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mayo 27, 2012

Afrontar con salud los meses fríos es más fácil si el sistema inmunitario está bien preparado. La clave para conseguirlo es una dieta adecuada. Solo hay que seguir unas pautas alimentarias básicas.
Por el Dr. Josep Lluis BerdoncesLas enfermedades inmunitarias, que siempre han existido, resultan sin embargo cada vez más frecuentes. Además, la ciencia investiga y descubre que muchas otras que padecemos son consecuencia de un mal funcionamiento de este sistema; así, ya hace años que se descubrió que el cáncer guarda una estrecha vinculación con la inmunidad. Más recientemente, se habla de enfermedades autoinmunitarias, en las que las defensas del organismo se convierten en enemigos potenciales. Enfermedades como la fatiga crónica y la fibromialgia parecen tener algo que ver con todo este complejo sistema.
Mejorar la inmunidad, pues, no solo debería tener por objetivo prevenir un resfriado molesto o la gripe, sino mejorar la salud en general, la longevidad y el proceso del envejecimiento en sí mismo.El sistema inmunitario no tiene una localización específica: está presente en todo el organismo y en cada una de las células, si bien es cierto que en los canales y ganglios linfáticos se acumula una buena parte de este complejo entramado defensivo. Esta ubicuidad de la red linfática hace que, como en muchas enfermedades, no exista un solo medio de abordar el estimulo linfático: las medidas que hay que tomar son múltiples, tanto en el plano dietético como en el de hábitos de vida. Sin embargo, es precisamente en el sistema digestivo donde el sistema linfático alcanza su máximo desarrollo, ya que al tratarse de un sistema de defensa, de protección de las "entradas" al organismo, debe ejercer una especial acción sobre todos los elementos que entran por el tubo digestivo. Por ello, la dieta y el cuidado del sistema digestivo resultan de vital importancia para mantener una inmunidad óptima.ESTIMULAR LAS DEFENSAS
No existe un sistema infalible para "elevar" la inmunidad y, de hecho, muchos de los alimentos o medicamentos que se recomiendan no logran aumentar los niveles de linfocitos o de gammaglobulinas especificas del sistema inmunitario, pero no es menos cierto que los resultados muchas veces se ven en la práctica, más que en la analítica. Las personas que siguen una dieta adecuada tienen menos problemas inmunitarios o infecciosos, y cuando se cambia a una dieta más saludable estos se reducen.
Existen muchos factores que afectan a la inmunidad: clima, hábitos de vida, enfermedades y medicamentos, estrés, ejercicio... pero sobre todo es importante la dieta, tanto lo que es aconsejable tomar como aquellos alimentos que se deberian restringir.Aunque un ayuno bien realizado parece estimular la inmunidad, lo cierto es que las dietas deficitarias en cualquiera de los elementos necesarios provocan un déficit inmunitario. La dieta estándar occidental peca de incorporar demasiadas proteínas animales, grasas saturadas, alimentos preparados (con su consecuente carga de aditivos), azúcar y harinas refinadas. Este tipo de alimenos son los que se han de restringir para ir aumentando otros mucho más saludables como las frutas, verduras, frutos secos y legumbres, especialmente.ESCOGER GRASAS SALUDABLES
Las grasas tienen una importancia clave en el funcionamiento del sistema inmunitario. El cambio que se aconseja hacer es reducir especialmente las grasas saturadas, presentes en los alimentos de origen animal, sobre todo en las carnes rojas y en los lácteos.
Tómate un poco de tiempo para valorar tu dieta y pregúntate qué tipo de aceite utilizas en la cocina (el mejor es el de oliva virgen, o en todo caso uno vegetal, virgen). Pregúntate también si tomas mucha margarina o mantequilla (que no son recomendables en general), si consumes salsas preparadas (que contienen varios elementos nocivos, además de la grasa) o si abusas de las frituras. Todo ello puede mermar tu fortaleza inmunitaria.Las grasas vegetales o de pescado, en cambio, estimulan la inmunidad. Se ha comprobado que los ácidos grasos omega-3 que se encuentran sobre todo en el pescado azul (aunque también en el aceite vegetal de lino y frutos secos como las nueces, por ejemplo) son precursores de las prostaglandinas PGE1. Por otra parte, los ácidos grasos omega-6, de origen predominantemente vegetal, son precursores de las prostaglandinas PGE2. Este estimulo de las prostaglandinas puede interpretarse como un estímulo inmunitario en la buena dirección.Sin embargo, el consumo de ácidos grasos omega-3 u omega-6 en principio es mejor hacerlo a partir de sus fuentes alimentarias antes que de suplementos, ya que se ha observado que una suplementación excesiva de uno de ellos, desequilibrado con respecto a los otros ácidos grasos omega, no produce el efecto estimulante deseado.Las grasas de mejor calidad biológica, y que además refuerzan la inmunidad, están presentes en los aceites vegetales vírgenes, en los frutos oleaginosos frescos, en el pescado azul fresco y en algunos alimentos como el aguacate.
MODERAR LAS PROTEÍNAS
Las dietas ricas en proteinas y bajas en hidratos de carbono son bastante populares, especialmente en programas de adelgazamiento, por el efecto saciante que ejerce la proteína. Sin embargo, numerosos estudios confirman que el consumo de dietas excesivamente ricas en proteínas (sobre todo animales: cárnicas, lácteas o de huevos) se relaciona con deficiencias inmunitarias y con una mayor incidencia del linfoma de Hodgkin, que es un verdadero cáncer del sistema inmunitarío. Por otro lado, una dieta rica en antioxidantes y fibra parece contrarrestar el efecto nocivo de la proteína animal.
Existe la teoría de que el consumo de grandes cantidades de proteínas, modificadas habitualmente por la industria alimentaria, estresa al sistema inmunitario, ya que ofrece una mayor posibilidad de que sean interpretadas como extrañas. Por ello una dieta de refuerzo inmunitario ha de ser, cuando menos, baja en proteínas animales. Y por ello también ciertas restricciones dietéticas pasajeras como el ayuno producen a corto plazo un estímulo del sistema inmunitario.Las mejores proteinas que se pueden consumir en estos casos están presentes en las legumbres, los frutos secos y también en el pescado.HIDRATOS DE CARBONO, SIN REFINAR Y CON FIBRA
Se sabe que un exceso de harinas refinadas deprime el sistema inmunitario. Entre los hidratos de carbono refinados más comunes se encuentran el azúcar o la sacarosa; sin embargo, la industria alimentaria produce hidratos de carbono muy variados. En general, las harinas utilizadas en bolleria y pastelería industriales son casi siempre muy refinadas. Incluso cuando se indica que se trata, por ejemplo, de "magdalenas integrales", su harina contiene cantidades discretas de salvado y... nada más, por lo que se consume una harina hiperrefinada, con un aditamento "saludable", que no es lo mismo que un cereal integral genuino.
En cambio, los hidratos de carbono ricos en fibra dietética, que son básicamente los cereales integrales y sus derivados, estimulan moderadamente el sistema inmunitario. En primer lugar, por su contenido en fibra y, en segundo lugar, por la presencia del germen del cereal, que es rico en grasas insaturadas de alta calidad biológica. Son hidratos de carbono muy adecuados los cereales integrales, el pan integral, y todos aquellos que provienen de frutas y hortalizas.
ALIMENTAR LA FLORA INTESTINAL
Los alimentos ricos en bacterias saludables para la flora intestinal son los denominados prebióticos, mientras que los alimentos que facilitan el crecimiento de estos microorganismos se denominan probióticos. En todo caso, todos ellos favorecen la denominada flora de fermentación, estimulan el sistema inmunitario e inhiben la absorción de microorganismos patógenos como los conocidos Escherichia coli y Salmonella.
El ruso Elie Metchnikoff fue el descubridor de los prebióticos al ser el primero que aisló los lactobacilos del yogur búlgaro y que reconoció que eran estos microorganismos los que protegían la salud y favorecían la longevidad.Son prebióticos y probióticos todos los alimentos fermentados, de los cuales el más conocido es seguramente el yogur. Sin embargo, otros como el kéfir, la salsa de soja (la natural, de calidad), el miso o la col ácida o chucrut, también estimulan el sistema inmunitario. Algunos de los microorganismos y alimentos más saludables para la flora intestinal son:Lactobacilos. Una de sus principales características es que degradan los azúcares produciendo ácido láctico, con lo que acidifican el medio ambiente y, por lo tanto, inhiben el crecimiento de bacterias potencialmente nocivas. Son microorganismos bastante comunes, y en el ser humano se encuentran con facilidad en las mucosas gastrointestinal y vaginal. Los lactobacilos se han relacionado casi exclusivamente con la producción de yogur, pero el queso, la col ácida, la cerveza, el vino y la sidra también se benefician de la fermentación producida por determinados lactobacilos.Saccharomyces. El principal representante del género es la levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae), pero algunas variantes de este microorganismo, como Saccharomyces boulardii, también han demostrado tener una gran capacidad de repoblación de la flora intestinal y de estimular el sistema linfático e inmunitario digestivo.Kéfir. Básicamente, es una mezcla de lactobacilos y saccharomyces que se engloba en un núcleo proteico-mucoso que forma la masa del "hongo" del kéfir. Se trata de un buen prebiótico que, sin embargo, tiene un discretisimo contenido alcohólico, producido por la fermentación de la leche. No es necesariamente un alimento mucho mejor que el yogur, ya que, al igual que este, contiene leche predigerida (fermentada) y el cultivo de levaduras, si bien algunas personas dicen que lo toleran mejor.Té kombucha. El kombucha no es en realidad un hongo, sino más bien una levadura o fermento, producido a partir de un cultivo de unos diez días de té negro y azúcar, lo que produce una bebida con discreto contenido alcohólico (hasta un 1,5%) y una notable cantidad de vitaminas del grupo B. Se ha recomendado popularmente como tratamiento de deficiencias inmunitarias como el sida.
LAS SETAS AMIGAS
Algunas setas contienen polisacáridos que han demostrado ser capaces de estimular la inmunidad. De hecho, se han popularizado las cápsulas o extractos de hongos japoneses. Hoy no es infrecuente encontrar frescas estas nuevas setas de cultivo en muchos mercados y tiendas de verduras, aunque también se pueden consumir secas.
Shitake. Denominado científicamente Lentinus edodes, se tienen referencias de su cultivo escritas por Wu Sang Kwuang (960-1127) y es una seta habitual de la gastronomía japonesa. Contiene hasta un 0,02% de lentinanos, que han demostrado que pueden activar los macrófagos, las células NK (linfocitos asesinos) y los linfocitos T-helper, importantes como marcadores del sistema inmunitario.Maitake. La Grifolia frondosa crece sobre los troncos podridos y, al igual que el shitake, es una seta comestible. En la península Ibérica se conoce corno poliporo frondoso o "girgola del castaño" y crece sobre suelos graníticos, si bien no llega a los mercados. Sus polisacáridos del tipo de los betaglucanos parecen ser su principio activo inmunoestimulante.ANTIOXIDANTES QUE ALEJAN LA ENFERMEDAD
Los antioxidantes son sustancias presentes en los alimentos que contrarrestan los productos de oxidación del organismo, denominados radicales libres y que se generan mayoritariamente al obtener energia a partir de los alimentos (también por la contaminación, radiación, consumo de alcohol, tabaco, exposición prolongada al sol, medicamentos, estrés...). Los radicales libres maltratan las membranas celulares y pueden producir modificaciones del ADN, con el consecuente riesgo de enfermedades degenerativas. Las dietas pobres en antioxidantes están relacionadas con muchas enfermedades, entre las cuales destaca el cáncer.
Los alimentos ricos en pigmentos (de colores intensos) suelen tener una mayor cantidad de antioxidantes, por lo que las frutas y verduras se deberían escoger por su color. Los antioxidantes más conocidos son el betacaroteno (provitamina A), el ácido ascórbico (vitamina C), el tocoferol (vitamina E), los polifenoles y el licopeno. El poder antioxidante se mide en unidades ORAC (Oxygen Radical Absorbance Capacity). Entre los alimentos que obtienen mayor puntuación:Frutas: Mangostán (4.000 u. ORAC), arándanos (2.400), moras (2.000), ciruelas moradas (1.800), fresas (1.500), frambuesas (1.200), uva negra (949), naranjas (750), cerezas (640), kiwi (600), pomelo rosado (482) y también manzanas (especialmente las de color más intenso), tomates, mango, albaricoques, sandia, melón, limones y mandarinas. Las frutas son alimentos ricos en flavonoides, con potente acción antioxidante.Verduras: Zanahorias, remolacha, brécol, ajo, col roja, acelgas, boniatos, pimientos (sobre todos los rojos), calabaza, espinacas, lechuga, endibia y escarola.Bebidas como el café, el té (especialmente el té verde) y el cacao también son una notable fuente de antioxidantes.Aceites: Los aceites vírgenes contienen tocoferol, o vitamina E, con una capacidad antioxidante destacable. El tocoferol es sensible al calor, por lo que han de ser aceites extraídos en frío para que conserven todo su poder antioxidante.VITAMINA C CONTRA LA GRIPE
Es posiblemente el producto más conocido para incrementar la inmunidad y prevenir la gripe y el resfriado, aunque también como reductor de los procesos alérgicos (asma, rinitis), estrés, fatiga, sindrome de hiperactividad y déficit de atención infantil, y como complemento del tratamiento de muchos problemas infecciosos. Se sabe, por otra parte, que es un potente antioxidante. Secundariamente, el consumo de vitamina C aumenta la absorción del hierro e indirectamente mejora el recuento globular y el aprovechamiento del oxigeno por el organismo. La mortalidad por cáncer se ve reducida en las personas que toman alimentos ricos en vitamina C. Se sabe que la deficiencia de esta vitamina, además de producir el escorbuto, en un periodo de unos dos o tres meses provoca fatiga, cambios de carácter con déficit de motivación y cansancio muscular.
La dosis aconsejada de vitamina C, tomada como suplemento, es de 200 mg diarios aproximados, hasta 1 g (no se recomiendan más de 2 g diarios durante periodos prolongados). Pero comer alimentos ricos en vitamina C ofrece la ventaja de que los flavonoides que contienen muchos de ellos, además de ser buenos antioxidantes, estimulan la actividad de la vitamina C hasta 200 veces, por lo que las dosis dietéticas requeridas son mucho menores que las farmacológicas.Frutas como el kiwi, el mango o los cítricos son muy ricas en vitamina C, pero también los pimientos, las ensaladas o el tomate. Para aprovechar su vitamina C mejor comerlos crudos. Sin embargo, como se oxida con suma facilidad, deberían estar poco manipulados.
SIGNOS DE UN BAJÓN
Algunos signos pueden hacer sospechar que se sufre un bajón de defensas: faringitis o carraspera persistente, costras en los labios, heridas que tardan en cicatrizar, diarrea leve o dolores de barriga, fatiga, desánimo, dolores musculares o cabellos quebradizos. Sin embargo, corresponde a un profesional de la salud diagnosticar si se deben a otras causas. Por otra parte, es normal tener bajones de defensas de vez en cuando.

CONSEJOS PARA GANAR DEFENSAS
Más frutas y verduras. El Ministerio de Sanidad recomienda cinco piezas de fruta y verdura al dia, pero si deseas hacer una dieta que de verdad refuerce el sistema inmunitario, puedes duplicar esta cantidad.Menos carne roja. Elimina o reduce de forma considerable la carne roja (buey y cerdo, sobre todo). Cambia la carne por pescado fresco, sin abusar tampoco de este. El pescado azul, en cantidades moderadas, estimula el sistema inmunitario.Más fibra. Consúmela de forma abundante en frutas. verduras, cereales, legumbres y frutos secos. Huye del estreñimiento, ya que mantiene dentro del cuerpo aquello que debería ser eliminado: mientras no se elimina, intoxica por dentro y reduce la capacidad inmunitaria.Menos fritos. Emplea aceite de oliva en la cocina. Los aceites vírgenes de semillas, como el de girasol, también resultan adecuados. Intenta consumir los aceites en crudo y reduce las frituras si las consumes más de tres veces por semana.Mas agua. Bebe suficiente agua. Si te apetece, hasta dos litros al dia. y mejor fuera de las comidas.Menos azúcar. Elimina o reduce de forma considerable el azúcar. No conviene que tomes alimentos muy azucarados, pero en todo caso la miel es mucho mejor que el azúcar si se quieren reforzar las defensas.
LA DIETA PARA REFORZAR LA INMUNIDAD
A partir de las recomendaciones básicas para estimular el sistema inmunitario se puede seguir una dieta saludable con múltiples opciones.
PARA DESAYUNAR O MERENDARSe puede tomar un jugo de frutas recién licuado (por ejemplo, de manzana, zanahoria y jugo de mirtilos o de moras). A este jugo se le añaden dos cucharaditas de germen de trigo. Se recomienda, además, una tostada de pan integral aderezada con ajo y aceite de oliva o con miel de romero.Otras alternativas:• Un jugo de pomelo o de tomate. con frutos secos, como nueces. anacardos o almendras.• Un yogur de vaca o de soja con fresas, con un poco de miel y una cucharadita de polen de abejas.• Una tercera alternativa es prepararse un muesli a base de leche o yogur (mejor vegetal) con copos de avena, fruta troceada y piñones y aderezarlo con un poco de miel.• El desayuno puede componerse asimismo únicamente de fruta.• También se puede desayunar compota de manzana aderezada con dos cucharaditas de tahini (crema de sésamo) y, si lo deseas, una tostada de pan integral con miel.PARA ALMORZAR Y CENARLas posibilidades para las comidas del mediodía y de la noche son muy variadas. A continuación detallamos algunas de las mejores opciones por grupos:Ensaladas. Se pueden preparar con lechuga, espinacas tiernas, remolacha, perejil y zanahoria rallada, y aderezar con una salsa de ajo.Entrantes vegetales. Un gazpacho, endibias a la salsa vinagreta o un plato de tomates aderezados con ajo, aceite y albahaca constituyen buenas opciones.Verdura. Lo mejor cocerla al vapor, aunque también se puede preparar a la plancha o hervir (lo justo ya que un exceso de cocción le hace perder nutrientes). Las verduras se pueden aderezar con un chorrito de aceite de oliva, ajo y perejil.Sopas vegetales. De cebolla o de ajo. Resultan igualmente aconsejables los caldos vegetales con abundante cebolla y apio.Legumbres. Lentejas garbanzos judías, soja... simplemente hervidas con un poco de aceite de oliva. y preferiblemente acompañadas de verduras.Pescado azul o blanco. Mejor si es fresco y si se cocina al vapor o a la plancha, con muy poco aceite.Carne magra. Esporádicamente, también se puede comer algo de pechuga de pavo o de pollo, aunque se puede sustituir perfectamente por legumbres, frutos secos o incluso, de vez en cuando, por un huevo duro. La dieta que refuerza el sistema inmunitario ha de tener poca proteína y poca grasa de procedencia animal, por lo que las raciones de este Grupo de alimentos han de ser siempre moderadas.Como postre se recomienda comer fruta, o simplemente nada, ya que la fruta es aún mejor tornarla sola, separada de las grandes comidas. Sirve cualquier fruta del tiempo.
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LOS 7 COLORES DE LA SALUDDr. Heber y S.Bowerman. Ed PaidósALIMENTOS SALUDABLESAmanda Ursell. Raíces EditorialFuente:
CUERPO MENTE - ESPAÑA - OCTUBRE 2008