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EL COMEDIANTE Groucho Marx contó de una ocasión en que su padre, queriendo dárselas de elegante en un restaurante de Nueva York, pidió una demitasse (
YA HE llegado a la edad en que no me sirven los alimentos naturales, -reconoció un vecino de edad avanzada-. Necesito todos los preservadores de que pueda echar mano.
BOB HOPE: No me gusta ver mi nombre impreso, por lo cual hago lo posible por evitar las entrevistas. Si ha de haber alguna publicidad respecto a mí, quiero que sea algo espontáneo. Esto se lo he repetido hasta la saciedad a mis ocho agentes de prensa.
EL MARIDO, en delantal, a la esposa enferma:
TRES HOMBRES discutían sobre cuál había sido la primera profesión en la Tierra.
Dos BURÓCRATAS observaban a un empleado que salía tambaleante bajo el peso de un gran rimero de papeles.
PARA PROBARLE SU amor, él cruzó a nado el río más profundo, atravesó el desierto más extenso y escaló la montaña más alta. Ella se divorció porque él nunca estaba en casa.
CUENTAN que, al morir, Brezhnev fue al infierno y Satanás le mostró las instalaciones para que eligiera un castigo. En la primera sala Stalin se retorcía bajo un chorro de brea candente. En la segunda, Trotsky estaba siendo azotado por dos gigantes. Y en la tercera vio a Jrushof enamorando a Brigitte Bardott.
EN LA reunión diaria de instrucciones de la Segunda División de Infantería norteamericana en Corea, a la cual asistía el comandante general, casi siempre se incluía el estado de los perros de seguridad empleados por la división. Una mañana, el oficial encargado de la instrucción informó al general que, por la escasez de perros, las medidas de seguridad dejaban mucho que desear.