LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
Publicado en
noviembre 15, 2016
HOTEL barato, según cierta definición irónica, es aquel en que el empleado de la recepción pregunta al pasajero si no tiene inconveniente en hacerse la cama. Si el pasajero dice que no tiene ninguno, el empleado le entrega un martillo y un serrucho.
—S.C.
EL RECAUDADOR de impuestos interrogaba a un reparador de televisores acerca de sus ingresos.
—Entonces ¿quiere que ponga todo lo que gané el año pasado, en blanco y negro? —preguntaba el interrogado.
—Sí, señor —asintió el recaudador—. Y lo que ganó en colores también.
—M H.
UN SEÑOR que acababa de consultar con un médico relataba el siguiente diálogo a un amigo suyo:
"Le dije al médico que al comer ciertas cosas me daba acedía."
"—Entonces evite usted esos alimentos —me advirtió."
"—Lo procuraré, doctor —le respondí—. ¿Cuánto le debo?"
"—Veinticinco dólares."
"—¡Magnífico! ¡Ahora sí que tengo acedía!"
—N.M.
SANDY era uno de los dirigentes de su iglesia escocesa. Pero el rojizo tono de su nariz, cada vez más acentuado, daba que pensar a los demás eclesiásticos, compañeros suyos. Así pues, se nombró una delegación para preguntarle la causa del progresivo enrojecimiento.
Sandy lo explicó de la siguiente manera:
—Resplandece de orgullo por no haberse metido nunca en asuntos ajenos.
—A.O.
UN CABALLERO entró en una florería en cuya puerta había este letrero: Dígalo con flores. Pidió una rosa.
—¿Sólo una? —preguntó asombrado el dependiente.
—Sí; soy hombre de pocas palabras.
—Domenica del Corriere, de Milán
DOS PORDIOSEROS, marido y mujer, pedían limosna a pocos metros el uno de la otra, en una calle de Nápoles, en Italia. Cuando un turista norteamericano le puso un dólar en la mano a la mujer, ésta le gritó a su esposo: "¡Salvatore! ¿Aceptamos dólares?"
—Tempo, de Italia