PARA DISCUTIR CON EL JEFE
Publicado en
julio 25, 2011
CONDENSADO DE "FORBES" (25 VII-1988) © 1988 POR FORBES, INC., DE NUEVA YORK, NUEVA YORK.Cuando tenga que vérselas con su patrón, recuerde estas reglas; pueden salvarle el empleo
Por Richard GreenePatricia Cook quería que le aumentaran el sueldo, al principio de su carrera en un centro de investigación. "Mi jefe se negaba a concederme el aumento, pero insistí", recuerda. "Aquello se convirtió en una terrible discusión, en la cual comparamos mi salario y mis méritos con los de otras personas, y se suscitó un lamentable intercambio de palabras hirientes. Poco después, salí de esa compañía".
La señorita Cook violó la regla cardinal del trato con el jefe: "No inicies una discusión que no puedas ganar". ¿Acaso esto significa que se debe eludir todo enfrentamiento con los superiores? ¡Claro que no! La habilidad de disentir del jefe con eficacia puede resultar decisiva en nuestra carrera.¿Quién no ha tenido alguna vez una seria discrepancia con su patrón? "Evitar desavenencias quizá sea preferible a corto plazo, pero no a la larga", advierte Robert Lefton, consejero de relaciones laborales de St. Louis, Missouri. "El empleado pierde el sueño y su imagen se deteriora, y el patrón no recibe una información que podría ayudarle a realizar mejor su labor". A continuación presentamos las reglas que debe usted recordar cuando llega el momento de enfrentarse al jefe.BUSQUE LA MEJOR OPORTUNIDAD
"Antes de una confrontación, hable con la secretaria del jefe para averiguar en qué estado de ánimo se encuentra él", aconseja la señorita Cook, actualmente socia de una firma que se dedica a reclutar ejecutivos: la Ward Howell International. "Si está malhumorado, no será oportuno hacerle peticiones".
Aun sin contar con la ayuda de la secretaria, he aquí algunas claves para encontrar la ocasión propicia: no hable con el jefe si él está apremiado por algún asunto importante, ni inmediatamente antes de la comida, cuando quizá esté distraído y apresurado; tampoco hable con él poco antes o poco después del periodo de vacaciones del jefe.NO LO INTENTE SI ESTA USTED DISGUSTADO
Robert Smith, psicólogo de Washington, D.C., experto en aconsejar a la gente para que consiga ascensos, observa: "Si está usted enojado, lo único que logrará será enojar a su jefe. Primero, cálmese".
Y no permita que un motivo de preocupación en particular abra las esclusas de toda su frustración acumulada. Wesley Cantrell, presidente de la compañía Harris/3M Document Products, explica al respecto: "Si un empleado parece tener una actitud negativa respecto de la empresa, con ello puede dar a entender que es inútil tratar de complacerlo, y que tal vez le convenga más buscar otro empleo".ACLARE BIEN TODO
Pueden sobrevenir terribles reyertas cuando el patrón no sabe qué piensa el subordinado, ni viceversa. "A veces, la hostilidad se disipa cuando se aclara la situación", observa Lilyan Wilder, asesora en locución. "El empleado necesita explicar su situación de manera clara y breve, para que el jefe lo comprenda".
Claire Tallarico, colaboradora del jefe del Departamento de Finanzas de la Ciudad de Nueva York, rara vez discute con su patrón. Cuando él reacciona negativamente ante algo que Claire considera importante, ella expone sus ideas por escrito y le pide que las lea. "Eso ayuda a aclarar el asunto; varias veces ha dado buen resultado", comenta Claire.PROPONGA SOLUCIONES
"Su jefe ya tiene bastantes preocupaciones para que usted agregue más", señala el doctor Norman Sussman, profesor adjunto de clínica psiquiátrica en el Centro Médico de la Universidad de Nueva York. "Si no tiene usted a la mano la solución, por lo menos sugiera cómo plantear el problema".
Este médico advierte que los subordinados afectos a plantear al jefe dificultades sin solución acaban recibiendo de la secretaria excusas para que no pasen a verlo. "Tal vez no de una manera muy consciente", explica Sussman, "pero el jefe sabe que cuando entra a su despacho el señor Fulano de Tal, él ya no se siente del todo bien. Después de algún tiempo, esa persona ya no logra ver al jefe".PONGASE EN EL LUGAR DEL JEFE
"Para tratar apropiadamente a un superior en el trabajo, es importante considerar sus metas y las presiones a las que está sometido", observa el consejero Lefton. "Si logra usted colocarse en la posición de socio del jefe, él, naturalmente, estará mejor dispuesto a ayudarle a conseguir lo que usted desee".
Robert Kelley, catedrático de administración de empresas en la Universidad Carnegie Mellon, cuenta la historia de un programador de sistemas de computación y su jefe, en una empresa de computadoras de California. Ambos habían llegado a un callejón sin salida al tratar cierto problema relacionado con un programa. "Sugerí que intercambiaran sus papeles y discutieran el punto", dice Robert Kelley. "A los cinco minutos, cuando se dieron cuenta de lo tonto que le parecía cada quien al otro, se rieron, y poco después se pusieron de acuerdo para hallar la solución".APLIQUE EL SENTIDO COMUN
Recuerde que el jefe tiene la sartén por el mango, y llevar demasiado lejos una disputa con él puede tener consecuencias impredecibles. Él tiene el poder de despedirlo. Procure aplicar el sentido común. Y recuerde: ¡no inicie una discusión que no pueda ganar!