PROTEGER LA VIDA DEL SUELO
Publicado en
octubre 27, 2017
Los acolchados orgánicos potencian la fertilidad de la tierra y facilitan la tarea.
Por Mariano Bueno.
El acolchado del suelo con materiales vegetales como la paja, restos de cosechas o triturado de ramas de poda y, en casos concretos, con roca volcánica o piedras, protege la tierra de la radiación solar y evita la rápida evaporación del agua, lo que supone un gran ahorro de riegos. De hecho, una de las principales ventajas de los acolchados al evitar la deshidratación es que permite mantener de forma regular la presencia de agua en el suelo, y esa humedad es muy necesaria para la vida de la tierra, ya que fomenta la actividad de las lombrices y de todos los microorganismos, bacterias y micorrizas que incrementan la fertilidad de la tierra y participan en la nutrición de las plantas cultivadas.
Los acolchados y las técnicas de protección de la tierra estimulan y propician el buen desarrollo de las plantas, sobre todo porque a la sombra del acolchado de paja u otros materiales orgánicos, y gracias a la presencia de aire y humedad regulares, se desarrollan millones de bacterias nitrificadoras que absorben el nitrógeno atmosférico y, a su muerte, lo liberan, aportando de forma gratuita una gran cantidad de nutrientes a las plantas que crecen en esa tierra protegida de la radiación ultravioleta solar. En una tierra que se encuentre cubierta de forma permanente con paja se incorporan al año unos 80 kilogramos de nitrógeno atmosférico por cada hectárea.
Muchos horticultores recurren a los acolchados orgánicos, sobre todo porque ahorran trabajos y labores de desherbado, pues en la oscuridad, bajo la paja, no germinan las hierbas competidoras y hay que controlar de tanto en tanto algunas hierbas invasoras como la grama, la corregüela o la juncia.
TIPOS DE ACOLCHADOS
Capa de cereales: una capa de 4 a 8 cm. permanece inalterada sobre la tierra más de un año. Sólo tiene el inconveniente de que hay que evitar las pajas que vienen con granos del cereal porque germinan muchas matas y nos obligan a desherbarlas.
De siegas de hierba y césped: pueden funcionar bien si vamos reponiéndolos con siegas mensualmente o cada 15 días, ya que dicha materia orgánica es pobre en carbono y celulosa y se degrada con suma rapidez. No hay que colocar capas espesas de césped recién cortado porque se apelmaza y se pudre, creando capas impermeables que ahogan la tierra.
Triturado de ramas y restos de poda: los triturados de rama son muy leñosos y ricos en celulosa y carbono. Su degradación es muy lenta (dos o tres años) por lo que, si echamos capas regulares –sobre todo alrededor de los árboles–, nos despreocupamos de las hierbas y del abonado, pues al cabo de los años se convertirá en la única fuente de nutrición y no requerirá aportes de estiércol, compost, etc.
Acolchado de piedras: en las zonas muy áridas y ventosas, cubrir con piedras el suelo alrededor de árboles y plantas, protege la tierra del sol, retiene la humedad nocturna, evita la evaporación del agua de lluvia y proporciona sombra a los microorganismos del suelo.
Acolchado verde: si junto a los cultivos sembramos leguminosas como el trébol blanco, protegemos el suelo de la radiación y damos un aporte adicional de nutrientes por el nitrógeno atmosférico absorbido por las bacterias simbióticas presentes en sus raíces y sin competir con los cultivos.
RESTOS DE COSECHAS Y TRITURADO DE PODAS
Aunque la paja da los mejores resultados como acolchado orgánico, en huertos y jardines medianos, podemos recurrir al uso de restos de cosechas y al triturado de las podas de árboles frutales, arbustos y setos. En tiendas especializadas se puede encontrar una gran variedad de trituradoras de ramas y restos orgánicos, de mayor o menor potencia. Elegiremos la que nos resulte más adecuada, en función de las dimensiones del huerto o jardín y del grosor de los materiales que debamos triturar.
Los materiales más leñosos, ricos en celulosa y ligninas de lenta degradación, los destinaremos al acolchado de los árboles y los setos. EI triturado más fino y con alto contenido en hojas verdes, podemos emplearlo perfectamente como acolchado de los cultivos hortícolas.
Fuente: REVISTA INTEGRAL - JULIO 2008