• 10
  • COPIAR-MOVER-ELIMINAR POR SELECCIÓN

  • Copiar Mover Eliminar


    Elegir Bloque de Imágenes

    Desde Hasta
  • GUARDAR IMAGEN


  • Guardar por Imagen

    Guardar todas las Imágenes

    Guardar por Selección

    Fijar "Guardar Imágenes"


  • Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35

  • COPIAR-MOVER IMAGEN

  • Copiar Mover

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (5 seg)


    T 4 (s) (8 seg)


    T 5 (10 seg)


    T 6 (15 seg)


    T 7 (20 seg)


    T 8 (30 seg)


    T 9 (40 seg)


    T 10 (50 seg)

    ---------------------

    T 11 (1 min)


    T 12 (5 min)


    T 13 (10 min)


    T 14 (15 min)


    T 15 (20 min)


    T 16 (30 min)


    T 17 (45 min)

    ---------------------

    T 18 (1 hor)


  • Efecto de Cambio

  • SELECCIONADOS


    OPCIONES

    Todos los efectos


    Elegir Efectos


    Desactivar Elegir Efectos


    Borrar Selección


    EFECTOS

    Bounce


    Bounce In


    Bounce In Left


    Bounce In Right


    Fade In (estándar)


    Fade In Down


    Fade In Up


    Fade In Left


    Fade In Right


    Flash


    Flip


    Flip In X


    Flip In Y


    Heart Beat


    Jack In The box


    Jello


    Light Speed In


    Pulse


    Roll In


    Rotate In


    Rotate In Down Left


    Rotate In Down Right


    Rotate In Up Left


    Rotate In Up Right


    Rubber Band


    Shake


    Slide In Up


    Slide In Down


    Slide In Left


    Slide In Right


    Swing


    Tada


    Wobble


    Zoom In


    Zoom In Down


    Zoom In Up


    Zoom In Left


    Zoom In Right


  • OTRAS OPCIONES
  • ▪ Eliminar Lecturas
  • ▪ Ventana de Música
  • ▪ Zoom del Blog:
  • ▪ Última Lectura
  • ▪ Manual del Blog
  • ▪ Resolución:
  • ▪ Listas, actualizado en
  • ▪ Limpiar Variables
  • ▪ Imágenes por Categoría
  • PUNTO A GUARDAR



  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"
  • CATEGORÍAS
  • ▪ Libros
  • ▪ Relatos
  • ▪ Arte-Gráficos
  • ▪ Bellezas del Cine y Televisión
  • ▪ Biografías
  • ▪ Chistes que Llegan a mi Email
  • ▪ Consejos Sanos Para el Alma
  • ▪ Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • ▪ Datos Interesante. Vale la pena Saber
  • ▪ Fotos: Paisajes y Temas Varios
  • ▪ Historias de Miedo
  • ▪ La Relación de Pareja
  • ▪ La Tía Eulogia
  • ▪ La Vida se ha Convertido en un Lucro
  • ▪ Leyendas Urbanas
  • ▪ Mensajes Para Reflexionar
  • ▪ Personajes de Disney
  • ▪ Salud y Prevención
  • ▪ Sucesos y Proezas que Conmueven
  • ▪ Temas Varios
  • ▪ Tu Relación Contigo Mismo y el Mundo
  • ▪ Un Mundo Inseguro
  • REVISTAS DINERS
  • ▪ Diners-Agosto 1989
  • ▪ Diners-Mayo 1993
  • ▪ Diners-Septiembre 1993
  • ▪ Diners-Noviembre 1993
  • ▪ Diners-Diciembre 1993
  • ▪ Diners-Abril 1994
  • ▪ Diners-Mayo 1994
  • ▪ Diners-Junio 1994
  • ▪ Diners-Julio 1994
  • ▪ Diners-Octubre 1994
  • ▪ Diners-Enero 1995
  • ▪ Diners-Marzo 1995
  • ▪ Diners-Junio 1995
  • ▪ Diners-Septiembre 1995
  • ▪ Diners-Febrero 1996
  • ▪ Diners-Julio 1996
  • ▪ Diners-Septiembre 1996
  • ▪ Diners-Febrero 1998
  • ▪ Diners-Abril 1998
  • ▪ Diners-Mayo 1998
  • ▪ Diners-Octubre 1998
  • ▪ Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • ▪ Selecciones-Enero 1965
  • ▪ Selecciones-Agosto 1965
  • ▪ Selecciones-Julio 1968
  • ▪ Selecciones-Abril 1969
  • ▪ Selecciones-Febrero 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1970
  • ▪ Selecciones-Mayo 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1972
  • ▪ Selecciones-Mayo 1973
  • ▪ Selecciones-Junio 1973
  • ▪ Selecciones-Julio 1973
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1973
  • ▪ Selecciones-Enero 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1974
  • ▪ Selecciones-Mayo 1974
  • ▪ Selecciones-Julio 1974
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1975
  • ▪ Selecciones-Junio 1975
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1975
  • ▪ Selecciones-Marzo 1976
  • ▪ Selecciones-Mayo 1976
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1976
  • ▪ Selecciones-Enero 1977
  • ▪ Selecciones-Febrero 1977
  • ▪ Selecciones-Mayo 1977
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1977
  • ▪ Selecciones-Octubre 1977
  • ▪ Selecciones-Enero 1978
  • ▪ Selecciones-Octubre 1978
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1978
  • ▪ Selecciones-Enero 1979
  • ▪ Selecciones-Marzo 1979
  • ▪ Selecciones-Julio 1979
  • ▪ Selecciones-Agosto 1979
  • ▪ Selecciones-Octubre 1979
  • ▪ Selecciones-Abril 1980
  • ▪ Selecciones-Agosto 1980
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1980
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1980
  • ▪ Selecciones-Febrero 1981
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1981
  • ▪ Selecciones-Abril 1982
  • ▪ Selecciones-Mayo 1983
  • ▪ Selecciones-Julio 1984
  • ▪ Selecciones-Junio 1985
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1987
  • ▪ Selecciones-Abril 1988
  • ▪ Selecciones-Febrero 1989
  • ▪ Selecciones-Abril 1989
  • ▪ Selecciones-Marzo 1990
  • ▪ Selecciones-Abril 1991
  • ▪ Selecciones-Mayo 1991
  • ▪ Selecciones-Octubre 1991
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1991
  • ▪ Selecciones-Febrero 1992
  • ▪ Selecciones-Junio 1992
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1992
  • ▪ Selecciones-Febrero 1994
  • ▪ Selecciones-Mayo 1994
  • ▪ Selecciones-Abril 1995
  • ▪ Selecciones-Mayo 1995
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1995
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1995
  • ▪ Selecciones-Junio 1996
  • ▪ Selecciones-Mayo 1997
  • ▪ Selecciones-Enero 1998
  • ▪ Selecciones-Febrero 1998
  • ▪ Selecciones-Julio 1999
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1999
  • ▪ Selecciones-Febrero 2000
  • ▪ Selecciones-Diciembre 2001
  • ▪ Selecciones-Febrero 2002
  • ▪ Selecciones-Mayo 2005
  • CATEGORIAS
  • Arte-Gráficos
  • Bellezas
  • Biografías
  • Chistes que llegan a mi Email
  • Consejos Sanos para el Alma
  • Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • Datos Interesantes
  • Fotos: Paisajes y Temas varios
  • Historias de Miedo
  • La Relación de Pareja
  • La Tía Eulogia
  • La Vida se ha convertido en un Lucro
  • Leyendas Urbanas
  • Mensajes para Reflexionar
  • Personajes Disney
  • Salud y Prevención
  • Sucesos y Proezas que conmueven
  • Temas Varios
  • Tu Relación Contigo mismo y el Mundo
  • Un Mundo Inseguro
  • TODAS LAS REVISTAS
  • Selecciones
  • Diners
  • REVISTAS DINERS
  • Diners-Agosto 1989
  • Diners-Mayo 1993
  • Diners-Septiembre 1993
  • Diners-Noviembre 1993
  • Diners-Diciembre 1993
  • Diners-Abril 1994
  • Diners-Mayo 1994
  • Diners-Junio 1994
  • Diners-Julio 1994
  • Diners-Octubre 1994
  • Diners-Enero 1995
  • Diners-Marzo 1995
  • Diners-Junio 1995
  • Diners-Septiembre 1995
  • Diners-Febrero 1996
  • Diners-Julio 1996
  • Diners-Septiembre 1996
  • Diners-Febrero 1998
  • Diners-Abril 1998
  • Diners-Mayo 1998
  • Diners-Octubre 1998
  • Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • Selecciones-Enero 1965
  • Selecciones-Agosto 1965
  • Selecciones-Julio 1968
  • Selecciones-Abril 1969
  • Selecciones-Febrero 1970
  • Selecciones-Marzo 1970
  • Selecciones-Mayo 1970
  • Selecciones-Marzo 1972
  • Selecciones-Mayo 1973
  • Selecciones-Junio 1973
  • Selecciones-Julio 1973
  • Selecciones-Diciembre 1973
  • Selecciones-Enero 1974
  • Selecciones-Marzo 1974
  • Selecciones-Mayo 1974
  • Selecciones-Julio 1974
  • Selecciones-Septiembre 1974
  • Selecciones-Marzo 1975
  • Selecciones-Junio 1975
  • Selecciones-Noviembre 1975
  • Selecciones-Marzo 1976
  • Selecciones-Mayo 1976
  • Selecciones-Noviembre 1976
  • Selecciones-Enero 1977
  • Selecciones-Febrero 1977
  • Selecciones-Mayo 1977
  • Selecciones-Octubre 1977
  • Selecciones-Septiembre 1977
  • Selecciones-Enero 1978
  • Selecciones-Octubre 1978
  • Selecciones-Diciembre 1978
  • Selecciones-Enero 1979
  • Selecciones-Marzo 1979
  • Selecciones-Julio 1979
  • Selecciones-Agosto 1979
  • Selecciones-Octubre 1979
  • Selecciones-Abril 1980
  • Selecciones-Agosto 1980
  • Selecciones-Septiembre 1980
  • Selecciones-Diciembre 1980
  • Selecciones-Febrero 1981
  • Selecciones-Septiembre 1981
  • Selecciones-Abril 1982
  • Selecciones-Mayo 1983
  • Selecciones-Julio 1984
  • Selecciones-Junio 1985
  • Selecciones-Septiembre 1987
  • Selecciones-Abril 1988
  • Selecciones-Febrero 1989
  • Selecciones-Abril 1989
  • Selecciones-Marzo 1990
  • Selecciones-Abril 1991
  • Selecciones-Mayo 1991
  • Selecciones-Octubre 1991
  • Selecciones-Diciembre 1991
  • Selecciones-Febrero 1992
  • Selecciones-Junio 1992
  • Selecciones-Septiembre 1992
  • Selecciones-Febrero 1994
  • Selecciones-Mayo 1994
  • Selecciones-Abril 1995
  • Selecciones-Mayo 1995
  • Selecciones-Septiembre 1995
  • Selecciones-Diciembre 1995
  • Selecciones-Junio 1996
  • Selecciones-Mayo 1997
  • Selecciones-Enero 1998
  • Selecciones-Febrero 1998
  • Selecciones-Julio 1999
  • Selecciones-Diciembre 1999
  • Selecciones-Febrero 2000
  • Selecciones-Diciembre 2001
  • Selecciones-Febrero 2002
  • Selecciones-Mayo 2005

  • SOMBRA DEL TEMA
  • ▪ Quitar
  • ▪ Normal
  • Publicaciones con Notas

    Notas de esta Página

    Todas las Notas

    Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35
    Ingresar Clave



    Aceptar

    ÍNDICE
  • MÚSICA SELECCIONADA
  • Instrumental
  • 1. 12 Mornings - Audionautix - 2:33
  • 2. Allegro (Autumn. Concerto F Major Rv 293) - Antonio Vivaldi - 3:35
  • 3. Allegro (Winter. Concerto F Minor Rv 297) - Antonio Vivaldi - 3:52
  • 4. Americana Suite - Mantovani - 7:58
  • 5. An Der Schonen Blauen Donau, Walzer, Op. 314 (The Blue Danube) (Csr Symphony Orchestra) - Johann Strauss - 9:26
  • 6. Annen. Polka, Op. 117 (Polish State Po) - Johann Strauss Jr - 4:30
  • 7. Autumn Day - Kevin Macleod - 3:05
  • 8. Bolereando - Quincas Moreira - 3:21
  • 9. Ersatz Bossa - John Deley And The 41 Players - 2:53
  • 10. España - Mantovani - 3:22
  • 11. Fireflies And Stardust - Kevin Macleod - 4:15
  • 12. Floaters - Jimmy Fontanez & Media Right Productions - 1:50
  • 13. Fresh Fallen Snow - Chris Haugen - 3:33
  • 14. Gentle Sex (Dulce Sexo) - Esoteric - 9:46
  • 15. Green Leaves - Audionautix - 3:40
  • 16. Hills Behind - Silent Partner - 2:01
  • 17. Island Dream - Chris Haugen - 2:30
  • 18. Love Or Lust - Quincas Moreira - 3:39
  • 19. Nostalgia - Del - 3:26
  • 20. One Fine Day - Audionautix - 1:43
  • 21. Osaka Rain - Albis - 1:48
  • 22. Read All Over - Nathan Moore - 2:54
  • 23. Si Señorita - Chris Haugen.mp3 - 2:18
  • 24. Snowy Peaks II - Chris Haugen - 1:52
  • 25. Sunset Dream - Cheel - 2:41
  • 26. Swedish Rhapsody - Mantovani - 2:10
  • 27. Travel The World - Del - 3:56
  • 28. Tucson Tease - John Deley And The 41 Players - 2:30
  • 29. Walk In The Park - Audionautix - 2:44
  • Naturaleza
  • 30. Afternoon Stream - 30:12
  • 31. Big Surf (Ocean Waves) - 8:03
  • 32. Bobwhite, Doves & Cardinals (Morning Songbirds) - 8:58
  • 33. Brookside Birds (Morning Songbirds) - 6:54
  • 34. Cicadas (American Wilds) - 5:27
  • 35. Crickets & Wolves (American Wilds) - 8:56
  • 36. Deep Woods (American Wilds) - 4:08
  • 37. Duet (Frog Chorus) - 2:24
  • 38. Echoes Of Nature (Beluga Whales) - 1h00:23
  • 39. Evening Thunder - 30:01
  • 40. Exotische Reise - 30:30
  • 41. Frog Chorus (American Wilds) - 7:36
  • 42. Frog Chorus (Frog Chorus) - 44:28
  • 43. Jamboree (Thundestorm) - 16:44
  • 44. Low Tide (Ocean Waves) - 10:11
  • 45. Magicmoods - Ocean Surf - 26:09
  • 46. Marsh (Morning Songbirds) - 3:03
  • 47. Midnight Serenade (American Wilds) - 2:57
  • 48. Morning Rain - 30:11
  • 49. Noche En El Bosque (Brainwave Lab) - 2h20:31
  • 50. Pacific Surf & Songbirds (Morning Songbirds) - 4:55
  • 51. Pebble Beach (Ocean Waves) - 12:49
  • 52. Pleasant Beach (Ocean Waves) - 19:32
  • 53. Predawn (Morning Songbirds) - 16:35
  • 54. Rain With Pygmy Owl (Morning Songbirds) - 3:21
  • 55. Showers (Thundestorm) - 3:00
  • 56. Songbirds (American Wilds) - 3:36
  • 57. Sparkling Water (Morning Songbirds) - 3:02
  • 58. Thunder & Rain (Thundestorm) - 25:52
  • 59. Verano En El Campo (Brainwave Lab) - 2h43:44
  • 60. Vertraumter Bach - 30:29
  • 61. Water Frogs (Frog Chorus) - 3:36
  • 62. Wilderness Rainshower (American Wilds) - 14:54
  • 63. Wind Song - 30:03
  • Relajación
  • 64. Concerning Hobbits - 2:55
  • 65. Constant Billy My Love To My - Kobialka - 5:45
  • 66. Dance Of The Blackfoot - Big Sky - 4:32
  • 67. Emerald Pools - Kobialka - 3:56
  • 68. Gypsy Bride - Big Sky - 4:39
  • 69. Interlude No.2 - Natural Dr - 2:27
  • 70. Interlude No.3 - Natural Dr - 3:33
  • 71. Kapha Evening - Bec Var - Bruce Brian - 18:50
  • 72. Kapha Morning - Bec Var - Bruce Brian - 18:38
  • 73. Misterio - Alan Paluch - 19:06
  • 74. Natural Dreams - Cades Cove - 7:10
  • 75. Oh, Why Left I My Hame - Kobialka - 4:09
  • 76. Sunday In Bozeman - Big Sky - 5:40
  • 77. The Road To Durbam Longford - Kobialka - 3:15
  • 78. Timberline Two Step - Natural Dr - 5:19
  • 79. Waltz Of The Winter Solace - 5:33
  • 80. You Smile On Me - Hufeisen - 2:50
  • 81. You Throw Your Head Back In Laughter When I Think Of Getting Angry - Hufeisen - 3:43
  • Halloween-Suspenso
  • 82. A Night In A Haunted Cemetery - Immersive Halloween Ambience - Rainrider Ambience - 13:13
  • 83. A Sinister Power Rising Epic Dark Gothic Soundtrack - 1:13
  • 84. Acecho - 4:34
  • 85. Alone With The Darkness - 5:06
  • 86. Atmosfera De Suspenso - 3:08
  • 87. Awoke - 0:54
  • 88. Best Halloween Playlist 2023 - Cozy Cottage - 1h17:43
  • 89. Black Sunrise Dark Ambient Soundscape - 4:00
  • 90. Cinematic Horror Climax - 0:59
  • 91. Creepy Halloween Night - 1:56
  • 92. Creepy Music Box Halloween Scary Spooky Dark Ambient - 1:05
  • 93. Dark Ambient Horror Cinematic Halloween Atmosphere Scary - 1:58
  • 94. Dark Mountain Haze - 1:44
  • 95. Dark Mysterious Halloween Night Scary Creepy Spooky Horror Music - 1:35
  • 96. Darkest Hour - 4:00
  • 97. Dead Home - 0:36
  • 98. Deep Relaxing Horror Music - Aleksandar Zavisin - 1h01:52
  • 99. Everything You Know Is Wrong - 0:49
  • 100. Geisterstimmen - 1:39
  • 101. Halloween Background Music - 1:01
  • 102. Halloween Spooky Horror Scary Creepy Funny Monsters And Zombies - 1:21
  • 103. Halloween Spooky Trap - 1:05
  • 104. Halloween Time - 0:57
  • 105. Horrible - 1:36
  • 106. Horror Background Atmosphere - Pixabay-Universfield - 1:05
  • 107. Horror Background Music Ig Version 60s - 1:04
  • 108. Horror Music Scary Creepy Dark Ambient Cinematic Lullaby - 1:52
  • 109. Horror Sound Mk Sound Fx - 13:39
  • 110. Inside Serial Killer 39s Cove Dark Thriller Horror Soundtrack Loopable - 0:29
  • 111. Intense Horror Music - Pixabay - 1:41
  • 112. Long Thriller Theme - 8:00
  • 113. Melancholia Music Box Sad-Creepy Song - 3:46
  • 114. Mix Halloween-1 - 33:58
  • 115. Mix Halloween-2 - 33:34
  • 116. Mix Halloween-3 - 58:53
  • 117. Mix-Halloween - Spooky-2022 - 1h19:23
  • 118. Movie Theme - A Nightmare On Elm Street - 1984 - 4:06
  • 119. Movie Theme - Children Of The Corn - 3:03
  • 120. Movie Theme - Dead Silence - 2:56
  • 121. Movie Theme - Friday The 13th - 11:11
  • 122. Movie Theme - Halloween - John Carpenter - 2:25
  • 123. Movie Theme - Halloween II - John Carpenter - 4:30
  • 124. Movie Theme - Halloween III - 6:16
  • 125. Movie Theme - Insidious - 3:31
  • 126. Movie Theme - Prometheus - 1:34
  • 127. Movie Theme - Psycho - 1960 - 1:06
  • 128. Movie Theme - Sinister - 6:56
  • 129. Movie Theme - The Omen - 2:35
  • 130. Movie Theme - The Omen II - 5:05
  • 131. Música De Suspenso - Bosque Siniestro - Tony Adixx - 3:21
  • 132. Música De Suspenso - El Cementerio - Tony Adixx - 3:33
  • 133. Música De Suspenso - El Pantano - Tony Adixx - 4:21
  • 134. Música De Suspenso - Fantasmas De Halloween - Tony Adixx - 4:01
  • 135. Música De Suspenso - Muñeca Macabra - Tony Adixx - 3:03
  • 136. Música De Suspenso - Payasos Asesinos - Tony Adixx - 3:38
  • 137. Música De Suspenso - Trampa Oscura - Tony Adixx - 2:42
  • 138. Música Instrumental De Suspenso - 1h31:32
  • 139. Mysterios Horror Intro - 0:39
  • 140. Mysterious Celesta - 1:04
  • 141. Nightmare - 2:32
  • 142. Old Cosmic Entity - 2:15
  • 143. One-Two Freddys Coming For You - 0:29
  • 144. Out Of The Dark Creepy And Scary Voices - 0:59
  • 145. Pandoras Music Box - 3:07
  • 146. Peques - 5 Calaveras Saltando En La Cama - Educa Baby TV - 2:18
  • 147. Peques - A Mi Zombie Le Duele La Cabeza - Educa Baby TV - 2:49
  • 148. Peques - El Extraño Mundo De Jack - Esto Es Halloween - 3:08
  • 149. Peques - Halloween Scary Horror And Creepy Spooky Funny Children Music - 2:53
  • 150. Peques - Join Us - Horror Music With Children Singing - 1:59
  • 151. Peques - La Familia Dedo De Monstruo - Educa Baby TV - 3:31
  • 152. Peques - Las Calaveras Salen De Su Tumba Chumbala Cachumbala - 3:19
  • 153. Peques - Monstruos Por La Ciudad - Educa Baby TV - 3:17
  • 154. Peques - Tumbas Por Aquí, Tumbas Por Allá - Luli Pampin - 3:17
  • 155. Scary Forest - 2:41
  • 156. Scary Spooky Creepy Horror Ambient Dark Piano Cinematic - 2:06
  • 157. Slut - 0:48
  • 158. Sonidos - A Growing Hit For Spooky Moments - Pixabay-Universfield - 0:05
  • 159. Sonidos - A Short Horror With A Build Up - Pixabay-Universfield - 0:13
  • 160. Sonidos - Castillo Embrujado - Creando Emociones - 1:05
  • 161. Sonidos - Cinematic Impact Climax Intro - Pixabay - 0:28
  • 162. Sonidos - Creepy Horror Sound Possessed Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:04
  • 163. Sonidos - Creepy Soundscape - Pixabay - 0:50
  • 164. Sonidos - Creepy Whispering - Pixabay - 0:03
  • 165. Sonidos - Cueva De Los Espiritus - The Girl Of The Super Sounds - 3:47
  • 166. Sonidos - Disturbing Horror Sound Creepy Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:05
  • 167. Sonidos - Ghost Sigh - Pixabay - 0:05
  • 168. Sonidos - Ghost Whispers - Pixabay - 0:23
  • 169. Sonidos - Ghosts-Whispering-Screaming - Lara's Horror Sounds - 2h03:40
  • 170. Sonidos - Horror - Pixabay - 1:36
  • 171. Sonidos - Horror Demonic Sound - Pixabay-Alesiadavina - 0:18
  • 172. Sonidos - Horror Sfx - Pixabay - 0:04
  • 173. Sonidos - Horror Voice Flashback - Pixabay - 0:10
  • 174. Sonidos - Maniac In The Dark - Pixabay-Universfield - 0:15
  • 175. Sonidos - Miedo-Suspenso - Live Better Media - 8:05
  • 176. Sonidos - Para Recorrido De Casa Del Terror - Dangerous Tape Avi - 1:16
  • 177. Sonidos - Posesiones - Horror Movie Dj's - 1:35
  • 178. Sonidos - Scary Creaking Knocking Wood - Pixabay - 0:26
  • 179. Sonidos - Scream With Echo - Pixabay - 0:05
  • 180. Sonidos - Terror - Ronwizlee - 6:33
  • 181. Suspense Dark Ambient - 2:34
  • 182. Tense Cinematic - 3:14
  • 183. Terror Ambience - Pixabay - 2:01
  • 184. The Spell Dark Magic Background Music Ob Lix - 3:26
  • 185. This Is Halloween - Marilyn Manson - 3:20
  • 186. Trailer Agresivo - 0:49
  • 187. Welcome To The Dark On Halloween - 2:25
  • 188. 20 Villancicos Tradicionales - Los Niños Cantores De Navidad Vol.1 (1999) - 53:21
  • 189. 30 Mejores Villancicos De Navidad - Mundo Canticuentos - 1h11:57
  • 190. Blanca Navidad - Coros de Amor - 3:00
  • 191. Christmas Ambience - Rainrider Ambience - 3h00:00
  • 192. Christmas Time - Alma Cogan - 2:48
  • 193. Christmas Village - Aaron Kenny - 1:32
  • 194. Clásicos De Navidad - Orquesta Sinfónica De Londres - 51:44
  • 195. Deck The Hall With Boughs Of Holly - Anre Rieu - 1:33
  • 196. Deck The Halls - Jingle Punks - 2:12
  • 197. Deck The Halls - Nat King Cole - 1:08
  • 198. Frosty The Snowman - Nat King Cole-1950 - 2:18
  • 199. Frosty The Snowman - The Ventures - 2:01
  • 200. I Wish You A Merry Christmas - Bing Crosby - 1:53
  • 201. It's A Small World - Disney Children's - 2:04
  • 202. It's The Most Wonderful Time Of The Year - Andy Williams - 2:32
  • 203. Jingle Bells - 1957 - Bobby Helms - 2:11
  • 204. Jingle Bells - Am Classical - 1:36
  • 205. Jingle Bells - Frank Sinatra - 2:05
  • 206. Jingle Bells - Jim Reeves - 1:47
  • 207. Jingle Bells - Les Paul - 1:36
  • 208. Jingle Bells - Original Lyrics - 2:30
  • 209. La Pandilla Navideña - A Belen Pastores - 2:24
  • 210. La Pandilla Navideña - Ángeles Y Querubines - 2:33
  • 211. La Pandilla Navideña - Anton - 2:54
  • 212. La Pandilla Navideña - Campanitas Navideñas - 2:50
  • 213. La Pandilla Navideña - Cantad Cantad - 2:39
  • 214. La Pandilla Navideña - Donde Será Pastores - 2:35
  • 215. La Pandilla Navideña - El Amor De Los Amores - 2:56
  • 216. La Pandilla Navideña - Ha Nacido Dios - 2:29
  • 217. La Pandilla Navideña - La Nanita Nana - 2:30
  • 218. La Pandilla Navideña - La Pandilla - 2:29
  • 219. La Pandilla Navideña - Pastores Venid - 2:20
  • 220. La Pandilla Navideña - Pedacito De Luna - 2:13
  • 221. La Pandilla Navideña - Salve Reina Y Madre - 2:05
  • 222. La Pandilla Navideña - Tutaina - 2:09
  • 223. La Pandilla Navideña - Vamos, Vamos Pastorcitos - 2:29
  • 224. La Pandilla Navideña - Venid, Venid, Venid - 2:15
  • 225. La Pandilla Navideña - Zagalillo - 2:16
  • 226. Let It Snow! Let It Snow! - Dean Martin - 1:55
  • 227. Let It Snow! Let It Snow! - Frank Sinatra - 2:35
  • 228. Los Peces En El Río - Los Niños Cantores de Navidad - 2:15
  • 229. Navidad - Himnos Adventistas - 35:35
  • 230. Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 1 - 58:29
  • 231. Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 2 - 2h00:43
  • 232. Navidad - Jazz Instrumental - Canciones Y Villancicos - 1h08:52
  • 233. Navidad - Piano Relajante Para Descansar - 1h00:00
  • 234. Noche De Paz - 3:40
  • 235. Rocking Around The Chirstmas - Mel & Kim - 3:32
  • 236. Rodolfo El Reno - Grupo Nueva América - Orquesta y Coros - 2:40
  • 237. Rudolph The Red-Nosed Reindeer - The Cadillacs - 2:18
  • 238. Santa Claus Is Comin To Town - Frank Sinatra Y Seal - 2:18
  • 239. Santa Claus Is Coming To Town - Coros De Niños - 1:19
  • 240. Santa Claus Is Coming To Town - Frank Sinatra - 2:36
  • 241. Sleigh Ride - Ferrante And Teicher - 2:16
  • 242. The First Noel - Am Classical - 2:18
  • 243. Walking In A Winter Wonderland - Dean Martin - 1:52
  • 244. We Wish You A Merry Christmas - Rajshri Kids - 2:07
  • Código Hexadecimal


    Seleccionar Efectos (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Tipos de Letra (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Colores (
    0
    )
    Elegir Sección

    Bordes
    Fondo

    Fondo Hora
    Reloj-Fecha
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    LETRA - TIPO

    Desactivado SM
  • ▪ Abrir para Selección Múltiple

  • ▪ Cerrar Selección Múltiple

  • Actual
    (
    )

  • ▪ ADLaM Display: H33-V66

  • ▪ Akaya Kanadaka: H37-V67

  • ▪ Audiowide: H23-V50

  • ▪ Chewy: H35-V67

  • ▪ Croissant One: H35-V67

  • ▪ Delicious Handrawn: H55-V67

  • ▪ Germania One: H43-V67

  • ▪ Kavoon: H33-V67

  • ▪ Limelight: H31-V67

  • ▪ Marhey: H31-V67

  • ▪ Orbitron: H25-V55

  • ▪ Revalia: H23-V54

  • ▪ Ribeye: H33-V67

  • ▪ Saira Stencil One(s): H31-V67

  • ▪ Source Code Pro: H31-V67

  • ▪ Uncial Antiqua: H27-V58

  • CON RELLENO

  • ▪ Cabin Sketch: H31-V67

  • ▪ Fredericka the Great: H37-V67

  • ▪ Rubik Dirt: H29-V66

  • ▪ Rubik Distressed: H29-V66

  • ▪ Rubik Glitch Pop: H29-V66

  • ▪ Rubik Maps: H29-V66

  • ▪ Rubik Maze: H29-V66

  • ▪ Rubik Moonrocks: H29-V66

  • DE PUNTOS

  • ▪ Codystar: H37-V68

  • ▪ Handjet: H51-V67

  • ▪ Raleway Dots: H35-V67

  • DIFERENTE

  • ▪ Barrio: H41-V67

  • ▪ Caesar Dressing: H39-V66

  • ▪ Diplomata SC: H19-V44

  • ▪ Emilys Candy: H35-V67

  • ▪ Faster One: H27-V58

  • ▪ Henny Penny: H29-V64

  • ▪ Jolly Lodger: H55-V67

  • ▪ Kablammo: H33-V66

  • ▪ Monofett: H33-V66

  • ▪ Monoton: H25-V55

  • ▪ Mystery Quest: H37-V67

  • ▪ Nabla: H39-V64

  • ▪ Reggae One: H29-V64

  • ▪ Rye: H29-V65

  • ▪ Silkscreen: H27-V62

  • ▪ Sixtyfour: H19-V46

  • ▪ Smokum: H53-V67

  • ▪ UnifrakturCook: H41-V67

  • ▪ Vast Shadow: H25-V56

  • ▪ Wallpoet: H25-V54

  • ▪ Workbench: H37-V65

  • GRUESA

  • ▪ Bagel Fat One: H32-V66

  • ▪ Bungee Inline: H27-V64

  • ▪ Chango: H23-V52

  • ▪ Coiny: H31-V67

  • ▪ Luckiest Guy : H33-V67

  • ▪ Modak: H35-V67

  • ▪ Oi: H21-V46

  • ▪ Rubik Spray Paint: H29-V65

  • ▪ Ultra: H27-V60

  • HALLOWEEN

  • ▪ Butcherman: H37-V67

  • ▪ Creepster: H47-V67

  • ▪ Eater: H35-V67

  • ▪ Freckle Face: H39-V67

  • ▪ Frijole: H27-V63

  • ▪ Irish Grover: H37-V67

  • ▪ Nosifer: H23-V50

  • ▪ Piedra: H39-V67

  • ▪ Rubik Beastly: H29-V62

  • ▪ Rubik Glitch: H29-V65

  • ▪ Rubik Marker Hatch: H29-V65

  • ▪ Rubik Wet Paint: H29-V65

  • LÍNEA FINA

  • ▪ Almendra Display: H42-V67

  • ▪ Cute Font: H49-V75

  • ▪ Cutive Mono: H31-V67

  • ▪ Hachi Maru Pop: H25-V58

  • ▪ Life Savers: H37-V64

  • ▪ Megrim: H37-V67

  • ▪ Snowburst One: H33-V63

  • MANUSCRITA

  • ▪ Beau Rivage: H27-V55

  • ▪ Butterfly Kids: H59-V71

  • ▪ Explora: H47-V72

  • ▪ Love Light: H35-V61

  • ▪ Mea Culpa: H42-V67

  • ▪ Neonderthaw: H37-V66

  • ▪ Sonsie one: H21-V50

  • ▪ Swanky and Moo Moo: H53-V68

  • ▪ Waterfall: H43-V67

  • SIN RELLENO

  • ▪ Akronim: H51-V68

  • ▪ Bungee Shade: H25-V56

  • ▪ Londrina Outline: H41-V67

  • ▪ Moirai One: H34-V64

  • ▪ Rampart One: H31-V63

  • ▪ Rubik Burned: H29-V64

  • ▪ Rubik Doodle Shadow: H29-V65

  • ▪ Rubik Iso: H29-V64

  • ▪ Rubik Puddles: H29-V62

  • ▪ Tourney: H37-V66

  • ▪ Train One: H29-V64

  • ▪ Ewert: H27-V62

  • ▪ Londrina Shadow: H41-V67

  • ▪ Londrina Sketch: H41-V67

  • ▪ Miltonian: H31-V67

  • ▪ Rubik Scribble: H29-V65

  • ▪ Rubik Vinyl: H29-V64

  • ▪ Tilt Prism: H33-V67

  • OPCIONES

  • Dispo. Posic.
    H
    H
    V

    Estilos Predefinidos
    Bordes - Curvatura
    Bordes - Sombra
    Borde-Sombra Actual (
    1
    )

  • ▪ B1 (s)

  • ▪ B2

  • ▪ B3

  • ▪ B4

  • ▪ B5

  • Sombra Iquierda Superior

  • ▪ SIS1

  • ▪ SIS2

  • ▪ SIS3

  • Sombra Derecha Superior

  • ▪ SDS1

  • ▪ SDS2

  • ▪ SDS3

  • Sombra Iquierda Inferior

  • ▪ SII1

  • ▪ SII2

  • ▪ SII3

  • Sombra Derecha Inferior

  • ▪ SDI1

  • ▪ SDI2

  • ▪ SDI3

  • Sombra Superior

  • ▪ SS1

  • ▪ SS2

  • ▪ SS3

  • Sombra Inferior

  • ▪ SI1

  • ▪ SI2

  • ▪ SI3

  • Colores - Posición Paleta
    Elegir Color o Colores
    Fecha - Formato Horizontal
    Fecha - Formato Vertical
    Fecha - Opacidad
    Fecha - Posición
    Fecha - Quitar
    Fecha - Tamaño
    Fondo - Opacidad
    Imágenes para efectos
    Letra - Negrilla
    Ocultar Reloj
    No Ocultar

    Dejar Activado
    No Dejar Activado
  • ▪ Ocultar Reloj y Fecha

  • ▪ Ocultar Reloj

  • ▪ Ocultar Fecha

  • ▪ No Ocultar

  • Ocultar Reloj - 2
    Pausar Reloj
    Reloj - Opacidad
    Reloj - Posición
    Reloj - Presentación
    Reloj - Tamaño
    Reloj - Vertical
    Segundos - Dos Puntos
    Segundos

  • ▪ Quitar

  • ▪ Mostrar (s)


  • Dos Puntos Ocultar

  • ▪ Ocultar

  • ▪ Mostrar (s)


  • Dos Puntos Quitar

  • ▪ Quitar

  • ▪ Mostrar (s)

  • Segundos - Opacidad
    Segundos - Posición
    Segundos - Tamaño
    Seleccionar Efecto para Animar
    Tiempo entre efectos
    SEGUNDOS ACTUALES

    Animación
    (
    seg)

    Color Borde
    (
    seg)

    Color Fondo
    (
    seg)

    Color Fondo cada uno
    (
    seg)

    Color Reloj
    (
    seg)

    Ocultar R-F
    (
    seg)

    Ocultar R-2
    (
    seg)

    Tipos de Letra
    (
    seg)

    SEGUNDOS A ELEGIR

  • ▪ 0.3

  • ▪ 0.7

  • ▪ 1

  • ▪ 1.3

  • ▪ 1.5

  • ▪ 1.7

  • ▪ 2

  • ▪ 3 (s)

  • ▪ 5

  • ▪ 7

  • ▪ 10

  • ▪ 15

  • ▪ 20

  • ▪ 25

  • ▪ 30

  • ▪ 35

  • ▪ 40

  • ▪ 45

  • ▪ 50

  • ▪ 55

  • SECCIÓN A ELEGIR

  • ▪ Animación

  • ▪ Color Borde

  • ▪ Color Fondo

  • ▪ Color Fondo cada uno

  • ▪ Color Reloj

  • ▪ Ocultar R-F

  • ▪ Ocultar R-2

  • ▪ Tipos de Letra

  • ▪ Todo

  • Animar Reloj
    Cambio automático Color - Bordes
    Cambio automático Color - Fondo
    Cambio automático Color - Fondo H-M-S-F
    Cambio automático Color - Reloj
    Cambio automático Tipo de Letra
    Restablecer Reloj
    PROGRAMACIÓN

    Programar Reloj
    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    Prog.R.1

    H M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.2

    H M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.3

    H M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.4

    H M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días


    Programar Estilo
    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desctivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    Prog.E.1

    H M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.2

    H M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.3

    H M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.4

    H M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días

    Programar RELOJES

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar


    Cargar


    Borrar
    ▪ 1 ▪ 2 ▪ 3

    ▪ 4 ▪ 5 ▪ 6
    HORAS
    Cambiar cada
    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada
    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    RELOJES #
    Relojes a cambiar
    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 10

    T X


    Programar ESTILOS

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar


    Cargar


    Borrar
    ▪ 1 ▪ 2 ▪ 3

    ▪ 4 ▪ 5 ▪ 6
    HORAS
    Cambiar cada
    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada
    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    ESTILOS #
    A B C D

    E F G H

    I J K L

    M N O P

    Q R T S

    TODO X


    Programar lo Programado
    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar
    Programación 1

    Reloj:
    h m
    (s)
    (s2)

    Estilo:
    h m
    (s)
    (s2)

    RELOJES:
    h m
    (s)
    (s2)

    ESTILOS:
    h m
    (s)
    (s2)
    Programación 2

    Reloj:
    h m
    (s)
    (s2)

    Estilo:
    h m
    (s)(s2)

    RELOJES:
    h m
    (s)
    (s2)

    ESTILOS:
    h m
    (s)
    (s2)
    Programación 3

    Reloj:
    h m
    (s)
    (s2)

    Estilo:
    h m
    (s)
    (s2)

    RELOJES:
    h m
    (s)
    (s2)

    ESTILOS:
    h m
    (s)
    (s2)
    Ocultar Reloj

    ( RF ) ( R ) ( F )
    No Ocultar
    Ocultar Reloj - 2

    (RF) (R) (F)
    (D1) (D12)
    (HM) (HMS) (HMSF)
    (HMF) (HD1MD2S) (HD1MD2SF)
    (HD1M) (HD1MF) (HD1MD2SF)
    No Ocultar
    Almacenado en RELOJES y ESTILOS
    1
    2
    3


    4
    5
    6
    Borrar Programación
    HORAS
    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X


    IMÁGENES PERSONALES

    Esta opción permite colocar de fondo, en cualquier sección de la página, imágenes de internet, empleando el link o url de la misma. Su manejo es sencillo y práctico.

    Ahora se puede elegir un fondo diferente para cada ventana del slide, del sidebar y del downbar, en la página de INICIO; y el sidebar y la publicación en el Salón de Lectura. A más de eso, el Body, Main e Info, incluido las secciones +Categoría y Listas.

    Cada vez que eliges dónde se coloca la imagen de fondo, la misma se guarda y se mantiene cuando regreses al blog. Así como el resto de las opciones que te ofrece el mismo, es independiente por estilo, y a su vez, por usuario.

    FUNCIONAMIENTO

  • Recuadro en blanco: Es donde se colocará la url o link de la imagen.

  • Aceptar Url: Permite aceptar la dirección de la imagen que colocas en el recuadro.

  • Borrar Url: Deja vacío el recuadro en blanco para que coloques otra url.

  • Quitar imagen: Permite eliminar la imagen colocada. Cuando eliminas una imagen y deseas colocarla en otra parte, simplemente la eliminas, y para que puedas usarla en otra sección, presionas nuevamente "Aceptar Url"; siempre y cuando el link siga en el recuadro blanco.

  • Guardar Imagen: Permite guardar la imagen, para emplearla posteriormente. La misma se almacena en el banco de imágenes para el Header.

  • Imágenes Guardadas: Abre la ventana que permite ver las imágenes que has guardado.

  • Forma 1 a 5: Esta opción permite colocar de cinco formas diferente las imágenes.

  • Bottom, Top, Left, Right, Center: Esta opción, en conjunto con la anterior, permite mover la imagen para que se vea desde la parte de abajo, de arriba, desde la izquierda, desde la derecha o centrarla. Si al activar alguna de estas opciones, la imagen desaparece, debes aceptar nuevamente la Url y elegir una de las 5 formas, para que vuelva a aparecer.


  • Una vez que has empleado una de las opciones arriba mencionadas, en la parte inferior aparecerán las secciones que puedes agregar de fondo la imagen.

    Cada vez que quieras cambiar de Forma, o emplear Bottom, Top, etc., debes seleccionar la opción y seleccionar nuevamente la sección que colocaste la imagen.

    Habiendo empleado el botón "Aceptar Url", das click en cualquier sección que desees, y a cuantas quieras, sin necesidad de volver a ingresar la misma url, y el cambio es instantáneo.

    Las ventanas (widget) del sidebar, desde la quinta a la décima, pueden ser vistas cambiando la sección de "Últimas Publicaciones" con la opción "De 5 en 5 con texto" (la encuentras en el PANEL/MINIATURAS/ESTILOS), reduciendo el slide y eliminando los títulos de las ventanas del sidebar.

    La sección INFO, es la ventana que se abre cuando das click en .

    La sección DOWNBAR, son los tres widgets que se encuentran en la parte última en la página de Inicio.

    La sección POST, es donde está situada la publicación.

    Si deseas eliminar la imagen del fondo de esa sección, da click en el botón "Quitar imagen", y sigues el mismo procedimiento. Con un solo click a ese botón, puedes ir eliminando la imagen de cada seccion que hayas colocado.

    Para guardar una imagen, simplemente das click en "Guardar Imagen", siempre y cuando hayas empleado el botón "Aceptar Url".

    Para colocar una imagen de las guardadas, presionas el botón "Imágenes Guardadas", das click en la imagen deseada, y por último, click en la sección o secciones a colocar la misma.

    Para eliminar una o las imágenes que quieras de las guardadas, te vas a "Mi Librería".
    MÁS COLORES

    Esta opción permite obtener más tonalidades de los colores, para cambiar los mismos a determinadas bloques de las secciones que conforman el blog.

    Con esta opción puedes cambiar, también, los colores en la sección "Mi Librería" y "Navega Directo 1", cada uno con sus colores propios. No es necesario activar el PANEL para estas dos secciones.

    Así como el resto de las opciones que te permite el blog, es independiente por "Estilo" y a su vez por "Usuario". A excepción de "Mi Librería" y "Navega Directo 1".

    FUNCIONAMIENTO

    En la parte izquierda de la ventana de "Más Colores" se encuentra el cuadro que muestra las tonalidades del color y la barra con los colores disponibles. En la parte superior del mismo, se encuentra "Código Hex", que es donde se verá el código del color que estás seleccionando. A mano derecha del mismo hay un cuadro, el cual te permite ingresar o copiar un código de color. Seguido está la "C", que permite aceptar ese código. Luego la "G", que permite guardar un color. Y por último, el caracter "►", el cual permite ver la ventana de las opciones para los "Colores Guardados".

    En la parte derecha se encuentran los bloques y qué partes de ese bloque permite cambiar el color; así como borrar el mismo.

    Cambiemos, por ejemplo, el color del body de esta página. Damos click en "Body", una opción aparece en la parte de abajo indicando qué puedes cambiar de ese bloque. En este caso da la opción de solo el "Fondo". Damos click en la misma, seguido elegimos, en la barra vertical de colores, el color deseado, y, en la ventana grande, desplazamos la ruedita a la intensidad o tonalidad de ese color. Haciendo esto, el body empieza a cambiar de color. Donde dice "Código Hex", se cambia por el código del color que seleccionas al desplazar la ruedita. El mismo procedimiento harás para el resto de los bloques y sus complementos.

    ELIMINAR EL COLOR CAMBIADO

    Para eliminar el nuevo color elegido y poder restablecer el original o el que tenía anteriormente, en la parte derecha de esta ventana te desplazas hacia abajo donde dice "Borrar Color" y das click en "Restablecer o Borrar Color". Eliges el bloque y el complemento a eliminar el color dado y mueves la ruedita, de la ventana izquierda, a cualquier posición. Mientras tengas elegida la opción de "Restablecer o Borrar Color", puedes eliminar el color dado de cualquier bloque.
    Cuando eliges "Restablecer o Borrar Color", aparece la opción "Dar Color". Cuando ya no quieras eliminar el color dado, eliges esta opción y puedes seguir dando color normalmente.

    ELIMINAR TODOS LOS CAMBIOS

    Para eliminar todos los cambios hechos, abres el PANEL, ESTILOS, Borrar Cambios, y buscas la opción "Borrar Más Colores". Se hace un refresco de pantalla y todo tendrá los colores anteriores o los originales.

    COPIAR UN COLOR

    Cuando eliges un color, por ejemplo para "Body", a mano derecha de la opción "Fondo" aparece el código de ese color. Para copiarlo, por ejemplo al "Post" en "Texto General Fondo", das click en ese código y el mismo aparece en el recuadro blanco que está en la parte superior izquierda de esta ventana. Para que el color sea aceptado, das click en la "C" y el recuadro blanco y la "C" se cambian por "No Copiar". Ahora sí, eliges "Post", luego das click en "Texto General Fondo" y desplazas la ruedita a cualquier posición. Puedes hacer el mismo procedimiento para copiarlo a cualquier bloque y complemento del mismo. Cuando ya no quieras copiar el color, das click en "No Copiar", y puedes seguir dando color normalmente.

    COLOR MANUAL

    Para dar un color que no sea de la barra de colores de esta opción, escribe el código del color, anteponiendo el "#", en el recuadro blanco que está sobre la barra de colores y presiona "C". Por ejemplo: #000000. Ahora sí, puedes elegir el bloque y su respectivo complemento a dar el color deseado. Para emplear el mismo color en otro bloque, simplemente elige el bloque y su complemento.

    GUARDAR COLORES

    Permite guardar hasta 21 colores. Pueden ser utilizados para activar la carga de los mismos de forma Ordenada o Aleatoria.

    El proceso es similiar al de copiar un color, solo que, en lugar de presionar la "C", presionas la "G".

    Para ver los colores que están guardados, da click en "►". Al hacerlo, la ventana de los "Bloques a cambiar color" se cambia por la ventana de "Banco de Colores", donde podrás ver los colores guardados y otras opciones. El signo "►" se cambia por "◄", el cual permite regresar a la ventana anterior.

    Si quieres seguir guardando más colores, o agregar a los que tienes guardado, debes desactivar, primero, todo lo que hayas activado previamente, en esta ventana, como es: Carga Aleatoria u Ordenada, Cargar Estilo Slide y Aplicar a todo el blog; y procedes a guardar otros colores.

    A manera de sugerencia, para ver los colores que desees guardar, puedes ir probando en la sección MAIN con la opción FONDO. Una vez que has guardado los colores necesarios, puedes borrar el color del MAIN. No afecta a los colores guardados.

    ACTIVAR LOS COLORES GUARDADOS

    Para activar los colores que has guardado, debes primero seleccionar el bloque y su complemento. Si no se sigue ese proceso, no funcionará. Una vez hecho esto, das click en "►", y eliges si quieres que cargue "Ordenado, Aleatorio, Ordenado Incluido Cabecera y Aleatorio Incluido Cabecera".

    Funciona solo para un complemento de cada bloque. A excepción del Slide, Sidebar y Downbar, que cada uno tiene la opción de que cambie el color en todos los widgets, o que cada uno tenga un color diferente.

    Cargar Estilo Slide. Permite hacer un slide de los colores guardados con la selección hecha. Cuando lo activas, automáticamente cambia de color cada cierto tiempo. No es necesario reiniciar la página. Esta opción se graba.
    Si has seleccionado "Aplicar a todo el Blog", puedes activar y desactivar esta opción en cualquier momento y en cualquier sección del blog.
    Si quieres cambiar el bloque con su respectivo complemento, sin desactivar "Estilo Slide", haces la selección y vuelves a marcar si es aleatorio u ordenado (con o sin cabecera). Por cada cambio de bloque, es el mismo proceso.
    Cuando desactivas esta opción, el bloque mantiene el color con que se quedó.

    No Cargar Estilo Slide. Desactiva la opción anterior.

    Cuando eliges "Carga Ordenada", cada vez que entres a esa página, el bloque y el complemento que elegiste tomará el color según el orden que se muestra en "Colores Guardados". Si eliges "Carga Ordenada Incluido Cabecera", es igual que "Carga Ordenada", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia. Si eliges "Carga Aleatoria", el color que toma será cualquiera, y habrá veces que se repita el mismo. Si eliges "Carga Aleatoria Incluido Cabecera", es igual que "Aleatorio", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia.

    Puedes desactivar la Carga Ordenada o Aleatoria dando click en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria".

    Si quieres un nuevo grupo de colores, das click primero en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria", luego eliminas los actuales dando click en "Eliminar Colores Guardados" y por último seleccionas el nuevo set de colores.

    Aplicar a todo el Blog. Tienes la opción de aplicar lo anterior para que se cargue en todo el blog. Esta opción funciona solo con los bloques "Body, Main, Header, Menú" y "Panel y Otros".
    Para activar esta opción, debes primero seleccionar el bloque y su complemento deseado, luego seleccionas si la carga es aleatoria, ordenada, con o sin cabecera, y procedes a dar click en esta opción.
    Cuando se activa esta opción, los colores guardados aparecerán en las otras secciones del blog, y puede ser desactivado desde cualquiera de ellas. Cuando desactivas esta opción en otra sección, los colores guardados desaparecen cuando reinicias la página, y la página desde donde activaste la opción, mantiene el efecto.
    Si has seleccionado, previamente, colores en alguna sección del blog, por ejemplo en INICIO, y activas esta opción en otra sección, por ejemplo NAVEGA DIRECTO 1, INICIO tomará los colores de NAVEGA DIRECTO 1, que se verán también en todo el blog, y cuando la desactivas, en cualquier sección del blog, INICIO retomará los colores que tenía previamente.
    Cuando seleccionas la sección del "Menú", al aplicar para todo el blog, cada sección del submenú tomará un color diferente, según la cantidad de colores elegidos.

    No plicar a todo el Blog. Desactiva la opción anterior.

    Tiempo a cambiar el color. Permite cambiar los segundos que transcurren entre cada color, si has aplicado "Cargar Estilo Slide". El tiempo estándar es el T3. A la derecha de esta opción indica el tiempo a transcurrir. Esta opción se graba.

    SETS PREDEFINIDOS DE COLORES

    Se encuentra en la sección "Banco de Colores", casi en la parte última, y permite elegir entre cuatro sets de colores predefinidos. Sirven para ser empleados en "Cargar Estilo Slide".
    Para emplear cualquiera de ellos, debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; luego das click en el Set deseado, y sigues el proceso explicado anteriormente para activar los "Colores Guardados".
    Cuando seleccionas alguno de los "Sets predefinidos", los colores que contienen se mostrarán en la sección "Colores Guardados".

    SETS PERSONAL DE COLORES

    Se encuentra seguido de "Sets predefinidos de Colores", y permite guardar cuatro sets de colores personales.
    Para guardar en estos sets, los colores deben estar en "Colores Guardados". De esa forma, puedes armar tus colores, o copiar cualquiera de los "Sets predefinidos de Colores", o si te gusta algún set de otra sección del blog y tienes aplicado "Aplicar a todo el Blog".
    Para usar uno de los "Sets Personales", debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; y luego das click en "Usar". Cuando aplicas "Usar", el set de colores aparece en "Colores Guardados", y se almacenan en el mismo. Cuando entras nuevamente al blog, a esa sección, el set de colores permanece.
    Cada sección del blog tiene sus propios cuatro "Sets personal de colores", cada uno independiente del restoi.

    Tip

    Si vas a emplear esta método y quieres que se vea en toda la página, debes primero dar transparencia a todos los bloques de la sección del blog, y de ahí aplicas la opción al bloque BODY y su complemento FONDO.

    Nota

    - No puedes seguir guardando más colores o eliminarlos mientras esté activo la "Carga Ordenada o Aleatoria".
    - Cuando activas la "Carga Aleatoria" habiendo elegido primero una de las siguientes opciones: Sidebar (Fondo los 10 Widgets), Downbar (Fondo los 3 Widgets), Slide (Fondo de las 4 imágenes) o Sidebar en el Salón de Lectura (Fondo los 7 Widgets), los colores serán diferentes para cada widget.

    OBSERVACIONES

    - En "Navega Directo + Panel", lo que es la publicación, sólo funciona el fondo y el texto de la publicación.

    - En "Navega Directo + Panel", el sidebar vendría a ser el Widget 7.

    - Estos colores están por encima de los colores normales que encuentras en el "Panel', pero no de los "Predefinidos".

    - Cada sección del blog es independiente. Lo que se guarda en Inicio, es solo para Inicio. Y así con las otras secciones.

    - No permite copiar de un estilo o usuario a otro.

    - El color de la ventana donde escribes las NOTAS, no se cambia con este método.

    - Cuando borras el color dado a la sección "Menú" las opciones "Texto indicador Sección" y "Fondo indicador Sección", el código que está a la derecha no se elimina, sino que se cambia por el original de cada uno.
    3 2 1 E 1 2 3
    X
    Guardar - Eliminar
    Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    Para guardar, elige dónde, y seguido da click en la o las imágenes deseadas.
    Para dar Zoom o Fijar,
    selecciona la opción y luego la imagen.
    ---------------------------------------------------
    Slide 1     Slide 2     Slide 3




















    Header

    -------------------------------------------------
    Guardar todas las imágenes
    Fijar "Guardar Imágenes"
    Desactivar "Guardar Imágenes"
    Dar Zoom a la Imagen
    Fijar Imagen de Fondo
    No fijar Imagen de Fondo
    -------------------------------------------------
    Colocar imagen en Header
    No colocar imagen en Header
    Mover imagen del Header
    Ocultar Mover imagen del Header
    Ver Imágenes del Header


    Imágenes Guardadas y Personales
    Desactivar Slide Ocultar Todo
    P
    S1
    S2
    S3
    B1
    B2
    B3
    B4
    B5
    B6
    B7
    B8
    B9
    B10
    B11
    B12
    B13
    B14
    B15
    B16
    B17
    B18
    B19
    B20
    H

    OPCIONES GENERALES
    ● Activar Slide 1
    ● Activar Slide 2
    ● Activar Slide 3
    ● Desactivar Slide
    ● Desplazamiento Automático
    ● Ampliar o Reducir el Blog
  • Ancho igual a 1088
  • Ancho igual a 1152
  • Ancho igual a 1176
  • Ancho igual a 1280
  • Ancho igual a 1360
  • Ancho igual a 1366
  • Ancho igual a 1440
  • Ancho igual a 1600
  • Ancho igual a 1680
  • Normal 1024
  • ------------MANUAL-----------
  • + -

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1.6 seg)


    T 2 (3.3 seg)


    T 3 (4.9 seg)


    T 4 (s) (6.6 seg)


    T 5 (8.3 seg)


    T 6 (9.9 seg)


    T 7 (11.4 seg)


    T 8 13.3 seg)


    T 9 (15.0 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)


    ---------- C A T E G O R I A S ----------

    ----------------- GENERAL -------------------


    ------------- POR CATEGORÍA ---------------




















    --------REVISTAS DINERS--------






















    --------REVISTAS SELECCIONES--------














































    IMAGEN PERSONAL



    En el recuadro ingresa la url de la imagen:









    Elige la sección de la página a cambiar imagen del fondo:

    BODY MAIN POST INFO

    SIDEBAR
    Widget 1 Widget 2 Widget 3
    Widget 4 Widget 5 Widget 6
    Widget 7














































































































    PALOMOS DEL INFIERNO (Robert E. Howard)

    Publicado en septiembre 30, 2012
    (Serie Conan)


    I
    EL SILBADOR EN LA OSCURIDAD


    Griswell despertó repentinamente con todos los nervios vibrando por una premonición de inminente peligro.

    Miró a su alrededor con aire aturdido, incapaz al principio de recordar dónde estaba o qué hacía allí. La luz de la luna se filtraba a través de las polvorientas ventanas, y la enorme estancia vacía con su altísimo techo y el negro boquete de su hogar resultaba espectral y desconocida.

    Luego, a medida que emergía de las telarañas de su reciente sueño, recordó dónde se encontraba y qué estaba haciendo allí.

    Volvió la cabeza y miró a su compañero, que dormía en el suelo, cerca de él. John Branner no era más que una alargada forma en la oscuridad que la luna apenas teñía de gris.

    Griswell trató de recordar lo que le había despertado. En la casa no se oía ningún sonido; fuera, todo estaba igualmente silencioso: el siseo de la lechuza llegaba de muy lejos, del bosque de pinos.

    Finalmente, Griswell capturó el huidizo recuerdo. Lo que le había asustado hasta el punto de despertarle era una pesadilla espantosa. El recuerdo fluyó ahora a raudales, reproduciendo como en un aguafuerte la abominable visión.

    Aunque, ¿había sido un sueño? Tenía que haberlo sido, desde luego, pero se había mezclado tan extrañamente con recientes acontecimientos reales que resultaba difícil saber dónde terminaba la realidad y dónde empezaba la fantasía.

    En sueños, le había parecido revivir sus últimas horas de vigilia con todo detalle. El sueño había empezado, bruscamente, cuando John Branner y él llegaban a la vista de la casa donde ahora se encontraban.

    Habían llegado por un camino vecinal lleno de baches que discurría entre los numerosos pinares —John Branner y él—, procedentes de Nueva Inglaterra, en viaje de vacaciones.

    Habían divisado la antigua casa con sus galerías cubiertas alzándose en medio de una jungla de arbustos y malas hierbas en el momento en que el sol se ocultaba detrás de ella.

    Estaban agotados, mareados por el traqueteo del automóvil sobre aquellos infames caminos. La antigua casa desierta excitó su imaginación con su aspecto de pasado esplendor y definitiva ruina.

    Dejaron el automóvil junto al camino, y mientras avanzaban a través de una maraña de maleza unos cuantos palomos se alzaron de las balaustradas de la casa y se alejaron con un leve batir de alas.

    La puerta de madera de encima estaba abierta. Una espesa capa de polvo cubría el suelo del amplio vestíbulo y los peldaños de la escalera que conducía al piso superior.

    Cruzaron otra puerta que se abría al vestíbulo y penetraron en una habitación vacía, grande, polvorienta, llena de telarañas. Las cenizas del hogar estaban cubiertas de polvo.

    Discutieron la conveniencia de salir a buscar un poco de leña y encender fuego, pero decidieron no hacerlo. A medida que el sol se hundía en el horizonte, la oscuridad llegaba rápidamente, la oscuridad negra, absoluta, de los terrenos poblados de pinos.

    Los dos amigos sabían que en los bosques meridionales abundaban las culebras y las serpientes de cascabel, y no les sedujo la idea de salir a buscar leña a oscuras.

    Abrieron unas latas de conservas, cenaron frugalmente, luego se enrollaron en sus mantas delante del vacío hogar e inmediatamente se quedaron dormidos.

    Esto, en parte, era lo que Griswell había soñado. Vio de nuevo la maltrecha casa irguiéndose contra los arreboles de la puesta de sol; vio la bandada de palomos que emprendían el vuelo mientras Branner y él se acercaban a la casa.

    Vio la sombría habitación donde ahora se encontraban, y vio las dos formas que eran su compañero y él mismo, envueltos en sus mantas y tendidos en el polvoriento suelo. A partir de este punto su sueño se modificó sutilmente, pasando de lo real a lo fantástico.

    Griswell estaba asomado a una estancia sombría, iluminada por la grisácea luz de la luna que penetraba por algún lugar ignorado, ya que en aquella estancia no había ninguna ventana.

    Pero a la grisácea claridad Griswell vio tres formas silenciosas que colgaban suspendidas en hilera, y su inmovilidad despertó un helado terror en su alma. No se oía ningún sonido, ninguna palabra, pero Griswell intuía una presencia terrible agazapada en un oscuro rincón...

    Bruscamente volvió a encontrarse en la estancia polvorienta, de techo alto, delante del gran hogar. Estaba tendido en el suelo, envuelto en sus mantas, mirando fijamente a través del sombrío vestíbulo, hacia un lugar bañado por un rayo de luna, en la escalera que ascendía al piso superior.

    Allí había algo, una forma inclinada, completamente inmóvil bajo el rayo de luna. Pero una sombra borrosa y amarillenta que podría haber sido un rostro estaba vuelta hacia él, como si alguien agachado en la escalera les estuviera contemplando.

    Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, y en aquel momento se despertó..., si es que en realidad había estado durmiendo.

    Parpadeó varias veces. El rayo de luna caía sobre la escalera, en el lugar exacto donde había soñado que lo hacía; pero Griswell no vio ninguna figura acechante.

    Sin embargo, su cuerpo seguía temblando a causa del miedo que le había inspirado el sueño o la visión que acababa de tener; sus piernas estaban heladas, como si las hubiera sumergido en agua fría.

    Griswell hizo un movimiento involuntario para despertar a su compañero, cuando un repentino sonido le dejó paralizado.

    Era un silbido procedente del piso superior. Suave y fantasmal, iba subiendo de tono, sin desgranar ninguna melodía determinada. Aquel sonido, en una casa supuestamente desierta, resultaba bastante alarmante; pero lo que heló la sangre en las venas de Griswell fue algo más que el simple miedo a un invasor físico.

    No habría podido definirse a sí mismo el terror que se apoderó de él. Pero las mantas de Branner se movieron, y Griswell vio que su compañero estaba sentado.

    La forma de su cuerpo se dibujaba vagamente en la oscuridad, con la cabeza vuelta hacia la escalera, como si escuchara con mucha atención. El misterioso silbido aumentó todavía más en intensidad.

    —¡John! —susurró Griswell, con la boca seca.

    Habría querido gritar..., decirle a Branner que arriba había alguien, alguien cuya presencia podía resultar peligrosa para ellos; que tenían que marcharse inmediatamente de la casa. Pero la voz murió en su garganta.

    Branner se había puesto en pie. Sus pasos resonaron en el vestíbulo mientras lo cruzaba en dirección a la escalera. Empezó a subir los peldaños, una sombra más entre las sombras que le rodeaban.

    Griswell continuó tendido, incapaz de moverse, en medio de un verdadero torbellino mental. ¿Quién estaba silbando arriba?

    Vio a Branner pasar por el lugar iluminado por el rayo de luna, vio su cabeza extrañamente erguida, como si estuviera mirando algo que Griswell no podía ver, encima y más allá de la escalera.

    Pero su rostro era tan inexpresivo como el de un sonámbulo. Cruzó la zona iluminada y desapareció de la vista de Griswell, a pesar de que este último trató de gritarle que regresara.

    Pero de su garganta sólo salió un ahogado susurro. El silbido fue desvaneciéndose hasta morir del todo. Griswell oyó crujir los peldaños bajo las botas de Branner.

    Ahora había alcanzado el rellano superior, ya que Griswell oyó resonar sus pasos por encima de su cabeza.

    Repentinamente, los pasos se detuvieron, y la noche entera pareció contener la respiración. Luego, un espantoso grito rompió el silencio, y Griswell se incorporó, gritando a su vez.

    La extraña parálisis que le impidió moverse había desaparecido. Dio un paso hacia la escalera, y luego se detuvo. Volvían a resonar los pasos. Branner estaba de regreso.

    No corría. Andaba incluso con más lentitud que antes. Los peldaños de la escalera volvieron a crujir. Una mano, que se movía a lo largo de la barandilla, quedó iluminada por el rayo de luna; luego la otra, y un escalofrío de terror recorrió el cuerpo de Griswell al ver que esta segunda mano empuñaba un hacha..., un hacha de la cual goteaba un líquido oscuro. ¿Era Branner el que estaba descendiendo la escalera?

    ¡Sí! La figura había cruzado ahora el rayo de luna, y Griswell la reconoció. Luego vio el rostro de Branner, y una ahogada exclamación brotó de sus labios.

    El rostro de Branner estaba pálido, cadavérico; unas gotas de sangre se desprendían de él; sus ojos, vidriosos, tenían una fijeza obsesionante; y la sangre manaba también de la herida claramente visible en su cabeza.

    Griswell no recordó nunca exactamente cómo consiguió salir de aquella maldita casa. Más tarde conservó un recuerdo confuso de haber saltado a través de una polvorienta ventana llena de telarañas, de haber corrido ciegamente a través de la maleza, aullando de terror.

    Vio la negra barrera de los pinos, y la luna flotando en una neblina roja como la sangre.

    Al ver el automóvil aparcado junto al camino recobró parte de su cordura. En un mundo que había enloquecido de repente, aquél era un objeto que reflejaba una prosaica realidad; pero en el momento en que se disponía a abrir la portezuela, un espantoso chirrido resonó en sus oídos, y una forma ondulante avanzó la cabeza hacia él desde el asiento del conductor, mostrando una lengua ahorquillada a la luz de la luna.

    Con un aullido de terror, Griswell echó a correr hacia el camino, como corre un hombre en una pesadilla. Corría a ciegas.

    Su aturdido cerebro era incapaz de ningún pensamiento consciente, Se limitaba a obedecer al instinto primario que le impulsaba a correr..., correr..., correr hasta caer exhausto.

    Las negras paredes de los pinos surgían interminablemente a su lado, hasta el punto de que Griswell tenía la sensación de no moverse de sitio. Pero súbitamente un sonido penetró la niebla de su terror: el inexorable rumor de unos pasos que le seguían.

    Volviendo la cabeza, vio a alguien que avanzaba detrás de él..., lobo o perro, no habría podido decirlo, pero sus ojos ardían como bolas de fuego verde. Griswell aumentó la velocidad de su carrera, dio la vuelta a una curva del camino y oyó relinchar a un caballo; vio la grupa del animal y oyó maldecir al jinete que lo montaba; vio un brillo azulado en la mano levantada del hombre.

    Griswell se tambaleó y tuvo que agarrarse al estribo del jinete para no caer al suelo.

    —¡Por el amor de Dios, ayúdeme! —jadeó—. ¡La cosa! ¡Ha asesinado a Branner..., y me está persiguiendo! ¡Mire!

    Dos bolas de fuego ardían entre los arbustos en la revuelta del camino. El jinete volvió a maldecir y disparó tres veces consecutivas. Las bolas de fuego se desvanecieron y el jinete, librando su estribo del agarrón de Griswell, hizo avanzar su caballo hacia la revuelta.

    Griswell dio unos pasos vacilantes, temblando como un azogado. El jinete desapareció unos instantes de su vista; luego regresó al galope.

    —Ha desaparecido —dijo—. Supongo que era un lobo, aunque nunca oí que persiguieran a un hombre. ¿Sabe usted lo que era?

    Griswell se limitó a sacudir débilmente la cabeza. El jinete, recortándose contra la luz de la luna, le miraba desde lo alto, empuñando aún en su mano derecha el humeante revólver.

    Era un hombre robusto, de mediana estatura, y su ancho sombrero y sus botas le señalaban como un nativo de la región tan claramente como el atuendo de Griswell revelaba en él al forastero.

    —¿Qué es lo que ha sucedido? —preguntó el jinete.
    —No lo sé —respondió Griswell—. Me llamo Griswell.

    John Branner, el amigo que viajaba conmigo, y yo nos detuvimos en la casa abandonada que hay al otro lado del camino para pasar allí la noche. Algo... —el recuerdo le hizo estremecerse de horror—.

    ¡Dios mío! —exclamó—. ¡Debo de estar loco! Alguien se asomó por encima de la barandilla de la escalera..., alguien que tenía el rostro amarillento. Creí que estaba soñando, pero tiene que haber sido real.

    Luego, alguien silbó en el piso de arriba, y Branner se levantó y subió la escalera como un sonámbulo, o un hombre hipnotizado. Oí un grito; luego, Branner volvió a bajar con un hacha ensangrentada en la mano, y... ¡Dios mío!

    ¡Estaba muerto! Le habían abierto la cabeza. Vi sus sesos a través de la herida, y la sangre que manaba por ella, y su rostro era el de un cadáver.

    ¡Pero bajó la escalera! Pongo a Dios por testigo de que John Branner fue asesinado en aquel oscuro rellano, y de que su cadáver descendió luego la escalera con un hacha en la mano... ¡para asesinarme!

    El jinete no hizo ningún comentario; permaneció sentado sobre su caballo como una estatua, recortándose contra las estrellas, y Griswell no pudo leer en su expresión, ya que su rostro estaba ensombrecido por el ala de su sombrero.

    —Piensa usted que estoy loco —murmuró Griswell—. Tal vez lo esté.
    —No se que pensar —respondió el jinete—. Si no se tratara de la antigua casa de los Blassenville... Bueno, veremos. Me llamo Buckner.

    Soy el sheriff de este condado. Vengo de llevar a un negro al condado vecino y se me ha hecho un poco tarde.

    Se apeó de su caballo y se quedó en pie junto a Griswell, más bajo que él pero mucho más fornido. De su persona se desprendía un aire de decisión y de seguridad en sí mismo, y no resultaba difícil imaginar que sería un hombre peligroso en cualquier clase de lucha.

    —¿Teme usted regresar a la casa? —preguntó.

    Griswell se estremeció, pero sacudió la cabeza: revivía en él la obstinada tenacidad de sus antepasados puritanos.

    —La idea de enfrentarme de nuevo con aquél horror me pone enfermo —murmuró—. Pero, el pobre Branner... Tenemos que encontrar su cadáver. ¡Dios mío! —exclamó, desalentado por el abismal horror de la cosa—.

    ¿Qué es lo que encontraremos? Si un hombre muerto anda...

    —Veremos.

    El sheriff ató las riendas alrededor de su brazo izquierdo y empezó a llenar los cilindros de su enorme revólver mientras andaban.

    Cuando llegaron a la revuelta del camino, la sangre de Griswell estaba helada ante el pensamiento de lo que podían encontrar en el camino, pero sólo vieron la casa irguiéndose espectralmente entre los pinos.

    —¡Dios mío! —susurró Griswell—. Parece mucho más siniestra ahora que cuando llegamos a ella y vimos aquellos palomos que volaban del porche...
    —¿Palomos? —inquirió Buckner, dirigiéndole una rápida mirada—. ¿Vio usted a los palomos?
    —Desde luego. Una bandada, que salió volando del porche.

    Caminaron unos instantes en silencio, hasta que Buckner dijo con cierta brusquedad:

    —He vivido en esta región desde que nací. He pasado por delante de la antigua casa de los Blassenville centenares de veces, a todas las horas del día y de la noche. Pero nunca he visto un solo palomo, ni en la casa ni en los bosques de los alrededores.
    —Había una verdadera bandada —repitió Griswell, sorprendido.
    —He conocido a hombres que juraron haber visto una bandada de palomos posados en el porche de la casa, a la puesta del sol —dijo Buckner lentamente—.

    Todos eran negros, excepto uno. Un trampero. Estaba encendiendo una fogata en el patio, dispuesto a pasar allí aquella noche. Le vi al atardecer y me habló de los palomos.

    A la mañana siguiente volví a la casa. Las cenizas de su fogata estaban allí, y su vaso de estaño, y la sartén en la cual frió su tocino, y sus mantas, extendidas como si hubiera dormido en ellas. Nadie volvió a verle.

    Eso ocurrió hace doce años. Los negros dicen que ellos pueden ver a los palomos, pero ningún negro se atreve a pasar por este camino después de la puesta del sol.

    Dicen que los palomos son las almas de los Blassenville, que salen del infierno cuando se pone el sol. Los negros dicen que el resplandor rojizo que se ve hacia el oeste es la claridad del infierno, porque a aquella hora las puertas del infierno están abiertas para dar paso a los Blassenville.

    —¿Quiénes eran los Blassenville? —preguntó Griswell, estremeciéndose.
    —Eran los propietarios de todas estas tierras. Una familia franco—inglesa. Llegaron procedentes de las Indias Occidentales, antes de la evacuación de Louisiana.

    La Guerra Civil les arruinó, como a otros tantos. Algunos de sus miembros resultaron muertos en la guerra; la mayoría de los otros murieron fuera de aquí.

    Nadie vivió en la casa solariega a partir de 1890, cuando miss Elisabeth Blassenville, la última del linaje, desapareció una noche de la casa y nunca regresó... ¿Es ése su automóvil?

    Se detuvieron al lado del vehículo, y Griswell contempló morbosamente la antigua mansión. Sus polvorientos ventanales estaban vacíos y oscuros; pero Griswell experimentaba la desagradable sensación de que unos ojos le acechaban con expresión hambrienta a través de los cristales.

    Buckner repitió su pregunta.

    —Sí —respondió Griswell—. Tenga cuidado. Hay una serpiente en el asiento..., o por lo menos estaba allí.
    —Ahora no hay ninguna —gruñó Buckner, atando su caballo y sacando una linterna de las alforjas—. Bueno, vamos a echar un vistazo.

    Echó a andar hacia la casa con la misma tranquilidad que si se dirigieran a efectuar una visita de cumplido a unos amigos. Griswell le siguió, pegado a sus talones, respirando agitadamente.

    La leve brisa llevaba hasta ellos un hedor a corrupción y a vegetación podrida, y Griswell experimentó una intensa sensación de náusea, en la cual se mezclaban el malestar físico y la angustia mental que provocaban aquellas antiguas mansiones que ocultaban olvidados secretos de esclavitud, de orgullo de raza, y de misteriosas intrigas.

    Se había imaginado el Sur como una tierra lánguida y soleada, acariciada por suaves brisas que transportaban cálidos aromas a flores y a especias, donde la vida discurría plácidamente al ritmo de los cantos que los negros entonaban en los campos de algodón bañados por el sol.

    Pero ahora acababa de descubrir otro aspecto, completamente inesperado: un aspecto oscuro, impregnado de misterio. Y el descubrimiento le resultaba repulsivo.

    Cruzaron la pesada puerta de madera de encima. La negrura del interior quedaba intensificada ahora por el haz luminoso proyectado por la linterna de Buckner.

    Aquel haz se deslizó a través de la oscuridad del vestíbulo y trepó por la escalera, y Griswell contuvo la respiración, apretando los puños. Pero ninguna forma demencial se reveló allí.

    Buckner avanzó con la ligereza de un gato, la linterna en una mano, el revólver en la otra.

    Mientras proyectaba la luz de su linterna en la habitación que se abría al pie de la escalera, Griswell lanzó un grito..., y volvió a gritar, a punto de desmayarse con el espectáculo que se ofrecía a sus ojos.

    Un rastro de gotas de sangre cruzaba la habitación, pasando por encima de las mantas que Branner había ocupado, las cuales estaban extendidas entre la puerta y las del propio Griswell.

    Y las mantas de Griswell tenían un terrible ocupante. John Branner estaba tendido en ellas, boca abajo, con una horrible herida en la parte posterior de la cabeza.

    Su mano extendida seguía empuñando el mango de un hacha, y la hoja estaba profundamente clavada en la manta y en el suelo que se extendía debajo, en el lugar exacto donde había reposado la cabeza de Griswell cuando dormía allí.

    Griswell no se dio cuenta de que se tambaleaba ni de que Buckner le cogía, impidiendo que cayera al suelo. Cuando recobró el conocimiento, la cabeza le dolía terriblemente y todo parecía dar vueltas alrededor.

    Buckner proyectó el haz luminoso de su linterna sobre su rostro, haciéndole parpadear. La voz del sheriff llegó desde más allá de la brillante claridad:

    —Griswell, me ha contado usted una historia muy difícil de creer. Vi algo que le perseguía a usted, pero aquello era un lobo, o un perro salvaje. ”Si está ocultando algo, será mejor que lo escupa ahora.

    Lo que me ha contado a mí es insostenible ante cualquier tribunal. Va usted a enfrentarse con la acusación de haber asesinado a su compañero.

    Tengo que detenerle. Si es usted sincero conmigo, las cosas serán mucho más fáciles. Ahora dígame, ¿mató usted a este hombre, Griswell? ”Supongo que ocurriría algo parecido a esto: discutieron ustedes por algo, la discusión se agrió, Branner empuñó un hacha y le atacó, pero usted consiguió desarmarle, le abrió la cabeza de un hachazo y volvió a dejar el arma en sus manos... ¿Me equivoco? Griswell ocultó la cara entre sus manos, sacudiendo la cabeza.

    —¡Dios mío! ¡Yo no maté a John! ¿Por qué iba a hacer una cosa así? John y yo éramos amigos de la infancia. Le he dicho a usted la verdad. No puedo reprocharle a usted que no me crea. Pero juro por Dios que es la verdad.

    La luz volvió a iluminar la abierta cabeza de Branner, y Griswell cerró los ojos.

    Oyó que Buckner gruñía:

    —Creo que le mataron con el hacha que tiene en la mano. Hay sangre y sesos pegados a la hoja, y unos cuantos cabellos del mismo color que los suyos. Eso empeora las cosas para usted, Griswell.
    —¿Por qué? —gimió Griswell con voz temblorosa.
    —Elimina toda posibilidad de alegar defensa propia. Branner no pudo atacarle con ese hacha después de que usted le abrió la cabeza con ella.

    La herida es mortal de necesidad. Debió usted arrancar el hacha de su cabeza, clavarla en el suelo y colocar sus dedos alrededor del mango para que pareciera que él le atacaba. Una maniobra muy hábil..., si hubiera utilizado usted otra hacha.

    —Pero yo no le maté —gimió Griswell—. No tengo la menor intención de alegar defensa propia.
    —Eso es lo que me intriga —admitió Buckner francamente—. ¿Qué asesino sería tan estúpido para contar una historia tan descabellada como la que usted me ha contado para demostrar su inocencia? Cualquier asesino habría inventado una historia que fuera lógica, al menos.

    ¡Hum! El rastro de sangre procede de la puerta. El cadáver fue arrastrado..., no, no pudo ser arrastrado. El suelo está lleno de polvo y se verían las huellas.

    Tuvo usted que transportarle hasta aquí, después de haberle matado en otro lugar. Pero, en ese caso, ¿por qué no hay sangre en sus ropas?

    Desde luego, puede usted haberse cambiado la ropa. Pero ese individuo no lleva muerto mucho tiempo.

    —Bajó la escalera y cruzó la habitación —murmuró Griswell—. Venía a matarme. Supe que venía a matarme cuando le vi acechando por encima de la barandilla.

    Descargó el golpe donde yo habría estado, de no haberme despertado. Mire aquella ventana... Está rota: salté a través de ella.

    —Sí, lo veo. Pero, si andaba entonces, ¿por qué no anda ahora?
    —¡No lo sé! Estoy demasiado trastornado para pensar cuerdamente. Temí que se levantara del suelo y saliera en mi persecución.

    Cuando oí aquel lobo corriendo detrás de mí, creí que era John que me perseguía... ¡John, corriendo a través de la noche con su hacha ensangrentada y su ensangrentada cabeza! Sus dientes castañetearon mientras revivía aquel espantoso horror.

    Buckner paseó por el suelo el haz luminoso de su linterna.

    —Las gotas de sangre proceden del vestíbulo. Vamos. Las seguiremos.

    Griswell se estremeció.

    —Proceden del piso superior —murmuró.

    Buckner le miraba fijamente.

    —¿Teme usted subir al piso, conmigo?

    El rostro de Griswell estaba gris.

    —Sí. Pero voy a subir, con usted o sin usted. La cosa que mató al pobre John puede estar todavía oculta allí.
    —Suba detrás de mí —ordenó Buckner—. Si algo salta sobre nosotros, yo me ocuparé de ello. Pero, por su propio bien, le advierto que disparo con más rapidez de la que emplea un gato en saltar, y que rara vez fallo un tiro. Si se le ha ocurrido la idea de atacarme por detrás, olvídela.
    —¡No sea estúpido! —exclamó Griswell.

    El furor había barrido momentáneamente sus temores, y aquella enojada exclamación pareció tranquilizar a Buckner mucho más que todas sus protestas de inocencia.

    —Deseo ser justo —dijo—. No puedo acusarle y condenarle sin pruebas. Si es verdad la mitad solamente de lo que me ha contado, ha vivido usted un verdadero infierno y no quiero ser demasiado duro. Pero debe comprender lo difícil que me resulta creerle.

    Griswell no respondió, limitándose a indicarle con un gesto que estaba dispuesto a acompañarle arriba. Cruzaron el vestíbulo y se detuvieron al pie de la escalera.

    Un rastro de gotas de sangre, claramente visibles en los polvorientos peldaños, señalaba el camino.

    —Hay pisadas de hombre en el polvo —gruñó Buckner—. Hay que subir despacio. Tenemos que fijarnos bien en lo que vemos, ya que al subir borraremos estas huellas.

    Hay un rastro de pisadas que suben y otras que bajan. Del mismo hombre. Y no son de usted. Branner era un hombre mucho más alto que usted.

    Hay gotas de sangre en todo el camino..., sangre en la barandilla, como si un hombre hubiera posado en ella su mano ensangrentada..., una mancha de algo que parecen...,sesos. Me pregunto...

    —Bajaba la escalera, y estaba muerto —se estremeció Griswell—. Agarrándose con una mano a la barandilla, y empuñando con la otra el hacha que le mató.
    —Pudieron transportarle —murmuró el sheriff—. Pero, si alguien le transportó, ¿dónde están sus huellas?

    Llegaron al rellano superior, un amplio y vacío espacio de polvo y sombras donde las ennegrecidas ventanas rechazaban la claridad de la luna y el haz luminoso de la linterna de Buckner parecía inadecuado.

    Griswell temblaba como una hoja. Aquí, en la oscuridad y el horror, había muerto John Branner.

    —Alguien silbaba aquí arriba —murmuró—. Igual que las de la escalera; unas van y otras vienen. Las mismas huellas... ¡Judas!

    Detrás de él, Griswell ahogó un grito, ya que acababa de ver lo que había provocado la exclamación de Buckner. A unos pies de distancia del último peldaño, las huellas de las pisadas de Branner se detenían bruscamente y luego daban la vuelta, casi pisando las huellas anteriores. Y en el lugar donde se había detenido había una gran mancha de sangre en el polvoriento suelo..., y otras huellas que llegaban hasta allí, huellas de pies descalzos, pequeños pero de pulgares muy anchos. También aquellas huellas retrocedían a partir de aquel punto. Buckner se inclinó sobre ellas, gruñendo.

    —¡ Las huellas se encuentran! ¡Y en el lugar donde se encuentran hay sangre y sesos en el suelo! Aquí mataron a Branner, descargándole un hachazo.

    Unos pies descalzos procedentes de la oscuridad se encuentran con unos pies calzados; luego, ambos dan la vuelta. Los pies calzados bajan la escalera, los descalzos retroceden por el rellano.

    Proyectó la luz de su linterna a lo largo del rellano; las pisadas se desvanecían en la oscuridad, más allá del alcance de la luz. A un lado y a otro, las cerradas puertas de otras tantas estancias eran secretos portales de misterio.

    —Supongamos que su descabellada historia fuera cierta —murmuró Buckner, medio para sí mismo—. Esas huellas no son de usted. Parecen las de una mujer.

    Supongamos que alguien silbó, y Branner subió aquí a investigar. Supongamos que alguien le atacó aquí, en la oscuridad, abriéndole la cabeza.

    En tal caso, las huellas hubieran sido tal como son, en realidad. Pero, suponiendo que fuera eso lo que hubiera ocurrido, ¿por qué no se quedó Branner tendido aquí, donde encontró la muerte?

    ¿Pudo haber vivido el tiempo suficiente para arrancar el hacha de manos del que le asesinó, y bajar la escalera con ella?

    —¡No, no! —exclamó Griswell—. Yo le vi en la escalera. Estaba muerto. Ningún hombre podría vivir un minuto después de recibir tal herida.
    —Lo creo —murmuró Buckner—. Pero es una locura. O un plan diabólicamente hábil... Sin embargo, ningún hombre en su sano juicio elaboraría un plan tan descabellado para escapar al castigo de su crimen, cuando un simple alegato de defensa propia sería mucho más eficaz.

    Ningún tribunal aceptaría esa historia. Bueno, vamos a seguir esas otras huellas. Avanzan por el rellano... ¡Un momento! ¿Qué es esto?

    Con un estremecimiento de terror, Griswell vio que la luz de la linterna empezaba a amortiguarse.

    —Esta batería es nueva —murmuró Buckner, y por primera vez Griswell captó una nota de temor en su voz—. ¡Vamos! ¡Tenemos que salir de aquí inmediatamente!

    La luz se había amortiguado hasta quedar reducida a un débil brillo rojizo. La oscuridad parecía acercarse a ellos, deslizándose con el paso silencioso de un gato. Buckner retrocedió, hacia la escalera, llevando a Griswell pegado a sus talones.

    En la creciente oscuridad, Griswell oyó un sonido como el de una puerta que se abría lentamente, y al mismo tiempo las negruras que les rodeaban vibraron con una oculta amenaza.

    Griswell supo que Buckner experimentaba la misma sensación que le había invadido a él, ya que el cuerpo del sheriff se tensó como el de una pantera dispuesta a saltar.

    Pero continuó retrocediendo, sin prisas, luchando contra el pánico que le impulsaba a gritar y a emprender una loca huida. Una terrible idea hizo brotar un sudor helado de su frente.

    ¿Y si el muerto se estaba deslizando detrás de ellos en la oscuridad, empuñando el hacha ensangrentada presto a descargarla sobre ellos?

    Aquella posibilidad le abrumó hasta el punto de que apenas se dio cuenta de que sus pies alcanzaban el vestíbulo inferior, y sólo entonces descendían, hasta recobrar toda su fuerza.

    Pero cuando Buckner proyectó el haz luminoso hacia la parte superior de la escalera, no consiguió iluminar más que oscuridad que colgaba como una tangible niebla sobre el rellano superior.

    —Esta maldita linterna estaba embrujada —murmuró Buckner—. La cosa no tiene otra explicación. No puede atribuirse a causas naturales.
    —Ilumine la habitación —suplicó Griswell—. Vea si John..., si John está...

    No consiguió traducir en palabras su horrible idea, pero Buckner comprendió.

    Griswell no habría sospechado nunca que la vista del espantoso cadáver de un hombre asesinado pudiera inspirarle tal sensación de alivio.

    —Todavía está ahí —gruñó Buckner—. Si anduvo después de ser asesinado, no ha vuelto a hacerlo desde entonces. Pero, aquella cosa...

    Proyectó de nuevo la luz de la linterna hacia la parte superior de la escalera, mordiéndose el labio y rezongando en voz baja. Por tres veces había levantado su revólver.

    Griswell leyó en su pensamiento. El sheriff se sentía tentado de volver a subir aquella escalera, de medir sus fuerzas con lo desconocido. Pero el sentido común le retenía.

    —A oscuras, no tendría ninguna posibilidad —murmuró—. Y, si subo, la luz volverá a apagarse.

    Se volvió hacia Griswell.

    —Sería inútil intentar nada. En esta casa hay algo diabólico, y creo que puedo adivinar lo que es. No creo que asesinara usted a Branner. Lo que le asesinó está ahí arriba..., ahora.

    En su historia hay muchos puntos que resultan descabellados; pero, ¿acaso no es descabellado que una linterna se apague sin más ni más? No creo que lo que haya allá arriba sea humano.

    Hasta ahora, nunca me había asustado la oscuridad, pero no voy a subir a ese piso hasta que se haga de día. No tardará en amanecer. Esperaremos fuera, en aquella galería.

    Las estrellas empezaban a palidecer cuando salieron al amplio porche. Buckner se sentó en la barandilla, de cara a la puerta de la casa, empuñando su revólver. Griswell tomó asiento junto a él y se reclinó contra los restos de una columna.

    Cerró los ojos, acogiendo con placer la leve brisa que parecía refrescar su enfebrecido cerebro. Experimentaba una extraña sensación de irrealidad. Era un forastero en una región desconocida, una región que parecía haberse llenado repentinamente de negro horror.

    La sombra del patíbulo planeaba encima de él, y en aquella sombría mansión yacía John Branner, con la cabeza destrozada...

    Como las ficciones de un sueño, aquellos hechos giraban en su cerebro hasta que se fundieron en un crepúsculo gris mientras el sueño se apoderaba compasivamente de su alma.

    Despertó a un frío amanecer y al recuerdo de los horrores de la noche. La niebla se arrastraba en jirones por las copas de los pinos. Buckner le estaba sacudiendo.

    —¡Despierte! Ya es de día.

    Griswell se puso en pie, frotándose los ojos. Su rostro aparecía viejo y gris.

    —Estoy dispuesto. Vamos arriba.
    —¡Ya he estado allí! —dijo Buckner, con ojos llameantes—. No quise despertarle. Subí en cuanto amaneció. No encontré nada.
    —Pero, las huellas de los pies descalzos...
    —Han desaparecido.
    —¿Desaparecido?
    —Sí, desaparecido. El polvo del rellano ha sido removido, desde el punto donde terminaban las huellas de los pasos de Branner; ha sido barrido hacia los rincones.

    Ahora no existe ninguna posibilidad de seguir las huellas de nadie. Alguien barrió el polvo mientras estábamos aquí sentados, y no oí ningún sonido.

    He recorrido toda la casa. No he visto absolutamente nada.

    Griswell se estremeció al imaginarse a sí mismo durmiendo solo en el porche mientras Buckner llevaba a cabo su exploración.

    —¿Qué haremos ahora? Aquellas huellas eran mi única posibilidad de demostrar la veracidad de mi historia.
    —Llevaremos el cadáver de Branner al Ayuntamiento del condado —respondió Buckner—. Yo explicaré los hechos. Si las autoridades se enteran de la versión que usted puede darles, insistirán en acusarle de asesinato.

    Yo no creo que usted matara a Branner..., pero ningún fiscal de distrito, ningún juez ni ningún jurado creería lo que usted me ha contado, ni lo que nos sucedió anoche.

    Déjeme manejar este asunto a mi modo. No pienso detenerle a usted hasta que haya agotado todas las demás posibilidades. ”Cuando lleguemos a la ciudad, no diga nada de lo que ha ocurrido aquí.

    Yo me limitaré a informar al fiscal del distrito que John Branner fue asesinado por una persona o personas desconocidas, y que estoy trabajando en el caso.

    ”¿Está usted dispuesto a regresar conmigo a esta casa y a pasar la noche aquí, en la habitación en la que usted y Branner durmieron anoche?

    Griswell palideció, pero respondió con la misma obstinación con que sus antepasados habían expresado su decisión de plantar sus cabañas en las tierras de los pequots:

    —Estoy dispuesto.
    —Entonces, vámonos; ayúdeme a trasladar el cadáver de Branner a su automóvil.

    Griswell se estremeció a la vista del ensangrentado rostro de su amigo a la luz grisácea del amanecer. La niebla extendía unos viscosos tentáculos alrededor de sus pies mientras transportaban su macabra carga a través de la maleza.


    II
    EL HERMANO DE LA SERPIENTE


    De nuevo las sombras se alargaban sobre los pinares, y de nuevo dos hombres llegaron por el antiguo camino en un automóvil con matrícula de Nueva Inglaterra.

    Buckner conducía. Los nervios de Griswell estaban demasiado alterados para permitirle empuñar el volante. Su rostro estaba aún muy pálido, y todo su aspecto revelaba un gran cansancio.

    La tensión del día pasado en la capital del condado había venido a añadirse al horror que planeaba sobre su alma como la sombra de un buitre de alas negras. No había dormido, apenas había comido.

    —Prometí hablarle de los Blassenville —dijo Buckner—. Era una gente orgullosa, altiva, y sin el menor escrúpulo cuando se trataba de imponer su voluntad. No tenían para sus negros las consideraciones que en mayor o menor escala les guardaban los otros plantadores; supongo que seguían aferrados a las costumbres de las Indias Occidentales.

    Había una vena de crueldad en todos ellos..., y especialmente en miss Celia, la última de la familia que llegó a esta región. Vino mucho después de que los esclavos fueran declarados hombres libres, pero miss Celia seguía azotando con su látigo a su doncella mulata, lo mismo que cuando era una esclava, según dicen los viejos del lugar...

    Los negros decían que cuando moría un Blassenville, el diablo le estaba esperando siempre en los pinares que rodean la casa. ”Una vez terminada la Guerra Civil, los Blassenville fueron desapareciendo con bastante rapidez.

    Vivían pobremente de su plantación, que cada día rendía menos. Finalmente, sólo quedaron cuatro muchachas, hermanas, que habitaban en la antigua mansión. La plantación era cultivada por unos cuantos negros que seguían viviendo en sus chozas y trabajaban en calidad de aparceros.

    Las muchachas, muy orgullosas, se avergonzaban de su pobreza y no se relacionaban con nadie. A veces pasaban meses enteros sin salir de casa.

    Cuando necesitaban provisiones, enviaban a un negro a comprarlas. ”Pero la gente empezó a hablar de los Blassenville cuando miss Celia vino a vivir con ellas. Procedía de algún lugar de las Indias Occidentales, de donde era originaria la familia.

    Dicen que era una mujer elegante, bella, de poco más de treinta años. Tampoco ella se relacionó con la gente. Se había traído a una doncella mulata, y la trataba de un modo que hacía honor a la tradicional crueldad de los Blassenville.

    Conocí a un viejo negro, hace unos años, que juraba haber visto a miss Celia atar a la doncella a un árbol, completamente desnuda, y azotarla con un látigo. Cuando la mulata desapareció, el hecho no constituyó una sorpresa para nadie.

    Todo el mundo imaginó que se había fugado, desde luego. ”Un día de la primavera de 1890, miss Elisabeth, la más joven de las muchachas, se presentó en el pueblo por primera vez en un año, quizás. Iba en busca de provisiones.

    Dijo que todos los negros habían abandonado la plantación. Añadió que miss Celia se había marchado también sin decir nada. Sus hermanas creían que había regresado a las Indias Occidentales, pero ella estaba convencida de que su tía estaba aún en la casa.

    No aclaró el sentido de estas palabras. Se limitó a coger sus provisiones y regresar a la casa. ”Al cabo de un mes se presentó un negro en el pueblo y dijo que miss Elisabeth vivía completamente sola en la antigua mansión.

    Dijo que sus tres hermanas ya no estaban allí, que se habían marchado una detrás de otra sin dar ninguna explicación. Miss Elisabeth ignoraba adónde se habían marchado, y tenía miedo de vivir sola en la casa, pero no sabía adónde ir.

    No tenía parientes ni amigos. Pero estaba mortalmente asustada de algo. El negro dijo que permanecía encerrada continuamente en su habitación, con unas velas encendidas toda la noche...

    ”Una noche tormentosa miss Elisabeth se presentó en el pueblo montando el único caballo que poseía, medio muerta de miedo. Al llegar a la plaza se cayó del caballo; cuando pudo hablar, dijo que había descubierto una habitación secreta en la casa, olvidada durante un centenar de años.

    Y dijo que en aquella habitación se encontraban sus tres hermanas, muertas, colgadas del techo por el cuello. Añadió que alguien la persiguió con un hacha, y ella huyó de la casa montando en el único caballo que poseía.

    Pero estaba mortalmente asustada, y no sabía quién la había perseguido. Dijo que parecía una mujer con un rostro amarillento. ”Inmediatamente, medio centenar de hombres se presentaron aquí y registraron la casa de arriba abajo.

    Pero no encontraron ninguna habitación secreta, ni los cadáveres de las tres hermanas. Lo que sí encontraron fue un hacha en el rellano superior, con algunos cabellos de miss Elisabeth pegados al filo, lo cual confirmaba lo que miss Elisabeth había contado.

    Pero ella se negó a regresar a la casa y mostrarles dónde se encontraba la habitación secreta; casi enloqueció cuando se lo sugirieron. ”Cuando estuvo en condiciones de viajar, la gente del pueblo reunió algún dinero y se lo prestaron —era demasiado orgullosa para aceptar limosnas—.

    Se marchó a California. No regresó nunca, pero más tarde se supo —cuando envió el dinero que le prestaron— que se había casado. ”Nadie quiso comprar la casa. Quedó tal como miss Elisabeth la había dejado, y con el paso de los años la gente fue robando los muebles hasta vaciarla del todo.

    —¿Qué opinó la gente de la historia que contó miss Elisabeth? —preguntó Griswell.
    —La mayoría opinó que el vivir sola en esta casa la había desquiciado. Pero algunos creyeron que la doncella mulata, Joan, no había huido, como se dijo.

    Opinaban que estaba oculta en el bosque, y saciaba su odio hacia los Blassenville asesinando a los miembros de la familia.

    Dieron una batida por todos los pinares con varios perros, pero no encontraron ni rastro de la mulata. Si había una habitación secreta en la casa, tenía que estar oculta allí..., suponiendo que la teoría fuese cierta.

    —No puede haber estado oculta en la casa todos estos años —murmuró Griswell—. Y, de todos modos, lo que ahora hay en la casa no es humano.

    Buckner hizo girar el automóvil, para dejar la carretera y adentrarse en un camino vertical que discurría entre los pinos.

    —¿Hacia dónde vamos? —preguntó Griswell.
    —Hay un viejo negro que vive al final de este camino, a unas cuantas millas de aquí. Quiero hablar con él. Nos enfrentamos con algo que requiere algo más que el sentido común de un blanco.

    Los negros saben más que nosotros acerca de algunas cosas. El viejo al que vamos a visitar tiene casi cien años, si es que no los ha cumplido ya.

    Su dueño le proporcionó cierta educación cuando era un muchacho, y al convertirse en un hombre libre viajó más de lo que suelen viajar la mayoría de blancos. Dicen que es un hombre voodoo, un brujo.

    Griswell se estremeció, contemplando con inquietud los verdes árboles que les rodeaban por todas partes. La fragancia de los pinos llegaba a su olfato mezclada con el perfume de plantas desconocidas. Pero, dominándolo todo, se percibía un indefinible hedor de materia en descomposición. Una desagradable sensación puso un nudo en la boca de su estómago.

    —¡Un voodoo! —murmuró—. Me había olvidado de eso... Nunca se me había ocurrido relacionar la magia negra con el Sur.

    Para mí, la brujería siempre estuvo asociada con antiguas y tortuosas calles de ciudades portuarias, que ya eran antiguas cuando en Salem colgaban a las brujas...

    Para mí, la brujería se relacionó siempre con las antiguas ciudades de Nueva Inglaterra..., pero todo esto es más terrible que cualquier leyenda acerca de Nueva Inglaterra.

    Esos pinos sombríos, esas antiguas mansiones abandonadas, las plantaciones perdidas, los misteriosos negros, las viejas leyendas de locura y horror... ¡Dios mío! ¡Qué espantosos terrores antiguos hay en este continente que los estúpidos llaman “Nuevo”!

    —Ahí está la choza del viejo Jacob —anunció Buckner, deteniendo el automóvil.

    Griswell vio un claro y una pequeña cabaña agazapada a la sombra de los enormes árboles. Allí, los pinos daban paso a las encinas y los cipreses, llenos de un musgo grisáceo, y más allá de la cabaña se extendía una ciénaga poblada de una lujurienta vegetación. De la chimenea de barro de la cabaña surgía una leve espiral de humo azulado.

    Griswell siguió a Buckner hasta la diminuta vivienda. El sheriff empujó la puerta y penetró en la cabaña. Al encontrarse en la relativa oscuridad del interior, Griswell parpadeó.

    Una sola ventana, muy pequeña, daba paso a la luz del día. Un viejo negro estaba agazapado junto al hogar de tierra, contemplando una olla que hervía al fuego.

    Miró hacia ellos cuando entraron, pero no se levantó. Parecía increíblemente viejo. Su rostro era una masa de arrugas, y sus ojos, negros y vivaces, se velaban de cuando en cuando como si su mente vacilara.

    Buckner hizo un gesto a Griswell para indicarle que se sentara en la única silla que había en la cabaña, mientras él se instalaba junto al fuego en una banqueta toscamente labrada, enfrente del anciano.

    —Jacob —dijo bruscamente—, ha llegado el momento de que hables. Sé que conoces el secreto de Blassenville Manor. Nunca te interrogué acerca de ello, porque no era de mi competencia. Pero anoche fue asesinado un hombre allí, y pueden colgar al hombre que me acompaña por el asesinato, a menos que me digas qué es lo que alberga la antigua casa de los Blassenville.

    Los ojos del anciano brillaron para volver a apagarse inmediatamente, como si los achaques de la edad le impidieran concentrarse durante mucho tiempo en una idea.

    —Los Blassenville —murmuró, y su voz era suave y cultivada. Se expresaba en un inglés perfecto, que no recordaba en nada las formas dialectales de los de su raza—. Eran una gente orgullosa, caballeros..., orgullosa y cruel. Algunos murieron en la guerra..., otros resultaron muertos en duelos... Algunos murieron en la antigua casa... Sus palabras se convirtieron en una serie de ininteligibles murmullos.
    —¿Qué ocurrió en la casa? —preguntó Buckner pacientemente.
    —Miss Celia era la más orgullosa de todos —murmuró el anciano—. La más orgullosa y la más cruel. Los negros la odiaban; especialmente Joan. Joan llevaba sangre blanca en sus venas, y también era orgullosa. Miss Celia la azotaba como a una esclava.
    —¿Cuál es el secreto de Blassenville Manor? —insistió Buckner.

    La niebla se desvaneció de los ojos del anciano; unos ojos tan oscuros como pozos iluminados por la luna.

    —¿Qué secreto, caballero? No comprendo.
    —Sí, me comprendes perfectamente. Durante años y años, la casa se ha erguido allí, solitaria, con su misterio. Tú conoces la clave para descifrarlo.

    El anciano removió el contenido de la olla. Ahora parecía en posesión de todas sus facultades mentales.

    —Caballero, la vida es dulce, incluso para un viejo negro.
    —¿Significa eso que alguien te mataría si me revelaras el secreto?

    Pero el anciano estaba murmurando de nuevo, con los ojos cerrados.

    —Alguien, no. Ningún humano. Ningún ser humano. Los dioses negros de la ciénaga. Mi secreto permanece inviolado, guardado por la Gran Serpiente, el dios que está por encima de todos los dioses. Enviaría a un pequeño hermano para que me besara con sus fríos labios..., un pequeño hermano con un cuarto creciente en la cabeza. Le vendí mi alma a la Gran Serpiente, cuando me convirtió en creador de zuvembies...

    Buckner se puso rígido.

    —He oído esa palabra antes de ahora —dijo suavemente— de labios de un negro moribundo, cuando yo era un niño. ¿Qué significa?

    El miedo llenó los ojos del viejo Jacob.

    —¿Qué es lo que he dicho? No, no he dicho nada.
    —Zuvembies —le apremió Buckner.
    —Zuvembies —repitió maquinalmente el anciano, con los ojos inexpresivos—. Una zuvembie es una mujer..., en la Costa de los Esclavos las conocían. Los tambores que susurran por la noche en las colinas de Haití hablan de ellas. Los creadores de zuvembies son honrados por la gente de Damballah. Hablar de ello a un hombre blanco significa la muerte..., es uno de los secretos prohibidos del dios Serpiente.
    —Estabas hablando de las zuvembies —dijo Buckner suavemente.
    —No debía hablar de ellas —murmuró el anciano, y Griswell se dio cuenta de que estaba pensando en voz alta—. Ningún hombre blanco debe saber que yo bailé en la Ceremonia Negra del voodoo, y fui convertido en creador de zombies y zuvembies. La Gran Serpiente castiga con la muerte a las lenguas que hablan demasiado.
    —¿Una zuvembie es una mujer? —le apremió Buckner.
    —Era una mujer —murmuró el anciano—. Ella sabía que yo era un creador de zuvembies... Se presentó en mi choza y me pidió el horrible brebaje..., el brebaje compuesto con huesos de serpientes, y sangre de murciélago, y garras de esparavel, y otros elementos que no pueden ser nombrados. Ella había danzado en la Ceremonia Negra..., estaba madura para convertirse en una zuvembie..., lo único que necesitaba era el Brebaje Negro..., era muy hermosa..., no podía negárselo. —¿A quién? —preguntó Buckner ansiosamente, pero el anciano hundió la cabeza en su pecho y no respondió.

    Parecía dormitar. Buckner le sacudió—. Le diste un brebaje a una mujer para convertirla en una zuvembie... ¿Qué es una zuvembie?

    El anciano murmuró, con voz soñolienta:

    —Una zuvembie deja de ser humana. No reconoce ni a parientes ni a amigos. Es un miembro más del Mundo Negro. Tiene a su mando los demonios naturales:lechuzas, murciélagos, serpientes y hombres—lobo, y puede manejar la oscuridad de modo que apague una pequeña luz. Puede ser asesinada por medio del plomo o del acero, pero a menos que muera así, vive eternamente, y no come el alimento que comen los humanos. Mora como un murciélago en una caverna o en una casa antigua. El tiempo no significa nada para la zuvembie; una hora, un día, un año, todo es lo mismo. No puede hablar palabras humanas, ni pensar como piensa un humano, pero puede hipnotizar a un ser viviente con el sonido de su voz, y cuando mata a un hombre, puede dar órdenes a su cuerpo sin vida hasta que la carne está fría. Mientras fluye la sangre, el cadáver es esclavo suyo. Su mayor placer consiste en asesinar seres humanos.
    —¿Y por qué quería ella convertirse en una zuvembie? —preguntó Buckner suavemente.
    —Odio —susurró el anciano—. ¡Odio! ¡Venganza!
    —¿Se llamaba Joan? —murmuró Buckner.

    El nombre pareció desvanecer las nieblas de senilidad que envolvían la mente del voodoo. Sus ojos se aclararon una vez más, convirtiéndose en dos círculos duros y brillantes como húmedo mármol negro.

    —¿Joan? —dijo lentamente—. No he oído ese nombre por espacio de una generación. Al parecer me he quedado dormido, caballeros; no recuerdo nada..., les ruego que me perdonen. Los hombres viejos se quedan dormidos ante el fuego, como los perros viejos. ¿Me preguntaban por Blassenville Manor? Caballeros, si les dijera por qué no puedo contestar a su pregunta, atribuirían mi actitud a simple superstición. Sin embargo, pongo al Dios del hombre blanco por testigo de que...

    Mientras hablaba, extendió el brazo hacia un montón de leña que había junto al hogar, con la intención de añadir un tronco al fuego. Pero inmediatamente contrajo el brazo, profiriendo un horrible grito. Cuando el reflejo de las llamas iluminó el brazo del voodoo, los dos hombres blancos vieron que tenía enrollada una pequeña serpiente, que dejaba caer su puntiaguda cabeza sobre la carne negra, una y otra vez, con silencioso furor.

    El anciano se desplomó, gritando, al tiempo que Buckner entraba en acción. Poniéndose de pie de un salto, cogió un tronco y aplastó con él la cabeza del reptil. El viejo Jacob, entretanto, había cesado de gritar y estaba tendido en el suelo, boca arriba, completamente inmóvil.

    —¿Está muerto? —susurró Griswell.
    —Tan muerto como Judas Iscariote —respondió secamente Buckner contemplando al reptil, que continuaba retorciéndose en el suelo—. Esa infernal serpiente le inyectó en las venas el veneno suficiente para matar a una docena de hombres de su edad. Pero creo que lo que en realidad le mató fue la impresión.
    —¿Qué haremos ahora? —preguntó Griswell, estremeciéndose.
    —Dejaremos el cadáver en aquel catre. Nadie entrará aquí, si tenemos la precaución de cerrar la puerta de modo que no pueda entrar ningún cerdo salvaje, ni ningún gato. Mañana lo llevaremos al pueblo. Esta noche tenemos trabajo. Manos a la obra.

    A Griswell le repugnaba la idea de tener que tocar el cadáver, pero ayudó a Buckner a instalarlo en el catre y luego salió apresuradamente de la choza. El sol estaba hundiéndose en el horizonte, y las llamas rojas del crepúsculo encendían las negras copas de los árboles.

    Subieron al automóvil en silencio y regresaron por el mismo camino que habían seguido al venir.

    —El viejo dijo que la Gran Serpiente enviaría a uno de sus hermanos —murmuró Griswell.
    —¡Tonterías! —replicó Buckner—. A las serpientes les gusta el calor, y esta región pantanosa está infestada de ellas. La que mordió al viejo estaba oculta entre la leña, al calor del fuego. El viejo Jacob la importunó, y el animal se defendió. No hay nada de sobrenatural en esto.

    Permaneció unos instantes en silencio y luego añadió, en tono distinto:

    —Ha sido la primera vez que veo una serpiente que ataca sin silbar; y la primera vez que veo a una serpiente con una cresta blanca en forma de cuarto creciente.

    Al cabo de un rato, Griswell preguntó:

    —¿Cree usted que la mulata Joan ha permanecido oculta en la casa durante todos estos años?
    —Ya oyó lo que dijo el viejo Jacob —respondió Buckner—. El tiempo no significa nada para una zuvembie.

    Cuando llegaron a la vista de la casa, Griswell se mordió el labio superior para reprimir un estremecimiento. Volvió a sentirse poseído por una indescriptible sensación de horror.

    —¡Mire! —susurró, en el preciso instante en que Buckner detenía el automóvil. Buckner gruñó.

    Desde las balaustradas de la galería se alzó una nube de palomos que emprendieron un rápido vuelo, recortándose contra la roja claridad del crepúsculo.


    III
    LA LLAMADA DE ZUVEMBIE


    Cuando los palomos hubieron desaparecido, los dos hombres permanecieron unos instantes en sus asientos, en silencio.

    —Bueno, por fin los he visto —murmuró finalmente Buckner.
    —Tal vez los únicos que pueden verlos son los hombres marcados —susurró Griswell—. Aquel trampero los vio...
    —Bueno, veremos —replicó el sheriff tranquilamente, mientras se apeaba del automóvil, pero Griswell se dio cuenta de que la mano que empuñaba el revólver temblaba un poco.

    Al entrar en el amplio vestíbulo, Griswell vio la hilera de huellas que se extendían por el suelo, señalando el paso de un hombre muerto. Buckner había traído unas mantas. Las extendió delante del lugar.

    —Yo me acostaré junto a la puerta —dijo—. Y usted lo hará donde lo hizo anoche.
    —¿Vamos a encender una fogata? —preguntó Griswell, temblando ante la idea de la oscuridad que lo invadiría todo cuando se apagara el breve crepúsculo.
    —No. Tiene usted una linterna, igual que yo. Nos acostaremos a oscuras, y veremos lo que sucede. ¿Puede usted utilizar el revólver que le he dado?
    —Supongo que sí. Nunca he disparado un revólver, pero conozco su funcionamiento.
    —Bueno, a ser posible deje los disparos de mi cuenta.

    El sheriff se sentó con las piernas cruzadas sobre sus mantas y vació el cilindro de su “Colt”, revisando minuciosamente cada uno de los cartuchos antes de volver a colocarlos.

    Griswell paseó nerviosamente arriba y abajo, lamentando la lenta desaparición de la luz como un avaro lamenta la desaparición de su oro. Se apoyó con una mano en la repisa del hogar, mirando fijamente las cenizas recubiertas de polvo. El fuego que había producido aquellas cenizas fue encendido por Elisabeth Blassenville, hacía más de cuarenta años. La idea resultaba deprimente. Griswell removió las polvorientas cenizas con el pie. Algo se hizo visible entre los carbonizados restos: un trozo de papel, manchado y amarillento. Griswell se inclinó y lo sacó de las cenizas. Era un cuaderno de notas, con tapas de cartón.

    —¿Qué ha encontrado usted? —Preguntó Buckner, inclinando el reluciente cañón de su revólver.
    —Un antiguo cuaderno de notas. Parece un diario. Las páginas están cubiertas de escritura, pero la tinta se ha borrado y no puede leerse nada. ¿Cómo supone que fue a parar al fuego, sin que ardiera?
    —Lo tirarían ahí cuando el fuego estaba apagado —sugirió Buckner—. Probablemente lo tiró alguien que entró en la casa con el propósito de robar muebles. Alguien que no sabía leer, probablemente.

    Griswell hojeó el cuaderno, forzando la vista para distinguir algo a la escasa luz. Súbitamente, su cuerpo se puso rígido.

    —¡Aquí hay una anotación que resulta legible! ¡Escuche!

    Leyó:

    “Sé que en la casa hay alguien, además de mí misma. Puedo oír a alguien que merodea por la noche cuando el sol se ha puesto y en el exterior reina la oscuridad. A menudo, durante la noche, oigo que alguien araña la puerta de mi habitación. ¿Quién es? ¿Una de mis hermanas? ¿Tía Celia? Si es una de ellas, ¿Por qué merodea de ese modo por la casa? ¿Por qué araña la puerta de mi habitación, y huye cuando la llamo? ¡No, no! ¡No me atrevo! Tengo miedo. ¡Dios mío! ¿Qué puedo hacer? No me atrevo a permanecer aquí..., pero, ¿Adónde voy a ir?”


    —¡Santo cielo! —exclamó Buckner—. ¡Ese debe de ser el diario de Elisabeth Blassenville! ¡Continúe!
    —Las páginas que siguen no son legibles —respondió Griswell—. Pero unas páginas más adelante puedo leer algunas líneas.

    Leyó:

    “¿Por qué huyeron todos los negros cuando desapareció tía Celia? Mis hermanas están muertas. Sé que están muertas. Y tengo la impresión de que murieron horriblemente, en medio de una espantosa agonía. Pero, ¿Por qué? ¿Por qué? Si alguien asesinó a tía Celia, ¿por qué tenía que asesinar a mis pobres hermanas? Ellas fueron siempre amables con los negros. Joan...”


    Griswell interrumpió la lectura.

    —Un trozo de página está arrancado. Aquí hay otra anotación con otra fecha... Bueno, supongo que es una fecha, aunque no puedo asegurarlo.

    “...La cosa terrible que la vieja sugirió? Citó a Jacob Blount, y a Joan, pero no se atrevió a hablar claramente; quizá temía...”

    —Aquí también falta un trozo de página —explicó Griswell. Luego prosiguió la lectura:

    “¡No, no! ¡Es imposible! Ella está muerta..., o muy lejos de aquí. Sin embargo, nació y se crió en las Indias Occidentales, y por algunas alusiones que dejó caer, supe que había sido iniciada en los misterios del voodoo. Creo que incluso bailó en una de sus horribles ceremonias... ¿Cómo pudo haber descendido a tal grado de bestialidad? Y este..., este horror. ¡Dios mío! ¿Pueden ser sensibles tales cosas? No sé que pensar. Si es ella la que merodea por la casa, la que araña la puerta de mi habitación, la que silba tan espantosa y dulcemente... ¡No! Me estoy volviendo loca. Si continúo aquí sola, moriré tan horriblemente como debieron morir mis hermanas. Estoy completamente segura de eso.”

    La incoherente crónica terminaba tan bruscamente como había empezado. Griswell estaba tan absorto en su tarea de descifrar los borrosos rasgos de aquella escritura que ni siquiera se había dado cuenta de que había anochecido, y Buckner sostenía en alto su linterna a fin de que él pudiera leer. Despertando de su abstracción, dirigió una rápida mirada al oscuro rellano.

    —¿Qué conclusión ha sacado usted? —preguntó Griswell.
    —Lo que había sospechado desde el primer momento —respondió Buckner—. Aquella doncella mulata, Joan, se convirtió en zuvembie para vengarse de miss Celia. Probablemente odiaba a toda la familia tanto como a su dueña. Había tomado parte en las ceremonias del voodoo en su tierra natal, y estaba “madura”, como dijo el viejo Jacob. Lo único que necesitaba era el Brebaje Negro..., y el viejo Jacob se lo proporcionó. Asesinó a miss Celia y a las otras tres muchachas, y no asesinó a Elisabeth por pura casualidad. Ha permanecido oculta en esta casa durante todos estos años, como una serpiente en unas ruinas.
    —Pero, ¿por qué tenía que asesinar a un desconocido?
    —Ya oyó usted lo que dijo el viejo Jacob —le recordó Buckner—. Una zuvembie siente un gran placer al asesinar a un ser humano. Llamó a Branner desde lo alto de la escalera, le abrió la cabeza, colocó el hacha en su mano y le ordenó que bajara a asesinarle a usted. Ningún tribunal creería esto, pero si podemos presentar su cadáver, será una prueba más que suficiente para demostrar que es usted inocente. Aceptarán mi palabra de que ella asesinó a Branner. Jacob dijo que una zuvembie puede ser asesinada... Desde luego, al informar de este caso no tendré que mostrarme demasiado exacto en los detalles.
    —Vi que nos acechaba por encima de la barandilla de la escalera —murmuró Griswell—. Pero, ¿por qué no encontramos sus huellas en la escalera?
    —Tal vez lo soñó usted. Tal vez una zuvembie puede proyectar su espíritu... ¡Diablo! ¿Por qué tratar de razonar acerca de algo que se encuentra más allá de las fronteras de la razón? Vamos a empezar nuestra vela.
    —¡No apague la luz! —exclamó Griswell involuntariamente. Luego añadió—: Desde luego. Apáguela. Tenemos que estar a oscuras, como —vaciló—, como estábamos Branner y yo.

    Pero, en cuanto la estancia quedó sumida en la oscuridad, el miedo se apoderó de él con fuerza insostenible. Se tumbó sobre sus mantas, temblando, tratando de contener los tumultuosos latidos de su corazón.

    —Las Indias Occidentales deben de ser el lugar más horrible del mundo —murmuró Buckner, una mancha borrosa sobre sus mantas—. Había oído hablar de los zombies, pero ignoraba lo que era una zuvembie. Evidentemente, alguna droga preparada por los voodoos para provocar la locura en las mujeres. Aunque esto no explica las otras cosas: los poderes hipnóticos, la anormal longevidad, la capacidad de controlar cadáveres... No, una zuvembie no puede ser una simple loca. Es un monstruo, algo que está por encima y por debajo de un ser humano, creado por la magia que brota en los pantanos y las selvas negras... Bueno, veremos.

    Su voz cesó de sonar, y en el silencio que siguió, Griswell oyó los latidos de su propio corazón. En el exterior, en los negros bosques, un lobo aulló y las lechuzas sisearon. Luego, el silencio volvió a caer como una niebla negra.

    Griswell se obligó a sí mismo a permanecer inmóvil sobre sus mantas. El tiempo parecía haberse detenido. Y la espera se estaba haciendo insoportable. El esfuerzo que hacía para dominar sus alterados nervios bañaba en sudor todos sus miembros. Apretó los dientes hasta que le dolieron las mandíbulas, y clavó las uñas en las palmas de sus manos.

    No sabía lo que estaba esperando. El espantoso ser volvería a atacar. Pero, ¿cómo? ¿Sería un horrible y melodioso silbido, unos pies descalzos deslizándose por los crujientes peldaños, o un repentino hachazo en la oscuridad? ¿Le escogería a él, o a Buckner? Tal vez Buckner estaba muerto ya... En la oscuridad que le rodeaba no podía ver nada, pero oía la respiración regular del hombre. El meridional tenía unos nervios de acero. ¿Era que Buckner respiraba junto a él, separado por una angosta franja de oscuridad? ¿O acaso el monstruo había atacado ya en silencio, y ocupado el lugar del sheriff?

    Así de descabelladas eran las ideas que cruzaban rápidamente por el cerebro de Griswell.

    Experimentaba la sensación de que iba a volverse loco si no se ponía en pie de un salto, gritando, y huía frenéticamente de aquella maldita casa. Ni siquiera el temor a la horca podía retenerle tendido allí en la oscuridad por más tiempo. De repente, el ritmo de la respiración de Buckner se rompió, y Griswell se sintió como si acabaran de echarle un cubo de agua helada. Desde algún lugar situado encima de ellos empezó a oírse un melodioso silbido...

    Griswell notó que le faltaban las fuerzas, que su cerebro se hundía en una oscuridad más profunda que la negrura física que le rodeaba. Siguió un período de absoluta confusión mental, pasado el cual su primera sensación fue la de movimiento. Estaba corriendo por un camino increíblemente escabroso. A su alrededor todo era oscuridad, y corría ciegamente. Se dijo a sí mismo que debió de huir de la casa y haber corrido varias millas, quizás, antes de que su agotado cerebro empezara a funcionar. No le importaba; morir en la horca por un asesinato que no había cometido no le aterrorizaba ni la mitad que la idea de regresar a aquella mansión de horror. Estaba dominado por el ansia de correr..., correr..., correr como estaba haciendo ahora, ciegamente, hasta agotar sus fuerzas.

    La niebla no se había disipado del todo de su cerebro, pero tenía conciencia de que no podía ver las estrellas a través de las negras ramas de los árboles. Deseó vagamente saber hacia dónde se dirigía. Supuso que estaba trepando por una colina, y el hecho le extrañó, ya que sabía que no había ninguna colina en un radio de varias millas alrededor de la casa de los Blassenville. Luego, encima y delante de él, notó un leve resplandor.

    Avanzó hacia aquel resplandor como si le empujara una fuerza irresistible. Luego se estremeció al darse cuenta de que un extraño sonido chocaba contra sus oídos: un silbido melodioso y burlón al mismo tiempo. El silbido borró todas las nieblas. ¿Qué significaba aquello? ¿Dónde estaba? El despertar llegó como el golpe aturdidor de una maza de matarife. No estaba corriendo a lo largo de un camino, ni trepando por una colina; estaba subiendo una escalera. ¡Se encontraba aún en Blassenville Manor! ¡Y estaba subiendo la escalera!

    Un grito inhumano brotó de sus labios. Y, dominando aquel grito, el fantasmal silbido adquirió un tono de diabólico triunfo. Griswell intentó detenerse..., retroceder..., incluso arrojarse por encima de la barandilla. Pero su fuerza de voluntad estaba reducida a jirones. No existía ya. Griswell no tenía voluntad. Había dejado caer su linterna, y había olvidado el revólver en su bolsillo. No podía dominar a su propio cuerpo. Sus piernas, moviéndose rígidamente, funcionaban como piezas de un mecanismo independiente de su cerebro, obedeciendo a una voluntad exterior. Subiendo metódicamente, le transportaban al rellano superior, hacia el resplandor que ardía encima de él.

    —¡Buckner! —gritó—. ¡Buckner! ¡Por el amor de Dios! Su voz se estranguló en su garganta. Había llegado al último peldaño. Empezó a avanzar por el rellano. El silbido había cesado, pero su impulso seguía conduciéndole hacia adelante. No podía ver la fuente de la que procedía el resplandor. No parecía emanar de ningún foco central. Pero Griswell vio una vaga figura que avanzaba hacia él. Parecía una mujer, pero ninguna mujer humana era capaz de andar con aquel paso ingrávido, ninguna mujer humana había tenido nunca aquel rostro de horror, aquella borrosa expresión demencial... Griswell intentó gritar a la vista de aquél rostro, al brillo del acero que esgrimía la mano en forma de garra, pero su lengua estaba helada. Luego oyó un sonido que parecía arrastrarse silenciosamente detrás de él; las sombras fueron hendidas por una lengua de fuego que iluminó una espantosa figura que caía hacia atrás. Al mismo tiempo resonó un aullido inhumano.

    En medio de la oscuridad que siguió al inesperado fogonazo, Griswell cayó de rodillas y se cubrió el rostro con las manos. No oyó la voz de Buckner. La mano del meridional sobre su hombro le despertó de su estupor.

    Una luz proyectada directamente sobre sus ojos le cegó. Parpadeó, sombreó sus ojos con una mano y alzó la mirada hacia el rostro de Buckner, que se encontraba en el mismo borde del círculo de luz. El sheriff estaba pálido.

    —¿Está usted herido? —preguntó ansiosamente Buckner—. ¿Está usted herido? En el suelo hay un cuchillo de matarife...
    —No estoy herido —murmuró Griswell—. Ha disparado usted en el momento preciso... ¡El monstruo! ¿Dónde está? ¿Adónde ha ido?
    —¡Escuche!

    En alguna parte de la casa resonaba un horrible aleteo, como de alguien que se arrastrara y luchara en medio de las convulsiones de la muerte.

    —Jacob estaba en lo cierto —dijo Buckner en tono sombrío—. El plomo puede matarlas. La acerté de lleno, desde luego. No me atreví a encender la linterna, pero había suficiente claridad. Cuando empezó aquel fantasmal silbido, casi tropezó usted conmigo. Andaba usted como si estuviera hipnotizado. Le seguí por la escalera. Iba detrás de usted, aunque muy agachado para que ella no pudiera verme y huir. Estuve a punto de disparar demasiado tarde, pero confieso que el verla me dejó casi paralizado... ¡Mire! Proyectó el haz luminoso de su linterna a lo largo del rellano, hasta detenerlo en una abertura visible en la pared, en un lugar donde antes no había ninguna puerta.
    —¡La entrada secreta que descubrió miss Elisabeth! —exclamó Buckner—. ¡Vamos!

    Echo a correr a través del rellano y Griswell le siguió con aire aturdido. Los sonidos que acababan de oír procedían de algún lugar situado más allá de aquella misteriosa puerta, y ahora habían cesado. La luz reveló un angosto pasadizo en forma de túnel que evidentemente conducía a través de una de las recias paredes de la casa. Buckner penetró en el pasadizo sin la menor vacilación.

    —Tal vez no fuera capaz de pensar como un ser humano —murmuró, iluminando el camino delante de él—, pero tuvo la astucia suficiente para borrar sus huellas, a fin de que no pudiéramos seguirlas y descubrir, quizá, la abertura secreta. Allí hay una habitación... ¡La estancia secreta de los Blassenville!

    Y Griswell exclamó:

    —¡Santo cielo! ¡Es la cámara sin ventanas que anoche vi en mi sueño, con los tres cadáveres colgados del techo!

    La luz que Buckner paseaba por la estancia de forma circular se inmovilizó repentinamente. Dentro del amplio anillo luminoso aparecieron tres figuras, tres formas resecas, encogidas, momificadas, ataviadas con unos vestidos muy antiguos. Sus pies no tocaban el suelo, ya que estaban colgadas del cuello a unas cadenas suspendidas en el techo.

    —¡Las tres hermanas Blassenville! —murmuró Buckner—. Miss Elisabeth no estaba loca, después de todo.
    —¡Mire! —susurró Griswell con voz apenas audible—. ¡Allí, en aquel rincón!

    La luz se movió, volvió a detenerse.

    —¿Fue aquello una mujer en otros tiempos? —inquirió Griswell, como si se interrogara a sí mismo—. ¡Dios mío! Mire ese rostro, incluso en la muerte. Mire esas manos en forma de garras, con las uñas renegridas como las de una fiera. Sí, era humana... Lleva aún los harapos de un antiguo vestido de baile, muy lujoso. ¿Por qué llevaría una doncella mulata un vestido como ése?
    —Éste ha sido su cubil durante más de cuarenta años —murmuró Buckner, sin responder a la pregunta, inclinándose sobre el horrible cadáver tendido en el rincón de la estancia—. Bueno, Griswell, esto le exonera a usted: una mujer loca con un hacha... Es lo único que las autoridades necesitan saber. ¡Dios mío! ¡Qué venganza! ¡Qué horrible venganza! Aunque, pensándolo bien, tuvo que tener una naturaleza bestial. Lo prueba el hecho de que se iniciara en los misterios del voodoo cuando no era más que una jovencita...
    —¿Se refiere usted a la mulata? —susurró Griswell. Un escalofrío recorrió su cuerpo, como si intuyera un horror que superaba a todos los horrores que había experimentado hasta entonces.
    —Interpretamos equivocadamente las palabras del viejo Jacob y lo que miss Elisabeth escribió en su diario —dijo—. Ella debía de estar enterada, pero el orgullo familiar selló sus labios. Ahora veo claro, Griswell; la mulata se vengó, aunque no del modo que suponíamos. No ingirió el Brebaje Negro que el viejo Jacob le había preparado. Lo quería para suministrárselo subrepticiamente a otra persona, mezclándolo en su comida o en su café. Luego, Joan huyó de esta casa, dejando sembrada en ella la semilla del infierno.
    —¿Ese cadáver no... no es el de la mulata? —susurró Griswell.
    —Cuando la vi allá afuera, en el rellano, supe que no era mulata. Y aquellos rasgos contraídos seguían reflejando un parecido familiar. He visto su retrato y no puedo equivocarme. Ese cadáver es el del ser que en otros tiempos fue Celia Blassenville.


    Fin

    No grabar los cambios  
           Guardar 1 Guardar 2 Guardar 3
           Guardar 4 Guardar 5 Guardar 6
           Guardar 7 Guardar 8 Guardar 9
           Guardar en Básico
           --------------------------------------------
           Guardar por Categoría 1
           Guardar por Categoría 2
           Guardar por Categoría 3
           Guardar por Post
           --------------------------------------------
    Guardar en Lecturas, Leído y Personal 1 a 16
           LY LL P1 P2 P3 P4 P5
           P6 P7 P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           --------------------------------------------
           
     √

           
     √

           
     √

           
     √


            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √
         
  •          ---------------------------------------------
  •         
            
            
                    
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  • Para cargar por Sub-Categoría, presiona
    "Guardar los Cambios" y luego en
    "Guardar y cargar x Sub-Categoría 1, 2 ó 3"
         
  •          ---------------------------------------------
  • ■ Marca Estilos para Carga Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3
    ■ Marca Estilos a Suprimir-Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3



                   
    Si deseas identificar el ESTILO a copiar y
    has seleccionado GUARDAR POR POST
    tipea un tema en el recuadro blanco; si no,
    selecciona a qué estilo quieres copiarlo
    (las opciones que se encuentran en GUARDAR
    LOS CAMBIOS) y presiona COPIAR.


                   
    El estilo se copiará al estilo 9
    del usuario ingresado.

         
  •          ---------------------------------------------
  •      
  •          ---------------------------------------------















  •          ● Aplicados:
    1 -
    2 -
    3 -
    4 -
    5 -
    6 -
    7 -
    8 -
    9 -
    Bás -

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:
    LY -
    LL -
    P1 -
    P2 -
    P3 -
    P4 -
    P5 -
    P6

             ● Aplicados:
    P7 -
    P8 -
    P9 -
    P10 -
    P11 -
    P12 -
    P13

             ● Aplicados:
    P14 -
    P15 -
    P16






























              --ESTILOS A PROTEGER o DESPROTEGER--
           1 2 3 4 5 6 7 8 9
           Básico Categ 1 Categ 2 Categ 3
           Posts LY LL P1 P2
           P3 P4 P5 P6 P7
           P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           Proteger Todos        Desproteger Todos
           Proteger Notas



                           ---CAMBIO DE CLAVE---



                   
          Ingresa nombre del usuario a pasar
          los puntos, luego presiona COPIAR.

            
           ———

           ———
           ———
            - ESTILO 1
            - ESTILO 2
            - ESTILO 3
            - ESTILO 4
            - ESTILO 5
            - ESTILO 6
            - ESTILO 7
            - ESTILO 8
            - ESTILO 9
            - ESTILO BASICO
            - CATEGORIA 1
            - CATEGORIA 2
            - CATEGORIA 3
            - POR PUBLICACION

           ———



           ———



    --------------------MANUAL-------------------
    + -

    ----------------------------------------------------



  • PUNTO A GUARDAR




  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"

      - ENTRE LINEAS - TODO EL TEXTO -
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - Normal
      - ENTRE ITEMS - ESTILO LISTA -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE CONVERSACIONES - CONVS.1 Y 2 -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE LINEAS - BLOCKQUOTE -
      1 - 2 - Normal


      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Original - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar



              TEXTO DEL BLOCKQUOTE
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

              FORMA DEL BLOCKQUOTE

      Primero debes darle color al fondo
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - Normal
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2
      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -



      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 -
      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - TITULO
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3
      - Quitar

      - TODO EL SIDEBAR
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO - NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO - BLANCO - 1 - 2
      - Quitar

                 ● Cambiar en forma ordenada
     √

                 ● Cambiar en forma aleatoria
     √

     √

                 ● Eliminar Selección de imágenes

                 ● Desactivar Cambio automático
     √

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar




      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - Quitar -





      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Quitar - Original



                 - IMAGEN DEL POST


    Bloques a cambiar color
    Código Hex
    No copiar
    BODY MAIN MENU HEADER
    INFO
    PANEL y OTROS
    MINIATURAS
    SIDEBAR DOWNBAR SLIDE
    POST
    SIDEBAR
    POST
    BLOQUES
    X
    BODY
    Fondo
    MAIN
    Fondo
    HEADER
    Color con transparencia sobre el header
    MENU
    Fondo

    Texto indicador Sección

    Fondo indicador Sección
    INFO
    Fondo del texto

    Fondo del tema

    Texto

    Borde
    PANEL Y OTROS
    Fondo
    MINIATURAS
    Fondo general
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo Widget 8

    Fondo Widget 9

    Fondo Widget 10

    Fondo los 10 Widgets
    DOWNBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo los 3 Widgets
    SLIDE
    Fondo imagen 1

    Fondo imagen 2

    Fondo imagen 3

    Fondo imagen 4

    Fondo de las 4 imágenes
    POST
    Texto General

    Texto General Fondo

    Tema del post

    Tema del post fondo

    Tema del post Línea inferior

    Texto Categoría

    Texto Categoría Fondo

    Fecha de publicación

    Borde del post

    Punto Guardado
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo los 7 Widgets
    POST
    Fondo

    Texto
    BLOQUES
    Libros

    Notas

    Imágenes

    Registro

    Los 4 Bloques
    BORRAR COLOR
    Restablecer o Borrar Color
    Dar color

    Banco de Colores
    Colores Guardados


    Opciones

    Carga Ordenada

    Carga Aleatoria

    Carga Ordenada Incluido Cabecera

    Carga Aleatoria Incluido Cabecera

    Cargar Estilo Slide

    No Cargar Estilo Slide

    Aplicar a todo el Blog
     √

    No Aplicar a todo el Blog
     √

    Tiempo a cambiar el color

    Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria
    Eliminar Colores Guardados

    Sets predefinidos de Colores

    Set 1 - Tonos Grises, Oscuro
    Set 2 - Tonos Grises, Claro
    Set 3 - Colores Varios, Pasteles
    Set 4 - Colores Varios

    Sets personal de Colores

    Set personal 1:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 2:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 3:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 4:
    Guardar
    Usar
    Borrar
  • Tiempo (aprox.)

  • T 0 (1 seg)


    T 1 (2 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (s) (5 seg)


    T 4 (6 seg)


    T 5 (8 seg)


    T 6 (10 seg)


    T 7 (11 seg)


    T 8 13 seg)


    T 9 (15 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)