PREMIO Y CASTIGO DEL MAH JONG
Publicado en
enero 04, 2021
Para sus aficionados, este juego es música, método, misterio y pasatiempo.
Por Verónica Huang
UN OBRERO de 35 años murió en Hong Kong de un ataque cardiaco, después de perder 30 dólares de Hong Kong* en el mah jong; un electricista se divorció de su esposa porque esta jugaba al mah jong noche y día, descuidando las labores hogareñas y a sus hijos; una abuela de 60 años debió guardar cama debido a unos dolores de espalda agudísimos que la aquejaron tras haberlo jugado 72 horas consecutivas.
¿Qué cosa es este mah jong por el que mueren algunos hombres y que lleva a algunas mujeres a descuidar su hogar? Sólo es un juego en el que se utilizan tejas de plástico o marfil. Pero para sus aficionados en Asia, la vida no sería lo mismo sin él.
En Hong Kong, capital de este juego, tal vez el 60 por ciento de la población, es decir, más de dos millones de personas, lo juegan. Por lo menos 500.000 dólares de esta colonia británica cambian de mano cada día por el mah jong, y algunos hombres de negocios llegan a apostar varios cientos de miles de dólares. Ya entrada la noche, se oye en todos los edificios el golpear de las tejas del mah jong. Incluso cada domingo había un programa de televisión donde se presentaban cuatro concursantes que competían entre sí.
El mah jong también tiene atracción internacional. Una gran fábrica de Hong Kong elabora cerca de 1.440 juegos al mes y exporta el 70 por ciento a precios que fluctúan entre 10 y 300 dólares de la isla cada uno. La Asociación Japonesa del Mah jong, fundada en 1929, afirma tener 20.000 socios entre 100 sucursales, donde cada una realiza competiciones mensuales cuyos ganadores participan en concursos nacionales que se celebran seis veces al año.
Este juego es tan simple que aun los niños lo aprenden rápido. Consta de 144 tejas divididas en varios palos que tienen grabadas pinturas de bambú, círculos y caracteres chinos. Las tejas se apilan con el lado grabado hacia abajo, en cuatro "paredes" formadas por dobles hileras, dejando así en el centro de la mesa un cuadrado. Para comenzar, cada uno de los cuatro jugadores toma 13 tejas del cuadrado y las coloca una al lado de la otra para formar su propia pared o mano. Después se turnan para tomar una teja de las paredes del centro y descartan de su mano una que no necesitan. El objeto del juego es completar una mano, la más simple consiste en formar cuatro escaleras de tres tejas del mismo palo y un par que combine.
A diferencia del bridge, el mah jong tiene un mecanismo con el que se pueden salvar las apariencias; si un contendiente se equivoca, nadie lo sabrá porque cada quien mira únicamente su propia mano. Las tejas descartadas se ponen con la cara hacia abajo y se barajan enseguida.
Los historiadores creen que el mah jong evolucionó a partir de un juego de baraja de la dinastía Ming que se jugó por primera vez hace 600 años. Pero según la leyenda, lo inventó un pescador chino llamado Sze, supuestamente el primero en su país que organizó una flota de pesca en alta mar. Este hombre se propuso inventar un pasatiempo para distraer a los marineros mareados por el movimiento de las olas. Ese pasatiempo fue el mah jong, que, según se dice, distraía a los pescadores del viento y la lluvia. (Un indicio de que esta teoría puede ser cierta es que cada ronda del juego lleva el nombre de algún viento: norte, sur, este u oeste.)
En la actualidad continúa siendo el juego favorito de los marineros chinos. Muchas veces los contramaestres obtienen una considerable ganancia por la renta de juegos a la tripulación; y los marineros chinos les han enseñado este gran pasatiempo a algunos estibadores en todo el mundo.
A los aficionados a este entretenimiento se les ha pedido con insistencia que expliquen por qué este juego es tan fascinante. Raymond Hui, el campeón de Hong Kong en 1976, dice que tiene un cierto misterio que apasiona a los jugadores. Hui, que con sólo tres años de experiencia derrotó a 1.000 concursantes, también menciona el gran número de variaciones que tiene el juego y la imposibilidad de calcular la fuerza del oponente.
Los sociólogos dan explicaciones más pomposas. El profesor Wong Shau Lam, decano de Ciencias Sociales en la Universidad de China, dice que el mah jong juega un importante papel al liberar el exceso de energía y la tensión que se acumula cuando la gente vive hacinada y con escasas recreaciones al aire libre, como en la atestada ciudad de Hong Kong. En el Centro Siquiátrico en Siu Lam, dirigido por el Departamento de Prisiones para los criminales dementes, los reclusos lo practican como una forma de recreación o de terapia de grupo. Los ancianos y las amas de casa lo juegan para evitar el aburrimiento.
Para los japoneses y los chinos, el mah jong es el "mejor método para mejorar las relaciones humanas", según Kazuo Shimada, un profesor de la Universidad del Sagrado Corazón en Japón. A diferencia de los occidentales, no ofrecen reuniones sociales, así el mah jong se ha vuelto la manera tradicional de hacer vida social. Se sabe que hombres de negocios han perdido deliberadamente contra funcionarios gubernamentales para conseguir licencias y permisos. Es tradicional que algunos empleados dejen que sus jefes los derroten en el mah jong para conseguir un aumento de sueldo.
Este juego también se considera como una prueba para escoger yerno. Cuando una joven china está siendo cortejada, sus padres invitan al pretendiente para una noche de mah jong. Creen que estará tan absorto en los momentos críticos del juego, que olvidará sus buenos modales revelando su verdadera personalidad.
Debido al carácter tan absorbente del juego, no es de sorprender que a través de los años algunos emperadores y gobiernos hayan tratado de eliminarlo. Pero nadie ha tenido éxito. Los gobernantes ingleses de Hong Kong han establecido una paz precaria con el juego: legalizaron los salones de mah jong 20 años atrás, pero, como no querían dar la impresión de que aceptaban los juegos de azar, insistieron en que se los llamara "escuelas de mah jong". Hoy prosperan más de 90 de estos establecimientos en la colonia.
La China comunista lo prohibió en 1949. Pero, según algunos comentarios de ciertos turistas, la gente todavía lo juega en sótanos y calabozos con tejas de bambú caseras. Si atrapan a alguien realizando esta actividad, lo obligan a jugar durante 24 horas consecutivas bajo vigilancia policial, lo que, para un verdadero aficionado, quizá no es ningún castigo.
*A principios de septiembre de 1980 el dólar de Hong Kong equivalía aproximadamente a 20 centavos de dólar norteamericano.
CONDENSADO DE "THE ASIAN WALL STREET JOURNAL" (27-X-1976). © 1976 POR DOW JONES & COMPANY INC.