Publicado en
noviembre 27, 2011
¡BUENA IMPRESIÓN!
UNOS INVESTIGADORES de la Universidad de Liverpool, Inglaterra, han creado una tecnología que les permite escribir la Encyclopedia Britanica —todas sus 29,000 páginas— en un espacio equivalente a la cabeza de un alfiler.
El científico especializado en materiales, Colin Humphreys y sus colegas, utilizan un microscopio electrónico de exploración que emite un rayo casi tan pequeño como un átomo para taladrar un billón de agujeros en un área del tamaño de una cabeza de alfiler, lo cual basta para grabar toda la enciclopedia, y todavía sobra espacio. Un informe sobre este logro señala: "Esta precisión es comparable a pintar los marcos de las ventanas de una casa de muñecas con un pincel de una sola cerda que tuviera un mango de 150 kilómetros de longitud".Humphreys avizora toda una gama de aplicaciones para su invento. El microscopio podría taladrar agujeros lo suficientemente diminutos para separar virus o incluso moléculas. También podría imprimir en un microcircuito de computadora 1000 veces más líneas que cualquier otro procedimiento tecnológico, con lo cual los microcircuitos serían tan minúsculos, concluye el inventor, "que podría construirse una supercomputadora que cupiera en un maletín".—Bill Lawren, en OmniENGAÑOSA PRUEBA DEL RADÓN
LAS CONCENTRACIONES del gas radón en los suelos quizá sean mucho mayores en verano que en invierno, época en que se lleva a cabo la mayoría de las pruebas de este gas cancerígeno, según ha descubierto un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania.
El geoquímico Arthur Rose examinó cuatro sitios en Pensilvania central, cada dos semanas, durante un año. Descubrió que el suelo emitía hasta tres veces más radón en el verano.El radón es un gas incoloro e inodoro que se forma cuando el uranio presente en los suelos y en las rocas se descompone y se convierte en partículas radiactivas. Se cree que estas partículas son las causantes de 20,000 muertes por cáncer pulmonar, cada año, tan sólo en Estados Unidos.Rose afirma que la variación estacional refuerza la creencia de muchos científicos de que las mediciones del radón únicas o hechas en plazos cortos en las casas quizá resulten engañosas.— Times de Nueva York