23 MANERAS DE ENLOQUECERLO DE NUEVO
Publicado en
abril 14, 2013
¿Quieres encenderlo como cuando eran novios? Aquí encontrarás las maneras más sensuales y sutiles para volverlo loco. Lo único que tienes que hacer es sensibilizar tus sentidos y los suyos. Además, te daremos los tips que toda mujer debe saber para reavivar la pasión.
Por Geneviere M. Jacobs y Joe Kita.
Cuando llevas algunos años de casada y ya tienes hijos, por lo general (no es regla) se pierde la espontaneidad que había de recién casados. Esto es lógico porque la convivencia es diaria y eso hace que se pierda la novedad; pero tú puedes hacer que todo eso cambie y convertir tu relación íntima en una pequeña novedad de todos los días. El simple recuerdo de una canción te puede hacer vibrar nuevamente, imaginar su cuerpo contra el tuyo y el contacto con su piel son buenos detonadores. Claro que suele suceder que tu mente te traicione y pienses: "¿Cómo es posible que vaya a hacer esto con mi esposo? Soy la mamá de sus hijos. No puedo, ni me atrevo, a ser la mujer que lo seducía en otros tiempos". Si piensas así, estás en un error; para amar y dejarse amar no hay límites. Lo primero que debes hacer es empezar a sensibilizar todos tus sentidos, uno por uno, enfocados en la sexualidad. "Al principio de una relación, la mayor parte del tiempo, tus sentidos son como detonadores sexuales", afirma la Dra. Gina Ogden, autora del libro Las mujeres que aman el sexo (Women Who Love Sex). "Es como la primera vez que probaste un helado o te subiste a una bicicleta: fue excitante y sentiste un regocijo indescriptible". Después de un tiempo, los sentidos se acostumbran a percibir las cosas de un mismo modo. Digamos que éstos se empiezan a "aburrir" y pierden sensibilidad; en términos sexuales, lo que antes te prendía, ahora ya no. Afortunadamente, hay mu chas maneras de reactivar los sentidos. Sólo se necesita un poco de creatividad y voluntad para explorar nuevos y apasionantes territorios, sentido por sentido.
EN EL TERRENO VISUAL
1. Detecta el toque erótico de cada cosa.
Aunque te parezca un poco extraño, notar la forma y la textura de los objetos comunes te ayudará a pensar de manera sexy. Aprende a ver la belleza en lo cotidiano: el fresco aroma de la mañana, el cielo azul. "Si esperas estar visualmente activa en la cama, primero tienes que serlo fuera de ella", explica la Dra. Linda de Villers, autora de Las habilidades del amor (Love Skills). "Observa las cosas y orienta tus sentidos hacia su erotismo oculto, quizá pueda convertirse en algo sensual".
2. Prepara la escena.
Por lo general, el hombre no tiene el menor interés en el estilo de la ropa interior o en la estética del cuarto, pero él enloquecerá si todo tu cuerpo se torna una invitación erótica. Usa un conjunto de satín para sorprenderlo, o crea un ambiente nebuloso en la habitación cubriendo las lámparas con una pañoleta.
3. Rojo que te quiero rojo
Ciertos estudios sugieren que al mirar el color rojo se estimulan los nervios sensoriales, también aumenta la circulación de la sangre y el latido del corazón; todo esto favorece el deseo. Píntate las uñas de los pies de este tono, coloca una vela color cereza cerca de tu cama, y para hacer el amor, pon bombillas con luz roja en las lámparas.
4. Apela a sus pupilas
"Todos necesitamos variedad y la anticipación de algo nuevo porque nos hace sentirnos vivos", afirma la Dra. Lonnie Barbach, autora de Enciéndete: A ti y a los otros (Turns-Ons: Pleasing Yourself While Pleasing Others). De vez en cuando, sal de la "caja de sorpresas": usa con un conjunto nuevo, un labial en un tono simpático, una camisa sin sostén o tacones más altos de lo común. El tendrá nuevas imágenes para "jugar": recordará cuánto ama verte y tú, cuánto disfrutas ser admirada.
5. La inocencia del placer
Verte comer algo que realmente disfrutas podría echar a andar su imaginación. Pero sólo si actúas como si no tuvieras la menor idea de que él te está observando, de lo contrario, sería obsceno.
6. Impresiones a color
Con una cámara de fotos instantáneas puedes hacer maravillas. Como se revelan en cuestión de minutos, nadie las verá, así que pueden tomarse fotos muy divertidas y por supuesto, al desnudo. Lo más seguro es que posen sin inhibiciones.
7. Aventura sin límites
Las sábanas, la decoración de siempre, los patrones de conducta similares, etcétera, propician el aburrimento e inhiben los estímulos sexuales. Recuerda que la novedad es la llave que activa los sentidos. Salte de la habitación e improvisa.
Ningún placer resulta totalmente deleitoso si no se comunica, y ningún deleite es absoluto si no se da a conocer, Montaigne.
Esta frase dice todo y más. La comunicación en la pareja es rigurosa y esencial y debe abarcar todo tipo de temas, incluyendo el de la sexualidad. Tú puedes lograr que sea abierta y sincera; inténtalo, te sorprenderás.
8. Observa su cuerpo
Un espejo estratégicamente colocado puede ser el mejor intruso. Olvídate de los clichés, como el espejo en el techo. Pega uno en alguna puerta del clóset o en la pared y disfruta del "panorama".
9. Mírense con detenimiento
El contacto visual es sumamente importante mientras hacen el amor. Mírense en lo más profundo de sus ojos y sostengan la mirada 60 segundos. Este contacto durante la relación hace que su intimidad sea más intensa. Al principio puede ser incómodo para ambos, pero empiecen por dar pequeños pasos. Abre los ojos y observa la parte de su cuerpo que tengas frente a tus ojos, como el pecho o los brazos; regresa a su cara, luego dirígete a sus ojos y detente ahí.
EL OLOR Y SUS ENCANTOS
10. La asociación de los recuerdos.
Seguramente te ha sucedido en algún sitio no sexual, como una florería, que el aroma de los lirios te recuerde un encuentro romántico con tu pareja. El olor es el único sentido que está directamente ligado a la parte del cerebro que almacena los recuerdos. Es por eso que el aroma más inocente puede despertar los más atrevidos sentimientos. Para hacer un buen uso de este fenómeno, investiga qué escencias de aceites, velas, lociones, perfumes y talcos son detonantes en la memoria del placer sexual.
11. Lleva contigo su esencia
"Estamos biológicamente programados para responder a los aromas", afirma la Dra. Barbach. Los aromas más eróticos están en la piel, cerca de las glándulas y del área genital. Si llevas contigo su esencia (guarda alguna prenda que haya dejado el día anterior, como un pañuelo) te sorprenderás al ver cómo se activan tus recuerdos y tus sensaciones.
12. Recuérdale tu olor
Rocía alguno de sus pañuelos con tu perfume o rocíate un poco sobre tu pecho antes de despedirte de él; de esa forma, él recordará tu olor durante todo el día.
LOS PUNTOS CLAVES DEL PLACER
13. Entrega tu cuerpo al masaje
Antes de una noche ardiente, pídele a tu pareja que te dé un leve masaje o que te acaricie los pies. Con este gesto los músculos se relajarán completamente; después, estarás más sensible al tacto.
14. Lencería sexy
Reserva algunas prendas para las ocasiones especiales. Cuando quieras programar una noche de amor, úsalas. Así recordarás esos momentos todo el día.
Todos tenemos zonas de placer distribuidas por. todo el cuerpo, no sólo son las obvias. Investiga cuáles son las de tu pareja.
15. La magia de los tobillos
"Uno de los ejercicios que les aconsejo a las parejas es que hagan el amor durante una hora, sin subirse de los tobillos", afirma la Dra. Ogden. Este ejercicio no es para que te relajes totalmente, está diseñado para que las parejas aprendan a identificar el placer en un lugar que no es sexual. Por consiguiente, reforzarán los puntos eróticos del cuerpo. La intensidad con que realices este masaje se reflejará en la parte afectiva de la relación. Otros lugares que puedes explorar son: la parte interna de los codos, la parte trasera de las rodillas, los dedos, el cuello y cualquier zona del cuerpo que esté cubierta de vello.
16. Las manos s-u-a-v-e-s son divinas
Sé delicada al tocarlo. "Si presionas con fuerza lo vas a relajar y no lograrás que sea una experiencia erótica", afirma la doctora De Villers. "Usa un toque delicado y ligeró acompañado de besos para evocar toda la sensualidad posible".
17. El arte del dibujo
"Me gusta tratar su cuerpo como si fuera un lienzo", afirma Rosa, de 33 años. "Trazo líneas y palabras imaginarias so bre su pecho, en sus brazos y en su ombligo. Lo hago tan delicadamente que, de una manera sutil, lo estoy acariciando. Continúo moviendo lentamente hacia abajo. No saber hacia dónde me dirigiré después, lo vuelve loco".
Aunque no lo creas, los pies pueden ser el principio de todo. En ellos se localizan miles de puntos sensibles.
EL INTIMO DESEO
18. Déjate llevar por la música
Un poco de música agradable y tranquila puede conducirte a la intimidad. "Al igual que la fragancia que usas, la música que elijas puede invocar una ruta sexual", explica la Dra. De Villers. Hay personas que se conmueven con el beat de la música y sus cuerpos responden a los ritmos y sonidos. "La música entra en tu cabeza y también en tus sentimientos", explica la Dra. Barbach. En cambio, hay quienes se guían por las palabras y actúan con sus cuerpos.
19. La sensualidad de la voz
Los sonidos y gemidos que emiten las parejas son de lo más sensual que puede existir. Es como un código de comunicación y de placer exclusivo de cada pareja, que sobrepasa todo lo que pudiera emitir un aparato de música. "Los gemidos y señales revelan lo que te enciende y además alimentan la relación, pues en la medida en que uno se exprese con libertad y sin pena, menos inhibiciones tendrá el otro", afirma la Dra. De Villers.
Disfruta de los atributos de ser mujer y dale a tu hombre imágenes nuevas de ti. El reconocerá cuánto ama verte, y tú, cuánto disfrutas ser admirada.
20. Graba tus sentimientos
Si eres tímida, graba en un casete tus dulces o atrevidas recomendaciones y déjale una nota sugiriéndole que lo ponga cuando vaya en su auto. "Al escuchar tus peticiones de amor en el trayecto del trabajo a tu casa, sabrá más de ti y le urgirá verte y amarte", afirma la Dra. De Villers. "Lo que vas a decir no es tan importante como tu tono, tu intención y el hecho de que te tomes el tiempo para hacerlo. Te aseguro que él lo apreciará y, sobre todo, reaccionará".
En el tema de la sexualidad hay una regla general que se aplica a cual quier grado de intimidad que se quiera crear. Es fundamental que se trabajen todos los sentidos para que, con el tiempo, se vayan sensibi lizando al placer. Recuerda que la rutina puede entorpecerlos y para combatir esto es preciso tratar de innovar.
EL ENCANTO DEL SABOR
21. Elige los alimentos del placer
Hay algo de cierto en el dicho: "Tú eres lo que comes", lo que también se aplica a la intimidad. La comida muy condimentada estimula la potencia de las secreciones corporales y la comida semidulce y con poco sabor, como el kiwi, el apio, el melón y mucha agua, hacen que todo te sepa más ligero, más dulce y más invitante. Todo depende de qué efecto quieras causar. Puedes consultar libros que indican cuáles alimentos estimulan el apetito sexual.
22. Darle de comer es erótico
Hasta en las mejores películas hemos visto que es sumamente erótico darle de comer a la pareja. "El estímulo no es tanto por la comida en sí, sino que es el acto de poner cada alimento en la boca de tu marido; es jugar al placer a través de los labios y el sentido del gusto", comenta la Dra. Barbach. Después de que él haya probado lo que le des, bésalo largamente para apreciar el sabor que le haya quedado. Juntos notarán que es una divertida y sensual manera de "probar" otro tipo de sensaciones.
23. El beso: el clásico preámbulo
Besar no es sólo un placer universal. Hay evidencias científicas de que existe una sustancia en la saliva que se llama androstenol, la cual actúa para atraer al sexo opuesto, afirma el Dr. Alan Hirsch, autor del Sexo esenciasonal (Scentsational Sex). De hecho, este es el mismo químico que fluye del área genital y tiene un sabor salado. Sin embargo, es recomendable que además de besar sus labios, también explores todo su cuerpo. Bésalo suavemente por todas partes sin inhibiciones. Lo más probable es que tu pareja te sepa a sal, después de todo, así fue planeado. Ese es el sabor de los seres humanos y del erotismo.
Fuente: Revista BUENHOGAR, Septiembre 1998.