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octubre 02, 2024
La casa en la colina siempre había sido conocida por su inquietante belleza. Sus ventanas, como ojos vacíos, miraban fijamente hacia el valle, y sus árboles centenarios susurraban secretos al viento. Se decía que esa hermosa vivienda estaba maldita, que albergaba los espíritus de aquellos que habían sufrido dentro de sus muros.
A pesar de las advertencias de los lugareños, un joven escritor, atraído por la atmósfera sombría, decidió alquilarla, pues no creía en casas embrujadas.
Al principio solo eran pequeños ruidos y sombras que se movían en las esquinas. Todo, para él, con explicación lógica.
Con el paso de los días, los eventos cada vez eran más inexplicables, ya que sentía una presencia a su alrededor. Una noche, mientras trabajaba en su escritorio, escuchó un suave susurro que parecía venir de detrás de él. Algo inquieto, se giró lentamente para no ver nada. Siguió con su labor y volvió a escuchar el susurro, pero esta vez muy cerca de su oído. Impresionado y algo nervioso se giró violentamente, y allí estaba, una figura transparente, flotando a pocos centímetros del suelo. Sus ojos eran huecos y negros, y una sonrisa macabra se extendía de oreja a oreja.
Aterrorizado, el escritor pegó un grito desgarrador y hechó a correr hacia la entrada de la casa, pero la figura se movía con él, siguiéndolo por toda la ruta. En el trayecto se tropezó con una alfombra, cayendo hacia un rincón de la habitación. Aterrado y acorralado por la entidad, el joven se arrodilló y suplicó que lo dejara en paz.
Al amanecer, los vecinos inquietos con el grito que escucharon en la noche, fueron a la casa. Tocaron y nadie respondía. Luego de tanto insistir, tocando puertas y ventanas, entraron. Buscaron al joven, pero no lo encontraron. El escritor había desaparecido sin dejar rastro. Solo vieron una mancha oscura en la pared, que parecía una mano ensangrentada.
Nuevamente, la casa en la colina está vacía, esperando a su próximo inquilino, aquel que se atreva a desafiar a los espíritus que la habitan.
Fuente del texto: IA-Gemini