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noviembre 10, 2015
DE NO HABER tenido hijos, probablemente hubiera contado con más dinero y más cosas materiales. Quizá hubiera viajado mucho y dormido a placer, y me hubiera dado más gustos. Mi vida habría sido mucho más aburrida y previsible. Como resultado de mi maternidad, he reído más intensamente y he llorado con mayor frecuencia. Me he preocupado más y he corrido más. He dormido menos, pero de una u otra manera me he divertido más, he aprendido más y he madurado más. Mi corazón ha experimentado mayor dolor, y he amado a un grado que trasciende todo lo que hubiera podido imaginar. He dado mucho más de mí misma y le he encontrado mayor sentido a la vida.
—Marianne Neifert, en un discurso
NINGUNA de las funciones de un gobierno reviste mayor importancia que la de brindar protección a los ciudadanos. Si no nos sentirnos seguros en la calle, está en entredicho nuestra libertad. Los derechos que sustentan nuestro sistema de gobierno (el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad) sólo se hallan a salvo en comunidades que disfrutan de seguridad. Esta es la base del contrato social.
—William Weld, gobernador de Massachusetts, en ABA Journal
SIEMPRE HE CREÍDO que el momento en que uno se despierta en las mañanas es el más maravilloso de todo el día. Por fatigados que nos sintamos, tenemos siempre la certeza de que ese día puede ocurrir cualquier cosa. Poco importa que casi nunca ocurra. La posibilidad está allí.
—Monica Baldwin, en I Leap Over the Wall (Holt, Rinehart y Winston)
LAS PERSONAS obedecen la ley por una de dos razones: o aman a Dios o temen al castigo. Cuando ninguna de las dos está presente, se crea un ambiente de violencia, pobreza y anarquía.
—De un discurso de Jack Kemp
EL COMUNISMO estaba condenado desde el mismo día en que nació. Esta doctrina pregonaba que la economía lo determina todo, y —por uno de esos caprichos de la historia— fue la economía la que la mató. En la Unión Soviética se sostuvo durante 70 años porque echó mano de la represión y de la violencia (no olvidemos que causó la muerte de unos 60 millones de personas). En el extranjero, en cambio, logró prevalecer a base de demagogia y de mentiras. El comunismo fascinó a Occidente porque tenía visos de ser un florecimiento del humanismo. ¿Acaso no pensaban los intelectuales de los años veinte y treinta que había traído el paraíso a la Tierra?
—Alexandr Solyenitsin, en Le Figaro
LA VALENTÍA no se limita al campo de batalla. Las verdaderas pruebas de valor son mucho más profundas y calladas. Son las pruebas internas, como la de ser fieles cuando nadie nos mira, como la de soportar el dolor cuando la habitación se halla vacía, como la de quedarnos solos cuando nadie nos comprende.
—Charles Swindoll, en Growing Strong in the Seasons of Life (Zondervan)
EL TRABAJO intenso no provoca ataques cardiacos. Es más: hasta puede beneficiar a la salud. Sin embargo, la gente suele pensar: ¡Si pudiera reunir ese dinero!, o ¡Si pudiera ganarme un ascenso! ,o ¡Si pudiera obtener un reconocimiento! Esas aspiraciones son las que causan estrés, el cual a su vez puede acarrear enfermedades.
—Doctor Dean Ornish, citado por Bill Moyers en Healing and the Mind (Doubleday)
NO QUIERO ser de los que se quitan años. Si algún día me preguntan cuántos tengo, y tengo 30, eso diré; si tengo 45, eso mismo diré. ¿Qué año podría eliminar de mi vida? ¿El año en el que nació mi hijo o en el que nació mi hija? ¿El año en que me enamoré por primera vez? Quizá uno menos afortunado, como aquel en que pesqué una pulmonía. O alguno triste, en que haya perdido a un ser querido. Podría elegir un año intrascendente: aquel en que vi una estrella fugaz, o aquel otro en que la vida no me pareció fascinante. Pero no. Prefiero quedarme con todos: con los buenos, con los malos y con los del montón. Negar cualquiera de ellos equivaldría a negarme a mí misma, porque mi vida es la suma de todos esos años.
—Sheila Cabrera
LAS COSAS DE ESTE MUNDO son tanto más buenas cuanto más sencillas. Nos pierde la obsesión por aparentar que somos importantes, y retorcemos todo creyendo que con ello destacamos. Es lo contrario. Lo mediocre son los perifollos; lo estéril es lo enrevesado. Las personas son tanto menos felices cuanto más ponen la felicidad en cosas difíciles. En cambio, lo sencillo, el ver las cosas como son, el disfrutar de lo pequeño, el preferir ser amable a ser ilustre, el querer a los demás sin preguntarse mucho si lo merecen o no, todo eso es lo que va llenando nuestra alma de alegría.
—J.L. Martín Descalzo, en Blanco y Negro (España)
CUANTO MÁS DIFÍCIL la lucha, tanto más glorioso el triunfo. No tenemos en gran estima las cosas que llegan por la vía fácil; solamente lo que nos es muy caro cobra valor. Amo al hombre capaz de sonreír en la adversidad, de sacar fuerzas de flaqueza y de volverse valeroso gracias a la reflexión. Es propio de los espíritus pequeños el amilanarse; sin embargo, quienes están dotados de un corazón firme y cuya conciencia aprueba su conducta serán fieles a sus principios hasta la muerte.
—Thomas Paine