SEXO: LO QUE ÉL QUIERE DECIRTE Y NO SE ATREVE
Publicado en
julio 20, 2014
Quizá hablas demasiado o lo acaricias con mucha fuerza o te falta fogosidad al hacer el amor. El no va a decírtelo. Pero en este artículo encontrarás todos los tips que necesitas para volver a encenderlo.
Por Harris Collingwood. Fotos: Arthur Meehan, Editorial Televisa.
Tu esposo quiere decirte algo pero no sabe cómo ni cuándo hacerlo. En realidad, no está seguro sobre si debe comentártelo o no. Teme que al saberlo te enojes, te avergüences o, peor aún, te rías de él.
Tú sabes, tu marido quiere conversar contigo sobre sexo, en especial sobre una o dos cosas que él desearía que hicieras (o que dejaras de hacer) o que modificaras. Debo advertirte que no se trata ni de su necesidad de tener más relaciones, ni del sexo oral. Todos los hombres quieren eso. Probablemente tu esposo tiene en mente otras inquietudes y no sabe cómo expresártelas por temor a que te formes una impresión equivocada de él. El no quiere que pienses que no le agrada cómo haces el amor, al contrario, le encanta. Pero teme que si no se deshace de la insatisfacción que siente, empiece a evitar tener relaciones contigo y que eso los desestabilice como pareja. Para impedir que esto suceda, entérate de algunos de los secretos que la mayoría de los hombres guardan en sus mentes y en sus corazones. Después, considera la posibilidad de sacarlos a la luz cuando converses con tu esposo o recuérdalos la próxima vez que hagan el amor. Ten por seguro que tu comprensión hacia su realización sexual te será bien recompensada.
QUE NO PROPICIE EL SEXO NO SIGNIFICA QUE NO LO DESEE
Este es uno de los grandes malentendidos que se dan entre las mujeres y sus maridos. Si el interés sexual de tu cónyuge parece haber desaparecido, es lógico que pienses que te está rechazando. Sin embargo, puede ser que estés equivocada. Si el escalofriante maniaco sexual con el que te casaste ha perdido toda su fogocidad, es posible que en vez de estar insatisfecho contigo, se sienta molesto consigo mismo. Quizá piensa que está gordo o que se ve mal. "En el 80% de los casos, la manera en la que las personas conciben el sexo está relacionada con lo que piensan de sí mismas", dice Cathleen Gray, terapeuta de pareja de Washington. "Solamente en el 20% de los casos sus opiniones están relacionadas con lo que sus cónyuges les hacen sentir".
EL TRABAJO INFLUYE EN LA SEXUALIDAD
Cuando un hombre cree que no puede desempeñarse plenamente en su empleo, a menudo comienza a pensar que tampoco puede funcionar bien en la sexualidad. Ejemplos de esto hay miles. La doctora Cathleen Gray atendió a un matrimonio que se hallaba en crisis y que tenía una vida sexual insatisfactoria y poco frecuente. La doctora analizó su problema y al cabo de varias semanas descubrió que la causa era la baja autoestima del esposo. Ese hombre siempre había tenido una trayectoria laboral exitosa y esperaba que le dieran un importante ascenso. Sin embargo, al paso del tiempo se había quedado estancado en un puesto administrativo intermedio y eso afectaba su seguridad, su imagen de sí mismo e incluso su sexualidad. Aunque parezca sorprendente, los hombres derivan su identidad de su trabajo. Cuando no les va bien en ese aspecto, las repercusiones afectan muchas áreas de sus vidas. En el caso de este paciente, el problema no sólo era que se sentía decepcionado de sí mismo, sino que creía que su esposa también lo consideraba como un fracasado. Y por pensar de esa manera llegó a la conclusión de que ella se había casado con él sólo por su dinero. Como es lógico, su depresión, aunada al odio y al resentimiento que empezó a sentir hacia su mujer, inhibía el romance entre ellos y la posibilidad de lograr orgasmos. Para resolver esta situación, Gray le hizo ver a la esposa que la actitud de su marido no tenía nada que ver con ella. "Si quieres sexo, debes propiciarlo", le dijo. "Hazle saber que todavía lo deseas. Seguramente, después de que hagan el amor él se sentirá más dispuesto a hablar sobre sus sentimientos". Así sucedió y gracias a estos consejos ella pudo escuchar y comprender a su esposo.
SÉ ESPONTÁNEA Y CREATIVA AL HACER EL AMOR
"La mejor técnica que se puede aplicar para tener una vida sexual satisfactoria es ser un matrimonio comprometido y creativo", dice Barry McCarthy, terapeuta de pareja de Washington. "En estos menesteres ningún otro ingrediente es más importante que la espontaneidad e imaginación", asegura. Por ejemplo, cuando cierta pareja, que llamaremos Tom y Sophie, se encontraba en los primeros años de su matrimonio, ella a veces usaba un negligé de encaje negro que fascinaba a su esposo. El se excitaba tanto que sus manos temblaban cuando trataba de quitárselo. Sin embargo, al cabo de un tiempo, Tom comenzó a aburrirse. "Al principio me gustaba, pero después, verla con su uniforme negro cada vez que se disponía a que hiciéramos el amor me empezó a cansar. Era como si se pusiera un traje para ir a trabajar", decía. Tom había descubierto que una de las reglas básicas del juego erótico era la espontaneidad. Claro, actuar espontáneamente propicia que las parejas tarde o temprano caigan en la rutina. Sin embargo, experimentar cosas nuevas pone a los dos en riesgo de fallar o de hacer el ridículo. Por eso hay que tomar en cuenta que si la fuerza de la costumbre es la enemiga de la excitación, la energía es la enemiga de la rutina. Así que si quieres imprimirle nueva vida a tu relación matrimonial, rompe la monotonía haciendo cosas que aumenten el nivel energético de ambos. Cómprate ropa sexy o cambia tu imagen. Otra opción es sugerirle a tu esposo que salgan a caminar (si lo hacen, de paso respiren el aire fresco y disfruten el viento que acaricia sus rostros) o que vayan a bailar. Lo importante es que recuerden lo candentes que son como pareja y que, ante todo, tomen esta actividad como un juego romántico y no como una rígida receta de cocina. Si intentan algo y no resulta como esperaban, ríanse de eso y busquen algo distinto.
Si amar es un arte, hacer el amor es toda una ciencia. Nadie nace sabiendo esta difícil materia y aprenderla implica tiempo y esfuerzo. Por eso, una de las virtudes que se deben desarrollar para poder dominarla, es la comprensión.
TRATA DE LOGRAR QUE EL TE RETROALIMENTE
Una de las actitudes que más desesperan a las mujeres y que más laceran una relación de pareja es el silencio. Cuando las cosas no funcionan en algún aspecto, la mayoría de los hombres tiende a enmudecer. Por supuesto, cuando hay problemas en el ámbito sexual hacen lo mismo. Si las relaciones entre tú y tu marido no son del todo satisfactorias pero él nota que te esfuerzas por complacerlo, seguramente callará sus opiniones para no desanimarte y soportará en silencio la falta de precisión de tus técnicas de seducción a pesar de que éstas le incomoden o le resulten poco excitantes. Por eso es importante que te armes de valor y que trates de averiguar lo que piensa sobre tu desempeño sexual. A lo mejor te da vergüenza preguntarle directamente: "¿Te gusta esto?" Si es así, analiza cuál es la forma en la que tú lo retroalimentas a él; es decir, piensa de qué forma le haces saber que te agrada su técnica.Seguramente lo haces con una sonrisa, o le dices "mmm, eso me agrada". ¿No es cierto? Entonces mándale esa misma clase de señales durante el acto amoroso. Si en algún momento él te dice que algo no le gusta, no interpretes esto como un rechazo hacia ti, ni como un sinónimo de "tú no me atraes". Comprende que él solamente se está refiriendo a una de tus conductas sexuales. Su sinceridad te ayudará a ser una mejor amante y a mantener un matrimonio más sano y feliz. Ten muy presente que romper la barrera del mutismo y de las malas interpretaciones es uno de los pasos más importantes que necesitan dar para arreglar sus diferencias.
"A VECES ME CORRIGES DEMASIADO Y SIENTO QUE NO PUEDO HACER NADA BIEN"
"Las mujeres hemos peleado fuerte y constantemente por defender nuestro derecho al placer sexual", dice Sharon Nathan, terapeuta de Nueva York. "Sin embargo, no es una buena idea que devastemos a nuestros maridos si no toman en cuenta este aspecto las primeras veces que nos hacen el amor". Según McCarthy, cuando una mujer critica severamente a su esposo durante la relación sexual, le da a entender que para ella el buen sexo depende del grado de satisfacción que obtiene a través de él y no por lo que ambos comparten durante el acto. Incluso si su marido llega a entender racionalmente que ella lo corrige porque quiere ayudarlo, en un nivel más profundo siente que lo que en realidad está tratando de decirle, es que no es un buen amante. Quizá él de verdad necesite que su mujer le muestre la forma correcta en la que puede proporcionarle placer, pero existe un lugar y un tiempo para todo. El preámbulo del acto sexual no es el más adecuado, ni tampoco lo es el regreso a casa después de una cena romántica. Lo mejor es esperar a que la situación esté menos tensa. Una alternativa podría ser el desayuno o las últimas horas de un día cualquiera. Si estás pensando en sostener una conversación de este tipo con tu esposo, empieza tus oraciones con frases como: "Me gustaría disfrutar...", "Disfruto más cuando...", en vez de: "Tú deberías...". Si te enfocas a tus deseos y necesidades y no a sus errores, no sólo lograrás que te complazca, sino que conservarás íntegra su autoestima y su seguridad en sí mismo.
"CUANDO NO LOGRO COMPLACERTE MI IDENTIDAD COMO HOMBRE QUEDA EN RIESGO"
"Las esposas a veces no entienden qué tan humillante y devastador es no poder mantener una erección", dice Nathan. A lo mejor para ti no es un gran problema que tu marido no logre excitarse en el momento en el que lo estás provocando, pero desde su perspectiva sí lo es. Para tu esposo, no poder complacerte es sólo una partecita del conflicto. Lo que más le preocupa es que su pene aparentemente haya dejado de funcionar. Y es que en un sentido muy primario, un hombre es su pene. Precisamente por eso, la impotencia momentánea cuestiona su seguridad personal y lo aniquila. Sin embargo, esta situación es inevitable y se acentúa conforme los varones envejecen. Cuando están entre los 10 y los 20 años, son esclavos de sus hormonas y no tienen ningún problema para mantener una erección. Es más, la logran espontáneamente ante el más mínimo estímulo y la conservan hasta que eyaculan, o incluso después. "Pero conforme pasan los años, sus erecciones se vuelven interactivas y variables", dice McCarthy. "Van y vienen en el acto sexual y mantenerlas depende más del tipo de relación que el hombre tenga con la mujer, que de su grado de excitación". Este cambio es natural y no tiene nada que ver con la masculinidad ni con el nivel de deseo. "Los varones tienen que entender esa situación y aprender a manejarla. Desafortunadamente una tercera parte de ellos no la comprenden y rehúyen hacer el amor con sus parejas para evitar la vergüenza", añade McCarthy.
Así como para una mujer su hogar es su principal fuente de realización y satisfacción, para un hombre lo es su trabajo. A veces a nosotras nos cuesta entender esto. Sin embargo, en la medida en la que lo logremos, nos comunicaremos mejor con nuestros maridos.
¿COMPRENSION O COMPASION?
A veces, con el afán de brindarles toda su comprensión y apoyo a sus maridos, algunas mujeres caen en el error de tratarlos como si fueran niños pequeños. Esta actitud sólo propicia que los hombres se sientan peor y que reaccionen negativamente ante las atenciones de sus esposas. Si tu marido tiene problemas emocionales o de otro tipo, escúchalo y compréndelo; pero ten mucho cuidado de no compadecerlo, porque herirás seriamente su autoestima. Recuerda que lo que él necesita es una mujer que lo entienda, no una mamá que lo mime.
"TEMO QUE TE BURLES DE MI"
Esta es la razón por la que la mayoría de los hombres callan sus más íntimas fantasías. Muchos de ellos desearían compartirlas con sus esposas, no tanto para llevarlas a cabo, sino por mostrar ese aspecto de su ser. Pero les da miedo hacerlo. Sobre todo si sus sueños están relacionados con otras mujeres. Por lo general, cuando un hombre sueña con otra, no necesariamente significa que sea infeliz con su esposa ni que piense engañarla. Simplemente quiere decir que tuvo una fantasía. Eso es todo. Si tu marido comparte contigo sus sueños, no te sientas obligada a cumplírselos si no lo deseas, pero escúchalo y hazle saber que lo entiendes. Paradójicamente, si deseas contarle tus fantasías, ten cautela. Si alguna vez has soñado con otro, pregúntate si decirle eso enriquecerá tu relación. Si te contestas que no, mejor no lo hagas.
ESTIMULACION INTERMITENTE
Si practicas el siguiente ejercicio de vez en cuando, ayudarás a tu esposo a mantener o a recuperar sus erecciones. Estimula su pene manual y oralmente (incluso cuando lo tenga erecto) y luego déjalo en reposo (la erección menguará). Repite esta técnica varias veces mientras hacen el amor. Esto les servirá a ambos para recordar que el desvanecimiento de una erección es temporal y natural; y que no significa que él sea un fracasado ni que tú ya no puedas encenderlo, sino que su erección a veces disminuye o se desvanece. Si durante este juego su pene permanece en un obstinado estado de relajación, trabaja sobre otra parte de su cuerpo, o sedúcelo de otra manera. Si te concentras en sus genitales, harás más notorio el problema; en consecuencia él se sentirá mal y eso matará cualquier posibilidad de que recobre la erección rápidamente. Tanto Gray como McCarthy coinciden en que el sexo no tiene que culminar forzosamente con un coito ni con un intenso orgasmo para ser placentero. Si una noche tu marido no logra mantener una erección, quizá ésa sea una ocasión ideal para tener sexo oral, para la estimulación manual o simplemente para acariciarse. "El sexo debe ser divertido y erótico, no una prueba estresante y dolorosa", dice McCarthy. Desde luego, es fácil decirlo, pero difícil recordarlo al momento de hacer el amor. En realidad, los problemas sexuales son una cuestión muy personal y por eso es imposible encontrar una solución perfecta para cada caso. A pesar de esto, se ha comprobado que la fuerza de voluntad y el buen humor pueden ayudar muchísimo a aliviar una situación tensa. "Si mientras tu esposo y tú tienen relaciones íntimas piensan que son algo así como un equipo, podrán lograr todo lo que ambos se propongan", concluye el experto Barry McCarthy.
A los hombres les cuesta trabajo expresar lo que sienten. Por eso hay que tener cautela al preguntárselos. Alabarlos por lo que hacen bien les da seguridad y los motiva a hablar. Por el contrario, regañarlos por sus errores propiciará que enmudezcan.
UN TIP DE ORO AL HACER EL AMOR
"Por lo general, las mujeres son más suaves y gentiles en la sexualidad de lo que los hombres quisieran. Lo que yo les aconsejo es que sean menos indecisas y más asertivas", afirma McCarthy. "Es dificil que tu esposo se atreva a decirte esta clase de cosas, pero ten por seguro que le agradaría muchísimo que aumentaras la fricción que ejerces sobre su cuerpo cuando hacen el amor" afirma. Claro, no exageres porque si llegas a lastimarlo, es poco probable que te lo comunique. Para saber hasta qué punto debes llegar, observa sus reacciones y pregúntale si le agrada. Seguramente te responderá: "sí".
Fuente: Revista BUENHOGAR - ECUADOR, mayo 1998