Publicado en
noviembre 28, 2009
MORALIDAD, para mí, significa honradez, integridad, carácter: palabras de viejo cuño. Actualmente existen vocablos que excusan a todos de todo. Prefiero los días de los héroes y los villanos; gente a quien uno puede aplaudir o rechiflar. En ellos había una verdad que no puede alcanzar toda la melosa credulidad de hoy. ¡Qué admirable sería si pudiéramos saber otra vez en qué plano estamos y a qué bando pertenecemos!
—Bette Davis
HACE ALGUNOS años solía observar las diferencias entre los distintos conductores de tranvía de la ruta de la avenida Indiana, de Chicago. Muy a menudo quedaba esta calle bloqueada por autos mal estacionados o por enormes camiones que maniobraban en todos los carriles. Algunos conductores de tranvía montaban en cólera, tocaban furiosamente las campanas y gritaban a los choferes. Acababan seguramente el día con los nervios en punta, hipersensibles; y eran una amenaza para su esposa y sus hijos.
Otros, en cambio, esperaban largos minutos con paciencia, silbando tranquilamente una tonada, limpiándose las uñas, o escribiendo sus informes.
Frente a una misma situación objetiva, unos llevaban una vida infernal de enojo y tensión nerviosa; otros tenían un empleo agradable, descansado, y con tiempo suficiente para reposar.
—S. I. Hayakawa
CUANDO un norteamericano dice amar a su tierra, no se refiere sólo a las colinas de Nueva Inglaterra, ni a las praderas que resplandecen al sol, ni a las vastas y altas llanuras, las montañas y el mar. Quiere decir que ama también ese aire íntimo, esa luz interior en que vive la libertad y en que el hombre puede respirar respeto.
—Adlai stevenson
UN HOMBRE blanco felicitó a Tagoona, el esquimal:
—Nos complace que te hayas ordenado de sacerdote, el primero de tu pueblo. Ahora podrás ayudarnos con sus problemas.
—¿Qué es un problema?
Y el blanco explicó:
—Tagoona, si yo te tuviera asido de los tobillos desde la ventana de un tercer piso, allí tendrías tú un problema.
Y el esquimal, tras una larga pausa de reflexión, replicó:
—No creo. Si me salvaras, todo estaría bien; si me dejaras caer, nada me importaría ya. El problema Sería tuyo.
—Margaret Craven
DESDE chico descubrí que la diferencia entre la gente común y corriente y la que sobresale puede explicarse con tres palabras: "y algo más”.
Los grandes hicieron lo que se esperaba de ellos, y algo más: eran atentos y considerados con los demás, y algo más; cumplían sus obligaciones y cometidos con equidad y justicia, y algo más. Eran buenos amigos de sus amigos, y algo más. En cualquier situación de apuro se contaba con ellos, y algo más.
—James Byrnes, secretario de Estado norteamericano de 1945 a 1947
TODO COMENZÓ con un palmo de tierra y un paquete de semillas. Sentía una emoción reprimida, como el germen que aprisiona el suelo. Mientras miraba aquella parcela cenicienta y removida, y sus límites señalados por cuerdas, comprendí que yo no era más que el custodio de un misterio incomprensible.
Creo que es eso, precisamente, lo que aficiona a uno a la jardinería: es como mejor puede uno presenciar la Creación.
—Phyllis Theroux
Eso DE que la autoridad merece veneración por sí misma, es la idea más subversiva que puede existir en una sociedad libre. "No hay peor herejía", escribió lord Acton, "que la de que el oficio santifica a quien lo ejerce".
La autoridad merece sólo el respeto que ella se gana, y ni un ápice mas.
—Atthur Schlesinger
Los MENORES de 35 años deben quedar exentos del servicio militar y quienes vayan a la guerra deben tener por lo menos 40. En caso de que esto no funcione, entonces habría que contar con el consentimiento materno para iniciar una guerra.
—Jamil Baroody, embajador, ya fallecido, de Arabia Saudita ante la ONU
Es MUY fácil decir a los pobres que acepten su pobreza como voluntad de Dios, cuando uno tiene ropa abrigadora, alimento, atención médica, un techo que le cubra, y no se preocupa por el alquiler. Pero si deseamos que nos crean, compartamos su pobreza y veamos si podemos aceptarla como voluntad divina.
—Thomas Merton, teólogo norteamericano (1915-1968), en New Seeds of Contemplation
UN BEBÉ es la opinión de Dios de que el mundo debe seguir adelante.
—Cari Sandburg, en Remembrance Rock
HAY QUE tener cuidado de sacar de una experiencia sólo la sabiduría que ella contiene y estancarse allí, pues podríamos ser como la gata que se sienta en la plancha caliente. Nunca más volverá a sentarse en una plancha caliente, y eso está bien; pero tampoco se sentará en una fría.
—Mark Twain, en Following the Equator