CORAZÓN VALIENTE: LEGADO DE UN PUEBLO
Publicado en
junio 10, 2012

El tema de la valentía ha estado prácticamente ausente de las películas más galardonadas en Hollywood en las últimas décadas. Pero hoy ha vuelto a cobrar vigencia gracias a Corazón valiente, protagonizada y dirigida por Mel Gibson.
Al principio los escépticos dudaron de que pudiera tener éxito este drama épico ambientado en la Edad Media, cuya trama gira en torno a un hombre dispuesto a morir por el honor y la libertad. Sin embargo, el público —lo mismo en Los Ángeles y París que en Tokio— ha reaccionado muy favorablemente a la verdadera historia de William Wallace, el héroe más grande que registran los anales de Escocia.
El espíritu combativo de este caudillo ha estado presente siempre en los descendientes de escoceses, aun fuera de su terruño. Y lo mismo en la guerra que en empresas constructivas, los hijos de Escocia han repetido a su manera la lejana batalla que tan vívidamente recrea esta película.
Por Richard GrenierBAJO UN ESPLENDOROSO cielo azul, dos ejércitos se despliegan en orden de batalla sobre un extenso campo verde cerca del castillo de Stirling, en las Tierras Bajas de Escocia. En un flanco vemos a las tropas inglesas, protegidas con recias y elegantes armaduras y formadas en columnas interminables: caballeros montados en briosos corceles, arqueros y soldados de infantería con yelmo que empuñan picas, hachas de combate, espadas descomunales y mazas.
En el otro flanco se encuentran sus adversarios: una turbamulta de desharrapados con jubones de cuero y la cabeza descubierta, algunos de los cuales portan por toda arma aperos de labranza. Son los rebeldes escoceses, hombres de espíritu indómito que sólo aspiran a ser libres. Se trata de una dramática escena de la película Corazón valiente. El despiadado rey de Inglaterra, Eduardo I, no aceptará la paz sin el sometimiento de los escoceses, y éstos han decidido resistir.Sin embargo, acobardados por la evidente superioridad del ejército inglés, los nobles escoceses desisten de su propósito y se disponen a negociar. Pero entonces aparece un jinete con la mitad del rostro pintado de un azul muy vivo: es William Wallace, interpretado por Mel Gibson.—¡Escuchadme, hijos de Escocia! —exclama—. ¡Habéis venido a luchar como hombres libres! ¡Pues eso es lo que sois! ¿Qué haréis sin libertad? —Hace una breve pausa para dejar que sus palabras calen en el alma de los escoceses y luego pregunta—: ¿Combatiréis?Estos asienten al unísono con un estruendoso clamor. Entonces Wallace atraviesa el campo de batalla junto con los nobles para presentarles condiciones a los ingleses.—Deponed vuestras insignias y volveos a Inglaterra —les dice con voz severa—. Y haced alto en cada casa a pedir perdón por cien años de robos, violaciones y asesinatos. Si lo hacéis, vuestros hombres vivirán; si no, moriréis todos este día.Los ejércitos se enfrentan en una encarnizada batalla; los soldados se degüellan, se mutilan y se matan con espadas y hachas, sin tomar prisioneros. Al atardecer de ese día de 1297, el campo queda cubierto de ingleses muertos, mientras los escoceses celebran jubilosos su victoria más gloriosa.Los REALIZADORES de la película se han tomado algunas libertades con la historicidad del relato, el cual mezcla hechos verídicos con leyendas, pero han dejado intacta su esencia: rendir tributo a la valentía de un pueblo. William Wallace fue un personaje real que vivió hace siete siglos, pero de su vida es muy poco lo que se sabe. Los historiadores sólo tienen certeza de que en la campiña de la Escocia medieval —que sostuvo guerras fronterizas con Inglaterra durante siglos— apareció un día un intrépido rebelde llamado William le Waleys, o "Wallace".Al frente de una partida de combatientes mal armados, Wallace logró vencer a un numeroso ejército inglés en el puente Stirling, a orillas del río Forth, e infligir así a Inglaterra una de las derrotas más dolorosas de su historia. Esta batalla marca el inicio de Escocia como nación, y el heroísmo de Wallace se considera un legado que repercutió para siempre en el espíritu y la forma de ser del pueblo escocés.Traicionado y entregado a los ingleses ocho años después de haber llevado a cabo su proeza, Wallace fue trasladado a Londres y juzgado por traición, rebelión, sedición, homicidio, robo, incendio premeditado y sacrilegio. El caudillo escocés impugnó sólo uno de los cargos: el de traición.Los cronistas de la época dejaron un prolijo informe de la ejecución del rebelde: Wallace fue colgado en la horca y descuartizado; su cabeza, clavada en una estaca y exhibida en el puente de Londres, y sus despojos enviados a tres ciudades de Escocia y una del norte de Inglaterra "para terror y escarmiento de cuantos al pasar los viesen". Las últimas palabras del guerrero fueron que jamás había jurado lealtad a un rey inglés. En la película, con su último aliento grita: "¡Libertad!"En las salas de cine escocesas, cuando llega ese momento culminante del filme, el público se pone de pie y aplaude a rabiar, pues a diferencia de Gales e Irlanda, Escocia nunca fue conquistada por Inglaterra. Los dos países quedaron unidos al cabo de cuatro siglos, pero sólo mediante convenio, al firmar en 1707 un acta de unificación que dio origen a lo que actualmente es el Reino Unido.CORAZÓN VALIENTE se proyectó por primera vez al público en mayo de 1995, y tuvo tanto éxito que fue reestrenada cuatro meses después, un privilegio poco común pero justificado, ya que la película volvió a tener una excelente acogida; fue aclamada por los críticos desde París hasta Tokio, y figuró en varios festivales de cine europeos. Hasta marzo de este año había recaudado en taquilla alrededor de 170 millones de dólares.La película ha despertado entusiasmo, sobre todo en Escocia, donde se ha convertido en emblema de quienes desean que el país vuelva a ser independiente.Pero Mel Gibson, director, productor y protagonista del filme, asegura que éste nada tiene que ver con la política. El actor no es un nacionalista escocés; es estadounidense, criado en Australia, y lo que lo atrajo de la historia que allí se narra es su tema: el heroísmo.En una entrevista que concedió al Observer de Londres, Gibson se expresó así de Wallace y sus seguidores: "Esos hombres arriesgaron todo por sus principios y jamás temieron morir. Lo que los movió a hacerlo fue una fe inquebrantable, la creencia firme de que existe algo más valioso que la propia vida; de lo contrario no habrían podido sacrificarla como lo hicieron. Hoy la mayoría de la gente no sería capaz de jugarse la vida así, pero creo que algunos sí lo harían, y son los seres que menos nos imaginamos, como el héroe anónimo con que a veces nos topamos al doblar la esquina".Mel Gibson está convencido, además, de que las historias de heroísmo como la de William Wallace sirven para "colocarnos por encima de lo ordinario, más allá de nuestra condición habitual. Todos, sin excepción, aspiramos a trascender".EN UNA DE LAS ESCENAS más impactantes de Corazón valiente, luego de ser armado caballero tras la batalla de Stirling, Sir William Wallace se encuentra con Roberto Bruce, el noble que iba a convertirse en el primer rey de Escocia y que recibe del caudillo una lección sobre las responsabilidades de la nobleza."¿Qué significa ser noble?", pregunta Wallace. "Vuestros títulos os dan derecho a ocupar el trono del país, ¡pero los hombres no siguen títulos, sino al valor! Conducidlos a la libertad y os seguirán".