PARA QUE EL NIÑO DUERMA MEJOR
Publicado en
octubre 08, 2020
Cualquier cambio en la rutina del niño, puede provocar que no duerma bien de noche.
A medida que el niño crece, también se desarrollan en él nuevos miedos, que son los que muchas veces le impiden dormir bien de noche. Uno de los motivos puede ser la "ansiedad de la separación", que se presenta cuando la madre se aleja, alrededor de los 9 meses, pero puede reaparecer con fuerza a los 2 ó 3 años y más. Durante estas etapas el niño quiere la presencia de la madre o el padre, que le den seguridad. A esto hay que añadir que, a medida que el niño crece, la habilidad de imaginar aumenta, y una sábana arrojada sobre un mueble puede transformarse en un fantasma. Otro factor que hay que tener en cuenta es cualquier cambio en la rutina del niño: que haya comenzado en un grupo preescolar o que alguno de los padres haya cambiado el horario de trabajo. Cualquiera que sean las razones de la perturbación, estos recursos podrán minimizarla:
CONVERSEN CON EL NIÑO acerca de esta situación. Siéntense con él por la tarde, por ejemplo, y díganle que ustedes querrían saber qué es lo que lo despierta o lo mantiene despierto por las noches. Tracen un plan juntos. Podría ser que uno de ustedes se siente con el niño hasta que se duerma de nuevo.
ACTUEN DE PRISA cuando el niño venga a la cama de ustedes. Ese no es el momento de charlas ni de averiguaciones. El objetivo es que vuelva a dormirse (¡todo el mundo!) lo antes posible. Vuélvanlo a la cama y quédense con él hasta que se duerma, si eso es lo que han acordado.
UN DIA TRANQUILO, sin estrés, con juegos sencillos. Si es inevitable algún estrés porque, por ejemplo, se han mudado a una casa nueva, ármense de paciencia, porque los problemas nocturnos se presentarán por un tiempo. En este caso, anímenlo a que corra, se canse jugando, se mantenga activo.
EVITEN LA OSCURIDAD COMPLETA. Mantengan la habitación del niño en penumbras, con una lucecita nocturna. Eso reduce el miedo.
Fuente:
Revista Vanidades, Ecuador: enero 03 del 2006