LA VENGANZA DE ARTURO RIPSTEIN
Publicado en
febrero 28, 2010
Escena de Profundo Carmesí
La filmografía de este cineasta mexicano está provista de títulos que arremeten contra las relaciones familiares. La familia - de algún modo nos traumatiza y mi pequeña venganza es devolverle el golpe...
Por Daniela Creamer
Hay algo que une más que el amor: "el crimen". Esa es la tesis central de Profundo carmesí, la última película del cineasta mexicano Arturo Ripstein. Este discípulo de Luis Buñuel describe la escabrosa historia, basada en un hecho real, de un galán obsesionado por su peluca, que regalaba amor a mujeres solitarias y acaba precipitándose en una cadena de crímenes que le unen cada vez más a la gorda Coral. Una película sobre el amor, el deseo y la muerte. Ripstein está seguro de que "todo seductor es seducido y, al final, humillado".
El director, de 52 años, reconoce su deuda con Honeymoon killers, de Leonard Kastle, que relata la peripecia de la pareja de asesinos Martha y Raymond, "Profundo carmesí comienza siendo una película de carretera con toques de comedia, pero al final se me ha vuelto tragedia en las manos", admite el cineasta. "Los protagonistas no son dos asesinos que se aman, sino dos amantes que asesinan". "Disfruto cargando contra las estructuras sociales simplemente explicando hechos reales. Esta cinta, por ejemplo, pone a prueba las convenciones sobre la familia. De hecho, la familia de algún modo nos traumatiza. Mi pequeña venganza es devolverle el golpe a eso que es considerado núcleo fundamental de la sociedad", explica Ripstein. La filmografía del cineasta está en efecto bien provista de títulos que arremeten contra las relaciones familiares. El castillo de la pureza, Mentiras piadosas, La mujer del puerto, son ensayos fílmicos sobre la cara obscura de la institución familiar: "El incesto es un tabú que todavía me fascina. Siempre hay algún secreto que esconder en una en la llaga", asegura. Arturo Ripstein fue asistente de Luis Buñuel en El ángel exterminador (1962), cuando tenía solo 18 años. Entonces fue asistente de dirección fuera de las normas sindicales, en aquel entonces muy rígidas. Para el joven Ripstein era posible porque, como hijo de un afamado productor de cine, pertenecía a la élite de la industria. Es evidente que Buñuel ejerció una influencia definitiva en la definición de su carrera cinematográfica, a pesar de que en sus obras no abundan mendigos, ojos cortados con navajas de afeitar o Cristos riendo. Lo que Ripstein absorbe es la esencia: la actitud moral y vital ante el séptimo arte. El cineasta mexicano inicia su carrera en los años 60, con un cine en declive en su país natal, pero con una capacidad industrial aún relevante. Debuta como realizador en 1965, cuando todavía no cumple los 22 años, con Tiempo de morir (1965) basada en una historia ambiciosa de García Márquez.
Más de treinta años después, Ripstein sigue narrando historias y, a pesar de sus altibajos, es un heredero del cine mexicano clásico. Está empapado de esa tradición y, al mismo tiempo, ha logrado entablar un exitoso diálogo con el melodrama popular, pues le ha tocado dirigir telenovelas para ganarse la vida. "Es difícil escapar al melodrama, cuando la realidad en la que se vive es melodramática. Pero en mis películas busco siempre retratar la otra cara de la moneda, el lado obscuro del melodrama", afirma.
Según Ripstein, "los finales trágicos son buenos narrativamente. Desde Sófocles hasta hoy han sido emocionantes. Este es singularmente dichoso. A fin de cuentas están unidos indisolublemente. La tragedia en este caso lo que hace es unificar las opciones narrativas que surgen en la historia".
"Profundo carmesí está rociada con una serie de secuencias teatrales, sin un mundo exterior opuesto al convencional. El mundo exterior propicia, programa, difunde y proclama el amor como la emoción más importante. Pero al mismo tiempo lo impide. Cuando el amor aparece es una emoción brutal. Pero la sociedad no puede consentirlo. Sólo los amantes son capaces de crear su propia realidad, un mundo cerrado al cual no acceden más que ellos mismos".
― En sus cintas, los temas principales son recurrentes, los signos y las obsesiones son constantes: el encierro, el destino, las vidas que se entrecruzan, la soledad es otro de los eventos sobresalientes, como preciamos En Profundo carmesí.
― Sí, los clubes de corazones solitarios aún tienen vigencia. Lo singular no es que En los años cuarenta hubiese ese tipo de correspondencia, sino que aún exista. la soledad es un factor que ha determinado la conducta de la sociedad durante años.
― Usted ha puesto especial cuidado En describir sus personajes femeninos En toda su enorme complejidad.
― Para mí, la mujer es el motor de las cosas. Una decisión tomada por ella es inamovible. su voluntad es férrea y firme. En todas mis creaciones son ellas las que toman al toro por los cuernos. las relaciones entre madres e hijas son feroces y brutales, con tono y decisión.
― Profundo carmesí es también Una reflexión sobre la seducción, el deseo y la muerte, tratada con humor negro y torcido.
― Sí. Todo conquistador es un conquistado. Todo seductor es seducido y al final humillado. En esta historia él es un caballero concentrado En la galantería, que se agarra a su peluca Para transformarse En un patético Don Juan. Pero es ella la que Lo seduce la primera vez y consigue que le haga el amor. el se deja fascinar porque vive En un mundo que ha creado y al cual abre la puerta sólo Para ella.
― ¿Admite entonces que se ha dejado capturar por Lo excesivo del personaje masculino?
― es un hombre almibarado, cuidadoso de Sí mismo. la obsesión con la peluca es porque es parte de su máscara. Cuando no la tiene se siente deforme y disminuido. Me enternece que Una figura tan brutal e implacable se deje llevar por estas pequeñas mutaciones, por esa dulzura que Lo colma al creerse otra persona En el momento En que se viste o se cambia de rostro.
― la violencia que aumenta En cada homicidio parece confirmar y reforzar su condición de amantes…
― cada asesinato encadena el uno al otro con mayor fuerza hasta conducirlos a la destrucción final. no es casualidad sino necesidad de amor Lo que les empuja al crimen. Este es esencial. los define y esculpe su propio perfil. Desean desde Lo más Profundo demostrarse no que se aman a pesar de los defectos sino precisamente por ellos.
― ¿El cineasta Luis Buñuel es Para Usted más Una referencia muy querida que un magisterio discutible?
― Buñuel tiene En mí mucha y poquísima influencia. enorme porque Me enseñó a ser Lo más honesto posible con mis ideas y poquísima porque técnicamente él no Me enseñó casi nada. Nuestros estilos son completamente diferentes. Nuestro modo de narrar y el fondo cultural son diversos. Buñuel es español y yo mexicano.
― Junto a Usted trabaja su mujer, la espléndida guionista Paz Alicia García-diego, coautora de Profundo carmesí, con quien tiene Una larga trayectoria: seis películas durante once años. ¿Una colaboración con complicidad?
― El sistema es El del abogado del diablo. Ella lanza una idea y yo trato de desbaratarla para comprobar su consistencia. La prensa amarilla es una fuente inagotable de opciones. Los escándalos y Los asesinatos sangrientos despiertan El morbo de La gente.
* Esta entrevista fue realizada para la revista DINERS en el Festival de Cannes