CÓMO VENCER A LA ARTRITIS
Publicado en
enero 15, 2012
CONDENSADO DE "JANE BRODY'S THE NEW YORK TIMES GUIDE TO PERSONAL HEALTH". © 1976, 1977, 1978, 1979, 1980, 1981 Y 1982 POR THE NEW YORK TIMES. CO. PUBLICADO POR TIMES BOOKS, DE NUEVA YORK. ”TIMES” DE NUEVA YORK (29-VIII-1984). © 1984 POR NEW YORK TIMES CO., DE NUEVA YORK.Los medicamentos hacen su parte en el control de esta enfermedad incapacitante; pero uno de los tratamientos —y de las medidas preventivas— más eficaces es algo que los pacientes pueden hacer por sí mismos.
Por Jane BrodyHAY UNA enfermedad que afecta a millones de personas y que, si vivimos lo suficiente, prácticamente todos la contraeremos. Es la causa más común de dolor y rigidez en las personas mayores de 50 años. También aflige a los atletas, sea cual sea su edad. Cuando se presenta en forma aguda, inmoviliza parcialmente a sus víctimas; entre ellas, cientos de miles de niños menores de 16 años.
Se llama artritis. A pesar de la frecuencia con que se manifiesta, están muy difundidas las consejas populares. Pensando que no se puede hacer nada al respecto, muchos artríticos pasan por alto las medidas para combatir a esta enfermedad, o las retrasan, con lo cual el problema se agrava y la invalidez se vuelve irreversible. Otros siguen tratamientos inapropiados o recurren a remedios charlatanescos. Cada año se malgastan más de mil millones de dólares en remedios sin beneficio comprobado; desde pulseras de cobre y veneno de víbora, hasta dietas extrañas y hierbas chinas.Por consiguiente, más de uno de cada diez artríticos son incapaces de realizar actividades normales. Eso no es inevitable. Sin embargo, pocos aprecian debidamente el papel que ellos mismos pueden desempeñar para contrarrestar los efectos incapacitantes de este padecimiento. Aunque los fármacos cumplen con su función, se reconoce actualmente que el ejercicio es uno de los tratamientos —y una de las medidas preventivas— más eficaces contra los efectos invalidantes de la artritis.Consideremos la naturaleza de este mal. Etimológicamente, artritis quiere decir "inflamación de las articulaciones". Cada articulación tiene límites normales de movimientos dictados por la fisiología humana. Por ejemplo, podemos doblar la articulación del codo casi 180 grados, pero las coyunturas de los pulgares, sólo 90 grados.Las contracciones y los relajamientos de los músculos sujetos por tendones y ligamentos a los huesos que los rodean, y entre sí, hacen funcionar las articulaciones. Músculos antagonistas evitan que las articulaciones se muevan más allá de su límite normal.Cuando se trata de una articulación artrítica, la hinchazón y las lesiones en los tejidos causan dolor y rigidez. El dolor, que en general se activa cuando la articulación se acerca a su límite de movimiento (como cuando una pierna se extiende al máximo al caminar), hace que los músculos detengan el movimiento.Conforme avanza la enfermedad, los límites del movimiento se reducen gradualmente, de modo que la articulación se vuelve cada vez más rígida, lo cual también significa que los músculos que mueven esa articulación no se ejercitan y, por ello, adelgazan y se debilitan. La debilidad muscular, a su vez, aumenta el riesgo de que la articulación se lesione, y se agrave la artritis. Otro posible efecto secundario de la inactividad resultante es la pérdida de sustancia ósea y, con ello, un mayor riesgo de fracturas.Las formas más frecuentes de la enfermedad son la osteoartritis, cada vez más común a medida que se envejece, y la artritis reumatoide, que puede atacar a cualquier edad, incluso en la infancia.La osteoartritis resulta, en general, de un deterioro de los amortiguadores de cartílago situados en las extremidades de los huesos. Pueden formarse espolones, y la articulación empieza a rechinar como una reja oxidada, en lugar de operar como un mecanismo bien lubricado. Este tipo de enfermedad ataca más frecuentemente a las rodillas, las caderas y la espina dorsal; suele iniciarse a los 50 años de edad o después, con crecimientos óseos en las articulaciones más exteriores de las falanges, que a veces aparecen más temprano. El dolor y la rigidez son los síntomas más comunes de este padecimiento.En cambio, la artritis reumatoide es una enfermedad más grave, que ataca a todo el organismo. Los pacientes, además de las articulaciones rígidas e inflamadas, sienten una fatiga abrumadora, rigidez muscular y pérdida de peso y apetito. La lesión en las articulaciones es resultado de la inflamación prolongada de la sinovial, membrana delgada que produce un fluido lubricante. Eso destruye el cartílago y debilita los ligamentos y los tendones. Los músculos pueden presentar espasmos dolorosos. Las articulaciones más comúnmente atacadas son las de muñecas, rodillas y dedos. Puede también afectar hombros, caderas, codos y tobillos. En casos avanzados, las coyunturas quedan grotescamente retorcidas e inutilizadas. El trastorno también puede ocurrir en el tejido conjuntivo y en otros órganos, incluso corazón, pulmones, nervios y ojos.En ambos tipos de artritis, los síntomas tienden a recrudecerse y a desaparecer. Normalmente son peores por la mañana, y pueden exacerbarse más algunos días que otros. También pueden desaparecer por un tiempo, sólo para reincidir otra vez, semanas o meses después.El éxito en combatir este mal depende en gran parte de un diagnóstico temprano por un reumatólogo o en un centro médico especializado. Con un tratamiento oportuno y adecuado, puede prevenirse la incapacidad invalidante en la gran mayoría de los pacientes. Más de las dos terceras partes de los niños con artritis reumatoide se restablecen cuando llegan a la edad adulta.Un plan de tratamiento completo empieza con fármacos específicos. La aspirina en grandes dosis (tomada bajo vigilancia médica), tanto contra la artritis reumatoide como contra la osteoartritis, generalmente alivia el dolor y reduce la inflamación. Sólo si se ha probado que la aspirina no da resultados deben emplearse otros medicamentos.La mayoría de los demás medicamentos contra la artritis pueden obtenerse sólo por prescripción médica. Cualquiera que sea el que le den, es de suma importancia que lo tome tal como se lo recetaron. No interrumpa ni disminuya la dosis cuando se sienta mejor: a menudo trascurren semanas o aun meses antes de una mejoría significativa.Aunque los medicamentos desempeñan un papel importante en el tratamiento de la artritis, se ha comprobado que el control de peso y el ejercicio también son importantes. Los kilos en exceso exigen demasiado esfuerzo de las articulaciones sobre las que se ejerce el peso e interfieren con el funcionamiento normal de tendones, ligamentos y músculos.El ejercicio regular, tanto el de tipo activo y vigilado, en el que hacemos trabajar nuestros músculos para mover la articulación, como el de tipo pasivo, en el que la articulación se mueve mediante otra fuerza, diferente de nuestra acción muscular, pueden prevenir el agravamiento de la osteoartritis y ayudar a aliviar los efectos de la artritis reumatoide. Como ejercicio activo, un especialista recomienda las caminatas, el excursionismo, la natación y el ciclismo. O, si uno está en buena forma, trotar y jugar al tenis. Desaprueba el levantamiento de pesas, el fútbol americano y los ejercicios en que se flexiona al máximo la rodilla.El ejercicio pasivo es una forma de "engañar" al sistema de músculos efector-antagonista, para conservar trabajando la articulación a pesar del dolor de la artritis. Por ejemplo, puede usted ejercitar pasivamente un hombro entiesado por la bursitis (una forma de artritis) doblándose por la cintura y balanceando el brazo como un péndulo.Esfuércese por hacer 15 minutos de un ejercicio apropiado, por lo menos cinco días a la semana. Eso ayudará a restaurar la libertad de movimiento, gracias a una mejor circulación sanguínea y linfática en las articulaciones afectadas, y gracias a que se reduce la contracción de las articulaciones, el acortamiento de los músculos, y la frecuencia de espasmos musculares; también aumentarán así la movilidad y el alcance de los movimientos.Cualquier ejercicio se hace mejor con músculos que han tenido un calentamiento previo, pues están más relajados y corren menos riesgos de lesionarse. Las técnicas de calentamiento para pacientes artríticos incluyen tomar un baño tibio o una ducha caliente y prolongada, remojar las manos y los pies en agua caliente, usar una lámpara o cojín eléctricos, aplicar una toalla húmeda caliente o friccionar con ungüentos que inducen calor.Los ejercicios que uno debe hacer dependen de qué articulaciones estén afectadas y en qué grado. Tal vez tenga que consultar a un fisiatra (un médico especializado en movimientos terapéuticos), o a un fisioterapeuta ocupacional para que le indique cómo obtener máximos beneficios con mínima fatiga y dolor. Como el dolor de la artritis a menudo —e innecesariamente— obliga a cesar la actividad sexual de la pareja, algunos enfermos encontrarán útil consultar a un sexólogo para que los ayude a idear posturas cómodas.El ejercicio isométrico —como tensar y relajar los músculos glúteos o apretar las manos una con la otra repetidamente— es de especial interés para los artríticos, ya que proporciona una forma de contraer y relajar los músculos sin requerir de ningún movimiento de las articulaciones inflamadas. Y también se recomienda el ejercicio dentro del agua (hidroterapia), porque el agua soporta el 90 por ciento del peso corporal, permite una mayor libertad de movimientos y aminora el riesgo de lesiones.El doctor Joseph Markenson, reumatólogo del Hospital de la Ciudad de Nueva York para Cirugía Especial, da estos consejos adicionales:• Ejercite cada articulación afectada al menos una vez al día, durante algunos minutos.• Asegúrese de que todo movimiento sea lento y cauteloso; nunca haga ejercicio más allá del límite del dolor.• No abuse de sus articulaciones. Use la articulación más grande para realizar el trabajo: cargue una bolsa al hombro en vez de una cartera con asa; arrastre, en vez de levantar, objetos pesados.• Equilibre el ejercicio diario con descanso; con ello reducirá la inflamación.Los ESPECIALISTAS concuerdan en esto: no se dé por vencido. Las mejorías acaso sean lentas, pero un programa de ejercicio regular puede darle beneficios impresionantes.