LLEVE UNA MEJOR RELACIÓN QUE SUS PADRES
Publicado en
julio 22, 2012

Es la víspera del tercer milenio... y de una nueva forma de convivir con la pareja.
Por Paul Quarry y Sara CremerCADA GENERACIÓN consi dera que hay ciertos aspectos del compor tamiento de sus padres que ni en sueños se les ocurriría imitar; sin embargo, cuan do uno establece una relación de pa reja, le resulta difícil no seguir su ejemplo. "La mayoría de las perso nas asimilan inconscientemente las pautas de conducta de sus padres y las sacan a relucir cuando forman un hogar", explica la consejera Lucy Selleck, de 44 años.
Quizá nuestros padres se sentían felices con unas vacaciones en la pla ya y una sola charla al año, pero eso no implica que las parejas de hoy quedarán satisfechas si hacen lo mismo. He aquí cómo asegurarse de no repetir malos hábitos:EL ERROR DE ANTES: NO VENTILAR NADA
La imagen del papá oculto tras el periódico y la mamá tejiendo no era un mero estereotipo: eso ocurría en millones de hogares. "Era muy difí cil hacer que los hombres hablaran de su matrimonio", recuerda el psi coterapeuta Robert Morley, quien empezó a trabajar en terapia conyu gal a fines de los años 40.
Cómo no incurrir en élCítense. Aunque les parezca ton to, hagan una cita por lo menos una vez a la semana para conversar una hora sin interrupciones. Reserven tiempo para salir a tomar una copa, cenar o sólo para caminar.Si desoyen este consejo, advierte Sarah Litvinoff, autora de una guía para mejorar como pareja, cuando surja un asunto importante sobre el cual hablar, les resultará más dificil hacerlo por la falta de práctica.Aprenda a escuchar. Si le parece que su pareja no conversa mucho, quizá se deba a que usted no la es cucha. Al decir de Lucy Selleck, el hombre, en particular, tiende a pro poner soluciones inmediatas a los problemas de su pareja. "El mejor consejo es contenerse", dice la experta. "La persona que desea char lar suele tener ya el remedio en mente y sólo quiere que la escuchen. No la impugne ni la interrumpa".Libérese de lastres. Conversar es un arte más complicado de lo que uno imagina. Por eso hay que erra dicar ciertos malos hábitos que obs taculizan el intercambio libre y sin cero de ideas:• No decir lo que realmente piensa. Por ejemplo, asegurar que se siente feliz de que la madre de su pareja vaya a pasar seis meses con ustedes cuando, en el fondo, quisiera correr a buscar su pasaporte.• Cambiar continuamente de tema.• Quejarse de las minucias en vez de afrontar los problemas.• Regañar, lo que equivale a decirle a su pareja cómo debe comportarse y no cómo se siente usted.• Darse ínfulas de sabelotodo.• Ser mordaz. El sarcasmo y los co mentarios paternalistas son particu larmente inútiles.• La crítica velada. Cuando una persona le dice a su pareja "Me ha ces sentir infeliz", la está responsa bilizando de sus sentimientos.EL ERROR DE ANTES: MANTENER UNA ESTRICTA DIVISION DEL TRABAJO
Si en algo coincidían nuestros pa dres era en que cada uno tenía una obligación. En términos generales, la de papá era llevar el sustento a ca sa, y la de mamá, cocinar.
Por desgracia, a pesar de nuestros esfuerzos por ser parejas modernas e igualitarias, las cosas no han cam biado mucho. Según una encuesta reciente realizada en Gran Bretaña, más de 90 por ciento de las personas opinaban que las parejas debían compartir las tareas domésticas. Sin embargo, en 77 por ciento de los ho gares era la mujer quien se ocupaba de cocinar; en 66 por ciento, de ha cer las compras; en 75 por ciento, de limpiar la casa, y en 85 por ciento, de lavar la ropa.Cómo no incurrir en élIdentifiquen el momento del día en que hay más quehacer (si los dos trabajan, es muy probable que sea a la hora en que regresan a casa) y repártanse las tareas.A menudo las mujeres no saben pedir ayuda, así que sean siempre honestos respecto a lo que necesitan el uno del otro. "A los hombres pue de resultarles difícil", añade Lucy Selleck, "porque las mujeres dicen que quieren que ellos ayuden más, pero luego les cuesta trabajo ceder su territorio. A muchas no les agra da volver a casa y encontrar al mari do planchando".EL ERROR DE ANTES: TERMINAR DURMIENDO EN CAMAS GEMELAS
La generación de nuestros padres tenía escasa experiencia sexual an tes de casarse, pero aunque esto ha cambiado mucho, "la gran mayoría de las parejas jóvenes siguen dando un alto valor a la monogamia", dice Penny Mansfield, directora de una organización de estudios sobre ma trimonio y relaciones de pareja.
Sabemos bien que es importante llevar una vida sexual saludable con nuestra pareja, pero, en la práctica, al igual que muchos padres de an tes, tendemos a empezar con noches de pasión y terminar durmiendo en camas individuales.Cómo no incurrir en élAdopte otra actitud. Según el terapeuta sexual y conyugal Phillip Hodson, miembro de la Asociación Británica de Orientadores, no sólo debemos replantear nuestras creen cias con el cerebro, sino con el cora zón. Si le preocupa que su pareja desee desfogar su sexualidad con frecuencia, pregúntese por qué. Recuerde que no hay nada malo en te ner un apetito sexual saludable. Dar rienda suelta a los impulsos, ¿lo ha ce a uno peor persona? Difícilmente.Sea imaginativo. Trate de ser innovador en la alcoba. Inicie la rela ción íntima de otra manera, usando el lado opuesto de la cama o con un cambio de ropa. También es impor tante reservar tiempo para estar juntos. "Las personas que trabajan suelen descubrir que el prolongado horario y llevarse trabajo a casa les roba tiempo", dice Hodson. "Y si no pasan un rato juntos, no ocurrirá na da en la alcoba".No se presione. Si pasa por un periodo de inapetencia o inactividad sexual, despreocúpese, siempre y cuando todo lo demás marche bien. "Uno debe sentirse tranquilo tanto si tiene relaciones íntimas como si no", comenta Lucy Selleck. "Siéntase alegre cada vez que disfrute de una formidable noche de pasión, pe ro tenga presente que no todas las noches serán así".CONDENSADO DE MEN'S HEALTH (SEPTIEMBRE DE 1998). © 1998 POR MEN'S HEALTH, DE LONDRES.