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agosto 11, 2013
PROTESTA contra la inflación formulada por Alwin Muenchmeyer, prominente banquero alemán: "El padre nuestro tiene 55 palabras, los Diez Mandamientos, 317, pero una norma del Mercado Común Europeo tocante a la importación de caramelos y productos de caramelo, llega a 26.911 palabras".
—D.M.
LOGICO
EL COMANDANTE de nuestra compañía pidió cuentas a un joven soldado raso por haber abandonado el camión que conducía, dejándolo a un lado del camino mientras él se sentaba bajo un árbol, a comer un emparedado.
—La crisis energética, mi comandante —respondió calmadamente el soldado.
—J. D.C.
HACE TIEMPO me enviaron a Japón a recibir un buque para una empresa naviera de un pequeño país. Una hélice de repuesto había sido comprada por los nuevos dueños y, como capitán, se me preguntó dónde debía guardarse. Le propuse al ingeniero superintendente que la pusieran sobre la cubierta principal.
—No, no. Eso no es aconsejable.
Intrigado, le pregunté por qué. Y él muy seriamente me respondió:
—Porque podría mojarse.
—A.M.
SENTIDO PRACTICO
DE VACACIONES en Bulgaria, fui al correo a enviar tarjetas postales a mis parientes y amigos. Uno podía elegir entre diez buzones distintos, rotulados con los nombres de otros tantos países o regiones. Pensé que tal sistema era muy práctico, y eché mi correspondencia en el que rezaba: "Alemania". Poco tiempo después observé que un empleado vaciaba el contenido de todos los buzones dentro de un solo canasto grande. Al ver mi expresión de sorpresa, se encogió de hombros. y dijo: "Es el único que tenemos".
—R.L.
No tarda nueve meses sino sesenta años en formarse un hombre.
—André Malraux
El criterio de una persona no es superior a su información.
—T.D.D.
No vale la pena tener libertad si ello no implica la libertad de errar.
—Mohandas Gandhi
SE HA dotado recientemente a la famosa guardia suiza del Vaticano con una sencilla lata que arroja espuma a la cara. Esta arma de defensa parece más eficaz que las espadas y alabardas que han usado desde la época de Miguel Angel, quien las diseñó.
—F.C
Mi SOBRINITA dedicaba largas horas a enseñar a su perico a decir: "¡Hola, Marcia!" Cierta mañana, después de una inútil sesión, escribió las dos palabras en una tarjeta, la metió por entre los barrotes de la jaula y dijo:
"Apréndete esto mientras vuelvo de la escuela".
—C.M.
CARICATURAS
UN SEÑOR a otro: "No, no me molesta que mi mujer gane más que yo. Gana también más que tú".
—N.W.M.
SIQUIATRA a su paciente: "Es muy simple, señor Farías. Si no soporta usted los gentíos y las congestiones de tránsito, desista de sus paseos al campo".
—L.W.
UN MEDICO, preocupado, ausculta a su paciente con el estetoscopio: "Otra vez usted ha estado disfrutando..."
—J.M.
ME ENCONTRABA en la sección de utensilios domésticos de un gran almacén, tratando de elegir una cacerola que debía llevar sobre la cabeza en cierta representación teatral.
—¿Cuál se le verá mejor? —preguntó en son de soma la dependienta al supervisor, que justo en ese momento se acercaba—. ¿La de mango negro o la de mango amarillo?
El interpelado, todo seriedad, me dijo:
—Depende del resto de la indumentaria, señor.
—M.S.
HUMORISMO MILITAR
UN OFICIAL subalterno recién estrenado asistía a su primer banquete de regimiento y a leguas se veía que no estaba seguro de cuánto licor podía beber. Apuntando al centro, el comandante le dijo para tranquilizarlo:
—¿Ves esas cuatro velas en la mesa, muchacho? Cuando te parezca que son ocho, sabrás que has llegado al límite.
—Pero, señor —se disculpó el subalterno—, si sólo veo dos.
—G.M.
MIENTRAS esperaban al lado del muelle para volver a su barco, en el cual viajaba en calidad de teniente de Marina el príncipe Carlos de Inglaterra, dos marinos se vieron entrevistados por unos periodistas.
—¿Debemos entender, entonces —decía un reportero—, que el Príncipe no tiene ningún privilegio del cual no gocen también los demás oficiales?
—Así es —respondió un marinero—, a menos que se diga que es el único que puede tener los retratos de su padre y su madre colgados en el camarote del capitán.
—D.A.B.
EL ECONOMISTA John Kenneth Galbraith, en Money: Whence It Came, Where It Went ("El dinero: de dónde vino y a dónde se fue").
"El dinero es muy especial. Se parece al amor por el placer que da al hombre, y a la muerte porque lo angustia. Difiere del automóvil, de la amante y del cáncer, por ser tan importante para quienes lo tienen como para los que no."
"A través de la historia el dinero ha oprimido al pueblo, ya sea por abundante e inestable o por seguro y escaso. Así y todo, para mucha gente tiene en la actualidad un tercer defecto: el de ser inseguro e insuficiente".
—H.M.
¡ESOS PORCENTAJES!
SON CURIOSOS los porcentajes. Todos conocemos 200 personas a quienes les han golpeado el guardabarros del coche en un estacionamiento; pero no sabemos de alguien que confiese haber chocado el de otro automóvil.
—B.V.
PENSANDOLO BIEN
SER OBJETIVO con respecto al erotismo requiere un criterio maduro y experimentado. Desgraciadamente, cuando llegamos a adquirir esas cualidades, esto nos importa un bledo.
—J.J.
EL EMPLEADO de mantenimiento acudió a reparar la luz en el despacho de cierto ejecutivo, quien advirtió que el joven se subía a su escritorio y pisaba todo con la mayor tranquilidad, pese a llevar botas claveteadas.
—¿Le pongo periódico para que pise? —insinuó en su angustia.
—No, señor; no se moleste. Así alcanzo bastante bien.
—A.M.G.
COMO ADMINISTRADOR de una oficina de correos, observé que una dama escocesa descontrolaba a mis empleados con sus continuas quejas respecto al cambio. Decía que debido a sus bajos ingresos debía cuidar hasta del último céntimo. Esperé, pues, su siguiente visita y la atendí personalmente. Le di los sellos que pidió y conté el cambio frente a ella.
—¿Está correcto? —le pregunté.
Revisó las monedas a escasos centímetros de su nariz.
—Sí —aceptó—, pero apenas.
—W.R.B.
SE RUMOREA en la oficina que cierto compañero de trabajo de ascendencia escocesa tiene una fuerte cuenta bancaria; y él alega que no es cuestión de suerte, sino de orden, inversiones prudentes y abstención de los juegos de azar.
Un día supimos que había ganado 250 libras esterlinas en una lotería y, presionado por nuestras bromas, explicó que había ganado el billete en un baile.
Entonces —muy en contra de su carácter— nos ofreció pagar el café de ese día, si dejábamos el cuento de que era afortunado. Acordamos esto a las 8 de la mañana, y a las 10:30 nos dieron el día libre porque había caído una nevada de 30 centímetros.
—L.R.C.
UN INSTITUTO soviético de investigación ha solicitado patente en Gran Bretaña por un producto alimenticio con aspecto y sabor a caviar. Este se produce en dos variantes: esturión y salmón.
En vista de la escasez mundial del esturión, el instituto envió a sus científicos al laboratorio.
New Scientist define así el nuevo producto: "Gránulos de gelatina acuosa que contiene proteína comestible cubierta con una película de gel vegetal tostado, y otra de sal de calcio y de aluminio de un ácido polisácárido".
¿Es eso caviar? No, pero sí es progreso.
—UPI
TABLA DE SALVACION
MI AMIGA Lilí, siempre atareada con las múltiples tareas de su hogar y con sus clases de arte, olvidó hace poco pagar una multa por conducir con exceso de velocidad.
Cierto día la llamaron por teléfono:
—¿Señora Arrieta? Habla el sargento Miranda. Usted tiene una multa pendiente —y se aclaró la garganta—. Lamento mucho informarle que hay una orden de arresto para usted.
El policía se quedó boquiabierto al oír la respuesta de Lilí:
—¡Magnífico! ¿Cuando viene por mí?
—B.K.
ACOSTUMBRABA dar largas caminatas matutinas con un colega que vivía apenas a dos calles de casa. El solía llegar en su motoneta, que dejaba dentro de mi casa y recogía luego, al terminar el paseo. Una mañana mi amigo no apareció, así que, lo llamé por teléfono.
—Lo siento —dijo—, hoy no podré salir a caminar: la motoneta no funciona.
—D.S.
COMEDIA ESTUDIANTIL
AL CAMBIARME de una universidad importante a otra pequeña, me quedé sin medios informativos. Tuve que acostumbrarme a vivir sin boletines, folletos ni avisos que indicaran la manera de funcionar del sistema. Cuando se aproximaba el final del primer trimestre, me puse a pensar qué procedimiento emplearían las facultades para dar a conocer las calificaciones a los estudiantes, así que se lo pregunté a uno de mis condiscípulos:
—¿Cómo se obtienen las notas en esta universidad?
—Estudiando, muchacho, estudiando —me respondió.
—D.S.
LA PRIMERA vez que nuestra hija nos llamó por teléfono desde la universidad, mi marido habló con ella por el teléfono del piso bajo, mientras yo le dirigía ansiosas preguntas por el aparato de la alcoba.
Después de escuchar por un rato nuestras exclamaciones, dijo ella con un suspiro:
—Tengo que despedirme. ¿Por qué no siguen hablando uno con otro?
—N.P.
ME PUSE muy ufano al enterarme de que había escrito el mejor artículo para nuestra revista universitaria. Pero el gozo se convirtió en humillación al recibir por premio el libro Cómo hablar y escribir correctamente el idioma.
—S.K.
UNA ESTUDIANTE que dejó su automóvil estacionado en los terrenos de la Universidad de Toronto (Canadá), halló en el parabrisas del vehículo la siguiente nota del gran especialista en comunicación de masas, Marshall McLuhan: "Se ha estacionado en mi lugar. Por favor, busque otro sitio para usted".
Al día siguiente ella contestó el recado: "Estimado profesor: Como podrá observar, he buscado otro sitio. Le quedo muy agradecida. Su nota es el primero de sus escritos que hasta ahora he logrado entender totalmente".
—Marketing, de Canadá
CUANDO compré mi granja, no imaginé la ganga de gorriones y zorzales que había adquirido; menos aún las sublimes mañanas y atardeceres que había comprado.
—Ralph Waldo Emerson
MUY pocos poseen valor para ser juiciosos, pues serlo implica olvidarse de la seguridad personal y entregarse al riesgo de vivir, aceptarse el dolor como condición de la existencia, cortejar la duda y la oscuridad como precio de la sabiduría, armarse de tenacidad en el conflicto y aceptar siempre las consecuencias de vivir y de morir.
—Morris West, en Las sandalias del pescador
MUY SENCILLO
CIERTA visitante a una escuela de arte le dijo a un famoso profesor que dictaba su clase de escultura:
—Debe de ser muy difícil tallar un león.
—No, señora —respondió el escultor—, simplemente se quita con el cincel todo lo que no se parezca a un león.
—S.T.
PRECAVIDA
UN CIRCO anunciaba de la siguiente manera su programa para niños: "En vivo, duelo a muerte entre un tiranosaurio rey y un pterodáctilo". Cierta señora se quejó a una sociedad protectora de animales, y un inspector de esta llamó por teléfono al circo para cerciorarse de que no emplearían animales vivos.
—P.H.
LA OPOSICIÓN a la costumbre de fumar no es una novedad. En 1604 el rey Jacobo I de Inglaterra escribió: "Es un vicio molesto a la vista, repugnante al olfato, dañino para el cerebro, peligroso para los pulmones, y el humo hediondo que despide se asemeja a los horribles vapores estigios del abismo sin fondo".
COMEDIA ESTUDIANTIL
A UNOS estudiantes de literatura se les puso como tarea redactar en clase un cuento breve que contuviese elementos de religión, realeza, sexo y misterio. La mayoría de los noveles escritores tomaron todo el tiempo de la clase para terminar sus composiciones. Pero un joven acabó en seguida. Su cuento decía así: "¡Dios mío, la Reina está encinta! ¿Quién lo hizo?"
—C.M.P.
HACE ALGÚN tiempo compartí el mismo apartamento con una joven que estudiaba canto en el Colegio de Música, en Manchester (Inglaterra). Mi compañera, siempre que trataba de aprender algún pasaje especialmente difícil, solía estarse inmóvil, con una expresión extática en el rostro. De súbito rompía a cantar con toda la intensidad de su bien modulada voz de ópera.
Un día, viajando en un autobús, la joven iba repasando mentalmente una canción. Ensimismada en sus pensamientos, olvidó dónde estaba y emitió con vigor la última nota en son de triunfo. Con la característica manera británica, toda conversación cesó dentro del vehículo; a algunos las espaldas se les pusieron rígidas, pero ni una sola persona se volvió a mirar.
—C.A.
AL INTEGRARNOS mi hermano y yo al negocio de la familia, descubrimos que nuestro padre, aunque competente como mercader, no respetaba las normas de contabilidad. Cuando necesitaba dinero lo sacaba de la caja sin dejar constancia del retiro.
Con gran respeto por su jerarquía como el socio más antiguo en la empresa, lo convencimos de que debía poner un vale firmado en la registradora al retirar fondos. Estuvimos muy ufanos de haberlo reformado, pero ese placer duró hasta el sábado siguiente cuando fuimos a hacer el arqueo de la caja y encontramos un papel firmado por nuestro padre, en que decía: "Me lo llevé todo".
—J.M.
CON FRANQUEZA
EL DRAMATURGO noruego Henrik Ibsen gustaba relatar lo que le sucedió una vez en Roma. Se había congregado una multitud frente a unos carteles. Ibsen, que había olvidado sus lentes eh el hotel, no podía distinguir las letras, así que recurrió a una persona que andaba por allí:
—Señor, ¿tendrá la bondad de leerme lo que dicen esos carteles? Olvidé los anteojos.
Y el otro, en tono confidencial, bisbiseó:
—Lo siento, amigo, yo tampoco sé leer.
—J.P.S.