Publicado en
julio 20, 2014
CARICATURAS
EL PADRE moderno, al hijo: "Por supuesto, es tu vida, y a ti te toca decidir, Esteban. Pero yo no me dedicaría a los negocios o a la abogacía sin antes haber probado al menos los deportes y las diversiones".
—W.H.
CIERTO muchacho norteamericano a otro: "Yo no serviría para secretario de Estado; el avión me marea".
—E.A.
UNA UNIVERSITARIA, al novio: "Podría aprender lo suficiente de tareas domésticas para hacer yo la mitad".
—MY.
EL CLIENTE ante el escritorio de un empleado de crédito: "Me pide usted el número de mi cédula de identidad, el de mi registro del Seguro Social, el de mi licencia de automóvil, el de mi cuenta bancaria... ¿No le interesa saber cómo me llamo?"
—E.R.
Nunca pienso en el futuro. Llega demasiado pronto.
—Albert Einstein
LOS HOMBRES son capaces de hablar durante horas enteras sobre un mismo tema. Para hacer eso, las mujeres no necesitan tema.
—C.G.
SE ABRIÓ en París un lugar de ambiente especialmente notable para recepciones: la Conciergerie. Inaugurando una política para reincorporar a la vida contemporánea los monumentos antiguos (y, de paso, reducir los gastos de mantenimiento), la Comisión Nacional de Monumentos Históricos ofreció en alquiler, por una noche a la vez, en 1967, el Chateau de Maisons, en Maisons-Laffitte. El éxito de aquel experimento persuadió a la Comisión a extender tal política a tres de los salones más célebres de la Conciergerie: la sala de los caballeros armados, la de la guardia y las viejas cocinas. Decorados de nuevo, dotados de tres entradas desde el bulevar al que se abre el Palacio de Justicia, los salones contienen ahora comodidades modernas tales como lo necesario para recepciones y alumbrado especial para realzar la belleza del abovedado.
Condiciones de arriendo: elevar la solicitud al curador de los monumentos históricos de París. A los presuntos inquilinos que pudieran sentirse mal recordando la época del Terror y a la reina María Antonieta, les podríamos hacer notar que en realidad los salones se restauraron para su función original: antes de ser convertidos en la antecámara del Tribunal Revolucionario, formaron parte del antiguo palacio de los Capeto, uno de los más suntuosos de la Cristiandad y escenario de muchos festejos reales.
—Connaisance des Arts, de Francia
TRAS LARGOS años de esfuerzo y a un costo de millones de rublos, los rusos logran finalmente poner dos de sus cosmonautas en la Luna. Éstos abren la puerta de su nave espacial, saltan a la superficie lunar y reciben la bienvenida de un chinito.
—¡Vamos, vamos! —exclama el ruso, sobresaltado— Esto es imposible. ¿Cómo han podido ustedes, los chinos, sin cohetes tan poderosos como los nuestros, llegar a la Luna antes que nosotros?
—Es muy sencillo. Un chinito encaramado sobre los hombros de un chinito, montado en los hombros de otro chinito, de pie a su vez sobre los hombros de otro chinito…
—Journal du'Dimanche, de Francia
UN INSTRUCTOR de conducción de automóviles decía a una joven que obtuvo la licencia de conducir a pesar de que él había opinado que no se la darían: "En sus manos, señorita, es un permiso de armas más bien que de guiar un coche".
—P.R.
LA RECIÉN casada llegó a su nuevo apartamento con expresión de éxtasis y, soltando once grandes paquetes encima de una poltrona, echó los brazos al cuello de su marido y exclamó: "¡Mi amor: no sabía que tuvieras tan buen crédito!"
—The Financial Post, de Canadá
EL EX ministro francés de Relaciones Exteriores Michel Debré ha expresado: "Lo más probable es que el individuo superior a su puesto desempeñe mal su trabajo. Una buena navaja resulta mala como cortapapeles".
—Le Hérisson, de Francia
CARICATURAS
UN NIÑO a su madre: "¿Puedo ir a casa de Juan para jugar con sus juguetes? Los míos son todos educativos".
—W.S.J.
EL MARIDO a su esposa, a la hora de la cena: "¿Estás segura que este es el pato, y no el señuelo?"
—H.K.F.
LA DIRIGENTE de programas de un club femenino, al conferenciante: "Quedamos muy bien impresionadas con su preciso análisis de la crisis económica... y nos alivia saber que está usted tan perplejo como nosotras".
—L.F.N.
CIERTO vendedor, a una pareja: "Ahora quedan asegurados contra incendios, inundaciones, robo, daños a terceros, accidentes... y contra todo intento de mi parte de venderles más seguros".
—Shirvanian
CUANDO el Dr Markus Redli era director de la Administración Federal de Finanzas de Suiza, le dijo a un amigo que había prolongado su visita después de las horas de oficina:
—Voy a tener que sacarte de aquí atravesando cuatro puertas que tienen echado el cerrojo de seguridad.
Al escuchar esto, la mujer que estaba limpiando en esos momentos las oficinas, propuso:
—Señor director, ¿por qué no usa la puerta de atrás? Ésa está siempre abierta.
—Zurcher-Woche, de Suiza
SECCION DE QUEJAS
UN MARIDO refunfuñaba tras el viaje de placer que hizo su esposa a San Juan (Puerto Rico): "¡Después de dos semanas de compras aquí, se pasó 15 días en las tiendas de San Juan!"
—E.W.
CIERTA señora, al pesarse en la báscula del baño: "Por más atareada que esté, ¡siempre tengo tiempo para engordar!"
—C.H.
LA CAMARERA del restaurante no la atendía, y la dama comentó con su acompañante: "Parece que tengo cara de estar servida".
—A.T.S.
UN ACTOR que había visitado asiduamente al siquiatra hacía varios años, declaró: "Soy la única persona que ha pagado 10.000 pesos por un diván... que ni siquiera le pertenece".
—E.W.
ENSAYE SU PERSPICACIA
PARA RESOLVER los siguientes problemas sólo se necesita sentido común e ingenio. La sagacidad le dará las respuestas más rápidamente que sus facultades matemáticas.
1. Una niña, un muchacho y un perro salen de paseo (la velocidad que lleva cada uno es: el muchacho, 6,5 k.p.h.; la niña, 5 k.p.h.; el perro, 16 k.p.h.). El muchacho se va adelantando gradualmente, pero el perro va corriendo de uno a otro sin resolver a cuál de los dos seguir. La caminata es de cinco kilómetros, y el muchacho, naturalmente, llega a casa primero. ¿Cuántos kilómetros anda el perro?
2. Hay diez máquinas de hacer chocolates. Nueve de ellas producen pastillas de dos onzas, pero una está averiada y las fabrica de tres, que parecen exactamente iguales a las demás. Tiene usted una pesa de cocina. Descubra la máquina defectuosa pesando el chocolate una sola vez.
3. Un río corre a razón de 5 k.p.h. Un nadador salta del muelle y nada corriente abajo durante cinco minutos a la velocidad de 6,5 k.p.h. Grita pidiendo un salvavidas, que le lanzan del muelle y que flota hacia él con la corriente. ¿En cuánto tiempo alcanzará el nadador el salvavidas, suponiendo que mantenga la misma velocidad?
—Edward de Bono, en el suplemento del Daily Telegraph, de Londres.
UN CAMARERO de avión le ofreció un trago a un cura amigo suyo en pleno vuelo.
—¿A qué altura vamos volando? —preguntó el sacerdote.
—A siete mil metros.
—Entonces, prefiero no aceptar. Estamos demasiado cerca de la oficina del jefe.
—R.J.W.
UNA ESTRELLA...
VI UNA estrella; estiré la mano para cogerla; no pude alcanzarla, y acepté quedarme con el cielo.
—S.F. (12 años)
UNO DE los acertijos de nuestra época es: ¿cómo en un mundo cada vez más pequeño, con una población creciente, la gente se va alejando entre sí cada vez más?
—A.G.
PONDERAR LOS HECHOS
HAY CIERTA incoherencia en insistir en que la balanza del carnicero sea exacta y en no importarnos que la báscula del baño nos engañe un poco.
—B.V.
AL ANUNCIARSE el matrimonio de un joven y codicioso periodista con cierta acaudalada señora 20 años mayor que él, comentó el escritor francés Henri Jeanson: "¡Qué suerte de hombre! Se casa por la plata y nunca llegará a cumplir las bodas de oro"
—Le Hérisson, de Francia
INVENTO RETROGADO
GRACIAS al reloj digital, los niños ya no tienen que aprender a decir la hora.
—J.H.McG.
GENERALMENTE reservo media hora del día, después de almorzar, para mis preocupaciones, y durante ese tiempo duermo la siesta.
—C.G.
RESPUESTAS A FLOR DE LABIOS
CIERTO funcionario de una empresa de seguros, violinista aficionado, gusta de tocar música de cámara en un conjunto profesional. Cuando alguien le preguntó por qué insistía en tocar con músicos mejores que él, respondió: "No hay otra clase de ejecutantes".
—C.F.S.
CONSULTARON una vez a Alan Jarvis, ex director de la Galería Nacional de pintura de Canadá, sobre un nuevo edificio del que todos estaban muy orgullosos.
—¿Qué más cree usted que necesita? —le preguntaron.
Jarvis respondió:
—Un forro que lo tape.
—R.F.
EN LA primera sesión nocturna de un curso de redacción para adultos, el profesor pidió a varios alumnos que expusieran sus motivos para seguir ese curso. Una dama explicó lo siguiente: "Soy madre de cinco hijos, así que decidí encauzar mis aptitudes creadoras en otra dirección".
—B.C.
CUANDO uno viaja y rechaza la comida, ignora las costumbres, teme a la religión y evita a la gente, más le valiera haberse quedado en casa: es como un guijarro arrojado al agua; se moja en la superficie, pero nunca llega a ser parte de la corriente.
—James Michener
UN GRUPO de turistas admirábamos los puentes de París desde uno de los bateaux mouche (barcos pequeños) que recorren el Sena, y el guía iba explicándonos: "A la derecha tenemos la célebre Orilla Izquierda; y a la izquierda la Orilla Derecha".
—Business & Finance, de Irlanda
EL ARTE DE VENDER
CIERTO cerrajero dice que una palabra duplicó sus operaciones. En el mostrador de su taller tenía este letrero: "Le hacemos su llave mientras espera". Le pareció que a la gente le disgusta esperar, así que lo cambió por "Mientras mira le hacemos su llave".
—Execu-Scope
Como la caridad, la obesidad comienza por uno.
—F.J.
ERA YO secretario privado de Winston Churchill, de guardia en Checkers durante el último fin de semana de la segunda guerra mundial en Europa. Ninguno de nosotros había dormido lo suficiente en muchos días, y me encontraba totalmente agotado cuando al fin pude meterme en cama, tropezando, a las 3 de la madrugada.
No bien hube cerrado los ojos, sonó el teléfono. Dándome excusas, la telefonista me dijo que me iba a pasar una llamada de máxima importancia del ayudante militar del general Eisenhower. Su primera frase me aturdió:
—El general me dijo que le pregunte a usted si ha terminado la guerra...
—¿Tiene usted la bondad de repetirme lo que dijo? —balbucí lleno de sorpresa.
—Sí. Que si ya se acabó la guerra. Acabamos de recibir un despacho de una agencia de noticias donde se afirma categóricamente que la guerra ha terminado. Nadie se lo ha dicho al general, y, si es cierto, él debería ser de los primeros en saberlo. ¿Tiene usted noticias de si el primer ministro ha recibido algún informe sobre este asunto?
—No —repuse lacónicamente—. En lo que toca al señor Churchill, todavía estamos en guerra.
—¿De modo que usted cree que debo decirle al general que siga adelante con la campaña militar...?
—Me parece que sería aconsejable.
—Está bien. Buenas noches, y siento haberlo molestado.
—No se preocupe. Buenas noches.
—John Peck
ECONOMISTA es el hombre que está observando a la orilla de una piscina de natación semivacía y, al verlo venir a uno corriendo por el trampolín, le advierte en voz muy, muy suave: "Alguien debería tener más cuidado..." Si pasa algo, grita con voz estentórea: "¡Se lo dije!"
—M.M.