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En el primer año de vida, el niño triplica su peso desde el nacimiento y crece alrededor de veinticinco centímetros. Este gran incremento no vuelve a suceder en ningún otro momento de su vida, ni aún en la adolescencia, por eso es tan importante adoptar en esta etapa una actitud preventiva correcta.
El uso de fluoruros durante el embarazo es muy importante para prevenir futuras caries en los recién nacidos.
Durante el primer año de vida, la higiene del bebé debe ser realizada por la madre, con una gasa limpia o cepillo blando y pequeño después de cada mamada. A partir del segundo año de vida, la limpieza será con pasta dental.
Los padres deben saber sobre las consecuencias de las ingestas exesivas de azúcares, ya que ellos son los encargados de la alimentación de los niños.
El chupete debe ser de silicona blanda, para evitar deformaciones bucales.
Entre el cuarto y el sexto mes de vida se produce la erupción de los dientes de leche, empezando por los incisivos inferiores.