LA ATLANTIDA, EL CONTINENTE QUE PUEDE REGRESAR
Publicado en
enero 09, 2010
Por Isabel MartínezLa geología moderna comprueba cómo, año tras año, determinadas zonas de la tierra se hunden, mientras que otras emergen del mar. Se prevé que en este movimiento constante de las placas de la tierra, haya zonas que terminen por desaparecer y otras desconocidas se descubran. Pero la geología lo que hace es cubrir de lógica lo que las profecías ya dijeron desde hace siglos.
Algunas de esas narraciones proféticas predicen que estos movimientos se producirán señalando el final de los tiempos. Y entre los cambios espectaculares que sufrirá el planeta está el de la aparición del continente perdido: la Atlántida.Desde la más remota antigüedad se ha asegurado que existió un gran continente denominado Atlántida, y que los seres que lo habitaban construyeron una civilización muy avanzada. Cuenta la leyenda que se consiguió tal desarrollo que sus habitantes se hicieron soberbios y ambiciosos, hasta que la naturaleza les castigó por sus pecados. Platón basó sus teorías sobre la existencia de este continente en el hecho de que fueron los sacerdotes perso-egipcios los que habían confiado este inmenso secreto a Solón, y en todas las narraciones de la antigüedad aparece Egipto como la portadora de la memoria del mundo. Es a través de ella que se establece el vínculo con la Atlántida.LA AVANZADA CIVILIZACION LLEGADA A EGIPTO
Entre los textos más antiguos que hacen referencia al continente perdido se encuentra el Libro de los Muertos (en egipcio: "Los capítulos de la Salida hacia la luz del Día") escrito en forma de repertorio en los "Textos de las Pirámides", grabadas en Saqqara sobre los muros de las cámaras funerarias de los Reyes Ounas, Pépi I, Pépi II y Teti.
Uno de los arqueólogos de más prestigio que han investigado en los monumentos egipcios las conexiones con la Atlántida, fue Enel (Príncipe Scariatin), quien comenta en su obra El Misterio de la vida y la muerte: "El nivel conseguido por el lenguaje jeroglífico, con sus formas gramaticales plenamente desarrolladas, muestran claramente que los 'Textos de las Pirámides” fueron escritos en una época en la que la civilización egipcia había conseguido su total desarrollo. Es la prueba de que esta civilización era originaria de otro país y que fue traída a Egipto".Muchos milenios hubieran sido necesarios para llegar a una perfección tal. Todos los vestigios prehistóricos que preceden la vida dinástica egipcia han desvelado que los habitantes del valle del Nilo estaban entonces en un estado salvaje, sin ningún tipo de escritura.UNA VISION ESPIRITUAL MUY DESARROLLADA
Numerosos textos egipcios tienen diversos significados y bajo una cubierta de historia, medicina o astronomía encierran una forma de conocimiento que escapa de nuestra cultura occidental. Están escritos como si sus autores, conocedores de una sabiduría muy antigua, hubieran extraído de todos los elementos de la vida una maestría sobre las leyes y principios que lo rigen todo.
El imperio atlante, por su situación geográfica -situado, según los estudios más avanzados, en las actuales islas Azores- y por su inmenso desarrollo cultural y científico, fue ciertamente el corazón del mundo de su época.El politeísmo egipcio no es tal, sino una presentación de los diferentes aspectos de una divinidad única, Ammon, por los Neters individualizados o símbolos particulares de una Unidad manifestada en la diversidad.La leyenda va más lejos: las pirámides, situadas en puntos telúricos específicos, tenían entre otras funciones captar ciertas energías cósmicas para influir sobre el magnetismo del planeta y regular la climatología. De aquí el mito del paraíso perdido de una naturaleza expandida y dominada. Si-tuados en puntos menos importantes, se encontraban sencillos dólmenes y menhires para terminar de concluir la obra.EL APOCALIPSIS DE LA ATLANTIDA
Pero, ¿por qué el final de esta tierra prometida? La leyenda añade que una locura por el poder se apoderó de los últimos dirigentes atlantes para dominar el mundo por la fuerza y no por la sabiduría. Modificaron ligeramente estos reguladores de energía cuyas fuentes eran formidables: el magnetismo de un planeta, la energía interminable del cosmos.
Ellos quisieron, como dicen los griegos, hacer la guerra de esa forma y provocaron un ligero estremecimiento en un sector ínfimo de la corteza terrestre en relación al globo. Es probable que la Atlántida estuviera en una situación geológicamente frágil. Para convencerse de ello, basta con ver un corte del océano Atlántico sobre las Azores. Los abismos submarinos se sitúan junto a montañas titanescas cuya cima parece que se encuentra a unos pocos centenares de metros sobre la superficie del océano. Un pequeño desplome y bajo la onda de choque, las olas de esa misma altura lo barrieron todo.Por los trazos que ha dejado la Atlántida en la memoria y en los escritos, podemos reconstruir un poco su gloria perdida.Es muy probable que los atlantes tuvieran a su disposición una tecnología avanzada. Como reacción a la experiencia vivida, los supervivientes del drama pudieron llegar a estimar que constituía un peligro para la población inmadura, dado que la suya, más civilizada, fue su propia víctima. Por ello ocultaron, de común acuerdo, todos estos conocimientos, reservando una síntesis de todo ello a unos pocos iniciados.Las tradiciones celosamente conservadas en el seno de los templos de las Escuelas de Misterios de todos los países tienen un punto en común: revelan un conocimiento esotérico muy profundo y antiguo. Por consiguiente, los atlantes probablemente empujaron sus investigaciones mucho más en este sentido que en el del progreso técnico que marca nuestra época.En el manuscrito Critias, Platón cuenta el Apocalipsis de este continente en los términos siguientes: "vieron crecer todos sus bienes de los que he hablado. Pero cuando la porción divina que estaba en ellos se alteró por su frecuente mezcla con un elemento mortal considerable, predo-minando el carácter humano, incapaces desde entonces de soportar su prosperidad, tuvieron una conducta indecente (...) infectados como estaban de codicia y de orgullo por dominar. Entonces, el dios de los dioses, Zeus, (...) decidió castigarlos".Finalmente, el legendario y misterioso continente terminó su vida bajo los oleajes del Océano Atlántico, palabra que por cierto tiene la misma raíz que Atlántida.