Publicado en
marzo 19, 2024
Denise Klein
Por James Stegenga (profesor de ciencias políticas en la Universidad de Purdue).
DURANTE el tiempo que serví en el Ejército norteamericano en Corea, como locutor y redactor de noticias para la televisión, me interesé tanto por los problemas mundiales que nació en mí el deseo de seguir estudiándolos. Por tanto, cuando me dieron de baja me matriculé en la Universidad de California, en Los Ángeles, con el propósito de doctorarme en relaciones internacionales.
Al leer el reglamento de la Universidad para el curso de 1960 a 1961 tropecé con este escollo: "El candidato a obtener el doctorado deberá presentarse a exámenes en dos lenguas extranjeras y demostrar su aptitud para traducirlas".
Así pues, me inscribí en un curso de francés y compré el correspondiente libro de texto, además de un fichero grande con un vocabulario que tendría que aprenderme de memoria. Al salir de la librería me detuve a hojear las publicaciones del estante de las revistas. Allí atrajo mi atención SÉLECTION DU READER'S DIGEST, edición en francés de la revista que tan bien conocía. Por mera curiosidad adquirí un ejemplar, y en los días y meses que siguieron comprobé que constituía un valioso auxiliar para mis estudios de francés. Me ejercitaba en la traducción de este idioma, y a veces, cuando no entendía algo, consultaba la versión en inglés del artículo.
Además aprendí muchos aspectos de las relaciones internacionales con la lectura de artículos tales como Le mur de l'infamie ("La muralla ignominiosa") y Comment les Soviets traitent les Juifs ("Cómo trata Rusia a los judíos"). Recortaba yo los artículos de esta índole y los archivaba para consultarlos después.
Triunfé sin mayor esfuerzo en el examen de francés, y luego volví a la librería a compra! un ejemplar de DAS BESTE AUS READER'S DIGEST (la edición alemana de esta publicación), y me lancé al estudio de mi segunda lengua extranjera.
Mis actuales obligaciones como profesor en la Universidad de Purdue, además de mis escritos y mis tareas de redacción, me mantienen sumamente ocupado. Sin embargo, si el tiempo me lo permite alguna vez, me quedan otros diez idiomas por estudiar de los 13 en que se publica el READER'S DIGEST: chino, danés, español, finlandés, holandés, italiano, japonés, noruego, portugués y sueco.