Publicado en
junio 20, 2021
ESPAÑA - Córdoba.
La historia trata sobre una antigua casa del centro de la ciudad que se dice está encantada, y cuenta que en ella, hace mucho tiempo, vivía una familia acomodada que tenía una hija pequeña y varias criadas a su servicio.
Una noche, mientras la niña se disponía a dormir, escuchó unos ruidos en el pasillo. Abrió lentamente la puerta de su cuarto para mirar el mismo, que comunicaba a todos los cuartos, enormemente largo y oscuro, lleno de cuadros y enlosado. Al final del pasillo la niña vio lo que parecía un niño de su edad levantando una de las losetas y metiendo algo en el suelo. ¡La niña no podía creerlo! Lo que vio relucir en la mano del muchacho, al pasar por la tenue luz que entraba por la ventana, eran monedas de oro.
Cuando el niño se fue, la niña se dirigió hacia allí. Entonces apareció una de las criadas con una vela enorme que también había visto lo ocurrido y quería sacar partido. Decidieron que no dirían nada a nadie. Todas las noches se acercarían y con la ayuda de la luz de la vela levantarían la loseta y sacarían las monedas, hasta acabarlas. Y así fue. Cada noche la niña, que por su tamaño cabía dentro, se metía en el hueco bajo la loseta e iba dando monedas a la criada, quien las iba guardando en un enorme saco. En una ocasión, en medio de su labor, la vela comenzó a parpadear haciendo amagos de apagarse. La criada le dijo a la niña que saliera del hueco, que ya tenían dinero de sobra. La niña le hizo caso y abandonó el escondrijo, pero en el último momento una moneda cayó del saco al hueco y, sin pensárselo siquiera, la niña volvió a introducirse en el mismo.
La criada intentó agarrarla pero no pudo, mientras le gritaba que por favor saliera de allí y dejara la moneda. Pero en medio de ese griterío la vela terminó de apagarse. En el momento justo en que el último rayo de luz salió de la vela la loseta se cerró ante los ojos de la criada dejando a la niña dentro. La criada decidió no decir nada a nadie, los padres dieron a la niña por desaparecida y el tema se fue olvidando con el tiempo.
Pero aún en la actualidad, dentro de esa casa en el pasillo, se sigue oyendo los gritos de auxilio de la niña que dice: “¡Por favor... ayudenme... sacadme de aquí!”.
Fuente del texto:
Pequeocio