DIEZ COMPLEMENTOS PARA LA BUENA SALUD
Publicado en
febrero 19, 2012
Aunque la alimentación sea equilibrada, hay órganos del cuerpo más sensibles a las agresiones del ritmo diario. Sin embargo, algunos complementos naturales nos ayudan a cuidarlos.
Por Rosa GuerreroLa dieta, el ejercicio y el equilibrio emocional son los pilares de una buena salud. Quien sepa mantener esos preceptos durante toda su vida es muy posible que no necesite mucho más para mantenerse en forma. Pero esa compleja máquina que es nuestro organismo está sometida diariamente a múltiples y variadas agresiones que ponen a prueba los mecanismos internos de adaptación. Poco a poco, los órganos más débiles empiezan a quejarse; a avisar de que los recursos propios son insuficientes, lo que nos lleva a recurrir a un profesional de la salud para que nos oriente sobre nuestras carencias y necesidades.
En primer lugar, hemos de ser conscientes de que desde que nacemos somos víctimas de diversos factores que van mermando nuestra capacidad de respuesta, a lo que hay que añadir la desadaptación de ciertas partes del cuerpo a la vida actual. Pero, ¿cuáles son esos factores que propician el deterioro precoz de nuestros órganos y sistemas y provocan la aparición de las enfermedades?• Contaminación y metales pesados. Los cientos de sustancias tóxicas del medio ambiente aumentan la producción de citoquinas, que inciden en la aparición de procesos inflamatorios crónicos, trastornos inmunitarios e incluso cáncer.• Aditivos alimentarios. La sal, el vinagre o las especias son aditivos que se han empleado durante siglos para conservar los alimentos, el problema es que los que utiliza actualmente la industria agroalimentaria –unos 2.500– son de síntesis y pueden provocar efectos dañinos en el organismo.• Productos quimicos tóxicos. La exposición a disolventes, plaguicidas, herbicidas, alcohol y otros tóxicos produce un deterioro del sistema nervioso e inmunitario. Los síntomas más habituales son: dolores de cabeza, confusión mental, hormigueo en las manos y pies, depresión y alergias.• Medicamentos. Sean prescritos o sin receta, los medicamentos son sustancias químicas extrañas a nuestro organismo. Además de los efectos secundarios de su administración, presentan efectos añadidos cuando se produce una combinación de varios de ellos y, en cualquier caso, siempre conducen a deficiencias en nutrientes. Cuantos más medicamentos químicos se tomen, más conscientes hay que ser de los déficits nutricionales derivados. Los fármacos, en general, destruyen las vitaminas A, C, E, B6 y B9, además de minerales como el magnesio, el potasio, el selenio y el cinc.• Procesos inflamatorios. Todo proceso inflamatorio conlleva una proliferación de radicales libres para eliminar bacterias y virus invasores, pero esta acción sostenida y no controlada correctamente por los linfocitos T supresores puede ocasionar el daño de tejidos que no estaban parasitados, con el resultado de un envejecimiento precoz de órganos, tejidos y sistemas.• Exposición excesiva al sol. La Agencia de Protección del Medio Ambiente ha calculado que, en el año 2075, el desgaste de la capa de ozono será del 40% si no hacemos algo por cambiar esta dinámica, lo que supondrá un incremento del cáncer de piel del 200 al 300 por ciento. Por eso hemos de tomar el sol con moderación, con una crema solar de protección alta, en periodos cortos y, preferiblemente, fuera de las horas de máxima exposición solar. Las quemaduras de hoy pueden ser el cáncer de mañana.• Falta de ejercicio mental. La práctica de ejercicio mental es uno de los factores que determinan la conservación de las capacidades intelectuales. Se trata de un factor que se halla bajo nuestro control y que puede llegar a condicionar mucho la calidad de vida en las últimas décadas de nuestra existencia.• Alimentación. Una dieta rica en calorías, grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados desestabiliza el organismo, provoca la aparición de enfermedades y acelera el proceso de envejecimiento. Por el contrario, los alimentos naturales –especialmente las frutas, verduras y cereales–, no sometidos a procesos industriales tienen una importante función antidegenerativa.• Estrés. La competitividad laboral, las necesidades que nos hemos impuesto, la ambición por lograr el éxito, el esfuerzo constante por aumentar el número de ceros en la cuenta corriente, las dificultades para dedicar tiempo a la familia, la adicción al trabajo como método de escape para eludir otros problemas, etc., han hecho que las crisis de ansiedad asociadas al estrés sean padecidas como un trastorno por una de cada tres personas en algún momento de la vida. El estrés prolongado agota las glándulas suprarrenales y tiroideas, provoca inmunodepresión y es el caldo de cultivo para el desarrollo de todo tipo de enfermedades complejas y degenerativas.• Actitud ante los problemas. Las personas pesimistas, negativas, sin proyectos ni ilusiones suelen tener peor salud que las optimistas y con ganas de superar retos. Positivizar las dificultades ayuda a mejorar la calidad de vida.LOS COMPLEMENTOS ESTRELLA
La incorporación a la dieta de ciertos complementos puede ayudarnos a mejorar y a alargar nuestra vida a medida que envejecemos. La mayoría de estas sustancias se hallan en los alimentos, pero, con frecuencia, la dieta actual no incorpora las cantidades necesarias. Por eso es preciso añadirlas, pero no mediante medicamentos, sino con cápsulas o líquidos que contienen alimentos concentrados.
Ácidos grasos esenciales (AGE). Se hallan en los aceites de origen vegetal (omega 6) y en los pescados (omega 3). Son esenciales para el crecimiento y la reparación de las membranas celulares. Una membrana rica en AGE facilita los intercambios nutricionales, mientras que un déficit puede provocar dificultades en la absorción de nutrientes, alteraciones en los receptores y un comportamiento inmunológico incorrecto. Los ácidos grasos son también imprescindibles para modular los procesos inflamatorios, regular los desequilibrios hormonales y nerviosos, así como para el buen funcionamiento cardiovascular.Los pescados azules, el aceite de semillas de lino, las nueces y las verduras de hoja verde son alimentos ricos en omega 3. El ácido graso esencial omega 6 se encuentra en los aceites de onagra, maíz, girasol, soja y cártamo, además de en la borraja y en la grosella negra.DOSIS: 6 g de omega 6 x 1 g de omega 3 (DHA y EPA combinados).Alga ciorella. Además de ser un perfecto complemento nutritivo, ya que posee todos los aminoácidos esenciales y no esenciales, vitaminas, oligoelementos y minerales fundamentales para la salud, actúa como un eficaz limpiador y ayuda a eliminar los peligrosos metales pesados del organismo.En el mercado se suele hallar como suplemento, ya sea en comprimidos o en cápsulas con extracto en polvo.DOSIS: 20 gramos al día o entre 6 y 7 comprimidos, aunque puede incrementarse sin problemas hasta 60 g diarios.Aloe sera. Se ha comprobado la eficacia del zumo de esta planta como desintoxicante del organismo y como vasodilatador en las migrañas. También actúa en los casos de disminución del riego sanguíneo por arteriosclerosis y participa en las reacciones bioquímicas neutralizantes de radicales libres y de la respuesta inflamatoria. Por otra parte, es cicatrizante, regeneradora, bactericida y analgésica. Además, por su riqueza en vitaminas, aminoácidos, minerales y oligoelementos, tiene un alto valor nutricional. En definitiva, desempeña una función vital en la protección contra numerosas enfermedades.Es imprescindible asegurarse de cuál es su origen y de que el producto final incorpore un sello que certifique la correcta estabilización del gel.DOSIS: dos o tres chupitos de 10 ml al día. Se pueden disolver en agua o zumo.Antioxidantes. Para proteger las mitocondrias y el resto de orgánulos de la célula, es aconsejable la ingesta periódica de complementos antioxidantes que contengan vitaminas A, C y E, selenio, Nacetil-cisteína, L-glutatión, L-metionina, así como las enzimas superóxido dismutasa y catalasa. Para preservar la visión, son eficaces la lutenia, la zeaxantina, las proantocianidinas oligoméricas (OPC) y las semillas de uva. Se hallan en ajos, cebollas, arándanos, bayas, bayas goyi, vegetales verdes (espinacas, perejil, etc.) y amarillos zanahorias, calabaza...), cítricos, crucíferas, remolacha y té verde.DOSIS: normalmente se ingieren de una a tres cápsulas al día con una sinergia equilibrada de varios compuestos.Calcio, magnesio y potasio. Son imprescindibles para el desarrollo óseo, el equilibrio metabólico y la regulación del ritmo cardiaco. El calcio activa los estímulos nerviosos y el latido del corazón, el magnesio controla la hipertensión y el nerviosismo, mientras que el potasio evita las arritmias. El calcio y el magnesio evitan la pérdida de masa ósea.Los contienen el brécol, la coliflor, las almendras, los dátiles, las legumbres, los derivados de la soja, las frutas (sobretodo, melocotones y albaricoques), las verduras crudas, las nueces y semillas, el salvado de trigo y el arroz.DOSIS: 1.500 mg de calcio y 500 mg de magnesio al día. No suele haber carencias de potasio en la dieta. La suplementación de este mineral la determinará el profesional de la salud.Coenzima Q10. Se trata de un nutriente esencial para que las células conviertan el oxígeno en energía. Neutraliza los radicales libres en las mitocondrias y alarga la vida de estos organillos celulares. Es también un importante protector cardiovascular, desinflama y refuerza las encías, fortalece el sistema inmunitario y retrasa el envejecimiento. Se halla en espinacas, sardinas y carne.DOSIS: se aconsejan de 30 a 60 mg diarios, aunque en patologías se requieren ingestas superiores.Fosfatidilserina. Sin esta sustancia, nuestras neuronas no podrían producir, almacenar o enviar los neurotransmisores de una célula nerviosa a otra. Su ingesta como suplemento refuerza la función mental en personas que padecen pérdida de memoria relacionada con la edad. La contiene la lecitina de soja.DOSIS: de 100 a 300 mg al día.L-triptófano. Es un aminoácido muy efectivo como relajante del sistema nervioso. En el organismo, eleva los niveles de serotonina, un compuesto químico cerebral fundamental para regular el estado de ánimo, cuya síntesis disminuye con la edad. Los niveles bajos de serotonina están implicados, por ejemplo, en la depresión, el insomnio, los trastornos alimentarios, las migrañas, etc.Los alimentos en los que se encuentran son los cereales integrales, la soja y derivados, las almendras, las semillas de sésamo, los quesos y los huevos.DOSIS> de 50 a 100 mg dos o tres veces al día, 30 minutos antes de las comidas.Prebióticos y probióticos. Los probióticos son bacterias beneficiosas que viven en el tubo digestivo humano, mientras que los prebióticos son sustancias que favorecen el desarrollo de dichas bacterias, al tiempo que protegen las mucosas y ayudan al tránsito intestinal. Las funciones de las bacterias probióticas, entre las que destacan el Lactobacillus acidophilus y la Bifidobacterium bifidum son: ayudar a la digestión, fabricar vitamina K y otros nutrientes esenciales, mantener el colesterol a raya, estimular el sistema inmunitario, impedir un sobrecrecimiento de levaduras y otros organismos nocivos y proteger contra el cáncer de colon.Se encuentran en alimentos a los que se han añadido cultivos de bacterias como yogures, derivados de la soja o chucrut.DOSIS: de 3 a 6 g de prebióticos al día y de dos a cuatro cápsulas de probióticos que contengan al menos mil millones de organismos vivos.Sulfato de glucosarnina. Desempeña un papel importante en la formación y reparación de los cartílagos. Es clave para la síntesis de colágeno y de ácido hialurónico, los más grandes amortiguadores moleculares. La pérdida de este nutriente es una de las causas de la degeneración de las articulaciones.Como no hay fuentes alimentarias para la glucosamina, los suplementos se hacen a partir de la quitina, un componente de las capas duras y externas de las gambas, las langostas, los cangrejos y otros animales marinos.DOSIS: 500 mg dos veces al día.LOS ORGANOS QUE MAS HAY QUE CUIDAR
Algunos ni siquiera los vemos, lo que contribuye a que, a veces, los tengamos más olvidados de lo que se merecen teniendo en cuenta lo importantes que son para nuestro organismo.
Aunque el organismo humano es uno de los mejores diseños de ingeniería que existen en el planeta, no por ello deja de tener puntos aún no resueltos por el proceso evolutivo, lo que hace que sea susceptible de deteriorarse precozmente. Conozcamos cuáles son esos puntos y las herramientas que tenemos a nuestro alcance para mantenerlos plenamente funcionales durante toda la vida.LAS MITOCONDRIASSon minúsculos orgánulos que se hallan en el interior de las células y cuya misión es suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular. Actúan, por lo tanto, como centrales energéticas y sintetizan ATP (trifosfato de adenosina) a expensas de los carburantes metabólicos: glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. El problema es que las mitocondrias son altamente sensibles a la acción devastadora de los radicales libres y un deterioro precoz conlleva disfunciones metabólicas, una pérdida de energía vital y daña los órganos vitales.EL DNAEl ácido desoxirribonucleico (ADN) se encuentra en el núcleo de las células y es el centro de almacenamiento o biblioteca que contiene toda la información requerida para construir las células y los tejidos de un organismo. La duplicación exacta de esta información asegura la continuidad genética de cada especie, pero en cada división celular, los telómeros (complejos de proteínas y ácidos nucleicos enrollados en los extremos de los cromosomas a modo de capucha para proteger el ADN de la degradación enzimática) se desgastan o se acortan. Cuando los telómeros se agotan, la célula se vuelve inestable y se originan entonces errores en la replicación que conducen al envejecimiento y muerte celular o a mutaciones que son el origen de procesos tumorales.EL CEREBROEl Cerebro humano es el ordenador central del organismo. Posee sofisticadas funciones cognitivas, sensoriales y motoras, sin embargo, no fue diseñado para las grandes velocidades (coches de carreras, atracciones de feria...). Cada vez que el cerebro choca contra las paredes del cráneo, que además son rugosas, se produce un micro-traumatismo. Por otra parte, las células de este delicado órgano del ser humano se dañan en pocos minutos ante la privación de oxígeno, mientras que hay animales capaces de sobrevivir más de una hora sin este preciado gas. A estas circunstancias estructurales se une la contaminación ambiental y electromagnética, el estrés, la falta de nutrientes, etc. En definitiva, un cóctel que mata a diario miles de neuronas y provoca un envejecimiento precoz de las funciones superiores.EL CORAZONAlgunos órganos, como el hígado, tienen capacidad regenerativa, pero ése no es el caso del corazón, por lo que un pequeño daño puede conducir a un significativo descenso de la calidad de vida. Incluso un ataque cardiaco leve es susceptible de dar lugar a una merma de la capacidad de los músculos del corazón para bombear sangre rica en oxígeno a los tejidos, lo que obliga a vivir conectado a una bombona de oxígeno.LOS GENITALESPor su situación, los testículos están en permanente riesgo de lesión. Lo ideal es que se hallaran en algún espacio interior y que tuvieran un mecanismo de refrigeración incorporado para que no se sobrecalentaran, ya que un excesivo calor durante periodos prolongados puede afectar a la fertilidad masculina. Por su parte, el sexo femenino es más proclive a las infecciones porque la vagina y la uretra se encuentran demasiado cerca del orificio anal.OTROS PUNTOS DEBILES DEL SER HUMANO
Sea por mal diseño de origen, por una alimentación deficiente o por un maltrato constante, lo Cierto es que hay unas partes del cuerpo que sufren más que otras y que requieren más cuidados.
EL OIDOEl ser humano es proclive a la infección de oído debido a que las trompas de Eustaquio son demasiado estrechas y largas, lo que propicia su desarrollo por falta de aireación. Otro problema importante es que las células pilosas quedan fácilmente dañadas por el ruido intenso y perecen sin capacidad de regenerarse, lo que provoca una gradual pérdida de audición.EL APÉNDICENo parece tener ningún papel obvio en el organismo, pero si se infecta a causa de alimentos putrefactos o debido a una acumulación de moco, puede dar como resultado una importante infección (peritonitis) que, si no es intervenida a tiempo, conduce a la muerte.LOS OJOSLa visión humana se produce desde atrás hacia delante, lo que proporciona una definición central diáfana, pero una visión periférica difusa. La luz tiene que pasar a través de una pequeña zona localizada en el centro del globo ocular, lo que hace que nuestro campo de visión en comparación con otros animales sea más estrecho. Si la retina tuviera unos receptores de luz más extendidos, mejoraría tanto nuestra visión nocturna como espacial.EL CUELLOEs una de las zonas más vulnerables en cuanto a lesiones, ya que sobresale del tronco y soporta todo el peso de la cabeza. La evolución aún no ha resuelto los inconvenientes de la bipedestación y la mayoría de humanos sufrimos las consecuencias. A través del cuello también pasan nervios vitales para el resto del cuerpo, de modo que una hernia o protusión en esta zona puede conllevar disfunciones en las extremidades. Las vértebras cervicales no están bien engarzadas y son una fuente de problemas a lo largo de toda la vida.LOS DIENTESUna persona adulta dispone de 32 piezas, cuando, probablemente, podría arreglárselas con sólo 20; es decir, los humanos tenemos demasiados dientes. En el pasado se necesitaban más piezas porque la dieta consistía en alimentos correosos y duros que exigían más potencia en las mandíbulas. Además, había más posibilidades de perderlos de manera accidental. En cambio, hoy en día, el problema radica en una alimentación demasiado rica en azúcares refinados, que provoca la aparición de las caries. Esta patología dental puede alterar el equilibrio químico y energético del cuerpo y ser causa de múltipes enfermedades.LAS RODILLASLas rodillas sufren una gran tensión durante toda la vida. Se llevan buena parte del impacto de la marcha y de la carrera, lo que desgasta el cartílago que impide que los huesos se rocen. El inconveniente es que, una vez destruido este tejido, no es demasiado propicio a regenerarse por si mismo. La mayoría de animales tienen un efectivo sistema de muelles: las patas traseras están diseñadas para darles un fuerte impulso hacia delante, con lo que se distribuye el peso corporal de manera más equitativa. Si los seres humanos tuviéramos el mismo sistema, podríamos correr utilizando sólo la mitad de la energía, tendríamos un mejor equilibrio y reduciríamos la tensión que se produce en la espalda.LOS PIESDespués de descender del árbol, las extremidades inferiores se fueron transformando hasta convertirse en pies. Pero la evolución no ha conseguido que sean eficientes para absorber los impactos de la marcha, ya que carecen de tejidos adecuados para la amortiguación. Esto significa que el grueso del impacto pasa a través de las rodillas y de las caderas, con el consiguiente desgaste de las articulaciones. Si tuviéramos una capa de grasa o de colágeno en la planta de los pies, se evitaría en gran parte la osteoartritis.Fuente:
REVISTA INTEGRAL - NOVIEMBRE 2008