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LOS CHISMOSOS provocan desconfianza. Nadie puede garantizarnos que, si hablan tan duramente de los demás con nosotros, no lo harán también de nosotros con los demás.
LA MEMORIA es antojadiza y no sabemos con arreglo a qué criterio selecciona como perdurables ciertos decorados, mientras que otros, que albergaron en su día escenas más significativas, son relegados al reino de las sombras.
LOS CORAZONES menguados no cosechan rosas en su huerto por temor a las espinas; los virtuosos saben que es necesario exponerse a ellas para escoger las flores más profundas.
LLEVA UN DIARIO de agradecimiento. Anota todas las noches cinco cosas que hayan sucedido ese día y por las cuales te sientas agradecido.
NO SE PUEDE ENSEÑAR a la gente metiéndole información por la fuerza; el conocimiento tiene que ser absorbido por el cerebro, no embutido en él. Primero hay que crear un estado de ánimo en el que se ansíe experimentar el conocimiento, el interés y el asombro. Sólo creando la imperiosa necesidad de saber se puede enseñar.
LA MEDITACIÓN no sirve para hacer que la mente se sosiegue, sino para entrar en el sosiego que ya hay en la mente, sepultado bajo los 50.000 pensamientos que, en promedio, tiene cada día una persona.
QUIENES PIENSAN que los alpinistas no sienten miedo se equivocan de medio a medio. Una escalada es como una partida de ajedrez: cada movimiento se calcula antes de ejecutarlo. El miedo es indispensable. Es la señal que dice:
HAY PERSONAS que dan y personas que quitan; personas que crean y personas que destruyen, y personas que no hacen nada y vuelven loco al resto del mundo.
LA INMORTALIDAD no la dan las cosas que hemos dejado atrás, sino las personas en las que hemos influido.
HACE AÑOS, en el aletargado pueblo donde crecí, la mayoría de los adultos eran muy serios y formales. Había, sin embargo, una memorable excepción: la señorita Lucy, una viuda encantadora, vivaz y entusiasta por los cuatro costados a pesar de que vivía con una hermana recatada y pudibunda, de nombre Clara.
HAY UN CUENTO maravilloso acerca dé un hombre que en una ocasión se dirigió a Dios, con el corazón desgarrado por el dolor y la injusticia humanos.
EL SER HUMANO debe ser capaz de cambiar pañales, planear una invasión, sacrificar un cerdo, diseñar un edificio, escribir un soneto, reducir una fractura, consolar a los moribundos, recibir órdenes, dar órdenes, resolver ecuaciones, abonar la tierra con estiércol, programar una computadora, cocinar una comida sabrosa, combatir con eficacia, morir con gallardía. La especialización es para los insectos.
LO QUE ME GUSTA del deporte es la emoción que trae a un mundo donde la verdadera pasión brilla por su ausencia. En una sociedad en la que se amordazan las convicciones personales, políti-cas y religiosas por temor a ofender, el deporte es uno de los últimos ámbitos legítimos con los que contamos para dar rienda suelta a nuestras emociones. Nos permite gritar, lanzar vítores y exhibir nuestras preferencias como si fueran medallas de honor ganadas en combate. Allí podemos exponer nuestros argumentos, afirmar lo obvio y defender resueltamente posturas indefendibles sin sentir temor ni remordimiento.
SI TODO EL MUNDO está de acuerdo en que nada es tan eficaz como la televisión para vender cultura, música, política, moda y otros bienes y servicios, ¿por qué la industria insiste en que no vende violencia?