disponía de una mayor cantidad de dichas sustancias; en consecuencia, querer más y tratar de obtenerlas constituía una conducta adaptativa. Pero actualmente la mayoría de nosotros podemos permitirnos comer más grasa, azúcar y sal de lo que resulta biológicamente adaptativo.Muchas enfermedades evitables de nuestra sociedad son el resultado de los efectos devastadores de la dieta rica en grasas. Las apoplejías y los infartos, la mayor causa de muerte precoz en algunos grupos sociales, son consecuencia de arterias taponadas por lesiones arterioscleróticas. También la proporción de casos de cáncer aumenta de manera sustancial por las dietas ricas en grasas. Asimismo, muchas diabetes provienen de la obesidad causado por el exceso del consumo de grasas. La proliferación de las caries es otra patología asociada con la nutrición moderna, originada por las abundantes fuentes de azúcar en nuestra alimentación.ADICCIONES
El opio y otras drogas han estado disponibles a lo largo de toda la historia humana. La mayoría de estas sustancias son elaboradas por diversas plantas como forma de defenderse contra las plagas de insectos y los animales que pastan. Muchas de ellas actúan sobre el sistema nervioso, y sólo algunas provocan un efecto sedante o placentero.
Actualmente, el abuso de determinadas sustancias constituye un problema más importante de lo que fue en sociedades preindustriales debido a las innovaciones tecnológicas.Cuando cada familia tenía que elaborar su propio vino en pequeñas vasijas y con instrumentos muy primitivos, resultaba improbable que alguien tuviera la cantidad suficiente como para hacer frente a un gran consumo diario. La mejora en los métodos de producción, almacenamiento y de transporte permitió que fuera mucho más fácil conseguir el alcohol necesario para emborracharse.Otras innovaciones más recientes facilitaron la producción de heroína a partir del opio, y del crack a partir de la cocaína, concentrados que provocan una adicción más rápida que las sustancias naturales. Del mismo modo, la producción en masa de cigarrillos, con tabacos menos irritantes para la garganta, incrementó sobremanera la incidencia de la adicción a la nicotina.PROBLEMAS DEL DESARROLLO
El desarrollo de la dentadura humana es autónomo, pero presupone una estructura mandibular de una cierta forma y tamaño, que es posible que no se produzca si durante su desarrollo su uso resulta insuficiente. Los incisivos amontonados y mal colocados, como la famosa muela del juicio que sale de manera imperfecta, pueden ser enfermedades de la civilización, originadas por el consumo de alimentos demasiado blandos durante la infancia.
Otras conductas anormales durante la infancia podrían causar un desarrollo físico también anormal. Es antinatural sentarse durante varias horas seguidas en sillas o pupitres en las aulas. Probablemente, sea ese el comienzo de una vida adulta llena de problemas de columna. Algo es cierto: en la Edad de Piedra, las personas no pasaban tiempo sentadas; cuando querían descansar se colocaban en cuclillas, y luego corrían, caminaban, realizaban múltiples actividades con el trabajo muscular.La hipertensión es otra de las enfermedades de la civilización. No se trata de que nuestra dieta contenga más sal que la de nuestros ancestros, sino que la presión sanguínea ha debido aumentar para satisfacer las necesidades de cuerpos cuyo tamaño es mayor. El mecanismo de regulación de la presión sanguínea, empujado a ajustar el sistema fuera de la gama para la que estaba diseñado, suele excederse y causa la hipertensión.PROBLEMAS OCULARES Y AUDITIVOS
La miopía no constituye la única anormalidad ocular que puede ser consecuencia de las nuevas condiciones medioambientales en una fase temprana de la vida. Sólo recientemente la ciencia médica se ha hecho consciente de los modos en que el uso de los ojos en las primeras semanas y meses posteriores al nacimiento puede resultar decisivo para el normal desarrollo de la visión. El uso preferente de un ojo más que el otro, no importa por qué motivo, puede llevar a que se den cambios en la asignación de las regiones cerebrales a las funciones visuales, de modo que es posible que más tarde el niño resulte incapaz de utilizar las señales binoculares para percibir la profundidad. Someter a los niños a la luz brillante durante las veinticuatro horas, como a veces se hace para tratar la ictericia neonatal, puede provocar defectos en la visión del color que probablemente no se detecten hasta mucho tiempo después. Con respecto a la audición, ya no quedan dudas acerca de la nocividad de los ruidos de nuestra vida moderna. Un trueno o la caída de una cascada, los ruidos más fuertes presentes en la naturaleza, parecen susurros al lado de los bocinazos y el rugir de motores de una avenida transitada. Los oídos van perdiendo progresivamente su capacidad auditiva a medida que son expuestos a sonidos excesivos.
OTRAS ENFERMEDADES
La difusión de poblaciones humanas a zonas de establecimiento frías se vio facilitada por las innovaciones tecnológicas, como el vestido y el fuego, que no se alcanzaron hasta hace algunas decenas de miles de años. De manera que el frío constituye para el ser humano un factor ambiental no natural. Las enfermedades que surgen de las bajas temperaturas son, por lo tanto, patologías típicas de nuestra vida moderna.
Pero no solo se trata de pescar un resfriado. El abrigo que nos permite sobrevivir en lugares como la Patagonia impone, a su vez, sus propios problemas de salud. La síntesis de vitamina D depende de la exposición de la piel a la luz del sol. Si pasamos gran parte del día en el interior del hogar y, cuando salimos al aire libre, lo hacemos cubiertos de ropa, la cantidad de vitamina D que sintetizamos será solo una pequeña fracción de la que sintetizará un habitante de la sabana africana, y podría resultar bastante insuficiente para nuestras necesidades metabólicas.De una carencia de este nutriente surgen enfermedades como el raquitismo, típico del desarrollo infantil. La incidencia de rayos X, pestilentes, toxinas, dietas anormales y productos industriales son la causa principal de otras enfermedades de la civilización. Se trata de las alergias, el cáncer y los problemas de fertilidad, cuyo desarrollo merece informes específicos, que abordaremos oportunamente.Fuente: Revista MEDICINAS ALTERNATIVAS, Argentina Abril 2002