CÓMO BAJAN DE PESO LOS DIETISTAS
Publicado en
mayo 06, 2012

Los expertos nos revelan sus estrategias personales
Por Carolyn KitchTODOS LOS MÉDICOS saben lo difícil que es adelgazar, y no sólo porque han observado a sus pacientes, sino porque han vivido el problema en carne propia. "Tengo tan poca fuerza de voluntad como cualquier persona", asegura el doctor Harvey Simon, autor del libro Conquering Heart Disease ("Para vencer las afecciones cardiacas"). Simon, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Harvard, logró perder los 13 kilos y medio de más que llevaba a cuestas. "Les digo a mis pacientes que si yo pude hacerlo, ellos también pueden".
Reader's Digest pidió a varios médicos especializados en dietas y nutrición que dieran a conocer sus estrategias para bajar de peso. He aquí algunas pautas que les han dado buenos resultados tanto a ellos como a sus pacientes.LA REGLA DEL TRES POR UNO
Hace unos nueve años yo tenía más de 30 kilos de sobrepeso y debía usar vestidos de talla extra grande. Había intentado varias dietas, pero tan pronto perdía unos kilos los volvía a recuperar. Finalmente di con la regla del "tres por uno", y me dio resultado: sólo consumía alimentos que no tuvieran más de tres gramos de grasa por cada 100 calorías por porción. Siguiendo esta regla —que entraña ingerir únicamente alimentos con menos de 30 por ciento de grasa— tardé ocho meses en llegar a una talla pequeña, y en nueve años no he vuelto a engordar.
Además, la dieta del tres por uno también me ayudó a reducir el riesgo de sufrir cardiopatías, infartos y ciertos tipos de cáncer... y es relativamente fácil de seguir. Casi todos los alimentos en caja, lata o paquete llevan impresa en la etiqueta información sobre el contenido de grasas y calorías; hasta un niño de cinco años puede leerla.Y si un alimento no se vende empacado, confíe en lo que sabe acerca de él. La carne roja, así como los platos preparados o servidos con mantequilla, salsa de jugo de carne (gravy), crema o queso, casi nunca tienen menos de 30 por ciento de grasa, así que hay que evitarlos. Por otro lado, ciertos alimentos no empacados —todas las frutas y verduras, salvo el aguacate y las aceitunas—siempre pasan la prueba, al igual que la mayoría de los pescados, aunque no si se fríen.—Doctora Jan McBarron, autora de Flavor Without Fat ("Sabor sin grasas")CUIDADO CON ESAS PORCIONES
La gente se preocupa tanto por las grasas que se olvida de las calorías. De hecho, algunas personas que están a dieta suben de peso, pues consumen ilimitadamente alimentos sin grasa. Por otra parte, aun quienes ponen atención a las calorías comen más de lo que creen porque su concepto de porción no es el mismo al que se refiere la etiqueta.
De acuerdo con las normas del gobierno estadounidense, una porción de pasta cocida es de aproximadamente una taza, y una porción de carne cocida equivale a sólo 85 gramos. Muchos de mis pacientes comen el doble de estas cantidades pensando que es una porción.Eso es grave, porque un pequeño aumento en la ingestión de calorías se acumula con el tiempo. Si usted consume 100 calorías más al día, puede subir 4 kilos y medio en un año. Y no es fácil deshacerse de ellos. Para perder 10 por ciento del peso corporal, hay que disminuir las calorías en 25 por ciento.El tamaño de la porción es de particular importancia si se consumen alimentos grasosos, pues éstos contienen más calorías por unidad de peso que el resto de los alimentos. Yo crecí en un hogar en el que se comían porciones generosas de carne, papas fritas y salchichas, y se dejaba el plato limpio. Hoy, a los 40 años, como carne ocasionalmente, pero he reducido la porción a la tercera parte, y con eso quedo satisfecho.—Doctor Louis Aronne, director del Centro Integral de Control del Peso, del Hospital de Nueva York-Centro Médico Cornell.CONSUMA ALMIDONES
Hace unos años, cuando ejercía yo en Hawai, observé que eran pocas las personas que sufrían de obesidad, males cardiacos, cáncer mamario y otras enfermedades graves. La mayor parte de mis pacientes eran filipinos, chinos y japoneses cuyas dietas consistían en alimentos ricos en almidones —arroz y muchas verduras—, así que decidí probar este régimen con mi familia. Yo tenía alrededor de 20 kilos de sobrepeso cuando cambié de dieta; hoy, a los 50 años, estoy en mi peso correcto y gozo de más salud que a los 27 años.
Al pasar de una dieta a base de carne a otra en la que preponderan los almidones, usted ingiere el mismo volumen de alimentos, pero sólo la cuarta parte de las calorías. Además, esta dieta le aporta menos calorías provenientes de grasas.Hace 20 años ideé un régimen para adelgazar basado en la misma dieta que seguía mi familia. El Journal of the American College of Nutrition acaba de publicar los resultados de un estudio de mi programa; en él participaron 500 hombres y mujeres y tuvo una duración de seis años. Al cabo de 12 días de seguir una dieta a base de almidones y poquísima grasa, los varones perdieron en promedio 2,5 kilos, mientras que las mujeres —que bajan de peso más lentamente por razones hormonales y de otra índole— perdieron alrededor de la mitad.Y, lo que es más importante para la salud en general, las concentraciones de colesterol de los participantes bajaron en promedio 11 por ciento, y la presión arterial, seis por ciento. Muchos de ellos pudieron incluso dejar de tomar medicamentos para controlar la presión. Es decir, no sólo adelgazaron, sino que su salud mejoró.—Doctor John McDougall, autor de The McDougall Program for Maximum Weight Loss ("Programa McDougall de reducción máxima de peso")CONSUMA ALIMENTOS ANTIOXIDANTES
La mayor parte de los alimentos que contienen vitamina C y vitamina E (como el camote, el tomate, la espinaca y el brócoli) tienen pocas calorías, son llenadores y evitan la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad, o colesterol "malo", lo que ayuda a evitar daños a las paredes arteriales. Esto, a su vez, reduce el riesgo de padecer endurecimiento de las arterias.
Puesto que mis concentraciones de colesterol son más bien altas, procuro incluir todos estos alimentos en mi dieta, y se los recomiendo a mis pacientes.La mayoría de las personas consumen vitamina C en cantidades suficientes. Yo tomo un suplemento de vitamina E (cerca de 400 unidades al día) e invito a todos a hacer lo mismo. Un paciente mío de 63 años que ha sufrido ataques cardiacos siguió un régimen rico en antioxidantes por espacio de cuatro años y hoy no muestra indicio alguno de haber padecido del corazón. Además, perdió casi siete kilos.—Doctor James Anderson, director del Programa de Recursos para el Cuidado de la Salud, de la Universidad de KentuckyFIJESE DONDE SE LE ACUMULA LA GRASA
Yo tiendo a engordar en la cintura; es lo que se conoce como obesidad abdominal, la peor de todas. La tendencia parece ser hereditaria y es común entre los varones. La grasa abdominal es particularmente peligrosa porque libera ácidos grasos directamente en el hígado. Esta grasa altera la forma en que el organismo metaboliza el colesterol y la insulina, lo que da lugar a concentraciones elevadas de colesterol, diabetes e hipertensión. Estos trastornos, a su vez, incrementan el riesgo de sufrir una apoplejía o un infarto.
El criterio que empleo para determinar si la grasa abdominal implica un riesgo para la salud es la relación cintura-cadera del paciente. Para averiguar la suya, divida el perímetro de su cintura entre el de sus caderas. Una relación superior a 0,8 en las mujeres y a 1,0 en los varones entraña riesgos para la salud.Las mejores maneras de acabar con la grasa abdominal —las que yo pongo en práctica (aunque no siempre con éxito)— son las mismas que suelen recomendarse para bajar de peso en general: ingerir alimentos magros y hacer ejercicio. También ayuda dejar de fumar. Por razones que desconocemos, el tabaquismo favorece la acumulación de grasa en el abdomen.Con todo, he aquí una buena noticia: si usted consigue perder peso, posiblemente lo pierda primero en el abdomen que en otras partes del cuerpo. Así le ocurrió a un paciente mío de 52 años de edad. Al cabo de sólo unos meses de seguir una dieta escasa en grasas y de hacer ejercicio, perdió siete kilos... casi todos del abdomen. Asimismo, pudo dejar de tomar medicamentos para controlar la presión arterial, y su concentración de colesterol bajó.—Doctor Michael Hamilton, director del Centro de Dietas y Condición Física de la Universidad Duke, en Durham, Carolina del NorteAPRENDA EL ARTE DE LA COMPENSACION
Si a usted le gusta de manera especial un alimento, cómalo, pero haga ejercicio para contrarrestar sus efectos.
A pesar de que en la madurez he subido 4 kilos y medio, estoy sano y en forma. Como lo que me hace bien, pero no soy fanático. A veces me permito algunas golosinas, como las galletas de chocolate que hace mi esposa, Susan. Para compensar esas calorías adicionales, salgo a caminar una hora o más tres veces por semana, a menudo en compañía de Susan. Ambos somos personas muy ocupadas, y esta es una buena oportunidad de pasar tiempo juntos. Además, me permite practicar el arte de la compensación, tan importante al seguir una dieta.—Doctor Richard Atkinson, presidente de la Asociación Estadounidense contra la ObesidadBEBA MUCHA AGUA
En 1982, cuando concluí mi periodo de residencia, pesaba 27 kilos más de lo que peso ahora. Me puse a dieta y empecé a beber mucha agua, especialmente antes de las comidas, para sentirme llena. El agua también me limpió el cutis, me dio más energía y me hidrató (quienes están a dieta suelen sufrir de deshidratación).
Hoy, como parte de la supervisión del programa de reducción de peso de mis pacientes, les pido que anoten cuánto comen, cuánto ejercicio hacen y cuánta agua beben. Quienes van bien con sus dietas y sus ejercicios pero no beben suficiente agua pierden peso más lentamente que quienes hacen las tres cosas. Esto se debe a que el agua ayuda al organismo a descomponer las grasas y a procesar los desechos.Cuando estaba a dieta, solía beber 12 vasos de agua al día. Hoy bebo cerca de 10, y es lo que recomiendo a mis pacientes. Hace poco, cuando vino a verme una mujer de 48 años que quería bajar de peso, le dije que bebiera mucha agua, modifiqué su dieta y la hice aumentar su actividad física. Perdió 20 kilos en seis meses y ahora es delgada, pero sigue bebiendo 10 vasos de agua diarios porque esto la hace sentirse bien.Beber agua es algo muy sencillo, como también lo son los demás cambios que hice en mi vida; por ejemplo, caminar todos los días. A algunos pacientes les sorprende que las fórmulas sencillas den resultado cuando se es constante.—Doctora Denise Bruner, dietista de Arlington, VirginiaGUIESE POR LA PIRAMIDE DE LA NUTRICION
Yo nunca he tenido problemas de sobrepeso, y creo que ello se debe en parte a mis hábitos alimentarios: siempre me guío por la pirámide de la alimentación del gobierno de Estados Unidos, y hago ejercicio. Los alimentos que hay que comer en mayores cantidades forman la base de la pirámide, y los que menos deben consumirse están en la cúspide. En la base se encuentran los granos: pan, cereal, arroz y pasta. Se recomienda consumir entre 6 y 11 raciones de estos alimentos diariamente. En el siguiente nivel figuran las verduras (entre tres y cinco porciones al día) y las frutas (de dos a cuatro porciones).
En el nivel inmediato superior hay dos grupos de alimentos: los productos lácteos, como leche, queso y yogur (entre dos y tres raciones al día; se recomienda la leche desnatada y los productos con poco contenido de grasa), y el grupo de carnes, aves, pescado, frijoles, huevos y nueces (entre dos y tres raciones al día). En la cúspide de la pirámide están las grasas, los aceites y los dulces, alimentos que hay que consumir sólo de vez en cuando.—Doctor William Dietz, profesor adjunto de pediatría, Facultad de Medicina de la Universidad Tufts, en Boston