LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
Publicado en
mayo 13, 2012
Ilustración: Michael MoranUN JOVEN llamó a su madre para contarle, entusiasmado, que había conocido a la mujer de sus sueños, y le preguntó cómo debía conquistarla. La dama le dio un consejo:
—¿Por qué no le envías flores y, en la tarjeta, la invitas a tu apartamento a cenar algún plato que tú mismo prepares?La estrategia le pareció genial al joven y, una semana más tarde, la mujer se presentó a cenar. Al día siguiente llamó la madre para saber cómo había marchado todo.—Sufrí una enorme humillación —se quejó el hijo—: ella se empeñó en lavar los platos.—¿Y que hay de malo en eso? —preguntó la madre.—Que ni siquiera habíamos empezado a cenar.—Citado en Sweet's Soul Cafe¿ADMITE haber entrado cuatro veces a robar en la tienda de ropa? —pregunta el juez.
—Sí —contesta el acusado.—¿Qué hurtó usted?—Un vestido, Su Señoría.—¿Un vestido? —repite, extrañado, el juez—. ¡Pero entró usted cuatro veces!—Sí, Su Señoría —suspira el acusado—. Pero en tres de ellas, a mi esposa no le agradó el color.—The Jewish PressUN PERRO se dirige a una agencia de colocaciones y pide ayuda para encontrar empleo.
—Con ese raro talento que tiene, estoy seguro de que podremos conseguirle algo en el circo —dice el empleado.—¿El circo? —pregunta el perro—. ¿Para qué quiere un plomero el circo?—Jay Trachman, en One to OneARNOLDO no sabía qué regalarle a su esposa de cumpleaños, y se quejó con un colega:
—Tiene todo lo que puedas imaginar; y si no, puede comprarse lo que quiera.—Te voy a dar una idea —le propuso el colega—. Hazle un vale que diga: "Bueno por 30 minutos de éxtasis amoroso, a la medida de tus deseos". Te garantizo que quedará encantada.Al día siguiente, el colega de Arnoldo le preguntó:—Y bien, ¿tomaste en cuenta mi sugerencia?—Así es —repuso Arnoldo.—¿Y le gustó?—Ya lo creo! Pegó un brinco, me besó en la frente y salió de la casa gritando: "¡Nos vemos dentro de 30 minutos!"—TM.UN CIENTÍFICO inventó un bálsamo que daba vida a los objetos inanimados, y resolvió probarlo en la estatua de un gran general. En efecto, la estatua se estremeció y, unos segundos después, el general, con un leve crujido de articulaciones, descendió del pedestal.
—¡Le he devuelto la vida! —exclamó el científico—. Dígame, general, ¿qué es lo primero que va a hacer?—¡Voy a despacharme unos 2 millones de palomas! —repuso con voz áspera el militar, desenfundando su revólver.—Toni Sortor, en The Book of Clean Jokes (Barbour and Co.)LEONARD SLATKIN, director de la Orquesta Sinfónica Nacional de Estados Unidos, cuenta este chiste:
En su primer día en el puesto, el nuevo director, muy severo, se dirige a la orquesta:—A partir de hoy, las cosas van a ser muy distintas aquí. Se exigirá a todos que lleguen a tiempo y que trabajen largas horas.Disgustado por este cambio, el timbalero protesta percutiendo sus instrumentos: "¡BUM-BUM, BUM, BUM-BUM!"Volviéndose a mirar a la orquesta, el director pregunta:—¡Vamos a ver! ¿Quién hizo eso?UN COMEDIANTE ya entrado en años relata:
Una hermosa mujer llamó a la puerta de mi habitación en un hotel, y cuando abrí se disculpó:—¡Ay, perdone! ¡Me equivoqué de habitación!Yo le dije:—No, no se equivocó. ¡Sólo que llegó 20 años tarde!CUANDO REGRESARON del hospital con su primer hijo, la joven madre le pidió a su esposo que le cambiara el pañal al pequeño para que fuera aprendiendo.
—Ahora estoy ocupado —fue la respuesta—. Pero me encargaré del siguiente.Cuando el niño volvió a mojarse, la mujer le preguntó a su esposo si ya estaba listo para aprender a cambiar.pañales. El la miró sorprendido, y luego respondió:—¡Ah! Yo no me refería al siguiente pañal, sino al siguiente niño.—J.A.VARIAS MUJERES maduras, felizmente casadas; hablaban de lo que sería para ellas tener una aventura amorosa.
—¿Para qué desearía yo tener una aventura con otro hombre? —dijo una—. ¡Quizá hasta querría que tuviéramos relaciones sexuales!—LB.