Publicado en
octubre 07, 2023
JAPÓN.
Esta leyenda habla del famoso bosque de los suicidios que hay en Japón, cerca de Tokio. Se comenta que un taxista de Tokio fue a recoger a una chica con un vestido rojo y la cara tapada y entre susurros la chica le dio la dirección de un lugar que estaba a unas horas. Aún así, él aceptó llevarla. El taxista se dio cuenta, cuando era demasiado tarde, de que se estaban acercando al bosque de los suicidios.
La chica con el vestido rojo se bajó del taxi y se adentró en el bosque. El taxista, preocupado, decidió seguirla. Después de unos minutos caminando, la joven llegó a una casa en medio del bosque y entró en ella. El taxista, discretamente y con curiosidad, decidió mirar desde el cerrojo de la puerta lo que había en el interior. Pudo ver que era una habitación de un rojo insoportable. Al hombre se le congeló la sangre y, asustado, decidió huir de ahí.
Se subió al taxi, se fue, y en el camino se detuvo en un restaurante. Pidió la cena. En el transcurso de la misma, el taxista le comentó al dueño del restaurante lo de la chica y le preguntó si la conocía. Éste le dijo que sí. El dueño le preguntó al taxista si le había visto los ojos a la chica. El taxista le respondió que no, que los tenía tapados por el pelo. Y el dueño del restaurante le desveló que la chica tenía los ojos completamente rojos.
El taxista se quedó pasmado en ese momento porque se dio cuenta de que, quizá, cuando miró por el cerrojo de la puerta vio la habitación pero a través de los ojos de la chica que le miraba desde el otro lado.
Fuente del texto:
LA VANGUARDIA