AYUDA VITAL A UN ALCOHÓLICO
Publicado en
junio 22, 2014
A más de la férrea voluntad de un alcohólico y del profesionalismo con que se lo trate, hay un punto de definitiva importancia: el apoyo que la familia le preste.
Por María R. Espinel de Massú.
Cuando un hombre o una mujer cae bajo la dependencia del alcohol, todo el núcleo familiar se ve afectado con el problema. Usualmente el hombre escoge para beber lugares fuera de casa, en donde solo o con amigos, da rienda suelta a su adicción, sin la presencia de su esposa que trataría por lógica de impedirlo.
En cuanto a mujeres alcohólicas, es exactamente lo contrario. Ella es bebedora doméstica por excelencia, su oportunidad de ser poco vista está en casa, cuando el resto de la familia sale a sus diversas actividades. El esposo sale a trabajar y los hijos a estudiar, por ejemplo.
Si bien estadísticamente, los lugares de beber, para el hombre y la mujer son distintos, los efectos e incluso las causas son por desgracia los mismos.
No es raro escuchar que un esposo, una esposa se refiera al problema de su pareja como un "vicio de él -o de ella- en el que nada puedo hacer". Nada más alejado de la verdad. El cónyuge de un alcohólico juega una carta vital; de su madurez y constancia para tratar el asunto, para con su presencia impulsar una cura a través del apoyo, depende no solo esa solución, sino también la supervivencia del matrimonio, el mismo que se ve afectado en el 85% los casos.
ASPECTO ECONOMICO
La familia, las parejas, como una institución, debe siempre conocer las finanzas de uno y otro en su totalidad. Cuando uno de los dos ha caído en el alcoholismo, con mayor razón, no puede haber una "independencia de fondos", ya que beber cuesta, y eso es una verdad irreductible.
La merma del dinero que sirve para otros menesteres empezará a ser notoria en la economía del hogar. De ahí la importancia, que las finanzas hogareñas siempre deban ser manejadas en conjuntó... así, cuando surge un problema, ya se conoce lo que se tiene y de cuánto dispone cada uno, sin que tenga que recién empezarse a descubrirlo.
LOS HIJOS
Usualmente no hay un momento en que deba contarse a los hijos que su padre o madre son alcohólicos, pues la conducta cotidiana de una persona así, hace que su familia vaya percatándose de algo que no va a tomar de sorpresa a nadie cuando así se lo catalogue.
Sin embargo, el esposo o esposa de un alcohólico debe encontrar la oportunidad para explicar a sus hijos el problema que aqueja a la familia entera, para que puedan asumir su papel para reconstruir la familia.
Dependiendo de la edad, del grado de madurez de cada uno de los hijos y sobre todo de lo que han visto o vivido, se les debe explicar la situación y solicitar su ayuda en lo que les compete, a más de recalcarle que su padre o madre los sigue amando, pese a lo discutible de su situación en ocasiones más o menos frecuentes. Jamás debe hacerse una tragedia ante los hijos, que lo único que sacarán son medidas a futuro en sus propios matrimonios y no siempre convenientes.
Conclusión
Toda la familia, no solo los hijos o pareja, sino también padres y hermanos tienen que poner en claro ante ellos mismos que su familiar alcohólico no es una "oveja negra" y por lo tanto no debe ser ni marginado, peor ignorado. Sobre todo, deben entender que él o ella necesitan de su apoyo.
El alcoholismo es una lacra en la actualidad... pero susceptible de arreglo. Para eso, tanto como la voluntad de quien desee salir de ello, la terapia más fundamentada es un irrestricto apoyo de quienes conforman su familia, su hogar... y qué mejor logro que aquellos basados en la unión matrimonial.
Fuente:
Revista HOGAR, Abril 2000