LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
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enero 08, 2012
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PEDRO le contaba a un amigo suyo que lo habían despedido de su empleo.
—¿Por qué te despidió el capataz? —le preguntó el amigo.—¡Bah! Ya sabes cómo son los capataces. Andan por ahí, con las manos en los bolsillos, vigilando que los demás trabajen.—Sí; ya sabemos que eso hacen los capataces; pero ¿por qué te despidió a ti?—Por celos —respondió Pedro—. Los demás trabajadores pensaban que yo era el Capataz.—Sunshine MagazineUN REPRESENTANTE parlamentario, tipo algo solemne, fue detenido por conducir a velocidad excesiva, y lo llevaron ante el tribunal. El político hizo gala de su estilo oratorio más grandilocuente al declarar:
—Su señoría, es mi deber reconocer que excedí el límite de velocidad fijado por las autoridades para circular por esta arteria, pero también debo hacer de su conocimiento que soy representante parlamentario y...En eso lo interrumpió el juez:—La ignorancia no es disculpa.—Alex Hansen, en Farmer 's DigestUNA NIÑA que estaba haciendo sus deberes escolares le preguntó a su padre cuál es la diferencia entre enojo y cólera. El señor tomó el teléfono, marcó un número y le indicó a su hija que escuchara la conversación por la extensión.
—Bueno —le dijo al hombre que contestó—, ¿puedo hablar con Melvin, por favor?—No, aquí no vive ningún Melvin —fue la respuesta—. ¿Por qué no verifica usted bien el número antes de marcarlo?El padre de la niña volvió a llamar un minuto después:—¿Me comunica con Melvin, por favor?— ¡Ya le dije que está usted equivocado! ¡Fíjese al marcar!El sujeto colgó de golpe. Entonces, el padre explicó a su hija:Marcó el mismo número, y cuando oyó un ”¡Bueno!” que muy a las claras denotaba alteración, dijo:—Habla Melvin. ¿No me ha llamado nadie?—Bob Phillips, en The Keturn of the Good Clean Jokes (Harvest House)ESTOY pensando en concederle un aumento de sueldo —anunció el jefe a un empleado.
—¿Cuándo se hará efectivo? —preguntó el agraciado.—Cuando usted se haga efectivo.—DennisFakes, en Potnts With Punch (C.S.S.Publishing)—¿CÓMO LE pudo suceder esto? —preguntó el médico al peón agrícola de edad mediana, mientras le entablillaba la pierna fracturada.
—Verá usted, doctor: hace 25 años...—Olvídese del pasado. Dígame cómo se rompió la pierna hoy por la mañana.—Como le decía... hace 25 años, cuando empecé a trabajar en la granja, aquella noche, poco después de acostarme, la hermosa hija del granjero entró en mi cuarto. Me preguntó si no había algo más que deseara. Le contesté: "No, todo está perfecto". "¿Está usted seguro?", volvió a preguntarme. "Sí, gracias", le dije. "¿No hay nada que pueda hacer por usted?", insistió la muchacha. "No; nada", le aseguré.—¿Y qué tiene que ver eso con su pierna rota?—Verá usted —explicó el peón—: Esta mañana, cuando me di cuenta de lo que ella insinuaba, ¡resbalé y me caí del tejado! ——J.H.S.FUE AQUEL un año muy malo para el circo. El dueño llamó a todo su personal e hizo el triste anuncio: "Lo siento mucho", les dijo, "pero esta semana sólo hay suficiente dinero para pagar a tres de ustedes: a Benny, el Rompehuesos, a Sansón, el Hombre Fuerte, y a Iván, el Lanza-cuchillos".
—George Roberts, en The RotarianUNA MUJER iba conduciendo su auto por una serranía; de pronto cayó una intensa nevada, y la viajera se asustó mucho. En eso, aguzó la vista y vio que delante de ella avanzaba un tractor barrenieves. ¡Qué buena suerte! Se mantuvo lo más cerca que pudo del tractor, mientras este iba barriendo la nieve del camino. A veces, la nevada arreciaba, y casi le impedía ver a su benefactor, pero el fiel guía no dejaba de aplicarse a despejar la nieve del pavimento.
Al cabo de algún tiempo, el tractor se detuvo, su conductor bajó, y le dijo a la automovilista:"Señora, no sé adonde vaya, pero jamás llegará a su destino siguiéndome. ¡Estoy limpiando la nieve de este estacionamiento!"—M.K.W.Yo VIVÍ una niñez muy difícil —le dice un hombre a otro—. Mi padre tenía en la granja 200 vacas, y mis dos hermanos y yo nos encargábamos de ordeñarlas.
—¡Qué barbaridad! —exclama el interlocutor—. Debe de haber sido pesado para tres chicos.—Sí; pero después mi padre compró otras 100 vacas, y eso nos sacó de apuros.—¿Los sacó de apuros? ¿Cómo?—¡Pues porque cualquier papanatas puede dividir 300 entre tres!—K.K.