Publicado en
mayo 15, 2018
LAS LUCIÉRNAGAS están de regreso. Vuelan a ras del suelo cuando el césped pasa del verde al negro en el crepúsculo. Observándolas, reconstruyo mi infancia: una noche calurosa bajo árboles altos.
Atrapábamos a las luciérnagas en frascos vacíos, con orificios en la tapa. Nuestra madre nos decía: "Déjenlas salir, o morirán ahí adentro".
Pero éramos descuidados. Siempre olvidábamos abrir los frascos. Encontrábamos a las luciérnagas allí por la mañana, con las colas amarillas apagadas bajo la luz blanca del sol estival, yaciendo patéticas, patas arriba. Nos sentíamos horrorizados por lo que habíamos hecho; pero al caer la noche, las arrojábamos al prado y cazábamos otras.
Revivo la magia de su luz amarilla sin el blanco brillante de la retrospectiva. Aquellos pequeños destellos en la oscuridad representan para mí la esencia de la clase de vida que creemos haber tenido, que deseamos haber tenido, que queremos volver a tener.
—Anna Quindlem en Child
SE SIENTE uno bien cuando la fama le sirve para conseguir un buen asiento en un partido de futbol. Pero jamás me ayudó a hacer una buena película, ni a lanzar un buen tiro en el polo, ni a exigirle obediencia a mi hija.
Ni siquiera parece impedir que nuestros perros se llenen de pulgas; y si ser famoso no me confiere cierta ventaja sobre un par de pulgas, creo que, al fin y al cabo, no puede ser algo tan envidiable.
—Walt Disney, citado por Christopher Finch, en The Art of Walt Disney
SE CONSIDERARÍA corrupción que alguien pagara a una estación televisiva para que difundiera sus opiniones en los noticiarios. Pero toda clase de "movimientos" consiguen tiempo gratis para sus mensajes proveyendo a los programas de noticias de manifestaciones callejeras extravagantes o de escenas de franca violencia.
Los reporteros de televisión suelen mostrarse ansiosos de enterarse de la ideología política de quienes los mantienen provistós de pintorescas videograbaciones. De este modo, los noticiarios se convierten en un megáfono para quienes desean cometer locuras o actos de violencia. Los debates racionales sobre diferencias políticas por parte de ciudadanos respetuosos de la ley se dejan de lado en favor de los grupos más extremistas y estruendosos.
—Thomas Sowell, Scripp Howard News Service
HE AQUÍ una lista de los verdaderos siete pecados capitales:
Riqueza sin trabajo, placer sin conciencia, conocimientos sin carácter, negocios sin moral, ciencia sin amor a la humanidad, religiosidad sin sacrificio y política sin principios.
—Mohandas Gandhi
SI UNO se pone de pie y lo toman en cuenta, puede ser derribado de un puñetazo. Pero recuerde esto: un hombre derribado por su contrincante puede volver a levantarse. Un hombre derribado por el conformismo jamás vuelve a alzar la cabeza.
—Thomas Watson, hijo, en un discurso
LA INTIMIDAD es un refugio donde nuestros puntos vulnerables no nos humillan, donde las relaciones sexuales son siempre cálidas y entrañables, y donde todas nuestras observaciones graciosas se entienden. Es conocer tan bien a alguien que ya no se sabe dónde comienza el otro y termina uno; como en la tira cómica en que una viejecita pregunta a su esposo: "¿A quién de los dos no le gusta el brócoli?" Es una mirada que se encuentra con la nuestra desde el lado opuesto de la habitación; es ponerse apodos cariñosos y hacer planes; es una taza de té que le llevan a uno a la cama. Es un abrazo cuando lo necesitamos, y también cuando no lo necesitamos; es saber que tenemos una cita el sábado por la noche.
—Merle Shain, en Courage My Love
¿QUÉ HABRÍA YO HECHO en forma diferente cuando tenía 20 y 30 años, de haber sabido entonces lo que sé ahora? Entre otras cosas, habría reído más; habría visto más películas del Gordo y el Flaco. Y me habría afligido menos. Habría entendido antes que no todas las pérdidas son definitivas, y que algunas de las cosas que perdí no valía la pena conservarlas.
Habría dedicado más tiempo a observar el cambio de las estaciones. ("¿Puedes creerlo?", me preguntó una amiga mía, ya mayor, un día de primavera. "¿Puedes creer que aunque viviera yo 100 años, vería todo esto sólo 100 veces?")
Y habría sido más audaz. Es decir, emocionalmente audaz, en el sentido de la observación de Eudora Welty de que "toda audacia seria empieza en nuestro interior".
Habría comprendido antes cuán satisfactorios pueden ser los actos ordinarios de la vida cotidiana: una taza de excelente café por la mañana; el hijo que grita "¡Buenas noches!" desde su habitación; el gato al que se sorprende dormitando en un triángulo formado por la luz del sol.
—Alice Steinbach, en el Sun de Baltimore
Concédeme, Señor, que no busque yo tanto ser consolado, como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar. Porque cuando damos, recibimos.
—San Francisco de Asís
UN LIBRO hay que elegirlo como un amor, personalmente. Ir descubriendo lentamente qué autores lo alimentan a uno, con cuáles se enriquece. Por eso, toda biblioteca auténtica tiene que ser como un autorretrato de su dueño.
J.L. Martín Descalzo, en Blanco y Negro (España)