Publicado en
octubre 19, 2009
Weary Willie ("Willie el cansado"), de Donald Rust. Pintura de la colección particular de Evi Kelly.
Este maestro de la pantomima provocó carcajadas con su tristeza.
Por John Culhane (quien escribe a menudo sobre el circo, con frecuencia trabaja como payaso invitado en los circos Ringling Brothers y Barnum & Bailey).
EL MELANCÓLICO payaso jugaba al solitario encima del carro del circo. No estaba teniendo buen juego, por lo que se veía más triste que nunca. Luego, por fin, obtuvo un buen naipe... y una no muy definida expresión de esperanza iluminó su semblante. Estaba por jugar esa carta cuando una ráfaga de viento le voló los naipes. Siempre lo bueno parecía escaparse de Willie el Cansado. A veces porque no ponía el empeño necesario. Solía rondar cerca de donde estaban las focas, con una sartén en la mano, esperanzado de que alguno de los pescados que el cuidador arrojaba a estos animales, cayera por equivocación hacia él. (Pero los errores a favor de uno son tan raros bajo la carpa principal del circo como lo son en el banco.) Otras veces, su mala suerte se debía a su excesivo empeño.
Cierto día trató de romper un cacahuete con un martillo. Aún lo puedo ver revisando los pedazos pulverizados de la cascara, en busca de pulpa.
Emmett Kelly es un hombre inolvidable porque, con Willie, creó un personaje imborrable. Kelly me describió una vez el personaje que representó durante 45 años: "Willie el Cansado es un vagabundo melancólico que siempre lleva la peor parte y nunca tiene suerte... pero en ningún momento pierde la esperanza y sigue luchando". Millones de nosotros nos reconocimos en ese personaje que nunca dejó de creer que sus sueños podrían hacerse realidad.
DE "PAPÁ" A VAGABUNDO
Emmett Kelly nació en Sedán (Kansas), el 9 de diciembre de 1898. Su padre, inmigrante irlandés, era capataz de una división del ferrocarril Misuri-Pacífico, y su madre una muchacha de Bohemia (región de Europa Central) cuya familia tenía una casa de huéspedes. Los colegas del circo consideraban a Kelly un hombre triste y solitario, con un tremendo deseo de ser aceptado y de merecer aprobación; él mismo se daba cuenta de que eso era verdad. Creció en una granja en el sur de Misuri y no podía olvidar su ira cuando los chicos de la escuela lo llamaban "papa irlandesa" y luego sólo "papa", porque sus padres eran inmigrantes.
Al igual que Walt Disney, fue un muchacho granjero de Misuri a principios de este siglo. Kelly se inició como dibujante de historietas y un día de 1920, sentado frente a su mesa de dibujo en la compañía Adagram Film de Kansas City, dibujó a un payaso vagabundo, personaje en que se convertiría con el tiempo. A Kelly le gustaba dibujar y animar pequeñas caricaturas de propaganda, porque hacían reír a la gente; más tarde admitió que gastó gran parte de su sueldo yendo al cine para oír las carcajadas que provocaban sus dibujos.
Pero tenía otra ambición: quería ser un astro, un trapecista de circo. Dejó estupefacto a su jefe en Adagram, cuando rechazó un aumento de salario para irse con el Gran Circo Londinense de Howe, como trapecista... teniendo que trabajar además como payaso.
El desempeño de Kelly como trapecista resultó tan ineficiente, que le dijeron que se concretara a ser payaso. Pero, como Willie el Cansado —que solamente existía como personaje de historieta—, siguió tratando. Y, efectivamente, mejoró.
Durante su temporada con el Circo de John Robinson en 1923, se enamoró de Eva Moore, con quien hizo un acto de trapecio en cierta presentación. Emmett y Eva se fugaron para casarse. Cuando estaban recién casados fueron contratados para un acto con dos trapecios, exclusivo de ellos.
Cuando Eva quedó embarazada, Emmett trató de aumentar sus entradas con un payaso distinto. Se acordó del vagabundo de cara triste que había creado en su mesa de dibujo en Kansas City, y su vestimenta y su maquillaje los basó en ese personaje. El jefe de los payasos no se mostró muy impresionado. Dijo que la caracterización de Kelly como vagabundo era "demasiado desprolija y andrajosa para el circo". Kelly terminó la temporada como un payaso tradicional de cara blanca.
ESTILO ÍNTIMO
Durante varios años, tras el nacimiento de Emmett Kelly hijo, Emmett padre, y Eva siguieron presentando el acto de dos trapecios. Pero su sueño de convertirse en estrella junto con su mujer, fracasó debido a la Depresión. El Circo Sells-Floto, que los había contratado, cerró. Ninguno de los dos tenía contrato para la temporada circense de 1932, cuando Emmett recibió una oferta para trabajar tiempo completo como payaso en el Circo Hagenbeck-Wallace. Aceptó y decidió que, para bien o para mal, daría vida a la caricatura de su personaje vagabundo bajo, la carpa principal del circo. Durante los tres años siguientes interpretó a un payaso que era la imagen de cierto tipo de hombre que se había hecho muy común en la época de la Depresión en Estados Unidos: el vagabundo triste.
En 1935 entró al Circo Combinado Colé Brothers y Clyde Beatty. El acto de trapecio no fue contratado; Eva Kelly se quedó en casa con sus dos hijos, y el matrimonio se deshizo gradualmente.
Tras el divorcio, la gente del circo comenzó a notar que a Kelly le aumentaba la melancolía que parecía afectar (para bien) su caracterización de Willie el Cansado. Era la vieja historia del comediante que se vuelca totalmente hacia su trabajo para olvidar sus problemas personales.
Después de presentarse en Londres durante tres años y luego en una comedia musical en Broadway, se unió al Ringling Brothers y Barnum & Bailey, cuando se presentaron en el Madison Square Garden en 1942. Permaneció con el "Espectáculo más grande del mundo" durante 14 años: los de su mayor fama.
Allí inventó un estilo íntimo de pantomima que es del circo, pero a la vez independiente de él. El repollo de Willie fue típico de ese estilo. Durante toda la función vagaba por entre el público y los artistas llevando una marchita cabeza de repollo crudo. Kelly pensaba que esta era cuanto un vagabundo podía esperar como su diario sustento, y de cuando en cuando mordía delicadamente una hoja.
El Ringling Brothers nunca antes había permitido a un payaso este "trabajo por cuenta propia", pero tuvieron la inteligencia de reconocer la importancia de lo que Kelly llamaba "continuidad de su personaje".
"Me hacía reír", relata "El príncipe Pablo" Alpert, que ha sido payaso del Ringling Brothers durante 34 años. En una pista llena de ruidosos payasos haciendo piruetas, explica El príncipe Pablo, Willie atraía la atención al quedarse muy tranquilo y callado. Allí mismo, en medio de la función, se ponía a "cavar" para "plantar" un jardín. Luego se imaginaba la cosecha que tendría, le daba hambre y se comía las semillas. Los críticos llamaban a Kelly el mimo más grande del circo moderno.
Si bien se estaba convirtiendo en un éxito cada vez mayor como payaso, no corría con la misma suerte en el amor. En 1944, a los 45 años, se casó con Mildred Ritchie, de 18, también artista de circo. Pero aún él seguía casado con su trabajo, y unos meses más tarde su esposa le dijo que aún amaba a su novio anterior. Emmett le dio el divorcio.
Como siempre, Kelly convirtió su mala suerte y su dolor en magnífica comedia de pantomima. Willie descubría alguna mujer atractiva entre el público y le dedicaba una de sus expresiones más famosas: aparecía encantado, fascinado, cautivado, conquistado, atraído, entusiasmado y sometido. Ofrecía a la elegida de su corazón una hoja de repollo. Algunas se carcajeaban y Willie actuaba interpretando esa risa como un signo de rechazo, y se alejaba tristemente.
IMAGEN PATÉTICA
Una de las experiencias más tristes en la vida real de Kelly tuvo lugar el 6 de julio de 1944. Se hallaba sentado junto a la entrada de la carpa principal del circo, en Hartford (Connecticut), esperando que la música de vals anunciara la pirámide humana de Karl Wallenda iniciando su paseo en bicicleta por la cuerda floja. Luego Willie el Cansado entraría a la pista central ubicándose debajo de estos acróbatas y estiraría un pañuelito destinado a sostener a la familia si se caía.
En el momento en que comenzaba la música, alguien corrió gritando: "¡Fuego!" El primer impulso de Kelly fue tratar de apagarlo. Al lado de su asiento había un balde de agua, fue y corrió hacia la carpa, con dificultad debido a sus grandes zapatos de payaso. Pero el fuego ya devoraba una gran parte de la lona. La multitud era presa del pánico, y muchos de los que luchaban por abrirse camino a empujones hacia las salidas, se daban cuenta de que habían dejado atrás a seres queridos y se esforzaban por regresar.
Emmett Kelly, el payaso que nunca hablaba en público, gritaba y gritaba: "¡No pueden volver a entrar! ¡Sigan adelante! ¡Sigan!" En 10 minutos de aquel terrible día murieron quemadas o pisoteadas 168 personas, Y para millones la patética imagen central de aquella tragedia fue la fotografía, tomada por un aficionado, de Willie el Cansado intentando apagar el incendio más grande en la historia del circo con un balde de agua.
CONTRAPUNTO
Por fin, Kelly encontró la felicidad en su tercer matrimonio en 1955, con Elvira Gebhardt, una de las cuatro integrantes de cierto grupo de acróbatas que el Ringling encontró en Alemania. Tendría dos hijas de ese matrimonio.
Kelly abandonó el circo en 1957 para unirse a los antiguos Dodgers de Brooklyn, actuando como una especie de payaso mascota del equipo. Durante los siguientes 20 años encontró otros papeles fuera del circo para Willie el Cansado: en programas de televisión, anuncios comerciales y clubes nocturnos.
Pero tuvo su apogeo en el circo: representaba el contrapunto de esas historias de brillante éxito en la jaula de las fieras o en los trapecios voladores. Su andrajoso disfraz, nariz redonda, ojos tristes y sombrero raído decían: "En la vida también hay fracasos"... mientras que los chistes que repetía de un extremo a otro de la carpa principal decían: "Pero también hay nuevas oportunidades".
Siempre recordaré la vez que me hizo llorar. Fue en 1953 en Rockford (Illinois). Yo lo había visto varias veces antes, pero nunca andando tan despacio ni con un aire tan triste. Arrastraba su escoba de paja y supuse que iba a representar su famoso chiste del reflector. Sí, allí estaba el foco, brillando sobre la pista, ya lo había visto e intentaba barrer la luz.
Al principio pareció tener éxito. Mientras Willie el Cansado barría, el círculo de luz se empequeñecía cada vez más. Por fin, sólo quedó un rayito. Sacó de alguna parte de su enorme y gastado saco negro, una palita y también recogió ese pequeño residuo de luz.
Conseguido su objetivo, se echó la escoba al hombro y comenzó a alejarse de la pista... sólo para ver, frente a él, otro círculo de luz, tan grande como el anterior. Pacientemente empezó a barrer de nuevo.
Y entonces Willie agregó ese detalle que emocionaba al público en lo más profundo. Infló un globo hasta reventarlo. Su expresión me hizo pensar en todos los niños que pierden algo hermoso. Con el globo roto, hizo exactamente lo que haría cualquier chiquillo: le brindó un sencillo funeral y lo enterró, entre la basura de la carpa.
Mucho más tarde en la función, durante un acto de trapecios a gran altura, muy parecido al que Kelly un día soñó hacer, me acordé de ese globo, enterrado como uno de nuestros tantos sueños, y mis ojos se llenaron de lágrimas. Me reí de mí por ser tan sentimental y comprendí de pronto que el personaje Willie el Cansado de Emmett Kelly era el soñador sentimental que todos llevamos dentro.
El 28 de marzo de 1979, día en que "El espectáculo más grande del mundo" inauguraba su temporada circense 109 en el Madison Square Garden de Nueva York, Emmett Kelly, de 80 años, sufrió un ataque cardiaco y murió en el jardín de su casa en Sarasota (Florida). Cuando le avisaron al comediante Red Skelton, comentó: "Supongo que los ángeles necesitaban una carcajada".