NOTICIAS DEL MUNDO DE LA MEDICINA
Publicado en
diciembre 25, 2011

EPIDEMIA DE MIEDO
ABRUMADOS por torrentes de informes alarmantes sobre los riesgos para la salud en los alimentos y en el medio ecológico, los norteamericanos están inmersos en una epidemia: no de cáncer, sino de miedo. Pero muchos científicos aseveran que la preferencia obsesiva que ahora tienen por el agua embotellada y los productos orgánicos es absurda. En vez de preocuparse tanto por esto, la población debiera manifestar más miedo por los tres factores que en realidad son la causa del mayor número de muertes prematuras: el alcoholismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de grasas saturadas.
”Conducir un auto es mucho más peligroso que, por ejemplo, beber jugo de manzana con trazas del pesticida Alar", opina el profesor Richard Wilson, de la Universidad de Harvard y experto en el estudio comparativo de riesgos. La persona promedio está expuesta mil veces más a morir en un choque automovilístico que de cáncer por ingerir pesticidas. Pero se dio el caso, en unas entrevistas con 25 compradores de productos orgánicos en un supermercado local, en que casi la mitad confesó no haber usado el cinturón de seguridad al dirigirse en su automóvil a la tienda."El público generalmente tiene ideas erróneas sobre lo que es peligroso", afirma el ex inspector general de Salud de Estados Unidos, C. Everett Koop. Pero la verdad es que nunca como ahora los norteamericanos han sido tan sanos. El promedio de supervivencia se ha incrementado constantemente desde hace decenios, y la mayoría de las tasas de mortalidad por cáncer han permanecido estables o incluso han disminuido.—Adaptado del Post de WashingtonNUEVA TÁCTICA CONTRA LA ARTRITIS
EL TRATAMIENTO de la artritis entraña cierta dificultad, ya que existen muchas clases de este mal y, en la mayoría de los casos, se desconoce su causa. Por ello, el tratamiento médico se encamina a controlar los síntomas, más que a la curación. Ya es tradicional que los síntomas de dolor e inflamación de las articulaciones se traten con fármacos no esteroides y antiinflamatorios, y luego con medicamentos de acción progresivamente más vigorosa.
Ahora bien, las investigaciones recientes sugieren que la mayoría de las lesiones articulares se presentan en los primeros años de manifestarse el padecimiento, lo cual indica la conveniencia de utilizar fármacos más potentes (y que a veces resultan tóxicos) en etapas tempranas de este cuadro patológico. Algunos especialistas recetan ahora dosis bajas de los medicamentos más fuertes en el lapso de tres a seis meses posterior al diagnóstico.En los pacientes que por prescripción médica toman antiinflamatorios no esteroides, un efecto secundario que aflige a algunos de ellos ha sido el sangrado del estómago y la úlcera péptica.No obstante, el compuesto misoprostol, administrado junto con antiinflamatorios, puede prevenir las úlceras que causan las drogas antiinflamatorias no esteroides, al reforzar los agentes protectores del estómago y suprimir la secreción acida de este órgano.—Joseph Carey, en U.S. News & World Report¿SON SEGUROS LOS IMPLANTES?
HAY CADA día más pruebas de que muchos metales, plásticos, geles y gomas utilizados en los aparatos o adminículos implantables pueden causar efectos crónicos dañinos en los tejidos celulares humanos. Los receptores de implantes tales como articulaciones artificiales, senos postizos o tubos de drenaje pueden sufrir de inflamación, infecciones, trombos, erosión ósea, lesiones del tejido conjuntivo y, en algunos casos raros, de cáncer.
El doctor Nir Kossovsky, patólogo de la Universidad de California en Los Ángeles, opina al respecto: "La tasa de complicaciones es alta. Se estima que hasta el 15 por ciento de los tubos de drenaje, el 25 por ciento de los marcapasos y el 40 por ciento de los implantes de senos postizos, a la postre fallan". En un estudio de 36 implantes de articulación de la muñeca, sólo 22 tuvieron buen resultado después de varios años de haberse practicado la operación.Los expertos piensan que los beneficios médicos de los implantes —por ejemplo: implantar a un anciano una cadera artificial para que pueda volver a andar— generalmente son mayores que los daños. Pero cuando se implantan estos materiales en los jóvenes —sobre todo, con propósitos cosméticos—, hay que tener en cuenta los riesgos a largo plazo. Los médicos aconsejan a quienes reciben un implante: sométanse a reconocimientos periódicos. Los problemas que originan estos materiales pueden tratarse con antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios.—Sandra Blakeslee, en el Times de Nueva York