EL PRECIO DE UNA INFIDELIDAD
Publicado en
marzo 31, 2013
Por Guadalupe Obón.
En ocasiones, una infidelidad se perdona y en otras no. A veces se supera y otras veces no. Sin importar cuál sea el resultado, se trata de una prueba para cualquier matrimonio y en algunos casos, el precio que se paga por ella es muy alto.
QUE ES LA FIDELIDAD
La fidelidad es la garantía de la rectitud en las relaciones humanas. Es indispensable para lograr la intimidad con la pareja y la convivencia social. Está basada en la lealtad y en la verdad, por lo que es el primer ladrillo que cualquier pareja debe poner en los cimientos de su matrimonio. Cuando un hombre y una mujer se casan, se comprometen a respetarse, amarse y ser fieles el uno al otro. Es una promesa solemne que no debe hacerse a la ligera. Lo que motiva a los esposos a no faltar a sus promesas tiene su origen en el amor. Es una generosidad entre dos, en la que se pide que se limiten las exigencias y se superen los malentendidos. Es aprender a dar y a recibir. Con la fidelidad mutua, la sexualidad se encamina hacia el amor personal y hacia la entrega total tanto en el caso del hombre, como de la mujer. Ambos saben que pueden confiar plenamente en su pareja, porque ésta podrá superar todas las "tentaciones" que se le aparezcan en el camino.
LA INFIDELIDAD ES UNA TRAICION
¿Cuántas veces, a lo largo de la vida en común, todas las promesas que hicimos ante un altar, ante un juez o ante nosotros mismos empiezan a derrumbarse? Y un día nos encontramos en una de tantas esquinas del destino, preguntándonos qué fue de todo aquel amor y aquella pasión que un día sentimos. Muchas personas tratan de justificar su infidelidad, alegando que se vieron arrastradas a hacerlo, que no pudieron evitarlo, que es una idea moderna y abierta acerca del matrimonio (si piensan así, mejor ni se hubieran casado), que su cónyuge lo propició con sus celos absurdos, etcétera. Por el lado que prefieras verla, una infidelidad es siempre una traición. Pueden existir mil excusas para haberla cometido, desde luego, pero el hecho subsiste; si somos infieles estamos engañando a alguien, estamos rompiendo una promesa que hicimos. Puedo asegurarte que pase lo que pase, después de una traición la vida cambia.
INFIDELIDADES GRANDES, INFIDELIDADES PEQUEÑAS
Muchas personas consideran que vivir una "pequeña aventura", no es en realidad una traición. Es simplemente "Una canita al aire", "Una travesura de momento", dicen algunos. Es evidente que los que opinan así, no confiesan lo que sentirían si se les "volteara la moneda" y fueran ellos los afectados.
A ciertos hombres que viajan a menudo, les parece natural tener una "aventurilla" cuando están lejos de casa. No piensan en la esposa que dejaron ni en su familia, sino que viven ese instante de pasión y luego regresan a los suyos como si nada hubiera sucedido (imagino que ni se acuerdan de aquello del SIDA). Sin embargo, para la esposa que se queda en casa y que ha confiado en su hombre, las cosas no son tan simples. Cuando llega a descubrir la "aventura" se siente engañada y traicionada, no importa que el marido insista en que él ni siquiera se acuerda del nombre de aquella persona con la que le fue infiel. Desde luego, muchas esposas perdonan estos pequeños deslices, pero éstos les van dejando huella y, poco a poco, la mujer se da cuenta de que ha ido perdiendo la confianza en su marido. Y es que sabe muy bien que una infidelidad pequeña, llevará a otra y a otra, en una sucesión interminable de "momentos fugaces de pasión".
Es claro que también hay muchas mujeres que, a lo mejor sin intención de hacer ningún daño, se olvidan de su pareja y deciden "vivir" y ser "amigas" por algún tiempo de otros hombre (atractivo o no) para después olvidarlo.
Pero aunque sean pequeñas, estas infidelidades lastiman. ¿Por qué ir a buscar afuera lo que en su hogar se les da con tanto amor? Esto es algo que el cónyuge engañado nunca podrá comprender y que, aunque perdone, jamás olvidará. Una infidelidad grande sería aquella en la que un hombre o una mujer sostiene con otra persona un largo adulterio (no puedo llamarle de otra manera). Aunque no se trata del tamaño de la falta, ya que sea grande o pequeña, todas duelen de la misma manera.
Es obvio que los casos de grandes engaños son más difíciles de perdonar. Se trata no sólo de un simple encuentro sexual, sino de todo un compromiso emocional en el que el cónyuge infiel se enredó afectivamente con otra persona. Le ha dedicado un tiempo, un esfuerzo y un cariño, que sólo debió haberle brindado a su pareja.
La persona que es infiel está labrando, día a día, su propia infelicidad. Finalmente terminará sufriendo más que el cónyugue engañado porque es ella quien está arriesgándolo todo.
¿POR QUE ELLOS SON INFIELES?
Existen muchas razones por las cuales un marido engaña a su esposa:
Por presión social
La gran mayoría de los hombres ha tenido una mala educación sexual. Desde tiempos ancestrales se ha considerado que el varón que conquista más mujeres, es el más viril y el más fuerte. Un hombre que rechaza los avances de una mujer, se gana el menosprecio de sus amigos. Incluso, muchas mujeres se burlan de los hombres que no les prestan atención. En muchos casos, esta presión social es la que lleva a los esposos a ser infieles. Y es que no poseen el valor o la presencia de ánimo para decir que aman a su esposa y que no desean estar con otra persona. Son seres totalmente inseguros, que se basan en valores falsos para sostener una posición de hombría.
Porque se sienten conquistadores
Todos conocemos a ese hombre que cuando te saluda, te sostiene la mano más tiempo del debido, te mira con languidez y retuerce el rostro en una sonrisa. El pobre se siente tan guapo como Sean Connery y se imagina que serás incapaz de resistirte a sus encantos. Hombres así abundan por todas partes y lo grave es que muchos de ellos están casados. Se creen tan guapos que sienten que todas las mujeres se "derriten" por ellos. En el fondo, son sujetos que no se sienten seguros de sí mismos y que necesitan reafirmarse a cada instante. Es muy difícil que estos hombres dejen de ser infieles algún día y seguramente, terminarán por lastimar a la mujer que tenga la desdicha de enamorarse de ellos.
Para volver a sentirse jóvenes
Este es el caso de los hombres ya maduros, que se relacionan con mujeres jóvenes de la misma edad que sus hijas. En esta situación, el marido siente que la vida se le escapa, que como ha llegado a la edad madura ya no existe para él ningún aliciente. Pretende recuperar la juventud que ha perdido, buscando mujeres jóvenes. Desde luego, esto no es más que un sueño porque la mayoría termina haciendo el ridículo y, lo que es peor, terriblemente lastimados. A veces, lo que puede empezar como un juego termina por ser algo serio. Javier nunca pensó en que habría algo malo invitando a Daniela a cenar. Para él, ella era solamente una compañera de la oficina, una colega con la cual podía compartir un momento de diversión. Sin embargo, las cosas no resultaron así. En un principio, salir a pasear era como un juego en el que ambos participaban hasta que se dieron cuenta de que se habían enamorado. Javier no deseaba romper con su matrimonio, decía amar a su esposa y no quería abandonar a sus hijos. El resultado fue que Daniela terminó siendo su amante por más de cuatro años. Se involucraron en una relación desgastante que lastimó a todas las partes involucradas. Esto sucede muy a menudo. Un hombre siente admiración, o aprecio por una compañera de trabajo. Su intención original no es serle infiel a su esposa, pero la situación se le va escapando de las manos hasta que se convierte en un huracán que arrasa con todo lo que está en su camino.
En ocasiones, la falta de atención del esposo hace que la mujer sienta la necesidad de buscar en otro lado lo que ya no le dan.
Los confundidos que buscan fuera lo que ya tienen en casa
Estos hombres son los que más sufren. No se dan cuenta del amor que tienen en casa y son incapaces de apreciar a sus esposas. Los hombres así sufren terriblemente después de que su pareja los abandona ante tantas infidelidades. Sólo entonces se dan cuenta de que siempre amaron lo que ya perdieron. Lo grave de este asunto es que estos hombres ni siquiera se involucran realmente con otras mujeres. Simplemente son infieles por diversión, porque su esposa "no lo entiende" o porque están aburridos. Cuando ella los abandona, ni siquiera tienen ánimo para seguir con sus aventuras.
Los que han dejado de amar a su esposa pero no se atreven a decirlo
Ellos continúan al lado de su esposa por un mal entendido sentido del deber. Piensan que la mujer les ha dedicado tantos años de su vida, no merece el abandono. La verdad es que desde que deciden ser infieles ya no están junto a ellas. Sólo consiguen lastimar a su cónyugue, ya que tarde o temprano todo sale a la luz y la situación se torna más dolorosa.
Existen muchas razones por las que un hombre es infiel. Sea cual sea la razón, el desenlace es el mismo. El hombre que tiene relaciones extramaritales está labrando su propia infelicidad y la desgracia de su familia.
Y POR QUE ENGAÑAN LAS MUJERES?
Al igual que los hombres, las mujeres también pueden ser infieles. Algunas ni siquiera piensan en sus hijos, en su posición social y en todo lo que pueden perder cuando cometen una infidelidad. Muchas llevan dos vidas, una con el esposo y la otra con el amante. Otras buscan sólo las aventuras ocasionales y las hay que lo único que desean es vengarse por todo lo que su esposo las ha hecho sufrir. Existen muchas causas que llevan a una mujer a ser infiel.
La conquista es un reto
Hay mujeres que no pueden mirar a un hombre sin intentar seducirlo. Son coquetas por naturaleza, necesitan comprobar en cada conquista que todavía son deseadas y admiradas. No titubean en ser infieles porque cada conquista es un reto, un nuevo punto que se anotan a su favor. Son incapaces de ser fieles a alguien y por dondequiera que pasan dejan una estela de amargura.
Fuente: Revista BUENHOGAR, Noviembre 1997.