SÍ, LA MENOPAUSIA MASCULINA EXISTE
Publicado en
abril 28, 2017
A. cierta edad, muchas carreras naufragan, otros tantos amoríos florecen y numerosos matrimonios terminan...
Por el Dr. William Nolen.
POCO ANTES de cumplir 51 años comencé a padecer insomnio. La preocupación respecto del dinero, mi salud y miles de cosas más me impedía conciliar el sueño. Al poco tiempo perdí interés por el tenis y frontenis que practicaba con regularidad. Lo único que quería era quedarme echado en cualquier parte. No podía leer mucho porque me costaba trabajo concentrarme.
Continué trabajando; soy cirujano. Pero mi entusiasmo por ejercer la profesión no era el mismo.
¿Qué me pasaba? ¿Había contraído algún virus extraño o sufría algún trastorno del metabolismo? ¿Eran los primeros signos de un tumor en el cerebro? No. Nada de eso. Lo que padecía, según me informó el internista cuando al fin decidí consultarlo, era el climaterio o "menopausia" masculina.
Literalmente "menopausia" masculina es un disparate, pues el hombre no tiene ciclos menstruales ni tampoco pierde la capacidad reproductiva entre los 40 y 50 años, como le ocurre a la mujer. Por eso muchos médicos usan la palabra climaterio (que significa período de cambio radical) para referirse a la serie de reacciones síquicas que aquejan al varón a cierta edad.
Habiéndome revelado el médico su diagnóstico comencé a investigar por mi cuenta. En un importante estudio dirigido por Daniel Levinson, sicólogo de la Universidad de Yale, me enteré de que la "crisis de la edad madura" es una etapa bien definida en el desarrollo por la cual atraviesan todos los hombres. La mayoría sufre este período de cambio alrededor de los 40, pero otros hasta pasados los 50. Para algunos es una transición suave; pero en general es época de duda sobre el trabajo, la familia y los objetivos.
Mientras investigaba, me encontré con dos conocidos que justamente pasaban por esa crisis.
Charlie tiene 48 años y dirige una empresa de seguros. A principios de 1981 comenzó a preocuparse por su salud. Como su padre sufrió un síncope a los 53 años, él está seguro de que también tiene problemas cardiacos. "En la noche, al acostarme, siento que el corazón se me va a salir", me comentó. "Mi médico dice que no tengo nada, no le creo".
Charlie comenzó a beber dos o tres tragos casi todas las noches. "Como una ayuda para dormir", explicó. También empezó a abrigar la idea de retirarse del ramo de los seguros. "Llevo 25 años en lo mismo y quiero hacer algo diferente".
Por su parte, Ted, de 53 años, ha tenido gran éxito como médico internista. A los 49 cayó en el bache. "Ganaba mucho dinero", me contó, "pero estaba hastiado y de pronto detesté acudir al consultorio".
"Mi vida familiar comenzó también a deteriorarse. Nuestro hijo menor cursaba ya la universidad, y Marie y yo estábamos libres. Pero me di cuenta de que mi interés sexual era casi nulo, y cuando me obligaba a ejercer el acto sexual, solía ser impotente, problema que nunca antes había tenido. Comencé a cortejar a una joven enfermera del hospital, y de pronto me vi atrapado en un amorío. Incluso surgió en mí el pensamiento de abandonar a Marie".
Los síntomas que presentaban estos individuos son algunos de los del climaterio masculino; pero hay otros más, como el insomnio y/o fatiga crónica, disminución de la libido, ansiedad, hipocondría, falta de apetito, aumento del consumo de tabaco o alcohol, elevación de la tensión arterial, migraña.
¿Cuál es la causa del climaterio masculino? ¿Por qué se truncan muchas carreras, florecen nuevos amoríos y numerosos matrimonios acaban? ¿Es una reacción puramente síquica frente a la angustia de envejecer y a la cercanía de la muerte? Así piensan muchos médicos. Sin embargo, en los últimos años se ha descubierto más sobre los procesos químicos del cerebro, y se cree que muchos males de antaño, catalogados de síquicos, pueden ser causados por anomalías químicas.
¿Podría el climaterio masculino ser consecuencia de trastornos hormonales? No se sabe a ciencia cierta. Sabemos que la testosterona, principal hormona sexual masculina, no disminuye tanto en la edad madura como las hormonas sexuales femeninas durante el mismo período. También se sabe que el aumentar dos o tres veces la concentración de testosterona en la sangre no incrementa el deseo ni la capacidad sexual. Pero, al avanzar la edad, hay una disminución considerable de la testosterona libre en la sangre, es decir, de la que no está unida a proteínas y por ello es "activa".
De lo que hay certeza respecto al climaterio masculino, es que la crisis pasará, a pesar de no contar con un remedio rápido y notable. Los trastornos pueden durar de meses a varios años, y luego desaparecen tan repentinamente como empezaron. A menudo resulta consolador entender esta información y por ello debe ser dada a conocer a todo hombre. En seguida hago un recuento de otras indicaciones que suelo dar a mis pacientes:
• Acostúmbrese a hacer ejercicio vigoroso y con regularidad, de preferencia todos los días o por lo menos tres veces por semana. Esto le proporcionará una sensación de bienestar general y le ayudará a contrarrestar el insomnio.
• Siga trabajando de manera regular. Unas vacaciones pueden ser útiles, quizá las disfrute más cuando haya superado la etapa de crisis.
• No se apresure para realizar cambios drásticos en su modo de vida. Es comprensible que quiera variar su carrera u ocupación, pero le será difícil y costoso. La mejor conducta para el hombre maduro en crisis estriba en cambiar, pero sin destruir las bases de su vida.
• Sea muy precavido con el alcohol y las mujeres.
• Una mujer a quien no se conoce puede resultar atractiva, como una posible fuente de rejuvenecimiento. Puede que su esposa no sea suficientemente atractiva y joven, y usted esté convencido de que la solución a sus problemas consiste en dejarla por otra. Pero hacer un cambio de esta índole en pleno climaterio puede, en el mejor de los casos, ser peligroso. Implica el riesgo de que los beneficios —acaso la recuperación del deseo y la potencia sexual— sean tan transitorios e ilusorios como los que otorga el alcohol.
• Si sus problemas son graves, busque ayuda. La mayoría de los hombres superan este período de prueba sin mayores consecuencias. Pero todo aquel que llegue a pensar en el suicidio, así sea ocasionalmente, debe consultar de inmediato, a su médico; lo mismo reza para quien sienta que el insomnio, la impotencia, la apatía u otros síntomas le imponen una carga difícil de sobrellevar por sí solo.
RETROSPECTIVAMENTE, me doy cuenta de que muchos de los varones que alguna vez traté sufrían las congojas del climaterio masculino. Nunca hice tal diagnóstico porque desconocía la existencia de tal padecimiento hasta que me afectó a mí. Incluso en la actualidad, casi todos los textos de medicina ignoran esta crisis y hay muchos galenos —la mayoría menores de 55 años— que niegan su existencia.
Pero puedo jurar que existe, y que cualquier hombre que atraviese el climaterio requiere de toda la ayuda que pueda recibir.
© 1980 POR EL DR. WILLIAM A. NOLEN. CONDENSADO DE "MCCALL 'S" (JUNIO DE 1980). DE NUEVA YORK (NUEVA YORK)