FRASES QUE NUNCA DEBIERON DECIRSE
Publicado en
agosto 24, 2020
Una vez, en el célebre programa de radio del tema del Oeste "El llanero solitario", el autor del libreto escribió, para que la dijera un actor, la absurda frase de: "¡Silencio! Estoy escuchando que se acerca un caballo blanco..."
Cuando el general norteamericano Douglas MacArthur volvió a las Filipinas después de su retiro, una joven dama en el comité de recepción le preguntó: "¿Es ésta la primera vez que nos visita, General?". MacArthur fue el hombre que se encargó de la liberación de las Filipinas durante la Segunda Guerra Mundial.
La condesa de Coventry, mientras conversaba con el rey Jorge II de Inglaterra, le confesó que lo que más le gustaría ver en Londres sería una ceremonia de coronación. La Condesa no se dio cuenta de que, para que tomara efecto una coronación, tendría que morirse el mismo rey con el que estaba conversando.
Otro famoso faux pas relativo a coronaciones ocurrió cuando Lord Effington, que fue el encargado de la coronación de Jorge III, le admitió al rey que la ceremonia había tenido muchos fallos... "Pero le prometo, Majestad, que la próxima será perfecta".
Cuando el mayordomo de la corte inglesa Sir Fredrick Ponsonby cayó en cama producto de una larga enfermedad, el propio rey Jorge V fue a verlo a su casa. Conversando con el enfermo, el rey le comentó: "Me dijeron que se había dejado usted la barba, pero veo que ya se la ha afeitado". "Sí", respondió Sir Frederick sin darse cuenta de que el Rey tenía barba. "¡Pienso que las barbas son una cosa tan asquerosa...!"
Fuente:
Revista Vanidades, Ecuador, enero 01 de 1999