Publicado en
abril 27, 2017
La cromoterapia es a la vez una técnica curativa antigua y moderna que nos enseña a beneficiamos de las fascinantes propiedades de los colores.
Por Natalia de la Torre.
Todo lo que nos rodea produce algún efecto sobre la salud. Los alimentos que comemos, el aire que respiramos o los colores que vemos tienen influencia sobre el funcionamiento del organismo y pueden ser utilizados con fines curativos. Los colores, como herramientas terapéuticas, poseen la enorme ventaja de que podemos emplearlos en la vida cotidiana para favorecer el bienestar o recuperar la salud. Y podemos hacerlo con la garantía de que su eficacia está demostrada por la ciencia y por la experiencia de sanadores de distintas culturas a lo largo de milenios.
La artista Jane Duncan recibió un encargo del Hospital Chelsea y Westminster, en Londres. Le pidieron que creara un ambiente adecuado en torno a la piscina donde los pacientes recibían tratamientos de hidroterapia. Pintó un enorme mural abstracto, dominado por brillantes rojos, azules y naranjas. Su intención era que los enfermos estuvieran más motivados para realizar los ejercicios y que, al mismo tiempo, se sintieran de buen humor.
Investigadores de la Universidad de Leeds, que participaban en el proyecto, confirmaron que los colores y tonos elegidos fueron adecuados y eficaces. Los pacientes se sintieron mejor y obtuvieron más beneficios de la terapia física. Antes, los científicos británicos habían determinado el efecto de cada color sobre el estado de ánimo mediante tests y complejos modelos matemáticos informáticos con los que habían analizado las respuestas emocionales de personas residentes en países como Reino Unido, Japón, China y Tailandia para descartar los condicionantes culturales.
EL MISTERIO ETERNO DEL COLOR
El estudio parece anecdótico, pero se acerca a uno de los límites de la ciencia. Las mentes más grandes de todos los tiempos, desde Pitágoras a Goethe pasando por Newton y muchas otras del mismo calibre, se han sentido atraídas por la naturaleza misteriosa del color. Hoy sabemos que no existe ahí fuera, sino que es el resultado de la interacción entre la materia, la luz y nuestros órganos de percepción. Técnicamente, llamamos color a aquella parte de la radición electromagnética que resulta visible por el ojo humano y que se sitúa entre los 380 y los 780 nanómetros de longitud de onda.
¿Cuál es el mecanismo por el que actúa sobre el cuerpo? Para Samina Yousuf Azeemi Mohsin Raza, profesores del departamento de Física de la Universidad de Balochistan, en Quetta (Pakistán) y autores de un artículo publicado en la revista Evidence-based Complementary and Alternative Medicine, "la clave para entender el efecto terapéutico del color reside en la comprensión de los campos energéticos que entran en complejas relaciones con la física y la química del entorno celular".
Según la teoría cromoterapéutica, la luz y los colores activan diferentes procesos bioquímicos en el cuerpo humano. Es más, cada color actúa sobre un órgano y parte del cuerpo porque armoniza con su frecuencia vibratoria peculiar. Así se expresan los terapeutas modernos del color, pero la práctica es tan antigua como la humanidad. Se sabe que egipcios, griegos, chinos e indios utilizaban los colores. Los primeros atribuían al dios Thot el arte de la curación a través de los colores y los utilizaban mediante piedras, cristales, ungüentos y tintes. También lo hicieron los griegos. El persa Ibn Sina –Avicena para nosotros– amplió en el siglo X el conocimiento médico sobre el uso de los colores: el rojo servía para mejorar la circulación, el azul y el blanco enfriaban la sangre y e! amarillo reducía la inflamación y el dolor.
RENACIMIENTO EN EL SIGLO XIX
En Europa, a finales del siglo XIX, varios médicos se hicieron célebres por sus experimentos con los colores. En torno a 1876, el británico Augustus Pleasanton investigó el efecto positivo del azul sobre plantas, animales y seres humanos. Por la misma época, Edwin Babbitt elaboró una teoría de la cromoterapia según la cual "los órganos vitales están conectados con la piel a través de los vasos sanguíneos y los rayos de color pueden actuar sobre la circulación y eliminación de toxinas". Edwin Babbitt fabricó cabinas de cristales coloreados e instrumentos para proyectar luz en la zona del cuerpo deseada. También recuperó la idea de beber agua potenciada por los rayos de sol al pasar por recipientes de cristal tintado.
Ni Pleasanton ni Babbitt ofrecieron una explicación científica satisfactoria de sus experiencias. En la segunda década del siglo XX, lo intentó Dinshah Ghadiali, cuya Spectro-Chrome Encyclopedia es una referencia esencial de la cromoterapia moderna. Fue el primero en referirse a la frecuencia vibratoria de los colores como agente terapéutico específico y estableció los órganos y partes del cuerpo que respondían a cada color.
Fue también el primero en referirse a las "lineas de Fraunhofer" como prueba de la relación entre los colores y los procesos químicos. Estas líneas oscuras, presentes en el espectro luminoso, son utilizadas por los cromatógrafos de los laboratorios para determinar la composición de sustancias y materiales, pues cada elemento químico las produce con un patrón único. Por la misma época. el fundador de la antroposofía, Rudolph Steiner, vinculó el color con las formas y los sonidos y sugirió que determinadas combinaciones de estos elementos podía tener efectos beneficiosos o perjudiciales sobre los organismos. En virtud de sus teorías. en las escuelas Waldorf, inspiradas en su pedagogía, se da gran importancia al efecto de los colores tanto en la creación de espacios para los niños como en su expresión artística.
EL TEST DE LÜSCHER
Max. Lüscher, profesor de psicología en la Universidad de Basilea durante la década de 1960, escribió una tesis doctoral titulada "El color como ayuda en el diagnóstico psicológico", donde sostuvo que las preferencias personales en un momento dado revelan el estado de equilibrio o desequilibrio mental y físico. Según Lüscher, la explicación de este fenómeno es que el ser humano tiene grabado en su organismo las sucesiones de días y noches, es decir, de actividad intensa y descanso, y de luz predominantemente amarilla (día) o azul oscuro (noche). Estos colores están relacionados con los ritmos de secreción de las diferentes hormonas que gobiernan procesos fisiológicos fundamentales.
A partir de su teoría del color, inventó una prueba diagnóstica, el "test de Lüscher", donde las elecciones del paciente muestran su estado emocional y psicosomático, y en concreto cómo se siente consigo mismo. Para Lüscher, cada color está relacionado con una categoría psicológica fundamental. El azul está vinculado a la satisfacción y las reacciones ante él expresan cómo nos sentimos con los seres queridos. El verde refleja el autorrespeto y tiene que ver con el autocontrol y la capacidad de disfrutar. El rojo revela la autoconlianza y nuestra manera de afrontar los cambios. El amarillo indica el desarrollo personal, la capacidad de hacer planes y la aptitud para las nuevas relaciones.
EFECTOS HORMONALES
La teoría científica actual de la cromoterapia se basa en la acción de la luz sobre la glándula pineal, donde estimula o inhibe la secreción de determinadas hormonas y neurotransmisores. Este mecanismo explica los efectos demostrados sobre la presión arterial, las frecuencias cardiaca y respiratoria y la actividad eléctrica del cerebro. Da cuenta también de la distinción que hacemos comúnmente entre colores calientes y fríos. Los colores cálidos son estimulantes y ayudan, por ejemplo, a las personas con depresiones reactivas. En cambio, los colores fríos son relajantes y pueden utilizarse para tratar la ansiedad o la hipertensión.
El tratamiento más extendido es el que se realiza con luz blanca y brillante contra el trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión con mayor incidencia en los países nórdicos. donde la dosis de claridad se reduce durante el invierno. El mismo tipo de luz es empleado ante la anorexia y la bulimia nerviosas, el insomnio. el jetlag y las drogodependencias.
Otro tratamiento común es el de la ictericia neonatal con luz azul. En este caso, la eficacia se basa en la capacidad de la luz para descomponer la bilirrubina, un producto metabólico que tiñe la piel de color amarillo y que en dosis excesivas puede dañar el cerebro. Todos los hospitales cuentan actualmente con una cuna de luz para resolver un problema que hace unos años se trataba con invasivas y arriesgadas transfusiones de sangre.
ENTRENAMIENTO CON LUZ ROJA
Al otro lado del espectro luminoso, la luz roja se ha mostrado eficaz en el tratamiento del estreñimiento o la cicatrización de heridas. Los atletas de élite la utilizan para mejorar su rendimiento: incrementa un seis por ciento la actividad eléctrica muscular. Esta propiedad de la luz roja está siendo investigada por la NASA porque puede ser útil para mantener en forma la masa muscular de los astronautas.
La luz rosada, en cambio, posee un efecto calmante rápido que se ha empleado experimentalmente para apaciguar el comportamiento agresivo entre prisioneros. Por contra, el amarillo induce en determinados contextos a la violencia, aunque también es un estimulante intelectual que ayuda sobre todo en el trabajo creativo.
LA POSIBILIDAD DEL AURA
Existen teorías de la cromoterapia que van más allá de lo que la mayoría de científicos actuales están dispuestos a admitir. Azeemi y Hassan sostienen que los colores actúan posiblemente sobre el campo electromagnético que rodea el cuerpo y del cual depende la salud y la enfermedad en el organismo físico. Esta hipótesis es coherente con los conocimientos de la medicina tradicional de la India o de China, que hacen corresponder a cada órgano y sistema energético corporal con un color. En China, por ejemplo, colocaban a las personas epilépticas sobre alfombras de color violeta y cubrían las ventanas de la habitación con telas del mismo color para aliviar sus dolencias.
Investigadores rusos e indios que trabajan sobre las propiedades más sutiles de los colores aseguran que las alteraciones cromáticas en el aura aparecen de seis a ocho meses antes de que lo hagan en el cuerpo. Por eso, explican, la cromoterapia actúa sobre los desequilibrios que están en el origen de los síntomas y posee una enorme utilidad preventiva. Igor Grakov, de la Univesidad de Krasnoyarsk (Rusia), ha desarrollado un "escáner virtual" que permite detectar y tratar enfermedades incipientes o ya en pleno desarrollo. Consiste en un test de 10 a 15 minutos que se realiza ante la pantalla de un ordenador y cuyos resultados ofrecen información sobre el funcionamiento de treinta órganos corporales. Se basa en que los errores en el reconocimiento de los colores revelan desequilibrios fisiológicos que pueden ser corregidos mediante la administración de secuencias de diferentes tonos con un ritmo determinado, que se corresponde con la actividad eléctrica cerebral durante el sueño nocturno. Como es sabido, por la noche tienen lugar múltiples procesos autorregeneradores.
Los conocimientos sobre los efectos de los colores no son únicamente interesantes por su aplicación terapéutica. En las sociedades modernas, pasamos cada vez menos tiempo bajo la luz del sol, el azul del cielo y el verde de la naturaleza, y más en espacios decorados e iluminados artificialmente. Estas circunstancias debieran llevarnos a pensar en el impacto que pueden producir los colores en la vida cotidiana. Harold Wohlfarth, presidente de la Academia Alemana de la Ciencia del Color y profesor en la Universidad de Alberta (Canadá), ha llamado la atención sobre los efectos que la luz y los colores pueden tener, por ejemplo, en los niños. En un estudio realizado en una escuela de menores comprobó que al cambiar el color de las paredes y alfombras de naranja a azul y gris, e instalar fluorescentes de espectro completo (luz solar), los niños mejoraron sensiblemente su comportamiento y su capacidad de concentración.
DISEÑO DEL ENTORNO SANO
Los conocimientos sobre los efectos de los colores no son únicamente interesantes por su aplicación terapéutica. También debieran tenerse en cuenta para favorecer el bienestar en las situaciones cotidianas. En las sociedades modernas, pasamos cada vez menos tiempo en los entornos para los que estamos biológicamente adaptados, es decir, bajo la luz del sol, el azul del cielo y el verde de la naturaleza. En cambio, permanecemos la mayor parte del día en espacios decorados e iluminados artificialmente y donde no se han tenido en cuenta los efectos de los colores. Harold Wohlfarth, presidente de la Academia Alemana de la Ciencia del Color y profesor en la Universidad de Alberta (Canadá), ha llamado la atención sobre los efectos que la luz y los colores elegidos sin criterio pueden tener, por ejemplo, en los niños. En un estudio realizado en una escuela de menores, comprobó que al cambiar el color de las paredes y alfombras de naranja a azul y gris, e instalar fluorescente de espectro completo (luz solar), los niños mejoraron sensiblemente su comportamiento y también su capacidad de concentración.
Mientras la corriente médica principal utiliza una mínima parte de las posibilidades de la cromoterapia y la mayoría de las personas sólo consideran los colores desde el punto de vista estético, las grandes empresas ya están explotando su potencial. Multinacionales como la transgénica Monsanto, la automovilística General Motors o la petroquímica DuPont han recurrido al mayor experto mundial en psicología del color, Faber Birren, para que los consumidores sientan atracción por sus productos. El color es seguramente el aspecto más decisivo de la publicidad subliminal.
PARA CAMBIAR EL MUNDO
Sin embargo, Birren, que falleció en 1988 a los 88 años, después de cinco décadas investigando el color, creía que sus conocimientos serían mucho más beneficiosos para la sociedad si fueran utilizados con fines terapéuticos y a favor del bienestar general. "Los médicos todavía creen más en las inyecciones y las pastillas que en instrumentos como los colores", dijo. Estaba convencido, por ejemplo, de la utilidad de los colores para tratar las enfermedades mentales.
Elegir los colores que vestimos, los de las paredes, suelos y techos, los muebles o la pantalla del ordenador son sólo algunas materializaciones de la cromoterapia que están al alcance de todos, enfermos y sanos. No es exagerado afirmar que a través de una elección consciente del color podemos mejorar sustancialmente el mundo en que vivimos.
LOS COLORES Y SUS MUCHOS PODERES
ROJO. Es un color muy vital. Aumenta fa frecuencia cardiaca y la respiratoria, la tensión arterial y la de las fibras musculares. Potencia la voluntad, la sexualidad y la agresividad. Se emplea contra la anemia, la falta de energía y la impotencia. También ayuda a centrarse.
NARANJA. Estimula la glándula tiroides y, por tanto, el metabolismo. Hace sentirse alegre y en estado de alerta. Se utiliza para tratar la depresión y los problemas que afectan los pulmones y los riñones. Promueve la sensación de bienestar general.
AMARILLO. Estimula las habilidades intelectuales y físicas. Está indicado en estados de melancolía o falta de creatividad. Favorece el aprendizaje y la intuición. En el aspecto físico, ayuda en los procesos digestivos y puede usarse en el tratamiento de la artrosis.
VERDE. Es el color predominante en la naturaleza. Equilibra la energía física, calma la mente y estabiliza las emociones. Reduce la tensión arterial y produce una sensación de acogimiento. Se recomienda para recuperarse del cansancio y el estrés. Está indicado ante dolores de cabeza, úlceras y afecciones del corazón.
ÍNDIGO. Robustece el sistema inmunitario y posee efecto desintoxicante. En combinación con otras técnicas, inhibe la señal del dolor. Se emplea en visualizaciones para alcanzar estados elevados de conciencia. No es indicado para aquellas personas que tienden a aislarse.
VIOLETA. Se utiliza ante infecciones, dolor debido a la artrosis y deficiencias nutritivas. En el aspecto psiquico, refuerza la autoestima y enseña a mostrarse digno. Ayuda a controlar la irritación y también el hambre. Se emplea en todo tipo de alteraciones mentales.
BLANCO. Es el color que contiene todos los demás, por tanto afecta todos los sistemas corporales. En dosis adecuadas, fortalece, purifica y equilibra. Se emplea contra las infecciones y el dolor. Pero hay que tener en cuenta que, utilizado en exceso (terapéuticamente o para decorar todas las paredes de la casa, por ejemplo), puede producir desde letargia e inhibiciones a irritabilidad.
NEGRO. Aun estando relacionado directamente con la muerte en muchas culturas, es protector, sobre todo para las personas sensibles. Promueve la empatía y la seguridad en uno mismo. A menudo se emplea en combinación con el blanco para potenciar las cualidades de ambos, Sin embargo, demasiado negro resulta abrumador.
ROSA. Resulta muy eficaz en el tratamiento de las afecciones de la piel, las inflamaciones en general y las alteraciones del sistema inmunitario, como las alergias. Es un calmante físico, mental y emocional, Puede utilizarse para tratar el miedo y despertar la compasión y el amor. Sin embargo, en exceso puede causar abatimiento o irritabilidad.
AZUL. Estimula la voluntad y la comunicación. Es muy calmante —sobre todo a nivel emocional— y el más eficaz para tratar el insomnio. Se emplea en casos de asma, estrés, migraña e hipertensión. Tiene un completo efecto antiinflamatorio, útil en caso de artrosis y otras enfermedades dolorosas. Resulta muy recomendable para las enfermedades infantiles.
MAGENTA. Este color está conectado a las glándulas adrenales, el corazón y el sistema reproductivo. Tiene propiedades diuréticas y, a nivel psíquico, es un estabilizador emocional. Favorece los cambios hacia una mayor coherencia y sensibilidad espiritual. Elimina las actitudes desfasadas y las obsesiones.
TURQUESA. Combina los efectos del verde y el azul. Resulta calmante y purificador. Se emplea en las enfermedades que cursan con inflamación y para favorecer el sistema inmunitario. Ayuda en la curación de las heridas y las quemaduras, así como en enfermedades dermatológicas, respiratorias y metabólicas.
PÚRPURA. La principal propiedad de la mezcla de rojo y azul es sin duda la desintoxicante. A este color se le atribuyen también capacidades analgésicas —contra el dolor de cabeza—, por ejemplo, antipiréticas —hace bajar la fiebre— y somníferas —ayuda a conciliar el sueño—. En el aspecto psíquico, el color púrpura ofrece autoridad, prestigio (es el color de la realeza) y también distancia.
¿CÓMO ES UNA SESIÓN DE CROMOTERAPIA?
Cada terapeuta tiene su propio método, basado en su experiencia y conocimientos personales, pero en general comenzará identificando los colores que se adaptan a los sintomas y a la personalidad del paciente. Para ello puede realizar preguntas, varios tipos de tests o pruebas musculares kinesiológicas.
• Un tratamiento tipico puede incluir baños de luz en una habitación oscura desde fuentes de iluminación controladas por ordenador y que administran diferentes colores con un tiempo, intensidad y ritmo precisos. Suelen combinarse el blanco, con un color elegido en función del paciente y su complementario.
• Puede utilizar punteros de luz, a los que se pueden adaptar diferentes filtros de color, para aplicar la frecuencia vibratoria de los colores a través de los puntos de acupuntura.
• Otros vehículos de color son los cristales y las piedras semipreciosas, las velas, las telas y el agua solarizada.
• El terapeuta puede aconsejar sobre el uso de los colores al vestirse, los tonos de luz más apropiados para el salón o el dormitorio o en el entorno de trabajo. También puede enseñar a realizar ejercicios de relajación y visualizaciones.
CAMBIAR LA VIDA CON COLOR
LUZ COLOREADA. Los cromoterapeutas disponen de pantallas, proyectores y filtros para aplicar la luz a todo el cuerpo o en puntos concretos. Incluso se pueden aplicar haces de luz sobre los puntos de acupuntura.
AGUA SOLARIZADA. Otra forma de tratamiento es beber agua que ha sido solarizada, es decir, expuesta a la luz directa del sol durante un tiempo determinado y en un recipiente de cristal del color deseado. Para perder peso se emplea agua solarizada roja.
EL COLOR DE LOS ALIMENTOS. Para la medicina china, los colores de los alimentos informan de sus propiedades energéticas. Son, por tanto, otra vía para la administración de los diferentes tonos.
VISUALIZACION. Consiste en realizar meditaciones que incluyan la visualización de los colores indicados. Por ejemplo, la persona puede imaginar una lluvia de luz violeta que entra por su cabeza y se difunde por todo el cuerpo. La visualización puede incorporar ejercicios respiratorios.
HOGAR Y ROPA. El color de paredes, suelos, techos, muebles y fuentes de luz, asi como los de la propia ropa, tiene un efecto determinante y continuado.
PRINCIPALES INDICACIONES
Los trastornos más frecuentemente tratados por los cromoterapeutas son la ansiedad, los dolores de cabeza y müsculo esqueleticos, la infertilidad, los síntomas de la menopausia, la hiperactividad y la depresion.
• Algunos casos de migraña que no responden a otros tratamientos pueden resolverse aplicanclo al principio del ataque una roja intermitente mediante unas gafas especiales
• El insomnio y la ansiedad se tratan con luz azulada. Es especialmente eficaz en los niños y los bebés. También se pueden beneficar de este color las personas que sufren hipertensión, contracturas musculares o tics nerviosos.
• Los problemas de aprendizaje como la dislexia pueden ser tratados con gafas tintadas. La psicologa Helen Irlen —que ha dado nombre al "método Irlen"— descubrió por casualidad que las dificultades en la lectura disminuían cuando se cubrían las páginas con un filtro de color rojo.
• Los trastornos dermatológicos suelen responder muy bien a la luz azul. Ésta es utilizada en muchos salones de belleza.
Fuente: REVISTA INTEGRAL - FEBRERO 2009