TILO, LA ESTACIÓN DEL AMOR
Publicado en
febrero 07, 2017
Si buscas la aventura, ponte una buena armadura, sigue por la izquierda los imponentes peñascos y te ordeno, campeón, que aguardes allá donde crece un tilo que sale de una roca. Lo Verás sin dificultad. Extiende sus verdes ramas por todo el prado que le rodea; quinientos caballeros armados pueden esconderse allí. Te aconsejo que aguardes tras el tilo y pronto encontrarás la maravillosa aventura que allí tendrá lugar
El Libro de les héroes, Heldenbuch.
Por Ignacio Abella.
Cuenta Ovidio en su Metamorfosis que Júpiter y Mercurio, durante un viaje por la región de Frigia, pidieron hospitalidad a sus habitantes, y en todas partes les fue denegada. Tan sólo en la humilde casa de Filemón y Baucis, una pareja de ancianos, fueron acogidos y agasajados con los pocos medios que les permitía su pobreza. Después de este episodio, Júpiter castigó la mezquindad de los frigios inundando todo el país, a excepción de la cabaña de los ancianos, que convirtió en un templo. Filemón y Baucis continuaron allí algún tiempo como guardianes, hasta que un día se cumplió su deseo de vivir siempre juntos, y en aquel mismo sitio, echaron raíces y hojas y se convirtieron en un roble y un tilo. En realidad, resulta difícil encontrar un mejor emblema de la hospitalidad, pero también del amor imperecedero, que el que representa la hoja de este árbol, con su inconfundible forma de corazón.
Desde tiempos inmemoriales, el tilo acoge a todos los que se amparan en su generosa sombra, ya sea en la montaña, en los prados, junto a las ermitas, en los patios o en las plazas y paseos. Quizás por eso, pero también por su imponente presencia, haya dado nombre a innumerables lugares por toda nuestra geografía. De hecho, está considerado como uno de los árboles más grandes y longevos del continente europeo, por lo que antes se decía de él que crece durante tres siglos, vive tres siglos y tarda tres siglos en morir.
En muchos pueblos, especialmente de las regiones germanas, el grandioso tilo presidía desde la plaza o junto a la iglesia, la vida social que transcurría a la sombra del venerable. En las noches de verano, presenciaba los idilios, las fiestas y los bailes que se celebraban a su alrededor. De ahí, uno de sus nombres populares en Alemania: "tanzbaum" (el árbol de la danza).
Durante el mes de junio, hasta las abejas bailaban en torno a las flores que al atardecer extienden su aroma delicioso e irresistible. El amor nacía literalmente al pie de estos árboles, y en Nierstein (Hesse), se creía que un tilo proveía de niños a toda la región. También se plantaba tradicionalmente para conmemorar los nacimientos y formaba parte de rituales de amor y fertilidad.
En países como Bélgica y Suiza, se consideraba un símbolo de libertad, ya que a sus pies tenían lugar las deliberaciones y juicios, y los perseguidos podían "acogerse a sagrado" refugiándose en los tilos y olmos.
Por toda la región cantábrica, los tilos se han plantado y podado al principio del verano para recoger la preciada tila, uno de los pocos recursos que permitían obtener algo de dinero en muchas aldeas de montaña. En Picos de Europa, se creía que si el hacha tocaba la "teya", dejaría de dar flores durante diez años, por eso se recogía a mano, arrancando pequeñas ramas. De ellas se escogía la flor y se dejaba la hoja para el ganado.
Se suele plantar en los parques y en grandes espacios, donde crea una atmósfera agradable y acogedora, aunque son los tilos silvestres que crecen en los desfiladeros y en los bosques de ribera los que verdaderamente muestran toda su majestuosidad y fuerza. Y es que ensanchándose en el aire y bombeando agua y oxígeno, este árbol sostiene cauces y taludes y crea suelos fecundos y mullidos con el diluvio otoñal de su hojarasca.
Sólo cuando el árbol cae podernos ver su altura.
Proverbio alsaciano
LA RELAJANTE TILA
La tila es un remedio muy eficaz, tanto en infusión como en forma de baños, en casos de insomnio, ansiedad y tensión nerviosa, pero también para aliviar gripes, resfriados o tos. Una tila es, por ejemplo, la fórmula magistral para prepararse ante un examen o ante una situación estresante. Para ello se usa la flor que se recoge a partir de junio y hasta finales de julio en la montaña.
La madera, muy ligera, blanca y fácil de trabajar, se ha usado para hacer todo tipo de utensilios y tallas. Hasta no hace mucho, gran parte de los recipientes de los pastores se fabricaban con este material, pues no se agrieta fácilmente ni tampoco absorbe los olores o sabores de los alimentos.
Fuente: REVISTA INTEGRAL - JUNIO 2009