LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
Publicado en
septiembre 27, 2015
OÍDO AL PASAR:
—¿Han resultado ciertas todas las cosas que te dijo tu marido antes de que se casaran?
—No. Solamente una vez dijo la verdad.
—¿Cuándo?
—El día en que me dijo que no me merecía.
—Ron Dentinger, en el Chronicle (Dodgeville, Estados Unidos)
DOS CANDIDATOS a ocupar un cargo de gobierno se encontraron por casualidad en un restaurante. Uno le comentó al otro:
—Yo siempre les doy a las camareras una generosa propina y les pido que voten por mí.
—¿Ah, sí? —replicó el otro—. Yo siempre les doy cinco céntimos y les pido que voten por ti.
—Current Comedy
—USTED PADECE una enfermedad sumamente rara y contagiosa —informó el médico a su paciente—. Vamos a tener que ponerlo en cuarentena y alimentarlo exclusivamente de pizzas.
—¿Mi enfermedad se cura con pizzas?
—No, señor —contestó el médico—. Pero es el único alimento que podemos pasarle bajo la puerta.
—D. G.
DOS HOMBRES estaban sentados junto a la piscina en un campo nudista cuando vieron pasar a una hermosa joven. En su piel bronceada se delineaba un minúsculo traje de baño con una red de tiras cruzadas en la espalda.
—Apuesto a que se ve preciosa con ese traje de baño —dijo en tono de añoranza uno de ellos.
—Barbara Hadley, citada por Patricia McLaughlin en el Inquirer Magazine de Filadelfia
"EN ESTA ERA moderna", dice un comediante, "las mujeres tienen muchas opciones: Pueden tener un empleo o no tenerlo. Pueden casarse o quedarse solteras; casarse y tener hijos; casarse, tener hijos y un empleo; tener hijos y empleo sin estar casadas; tener hijos sin estar casadas y sin tener empleo; no estar casadas pero tener hijos que trabajan; trabajar y tener una empleada doméstica con hijos..."
"Los hombres, desgraciadamente, tenemos las mismas opciones de siempre: trabajar o ir a la cárcel".
—Don't Stand Too Clase to a Naked Man (Hyperion)
DOS JUECES de un tribunal de tránsito fueron detenidos por el mismo oficial en motocicleta cuando iban de camino a su trabajo. Ambos jueces acordaron juzgarse uno al otro.
El primero se declaró culpable, y el segundo lo multó con un dólar, más las costas del tribunal. Pero cuando este último se declaró culpable, el primero le impuso una multa de 50 dólares, más costas.
—¡Oiga! Yo solamente lo multé con un dólar —se quejó el segundo juez.
—Ya sé, ya sé —replicó el primero—, pero este problema se ha repetido mucho últimamente. ¡Este es el segundo caso de este tipo que tenemos el día de hoy!
—Fillers for Publications
CUANDO el dueño de una mina vio que el mecanismo que abría la caja de caudales de su oficina se había atascado, llamó a la prisión más cercana y preguntó si alguno de los internos podría resolverle el problema. Poco después se presentaron en su oficina un presidiario y un guardia. El presidiario hizo girar el disco, escuchó atentamente y, con la mayor tranquilidad, abrió la puerta de la caja de caudales.
—Se lo agradezco mucho —dijo el empresario—. ¿Cuánto le debo?
—Bueno —dijo el preso—, la última vez que abrí una caja de estas me llevé 25 millones de pesos.
—W.T.L.
UNA ANCIANA de 85 años sorprendió a su esposo metido en la cama con otra mujer. Se puso tan furiosa, que lo arrastró hasta el balcón de su apartamento y lo arrojó al vacío.
Cuando, tiempo después, la anciana compareció ante el tribunal, el juez le preguntó si tenía algo que alegar en su defensa.
—Sí, Su Señoría. Yo pensé que, si a los 92 años mi esposo podía hacer el amor, también podría volar.
—R.M.
UN RANCHERO le pidió consejo gratuito a un veterinario:
—Tengo un caballo que a veces camina bien y a veces cojea. ¿Qué me aconseja?
—La próxima vez que camine bien, véndalo.
—Al Schock, en Jokes For All Occasions
ENRÍQUEZ acababa de regresar a la oficina después de dos semanas de vacaciones, y le pidió a su jefe dos semanas más para casarse.
—¿Cómo? —exclamó el jefe—. No puedo concederle más días en este momento. ¿Por qué no se casó usted durante sus vacaciones?
—¿Está usted loco? —replicó Enríquez—. ¡Eso habría echado a perder todas mis vacaciones!
—H.B.M.
ILUSTRACIÓN: PATRICK MCDONNELL