Publicado en
noviembre 20, 2011

EL NACIMIENTO DE UN TRAVIESO
DESDE 1950, el caricaturista Hank Ketcham, que ya tiene 70 años, se ha dedicado a ilustrar la vida familiar sana en su historieta Daniel, el travieso. Tal vez hayan cambiado algunos detalles cotidianos, como el uso de patinetas en vez de triciclos, pero no el punto de vista esencial. Se trata de un mundo donde Mamá está en casa con los hijos, y las malas palabras se limitan a: ”¡Diablos!” ”Era una vida agradable", recuerda el caricaturista, con nostalgia.
Ketcham ha narrado muchas veces la historia de la creación de su historieta, pero aún le divierte hacerlo. Un día, siendo caricaturista independiente, estaba sentado ante su mesa de dibujo, cuando su esposa irrumpió como una tromba en el estudio y le espetó estas palabras:—¡Tu hijo es un travieso!—¿Te refieres a Daniel?Entonces, se encendió una luz en su cabeza y nació un personaje de tira cómica.—Judith Weinraub, en el Post de WashingtonFOTO: © G. GORMAN/GAMMA-LIAISON; DANIEL EL TRAVIESO, USADO CON AUTORIZACIÓN DE HANK KETCHMAN
¡LEVÁNTATE!
DAN RATHER, conductor de noticiarios de la CBS (Columbia Broadcasting System), reconoce que siempre le fascinó el boxeo, aunque nunca destacó en él. "En el boxeo se está solo; no hay donde esconderse", declara. "Al terminar la pelea, sólo a un boxeador le levantan la mano, y punto. Un boxeador no puede darle crédito ni culpar a nadie, salvo a sí mismo".
Rather, que boxeó en la escuela secundaria, dice que la obsesión de su entrenador era enseñar a sus pupilos a ser absoluta y positivamente, sin sombra de duda, boxeadores que se levantaran. “'El día en que usted se presente en un cuadrilátero —completamente solo— y lo derriben, si se levanta habrá vivido una experiencia que jamás olvidará. La sensación de logro es inequívoca e incomparable. Y a veces, lo único que lo hace levantarse es el tipo que grita en su esquina''. — Inside SportsTÁCTICAS DE INTIMIDACIÓN
STEPHEN KlNG, conocidísimo autor de novelas y cuentos de terror, dice que la gente suele preguntarle qué le da miedo. "Todo", es la respuesta. Y explica King:
"Los aviones; los ascensores; pero sobre todo, la oscuridad. Siempre enciendo la luz al salir de una habitación de hotel, porque temo volver a una habitación extraña, buscar a tientas el interruptor y sentir que una mano se cierra sobre la mía” ."Una de las razones por las que escribo libros de terror es que constituyen una especie de defensa psicológica. Es como trazar un círculo mágico en torno mío y de mi familia. Mi madre solía aconsejarme: Si piensas en lo peor, no se realizará.—Bare Bones: Conversations on Terror (McGraw-Hill)CURIOSA TRANSICIÓN
VÁCLAV HAVEL, que fue elegido por unanimidad presidente por el Parlamento checoslovaco después de la caída del régimen comunista, tiene el talento de escoger bien las palabras. Pero aún debe aprender a administrar su tiempo, algo que le sobraba durante el total de cinco años que pasó en prisión, a lo largo de los últimos 21 años.
En los primeros días de la presidencia de Havel, su oficina en el Castillo de Praga ofrecía el aspecto caótico y afanoso de un escenario de teatro el día después de la noche de estreno. El correo estaba apilado sobre el piso, y sus ayudantes entraban y salían sin cesar. El Presidente, dramaturgo de fama mundial que aparenta menos de los 53 años que tiene, reconoce que el teatro no le dio una buena preparación para ”esta curiosa transición de la cárcel al castillo".”'La prisión me capacitó de manera inmejorable para mis labores de presidente", señala Havel. "En primer lugar, me enseñó a no sorprenderme ante nada. En segundo, me inculcó algunas aptitudes que necesito en este puesto. Por último, me facilita la solución de uno de los muchos problemas a los que nos enfrentamos: la seguridad del Estado y las oscuras fuerzas que amenazan al país".—Craig Whitney, en el Times de Nueva York
SÓLO UN TROFEO MÁS
Si AL ACTOR cinematográfico y de televisión Michael Fox algún día se le suben a la cabeza el éxito y la adulación de que ha sido objeto, su familia se encargará de que vuelva a poner los pies en la tierra. "Jamás olvidaré la ocasión en que gané mi primer Emmy” (estatuilla otorgada por la Academia Estadunidense de Artes y Ciencias Televisivas), comenta Fox. "Me apresuré a ir a casa con ella para mostrarla a mi familia, y la coloqué orgullosamente sobre la mesa del vestíbulo. Al día siguiente, cuando bajé, el trofeo de boxeo de mi hermano, el de bolos de mi madre y el de bridge de mi padre se hallaban colocados junto al mío. Y nadie dijo media palabra".
—Lain Blair, en el Herald de Boston