Publicado en
enero 20, 2013
Para que la piel del rostro luzca su mejor aspecto basta con prodigarle unos cuidados sencillos, que incluyen limpiarla, hidratarla y tonificarla. En invierno conviene tenerlos en cuenta de modo especial.
Por Maripi Gadet.
En los meses frios, cuando la piel tiende a mostrarse más apagada, es cuando también tienen lugar algunas de las fiestas más celebradas del año. Cuidarla a diario de forma muy sencilla ayuda a prepararla para sacarle el máximo partido y que luzca en todo su esplendor natural.
EL PRIMER MIMO
La limpieza facial diaria es imprescindible, ya que se acumulan sobre la piel polvo y otras particulas de la contaminación. Además, a través del sudor se excretan sustancias de desecho que, al evaporarse la humedad, quedan depositadas en la superficie. Para eliminar todas estas impurezas puede ser útil un producto jabonoso (gel o espuma). Si se desea eliminar maquillaje, se puede usar un producto oleoso (leche, crema o aceite). Es importante utilizar cosméticos que no resulten agresivos para evitar posibles desequilibrios del pH natural. Se han de aplicar asimismo con suavidad. La avena, la caléndula, las almendras, el hipérico o la flor de azahar limpian a la vez que suavizan y aportan tersura.
RENOVAR LA PIEL
La exfoliación limpia en profundidad. La piel es un órgano vivo que produce continuamente nuevas células que reemplazan a las que mueren. Como consecuencia de esta regeneración constante se acumula en la capa superior una barrera de células muertas que esconde la suavidad de la piel. El beneficio inmediato de la exfoliación es la suavidad y el aspecto renovado del cutis pero además tras ella los cosméticos surten mayor efecto ya que penetran mas fácilmente.
Los ácidos de las frutas han demostrado ser eficaces como exfoliantes. Principios activos procedentes de la manzana, la uva, el limón, la naranja, la caña de azúcar, los arándanos, los melocotones y los albaricoques son capaces de actuar en sinergia con el proceso de renovación celular natural, contribuyendo a mejorar la respiración celular esencial.
Generalmente, los exfoliantes han de aplicarse friccionando con la yema de los dedos mediante suaves movimientos rotatorios, sin desplazar bruscamente la piel de un lado hacia otro. Se ha de insistir en las zonas más conflictivas, como aletas de la nariz, frente y barbilla. En las zonas más delicadas, como son los pómulos, se ha de procurar que los movimientos sean aun más delicados.
PROTEGER Y ENRIQUECER
La hidratación de la piel resulta esencial para mantenerla tersa y flexible. Usando a diario una crema hidratante se ayuda a que las arrugas, las lineas de expresión y la flacidez no se instalen antes de tiempo. Las cremas (más o menos untuosas) son el producto más tradicional pero también existen emulsiones fluidas, en forma de gel o gel-crema. que penetran de inmediato en la piel sin dejar sensación grasa.
SOLUCIONES SALUDABLES
Aplicar una crema de tratamiento adaptada a las necesidades de cada piel es elemental (cremas regeneradoras, antidespigmentantes, para el contorno de ojos, etc.). El aspecto del cutis y el proceso de envejecimiento cutáneo dependen en buena medida del código genético de cada persona pero existen condicionantes que estimulan la aparición de radicales libres, como una alimentación poco natural, las radiaciones solares, el ritmo de vida acelerado, el consumo de tabaco u otras sustancias tóxicas y la contaminación ambiental, por ejemplo. La falta de oxigenación y una alteración del equilibrio metabólico ocasionan la degeneración prematura de la piel, que paulatinamente se va volviendo más apagada, frágil, arrugada y falta de luminosidad y tonicidad.
La naturaleza brinda antioxidantes capaces de proteger de la oxidación que envejece la piel. Extractos vegetales procedentes del té verde, la uva, el aguacate, el melocotón, la soja o el arroz pueden ayudar a retrasar el estrés oxidativo cutáneo. Los aceites de semillas, ricos en ácidos grasos insaturados, son componentes habituales de innumerables formulaciones "antiedad" por su vitamina E, que actúa bloqueando los radicales libres. Los carotenos, muy presentes en las zanahorias, son también excelentes antioxidantes. La uva aporta agentes hidratantes, vitalizantes, energetizantes y regeneradores y en sus pepitas se encuentra un aceite rico en ácidos grasos esenciales con propiedades suavizantes e hidratantes. La vitamina C, por su parte, neutraliza el proceso de envejecimiento.
LAS CLAVES DE UN MAQUILLAJE NATURAL
Un maquillaje discreto realza los rasgos sin que se perciba apenas que el rostro está "retocado". Por el contrario, uno estridente da una imagen artificial, delata los defectos y empobrece las facciones.
La base. La clave es utilizar una base de fondo muy similar al tono de la piel, a lo sumo un más oscuro. La cosmética natural ofrece bases (font de teint) que se funden con la piel.
¿Ojos o labios? Si se destacan los ojos, entonces mejor maquillar los labios de forma natural y transparente. Por el contrario, si se quiere que los labios sean los protagonistas, es preferible que los ojos Ileven un maquillaje discreto. Si se resaltan ambas partes el resultado suele ser recargado.
Dia y noche. Usa colores suaves de día y reserva los atrevidos para la noche.
Fuente:
CUERPO MENTE - ESPAÑA - DICIEMBRE 2008