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EN HUNGRÍA, las noches de los lunes son insólitas. Las calles se ven atestadas de gente y los cines están repletos. Las noches de los lunes hay lleno completo en los teatros, en las galerías de arte y en las salas de conciertos. También es la noche dedicada a las reuniones sociales, y para las largas conversaciones de sobremesa. Todo esto se debe a que, por decreto gubernamental, en Hungría, los lunes por la noche no hay televisión.
PATRICK McGovern, presidente de la empresa Computerworld, relata su visita a un monasterio de Nepal, donde se conservan documentos manuscritos sagrados en gruesos anaqueles de piedra. Por la importancia de estas escrituras para los monjes de otras comunidades, quienes recorren a menudo grandes distancias con el único propósito de leerlas, un lama confió al empresario que proyectaban copiar aquellas tabletas.
CUANDO la Compañía Coca—Cola introdujo su refresco en China, repartió entre los tenderos locales letreros en inglés. Los mercaderes chinos tradujeron estos letreros a los ideogramas de su lengua, y pronunciaban el nombre del producto como ke ku ke la, que significa
LAS NACIONES Unidas han vuelto su atención hacia el amor, además de ocuparse de la guerra. El resultado es un documento decisivo, acerca de dónde tienen más oportunidades de encontrar pareja, tanto los hombres, como las mujeres.
EN LA Unión Soviética no hay directorios telefónicos de particulares, y los de las entidades oficiales sólo se publican en ediciones limitadas, cada varios años. Puede usted marcar el número telefónico 09 para pedir información, pero la línea casi siempre está ocupada, y si desea saber el teléfono de alguien con un apellido tan común como Ivanov o Kuznetsov, probablemente no obtendrá información. La opción consiste en dirigirse a una caseta de informes, donde, por determinada tarifa, le pueden dar un número, excepto si se trata de un extranjero, de una Embajada o de cualquier otra entidad que el Gobierno juzgue inconveniente.
EL dalang, nombre que se da en Indonesia al titiritero de las wayang, o sombras chinescas, es uno de los artistas que más trabajan. La resistencia física es uno de los requisitos de su oficio, pues cada función puede durar hasta nueve horas. El titiritero dirige la orquesta (por medio de golpecitos, con diversos significados), relata la historia y hace chistes improvisados, al mismo tiempo que manipula los títeres. El dalang debe recordar también los argumentos de más de 100 piezas teatrales, cantar 40 clases de canciones que denotan diferentes estados de ánimo, y hablar con las voces de por lo menos 30 personajes distintos.
EN ALEMANIA Occidental, la gente compra la leche que despacha una máquina llamada la
ESTRECHAMENTE vinculado con la Francia Libre durante la Segunda Guerra Mundial, el Congo guardó por años tanto afecto a Charles de Gaulle, que en una ocasión los tribeños erigieron varias estatuas de madera de un soldado con gorra militar, y le pusieron una enorme nariz, como la del general.