LOS SECRETOS SEXUALES QUE GUARDAN LAS ESPOSAS
Publicado en
septiembre 04, 2011
FOTOS: DEL FONOO. © 1967 POR MCS II/THE STOCK MARKET. PRIMER PLANO: RONNIE KAUFMAN/THE STOCK MARKET.
© 1968 POR KEN DRUCK. CONDENSADO DE "FAMILY CIRCLE" (9-V111 -1988), DE NUEVA YORK. NUEVA YORK,
Por Ken Druck y Kathleen Duey
(Ken Druck, famoso psicólogo de California, es autor de The Secrets Men Keep. Kathleen Duey escribe con frecuencia sobre asuntos de la familia y el matrimonio.)
¿Es la franqueza irrestricta lo mejor para el matrimonio?
Aunque pocas mujeres desean guardarles secretos a sus esposos, y menos en materia de sexualidad, muchas lo hacen cuando se sienten atraídas físicamente por otro hombre, cuando tienen una fantasía romántica, cuando no les satisface la manera en que hacen el amor con su marido o cuando han tenido una aventura galante. La forma en que la mujer trata este asunto puede fortalecer la relación conyugal o abrir un abismo entre ella y su esposo.
¿Hay que revelarle al compañero estos secretos? Difícil decisión. Quién sabe si al hacerlo se provoque más daño que provecho. O acaso se resienta por lo pronto la relación, pero mejore a la larga. La ponderación de los siguientes casos de personas a las que he orientado profesionalmente quizá sirva de ayuda a las lectoras para decidir en uno u otro sentido.
LA ATRACCION POR ALGUIEN. "Tengo un compañero de trabajo que es guapísimo", revela Yvonne, de 29 años, "pero no sólo por eso me gusta. La primera vez que vio mis dibujos, dijo que encontraba en ellos algo especial. De pronto, despertó en mí sentimientos eróticos. Era como si comprendiera una parte de mí que ni siquiera mi esposo conocía. Quiero a mi marido, pero soy más que una esposa. ¿Es censurable lo que me sucede?"
Las mujeres pueden sentirse atraídas por hombres que las ven desde un punto de vista especial; eso es lo que le sucede a Yvonne. El interés que manifiesta por ella su compañero de trabajo le ha hecho sentir que sigue siendo una mujer deseable y talentosa. Le ha descubierto necesidades que ella misma había descuidado, y así ha advertido que se está alejando de su cónyuge. Quizá su matrimonio no se vea afectado si ella guarda el secreto, pero sí podría tener consecuencias indeseables si no advierte lo que esto revela acerca de su relación con su esposo.
Yvonne acabó por comprender que había confundido la sexualidad con su necesidad de ser apreciada; llegó a la conclusión de que no había hecho nada malo, y siguió disfrutando de las atenciones que recibía en el trabajo. Pero, lo más importante: comunicó a su marido lo importante que era para ella que él reconociera sus méritos. Obtuvo una respuesta favorable y, más segura de sí, empezó a hablar con él de la satisfacción que le daba su trabajo. Al comprender el significado de su secreto, logró fortalecer su matrimonio.
FANTASIAS SEXUALES. Casi todos las tenemos; constituyen un inofensivo escape de la vida cotidiana. Sin embargo, algunas de estas fantasías están relacionadas con problemas que merecen atención.
"Llevo siete años de casada, pero últimamente se me ha hecho pesada la vida con mi esposo", me confió Terry, de 45 años. "Él acaba de cumplir los 40, y parece deprimido. No le gusta su trabajo, pero no busca una solución. Ha perdido todo interés por las relaciones sexuales. Sigo queriéndolo, pero desde hace algún tiempo tengo fantasías con un actor muy fuerte y atractivo. Me lo imagino con todas las cualidades de que carece mi maridó".
El secreto sexual de Terry es en realidad síntoma de un problema mayor: el estado psíquico de su esposo. Para resolverlo, necesita determinar primero si la depresión que sufre él es pasajera (como la crisis de la madurez) o si es algo más grave. Luego, debe decirle que su actitud está afectando sus relaciones y pedirle que busque ayuda profesional. Si él no se aviene a ello, a Terry le convendría recurrir a un especialista.
Por otra parte, Terry debe ocuparse más de sí misma: por ejemplo, frecuentar a sus amigas, tomar un curso de superación profesional o algunas clases que le interesen. Habrá de esforzarse en apoyar a su marido mientras él supera su problema, pero sin descuidar a su propia persona.
RELACIONES EXTRAMARITALES. La infidelidad conyugal constituye el secreto más difícil de revelar y, potencialmente, el más destructivo. Es tanto lo que está en juego, que la decisión de revelar o no el asunto debe tomarse responsablemente; pocos matrimonios superan tales confesiones sin repercusiones graves.
"Hace dos años inicié una aventura", cuenta Janet, de 31 años. "Mi matrimonio se estaba volviendo aburrido, y nuestra vida sexual había decaído. No estoy enamorada del otro hombre; sólo me gusta sexualmente. Temo que si le confieso este asunto a mi esposo, lo perderé todo. ¿Debo arriesgarme?"
Janet tiene que evaluar los problemas que ha sufrido su matrimonio, antes y después de la aventura, y determinar si de veras desea resolverlos. Si le interesa su unión conyugal, debe actuar de inmediato, antes de que se descubra la verdad.
Si revela su infidelidad, corre el riesgo de acabar con su matrimonio, o de dañarlo para siempre. Su esposo necesitará tiempo para aclarar sus sentimientos; tiene el derecho de meditar si acepta lo que ha sucedido y si desea continuar con Janet. Un consejero matrimonial podría ayudar a ambos durante la crisis, y también después, para que se restablezcan el afecto y la confianza.
VIDA SEXUAL INSATISFACTORIA. Cualquier relación conyugal pasa por altibajos en el aspecto sexual; sin embargo, la indiferencia prolongada puede socavar hasta el mejor de los matrimonios.
"Jim y yo llevamos diez años de casados", explica Louise, de 34 años. "Cada vez hacemos menos el amor, y cuando lo hacemos, resulta insípido. Él siempre está cansado, y yo casi he perdido el interés. Pero si le dijera lo que siento, sería terrible para él".
En una situación como esta, es importantísimo tomar ciertas medidas. Louise debe examinar su propia conducta honradamente; preguntarse en qué forma ha procurado que su vida amorosa sea más interesante. Acaso espera que Jim sea siempre quien tome la iniciativa. Tendrá que determinar, asimismo, si el problema es realmente la sexualidad, o se trata de algo más.
Hablar del amor sensual resulta incómodo incluso para las parejas mejor avenidas. Le sugerí a Louise que anotara precisamente lo que deseaba de su relación física con Jim, y que luego comentara la lista con su esposo.
Lo que ella quería, en primer lugar, era lograr una vida sexual más satisfactoria para ambos. Aunque al principio Jim se mostró renuente, la escuchó y le expuso después lo que él deseaba. Reconoció que también se sentía insatisfecho, y que era un alivio discutirlo, por fin.
"En cuanto reconocí mis sentimientos, comprendí que el secreto no era sólo mío, sino de ambos", concluye Louise. "Ahora me doy cuenta de que a los dos nos incumbe resolverlo".
Si va a confiarle a su pareja un secreto sexual, siga estos consejos:
1. Piense lo que va a decirle. Hay casos en que es más sensato revelar sólo el significado amplio de sus deseos o fantasías, sin entrar en detalles. Acaso le convenga hablar primero con alguna amiga íntima.
2. Tenga paciencia. No espere usted que su esposo la escuche sin alterarse, aunque se trate de algo sencillo.
3. Si teme que su confesión arruine su matrimonio, coméntelo con un especialista. Los secretos contienen información preciosa acerca de nosotros mismos y de nuestras relaciones. La decisión de revelarlos o guardarlos no debe tomarse a la ligera.