Publicado en
enero 09, 2011
Los Amantes de SumpaArte Contemporáneo en Santa Elena
El evento artístico realizado junto a Los amantes de Sumpa, estuvo atravesado por la conciencia de la temporalidad y de la permanencia. Más de treinta artistas plásticos del Guayas confrontaron nuestra actualidad con los orígenes.
Por Alfredo BreilhLos amantes de Sumpa siempre fueron noticia. Representan el más temprano asentamiento humano en el espacio ecuatoriano. Se trata de una pareja encontrada en posición amatoria, de una antigüedad de entre ocho mil a diez mil años, y forman parte de los más de doscientos restos humanos encontrados en el sitio arqueológico denominado Complejo Cultural Las Vegas, situado al sur del cantón Santa Elena, de la provincia del Guayas.
"Una remota sociedad vigorosa e innovadora que inició el proceso de sedentarización... y dio paso, con el tiempo, a las sociedades agrícolas", dice la arqueóloga Maritza Freire. Lo hallado da pistas sobre la forma de vida de los antiguos pobladores de la región peninsular.Desechando aquella versión superficial -romántica y etnocéntrica- de que fueron lapidados por amarse, la doctora Karen Stothert, científica norteamericana que durante una década trabajó en la península de Santa Elena, estima en un informe de 1977 que "estas personas no recibieron la muerte en este lugar y esa posición, sino más bien que sus cuerpos fueron arreglados en esa pose evocativa después de la muerte". Así el mensaje del abrazo amoroso se potencia de acto particular a símbolo social dejado por los antiguos.Poetas como Adoum o Carvajal, escritores como Galeano, coreógrafos como Cornejo y otros artistas más, los toman como memoria de nuestros primeros tiempos y símbolo perdurable a través de cien siglos. Su mensaje de embajadores a algún más allá nos hace destinatarios y nos conmueve.Inauguración con performances
La Dirección Regional de Programas Culturales del Banco Central, de acuerdo con una política de conservación del sitio y respeto a los habitantes actuales, coordinó la donación del terreno de parte del municipio del Cantón Santa Elena, la construcción del museo por parte de la Fundación Pro Pueblo y el financiamiento de la investigación por la Fundación Full-brigth, para establecer el Museo de la Historia de la Cultura de la Península de Santa Elena.
La acción concluyó con la entrega de la administración del museo a la Fundación Museo Los amantes de Sumpa.La primera actividad desarrollada en el Museo fue la festiva apertura de una exposición de arte contemporáneo de artistas de la provincia del Guayas: "performances", videos, instalaciones, móviles, artes de permutación y cuadros. Dentro de la gran diversidad en una muestra de treinta y más artistas actuales, el conjunto se armoniza en que de todos los actos y obras de esta exposición brotan interpretaciones del tema de Los amantes. Ellos representan la conjunción.Es el sentido global que cohesiona, más allá de la obra, una posición común que consiste en incorporar en temas y lenguaje, los tópicos de la identidad y del contacto con los orígenes como referencia para expresarse en un hoy vital.Proyecto de Xavier BlumUna mirada a la muestra
Vale la pena hacer un recorrido para descubrir lo común en la diversidad y ese juego consciente sobre la temporalidad que late en los trabajos.
Atemporal Instante de Enrico Aguilar fue una instalación-performance con danza y poesías de Iván Carvajal recitadas por Henry Layana y Alfredo Martínez.Homenaje a las Almas, creado por Xavier Blum, conjugó signos de alusión precolombina con la voz de Carlos Bejar recitando sus propios poemas.Ahora o nunca, cámbialo, vive por tí, de Jorge Apariccio: ocho grandes figuras humanas trazadas con cal sobre la arena, espacio para dos bailarinas de blanco y negro con un televisor al centro. Lecturas del Guayaquil caliente-oloroso-violento.Instalaciones y ensamblajes, de Marco Alvarado del grupo Artefactoría, que desde hace mucho trabaja reconocidamente en la línea de recuperación artística de objetos cotidianos.Alian Jeff, el más joven de los participantes, con una instalación con silla, sonido, pantalla de televisión y dibujos.Estuvo también Suárez-Bango con sus conocidos móviles y Eloy Palacio con un proyecto interesante de redes móviles que giran y trazan formas sobre la arena.Hubo más instalaciones, construcciones, composiciones con objetos y creaciones de volúmenes con telas pintadas, como los realizados por Manuel Calderón, Roberto Carrión, Pamela Hurtado, Fernando Morales, Octavio Ortega.Hernán Zúñiga, de los mayores entre todos, se expresó en arte permutacional con seis cubos movibles pintados por sus seis lados, de múltiples posibilidades aleatorias.El Identikit, de Pedro Dávila, Fernando García, Roberto Noboa y Jorge Velarde consistió en sendos pares de retratos frontales de hombre y mujer, cortados horizontalmente en seis listones intercambiables; arte pemutacional que invita a la participación, asunto que supieron tomar a cargo los niños que visitaban la muestra.Y siguieron las difíciles diferencias entre objeto de arte, escultura o relieves con las obras de José Cauja, Mónica Garcés, María Beatriz Plaza, Jack Sotomayor.Para terminar con la bidimensionalidad de trabajos más pictóricos, estuvo el collage del hiperrealista Joaquín Serrano y dibujos o pinturas de Natasha Demtchenco, Eduardo Jaime, José Landín, Rodolfo López, Guido Ochoa, Marcos Restrepo, León Ricaurte -sin duda el decano de la muestra, incorporado merecidamente como habitante de la Península-, Marcos Santos y Erwin Velasco.También hubo un video del Grupo Imagen. El video es temporal pero no efímero, aunque suena irreverente decirlo junto a este monumento al tiempo que nos remite más allá de esta corta civilización actual, que son Los amantes de Sumpa.Las instalaciones ubicadas en los exteriores del Museo y los dibujos trazados con cal sobre la arena, resistieron tal vez la noche y probablemente varios días en la calma peninsular. Pintores y escultores dejaron dos meses sus obras en este Museo in-situ.¿Movimiento plástico generacional?
Con diferentes edades, experiencia, tiempos en el arte, estilos y materiales, desde el punto de vista del movimiento de las artes plásticas del Guayas, esta muestra colectiva de arte contemporáneo tan someramente descrita, logró convocar a un significativo grupo de artistas plásticos de entre 30 a 40 años.
Una reflexión ante el evento está tras la pregunta de si no estamos asistiendo a la expresión de un movimiento artístico generacional radicado en la provincia del Guayas y que comparte preocupaciones con otros del país.Esta vigorosa generación de artistas plásticos -con sus diferencias- tendría al menos tres características: su coincidencia con preocupaciones contemporáneas como la recuperación histórica y la identidad cultural, sin por ello perder ese carácter de lo estético que es la exigencia de la renovación incesante. "Happenings", "performances", instalaciones con elementos desmaterializantes, móviles, arte corporal, teatro, danza, poesía hablada y música, hablan de ello.La segunda característica se refiere a las técnicas de la plástica, expresa fuertes tendencias hacia la trimensionalidad, desde los collages, pasando por la objetualidad, hasta las instalaciones.La tercera es que muchos de los actos y obras presentadas se alejan del arte de consumo y de la preminencia de lo comercial y entran por el camino de lo ritual en el espacio de lo sagrado. Sin predominio de verbalizaciones o referencias visuales precisas -comunicación racional-, sino con la reinstalación del rito como núcleo de la experiencia estética -ceremonialidad distinta, en todo caso, del ritual tradicional, de función integradora-, es más bien una búsqueda renovada de emancipación expresiva.