
Lecturas: | Guardar |
Leído: | Guardar |
Personal 1 : | Guardar |
Personal 2 : | Guardar |
Personal 3 : | Guardar |
Personal 4 : | Guardar |
Personal 5 : | Guardar |
Personal 6 : | Guardar |
Personal 7 : | Guardar |
Personal 8 : | Guardar |
Personal 9 : | Guardar |
Personal 10 : | Guardar |
Personal 11 : | Guardar |
Personal 12 : | Guardar |
Personal 13 : | Guardar |
Personal 14 : | Guardar |
Personal 15 : | Guardar |
Personal 16 : | Guardar |
Lecturas: | Guardar - Eliminar |
Leído: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
: | Guardar - Eliminar |
DESPUÉS de que el último de sus hijos dejó la casa paterna para ir a la universidad, un matrimonio amigo nuestro cambió de estilo de vida. Vendió su casa, compró un apartamento en condominio y emprendió nuevas actividades. Todo marchaba bien, hasta que un buen día una de sus hijas fue a visitarlos y había proyectado usar el coche familiar. Al enterarse de que el padre y la madre saldrían de paseo esa noche y necesitarían el auto, se quejó amargamente. Mi amiga le dijo en tono conciliador:
DURANTE un viaje en avión, mi madre empezó a tejer para no aburrirse. Treinta minutos después del despegue terminó la boina que estaba haciendo para mi prima. Cuando la mujer que iba sentada al otro lado del pasillo le preguntó si podía vendérsela, mamá, halagada, le contestó que sí.
HACE MUCHOS años, mi padre tenía un vecino que siempre había arado con caballos, y decidió ponerse al día adquiriendo un tractor. La esposa del granjero estaba convencida de que aquella compra era innecesaria. Tras discutir el asunto varias semanas, la mujer exclamó, violenta:
TRAS UN mes de permanecer en casa con nuestro hijo recién nacido, una noche, mi esposa y yo sentimos la necesidad de salir a pasear solos. Pedí tímidamente a mis padres que se quedaran a cuidar al niño mientras nosotros íbamos al cine, y les prometí que no tardaríamos más de dos horas. Cuando regresamos, dije en broma a mi padre: